Sumary:
Bella se ofreció como su amante por vengarse del que fuera su prometido, se quedo a su lado porque lo amaba, se casó con él porque era eso mejor que nada. Se marcho cuando la echo de su lado…
Edward la acepto como su amante porque soñaba con desnudarla, no porque le amara, él ni siquiera creía en eso, ya no. La hizo su esposa porque necesitaba una… supo que el amor estaba en él cuando la echo.
Cuándo el amor no es un requisito ¿Servirá de algo?
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Capitulo 3.- Revelaciones
Bella pvo
En qué demonios pensaba cuando me ofrecí a ser su amante, ni siquiera sabía cómo se hacía eso. Carajo.
-¿lista para cenar?- pregunto saliendo de la oficina.
-claro, hum, ¿A dónde?-
-que te parece si pedimos algo cuando lleguemos, me parece que podemos adelantar lo de las listas porque mañana es el primer evento, mi asistente no es tan eficiente después de todo-
-tu asistente acaba de agendar el evento y reservar lo necesario, tu amante es la que no sabía nada y necesitara al menos la mañana de mañana para adquirir la ropa adecuada-
-cierto, hum, creo que daré mi punto de vista sobre esa ropa, ahora me toca hacer una llamada, dame 5 minutos, no soy tan bueno como mi asistente en esto- dijo sonriendo.
Media hora después llegábamos a una de las exclusivas tiendas de diseñador. Estaba cerrado.
-hum, está cerrado- mencione lo obvio.
-para el resto del mundo sí, para nosotros no- susurro en mi oído. Me estremecí al sentirlo tan cerca, me gustaba su contacto.
-ok, entonces debemos entrar- dije girándome hasta quedar frente a él, lo bese antes de perder el valor. Solo un momento, me separe y sin mirarlo salí del auto, el chofer esperaba con la puerta abierta.
-Edward querido me sorprendió tu llamada- salió una mujer despampanante, apenas unos años mayor que yo, quizá alguna vieja amante. Un sentimiento que no identifique me atravesó.
-gracias Renata, tienes todo lo que necesito- comento Edward después de abrazarla.
-Bella ¿verdad? Sígueme, tengo todo lo que usaras para los eventos- se dirigió a mi tomándome de la mano.
Nos llevo a una especie de salón con un probador enorme y una sala de espera, en un costado de la habitación, había una mesa con café, té, soda y bocadillos, del otro lado una enorme percha con vestidos de todo tipo, largos, cortos, Vintage y otra con playeras de diseño, blusas, suéteres, pantalones, bermudas, etc. Había una más con lencería. Demonios ¿lencería?
Me puse el primer vestido y salí a donde estaba sentado. Repetí la acción con cada vestido. Si me gustaba él decía que sí, si no me gustaba decía que no. Lo mismo con el resto de las prendas, cuando llegamos a la lencería dude en salir.
-me gusta mucho ese color- dijo entrando en el probador, apenas traían una especie de vestido sumamente cortó y transparente en café oscuro con cintas rosadas en el borde.
-me gusta también – respondí. Sus ojos me recorrían completa, ahora tenía derecho, yo se lo había dado al pedir ser su amante.
-pruébate otro- pidió sin moverse de donde estaba. Me miraba por el espejo, de pie justo detrás de mí -déjame ayudarte con esto- dijo bajando lentamente las tiras de la prenda.
Recorrió con un dedo mi piel desde el cuello hasta donde quedaba el tirante sobre mis brazos.
Lentamente se acerco hasta pegar su cuerpo al mío, su dureza era notable, sus manos recorrieron mis brazos, bajaron por mi costado, hasta las caderas. Sus labios se posaron en mi cuello, mientras mi cerebro se hacía gelatina.
Lentamente se acerco hasta pegar su cuerpo al mío, su dureza era notable, sus manos recorrieron mis brazos, bajaron por mi costado, hasta las caderas. Sus labios se posaron en mi cuello, mientras mi cerebro se hacía gelatina.
No pude más que cerrar los ojos ante sus caricias y dejarme llevar. Tomo el borde de la prenda levantándola hasta colar las manos por debajo, deslizo hacía abajo la tela por mi cuerpo, dejándome solo en bragas, transparentes igual.
Su mirada siempre verde se torno negra, sin más demora me tomo de los hombros hasta girarme, me beso con una pasión que desconocía, me empujo contra la pared recorriéndome completa con sus manos. Las mías trataban de colarse por debajo de su ropa, tocar su piel caliente.
-Bella eres sensual, mucho, me gustas….- susurro mientras me mordía un poco, me besaba un poco, me mareaba un poco. Lo abrace besándolo de nuevo, me gustaba su sabor, su aroma, su cuerpo, su contacto.
Tomo mis senos con las manos mientras su cadera se frotaba contra la mía. Su erección era enorme y me excitaba de saberlo así por mí. Bajo por mis senos deteniéndose en cada uno. Besando, mordiendo, saboreando cada centímetro de piel. Cuando sus manos llegaron a mi centro me tense de inmediato y un gemido se escapo de mí. Se separo solo un poco.
-¿Qué pasa?- pregunto. No supe como contestar.
-hum nada, me tomaste por sorpresa- mentí. Terriblemente mal por cierto.
-Bella ¿sorpresa? Te tengo casi desnuda, estoy acariciándote completamente excitado y ¿me dices que es sorpresa?- sonriendo esperaba una respuesta más coherente.
-lo siento, es que no… bueno… ya sabes no tengo…-
-Bella aparte de James ¿Con cuántos hombre has tenido relaciones?- pregunto alejándose un poco mientras me ofrecía una bata más conservadora.
-bueno, en realidad no… bueno es que…-
Edward pov
Balbuceaba tanto que me pregunte si era la misma chica que se había ofrecido a ser mi amante. Me miraba sin saber cómo decir lo siguiente. Hasta que la respuesta me dio con tubo en plena cabeza. No había amantes de más, sino de menos.
-¿eres virgen? –pregunte casi susurrando.
-sí- soltó apenas en un murmullo
Salí tan rápido del espacio que ni tiempo tuve de ver su reacción. Cielos, estuve a nada de tomarla por primera vez en un sitio público, contra la pared como si fuera algo de cualquier día y no como lo que era, el regalo de una mujer, la primera vez, su primera vez.
-Edward perdóname, no sabía que empezaríamos hoy mismo, debí decírtelo por favor no cambies de opinión- suplicaba saliendo del vestidor aun en bata.
-Bella no, no pidas disculpas, es todo lo contrario; perdóname no lo sabía, salte sobre ti como si fuera cualquier cosa y no es así ¿no quieres reconsiderar nuestro trato?-
-no, quedamos en algo, solo agregare algo mas- me tense esperando lo mismo que todas querían ahora que me había soltado el asunto que era virgen.
Y bien podría se mentira… pero era Bella y ella era honesta. Siempre.
Creo.
-¿Qué?-
-fidelidad, no podrás acostarte con otra que no sea yo hasta que nuestra… cosa, termine-
-¿cosa?- pregunte riéndome.
-bueno, no sé cómo llamarlo, noviazgo no es y relación suena muy formal- dijo sonrojándose
-bien, fidelidad entonces y cero secretos, de ningún tipo, lo que sea suceda, que te suceda durante el tiempo que estemos juntos me lo harás saber, aunque sea una estupidez como la ruptura de una uña ¿entendido?-
-Hecho. Ahora… ¿quieres ver el resto de la lencería?- pregunto sin mirarme.
-no, escoge que te gusta e inclúyelo, te espero aquí, tomate tu tiempo- dije sentándome. Si entraba ahí, sería capaz de desflorarla sin miramiento.
Una hora después regresábamos a su casa, pasamos a comprar algo para cenar y subimos a su departamento. Entro encendiendo la luz. Se quedo congelada en la puerta.
-esto es más de lo que pienso soportar Bella, toma tus cosas, te vienes a mi casa, este sitio no es seguro para ti- dije entrando a revisar que no estuviera su ex aun.
La sala estaba destrozada, las paredes con insultos y obscenidades. Cosas como “perra” “mojigata” “frígida” y otras que ni siquiera quise leer adornaban las paredes de su recamara, no la deje entrar ahí.
-necesito sacar mi ropa Edward-
-no, mañana saldremos de compras otra vez, deja la llave, no regresaras a este sitio, te pondré un departamento con portero y acceso con seguridad y te comprare un auto, no andarás por ahí con este lunático suelto- saque mi teléfono y en 10 minutos la guardia real de mi país con base en la oficina, estaba en el departamento.
Tomaron fotos de todo, documentaron el asunto y Billy mi mayordomo-guardián se hizo cargo del asunto.
-Edward no creo que regrese hoy, déjame dormir aquí y mañana buscamos otro sitio-
-¡he dicho que no Isabella!- levante mas la voz de lo necesario, me miro asintiendo.
-como desees entonces- dijo saliendo del departamento. Al pasar entrego la llave a uno de los guardias.
-toma John, no la necesitare más- sonrió con dulzura mientras el tipo colocaba su mano en el hombro de ella jalándola hasta abrazarla, fue breve, pero basto para que mis enfado se disparará.
Apenas nos montamos en el auto se lo hice saber.
-pediste que te fuera fiel y accedí, lo menos que puedes hacer es ser fiel también- dije con los dientes apretados tratando de controlarme. No quise analizar el sentimiento, pero ahora era mi amante y nadie podía tocarla más que yo.
-sí lo sé, pero no entiendo a que viene el comentario -
-estabas coqueteando con el guardia-
-no, le abrace porque lo conozco desde que entre en la empresa, recuerdas que te dije que empecé como recepcionista, pues él estaba de portero, así que pasamos prácticamente los primero meses en el mismo sitio, nos hicimos muy amigos después cuando me cambiaron de departamento la amistad se perdió un poco, eso es todo. Edward acabo de terminar con un tipo que es peor de lo que pensé, no me hagas pensar que eres igual- me soltó con calma pero un tono extraño que nunca había escuchado en ella. Irritación, estaba ligeramente molesta por mi comentario.
- tienes razón, aun o conozco a tus amigos- me justifique o mentí porque no era del todo cierto. No era esa la razón en todo caso.
-¿Dónde me quedare?-
-en mi casa por supuesto, conmigo estarás más segura que en cualquier otro lado- respondí sin dudas.
-no, no llevo ni 24 horas de ser tu amante y ¿ya me llevas a tu casa?, creo que no. Desvíate a la derecha, me quedare con una amiga, mientras me consigues el departamento con portero y todo lo que dijiste- pidió con seguridad.
-No. Iras a mi casa y mañana te mudas al departamento- asegure, me interesaba ver a hasta donde podría presionarla antes que estallara en mal genio y cuanto estaba dispuesta a ceder.
-no, por favor cambia de rumbo o solo conseguirás perder tiempo, no me quedare en tu casa- termino mirándome seriamente pero sin rastro de irritación o enojo en la voz.
No se iba a molestar esa noche y se notaba cansada. Hice lo que me pedía. Cedí por primera vez en prácticamente toda mi vida.
-gracias- dijo cuando gire.
-no te acostumbres, te dejo ganar solo porque te vez muy cansada, mañana iremos a mi casa-
-perfecto, me agrada tu idea y mañana veré como hacerte cambiar de parecer, calle 27 A, la casa es numero 345, levántame cuando lleguemos- dijo antes de cerrar los ojos.
Apenas se durmió, gire de nuevo, dormiría en mi casa después de todo…
Esa noche supe más de la chica a mi lado que en los dos años de casado supe de mi esposa…
¿Podría ella soportar mi carácter, mis celos, mi posesividad…?
¿Podría se ella diferente a las mujeres que me rodeaban…?
¿Podría hacerme feliz…?
¿Podría hacerme olvidar…?
¿Podría ella darme lo que mi esposa no, sin morir en el intento…?
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Capitulo 4.- Marcándote como mía
Bella pov
-entonces a ¿qué hora debemos estar en la gala de beneficencia?- pregunte en la mañana cuando me senté en su departamento a desayunar.
-a las nueve. Saldremos de la oficina temprano y vendremos para acá, Billy ha traído todo de tu departamento y será más fácil así- respondió
-bien, entonces me voy, mi jefe llega puntual y no quiero que me regañe- dije sonriendo
-claro, el verdugo de tu jefe- respondió irónico.
-te veo pronto- dije antes de subirme al taxi que me esperaba.
La noche anterior me había negado de manera discreta a irme con él en su auto, que estuviera durmiendo en su casa y no con mi amiga era suficiente para una noche por lo que me dejo ganar, después de que escogiera un auto de concesionario por catalogo.
Llegue antes que él por cinco minutos. Apenas había entrado a la oficina para hacer lo rutinario cuando lo sentí abrazarme por la espalda, pegando su cuerpo al mío.
-Srita Swan, ¿le he dicho cuanto me gustan sus faldas?- dijo mientras deslizaba su mano por mi cuerpo hasta llegar a mi muslo, tomar la tela y subirla.
-no Sr. pero si mi falda le gusta lo que hay debajo le gustará mucho mas- dije mientras me llevaba hasta su escritorio.
Me sentó y se metió entre mis piernas. Seguía besándome, suavemente a pesar de que su deseo era más que evidente… siguió acariciando mis mulos, subiendo la falda poco a poco, mis manos se deshicieron de dos botones, los de en medio de su camisa para después meter mi manos por el espacio, acariciar su torso y abdomen, duro… como su sexo….
Desabotone todo y acerque mis labios a su pecho, bese suavemente mientras acariciaba mis piernas, iba muy despacio para mi gusto… para mi satisfacción ¿me tomaría sobre el escritorio?
Ojala lo hiciera.
-Bella si no te detienes… no sigas, mejor no sigas…- pidió sin dejar de subir su mano por entre mis piernas.
-pero…-
Sonó el teléfono, el maldito teléfono. Justo cuando iba a suplicarle que me tomará.
Carajo.
-contesta, si es para mí no estoy… para nadie- dijo mientras se separaba solo un poco. Lo vi abotonarse la camisa
Asentí mientras tomaba el teléfono sin bajarme del escritorio, apenas me gire un poco. Levante el auricular y metí la extensión de mi escritorio. Por fin respondí.
-Bella, necesitamos hablar, mira las cosas se salieron de control, yo no quise lastimarte… por favor, habla conmigo, este enfado no puede durarte para siempre… anda, sé buena y di que sí… paso por ti a donde estés…- James Idiota Masen.
Me que se escuchando no por querer saber que diría el imbécil, sino porque del asombro no podía responder. Para cuando lo hice estaba realmente molesta.
-estás loco si crees que yo tengo intensiones de verte o hablarte más de lo necesario o tener algo contigo. No me llames, no me busques, no existo para ti y tú estás muerto para mí. No insistas y entiende bien algo, esto no es un enfado, entre tú y yo no hay nada. Se acabo. Finito, it’s over, no me llames y debes de saber que lo de mi departamento no se quedará sin castigo- dije en tono enérgico.
Vaya, estaba sacándome de mis cabales.
-dame el teléfono Bella- escuche junto a mí y como siempre salte.
Me miro antes de negar con la cabeza apenas.
Le tendí el auricular mientras su mirada cambiaba de verde a otra cosa. Su ceño fruncido me decía que estaba furioso.
-si la buscas de nuevo me encargare que desaparezcas de este mundo- dijo Edward antes de colgar.
-lo siento, debí contestar afuera- dije bajando del escritorio.
Mi excitación se había ido de paseo. Estaba molesta y frustrada.
-no debí dejar que contestaras… ¿quieres hablar de ello?-
-no hay nada que hablar, ojala no me llame, cambiare mi numero… pensándolo bien mejor cambio de teléfono, ese me lo regalo él… ¿me necesitas para algo más?- pregunte recordado que estábamos en el trabajo y que sigo siendo su asistente.
-no- seco y sin humor. Estaba molesto aun.
Salí cerrando detrás de mí, no lo vi hasta la hora del almuerzo, pero considerando que saldríamos temprano para lo del evento ninguno salió a comer. Así que apenas me hablo por el intercomunicador para pedirme café, o para que le llevara algún documento. Para la noche por fin se digno a dirigirme más de tres líneas de conversación.
-he pensado que podemos mudarnos a un departamento más grande, a las afueras de la ciudad, hay un vecindario muy bonito y seguro. Te gustará- dijo cuando nos subimos a su auto para regresar a su departamento.
-pensé que mi departamento sería solo para mí. No te enfades, no me molesta vivir contigo pero creo que es mejor vivir separados, le pondrá emoción al asunto- dije sonriendo.
-¿no quieres vivir conmigo?-
-no quiero que estemos todo el tiempo junto porque te aburrirás de mi más rápido que de las demás- dije
-¿Por qué piensas eso? Las demás vivieron conmigo al menos un tiempo-
-Agh, vez, demasiada información. No me interesa que hiciste con ellas o como lo hiciste, yo no soy modelo como la Kate o actriz como la Carmen o peor aún, una hija de papi como la tipeja esa de María. Soy una mujer normal, con un trabajo normal y un jefe… humano al fin de cuentas, no puedo clasificarte como normal aún- dije sonriendo.
Hasta que le vi sonreír de lado. Bien, misión cumplida.
-me da gusto saber que al menos no soy como el verdugo de tu anterior jefe- dijo
-por cierto ¿cómo está Emmet?-
-igual de bruto que siempre, vacacionando en el palacio- dijo sonriendo -pero no me cambies el tema- dijo sonriendo de nuevo.
-que te parece si lo platicamos después, es hora de arreglarnos- dije mientras entraba en el estacionamiento del edificio. Arrugo el ceño pero no dijo nada.
Hora y media después terminaba de maquillarme, simple, sencillo y sin mucho escándalo, de acuerdo al vestido. Un poco de labial indeleble. Con Edward lo necesitaría. Mi cabello lo deje suelto, solo con la pinza caliente hice un par de ondas en las puntas para darle volumen.
Tome el vestido ¿Cómo me deje convencer de usar eso? Edward no lo había visto aun, no se lo enseñe el día de las compras, pero según Renata era perfecto. Escotado en U por frente hasta donde mi estomago empezaba, sin mangas, largo con algo de vuelo y una cola muy pequeña, pero ese escote no era el único ya que la espalda queda descubierta hasta la mitad, la parte del busto se abrochaba por el cuello.
Toda la tela que le sobraba abajo le faltaba arriba. Un color negro intenso y en una tela apenas con brillo natural. Para cuando termine de vestirme me veía diferente. Me gusto. Mis zapatos eran realmente altos, no muy mi estilo pero según Renata perfectos para ese vestido, cerrados de punta redonda en negro y con un broche pequeño plateado en un costado.
-Bella si no te apresuras no…-
Me gire para verlo de pie en la puerta de su recamara.
-¿te gusta?- pregunte acercándome a él. Su mirada me recorría como esa noche en el vestidor.
-perfecto- dijo mientras me tomaba entre sus brazos y me besaba. O lo intento hasta que sintió el escote de atrás.
-¿no crees que te dará frio?- pregunto acariciando si espalda.
-si me da frio siempre puedes abrazarme-
Edward pov
-hare algo más que abrazarte, voy a calentarte desde ahora-
La recorrí completa con mis manos. Pero antes de poder hacer algo mi teléfono sonó. Billy.
-es hora de irnos… te ves hermosa ¿estás usando Bragas?- dije mirándola de lejos una vez más.
-gracias por el cumplido… y por las bragas no te preocupes, solo tu sabrás que no llevo-dijo antes de salir de la habitación.
La sonrisa de estúpido que salió de mis labios era enorme, justa como mi erección. Esa noche sería interesante.
Al fin llegamos al sitio. El salón de uno de los hoteles más lujosos de la ciudad, estaba ahí en representación de mi país y porque éramos donadores cada año de suministros quirúrgicos para el hospital de niños. Nunca dábamos dinero, entregábamos justo lo que el hospital necesitaba. Este año Bella había hecho todo el trabajo de buscar los proveedores.
Apenas entramos las miradas y los flashes estuvieron sobre nosotros, la sentí temblar un momento y tensarse en otro, pensé que sería por los medio hasta que mire en dirección a donde ella lo hacía. James.
-¿quieres irte?-pregunte susurrando en su oído y aspirando su perfume al mismo tiempo.
-no, debes estar aquí y no dejare que me arruine la noche, con lo del mañana fue suficiente ¿me besas?- pregunto con esa mirada que rara vez encontré en ella. Molestia.
-No necesitas pedirlo, tu puedes hacerlo por mi- dije antes de besarla.
Esperaba hacerlo despacio pero el contacto con su piel, su aroma, su sabor y la manera como respondió a mi beso me hizo perder la cabeza. La tome con más fuerza y me entregue al beso, habría seguido de no ser porque los flashes me recordaron donde estábamos, me separe y sin mirar a nadie que no fuera ella aparte a los camarógrafos y la lleve a la mesa.
-vaya… no te costo nada olvidarme- escuche en cuanto nos sentamos.
-¿olvidarte? Disculpa pero ¿te conozco?- respondió Bella mirando al tipo.
-ya veo, así que ahora intentas…- se quedo callado cuando me levante interponiéndome entre donde Bella estaba sentada y él que seguía de pie.
-Billy acompaña a este hombre a la salida- dije a mi guardia quien estaba a su espalda.
-no puedes echarme, soy invitado, por parte del despacho al que pertenezco-
-cierto, esa empresa lleva la contabilidad de la mía, bien. Bella cariño mañana me haces una cita con su presidente, ya no usaremos más el servicio de ellos- dije mirando al tipo.
-me voy pero no siempre estarás para protegerla, no siempre estarás- dijo antes de que mis hombres lo sacarán.
-lamento que hayas tenido que hacer eso, no es bueno para tu imagen, no sabía que estaría aquí- se disculpo Bella visiblemente apenada.
-oye tu solo tienes la culpa de no darte cuenta antes que era un imbécil… no me preocupa lo demás, con la imagen que sea sigo siendo príncipe, nadie se atreverá a decir nada. Solo hay algo en lo que ese imbécil tiene razón. No siempre puedo estar contigo… a menos que te mudes conmigo. Lo harás- dije.
-Edward…-
-si dices algo sobre que me voy a aburrir de ti, te irás a dormir al sofá, extraño mi cama- dije acercándome a sus labios.
No se dijo más sobre el asunto, pase la noche entre pláticas y opiniones sobre varias cosas entre los integrantes de la mesa donde estábamos. Bella encajo muy bien aunque pude notar que la miraban y murmuraban, sí ella lo noto no dijo nada. No la miraban por lo hermosa que estaba o lo bien que se desenvolvía en ese mundo. O que igual hablaba con el embajador Chino que con el mesero sin hacer distinción con su amabilidad.
No.
La miraban porque era mi amante de turno.
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listo chicas, espero un poco mas tarde poder subir los que faltan. si no puedo, les suplico me perdonen, esta vez me ha tocado elaborar la cena y como anfitriona me tocara estar
de un lado a otro y quiza ya no pueda. pero sin falta mañana lo tendra.
no es seguro. quiza si lo subo hoy...
como siempre mi recomendacion, Voten y comenten.
saludos Besos y pasela muy bien....
Con Amor
Alejandra Rivas ; )
8 comentarios:
Ahy que capitulo espero con ansias el siguiente
Verdaderamente increíble!! Y por el resto te espero cuanto sea porque me encantan tus historias.
Feliz 2011!!!!!!!!!
http://miangelpersonal.blogspot.com/
hay hay q capiii siii me encanta hay no pene q era virgen gagagagag
Fascinante como siempre...Sigue asi...Besos...
que way e caitulo cmo la defiende jejeje
Simplemente Genial!!Me parece estupendo que bella sea virgen y que la pierda con Edward!!!!jajajajaj por favorrr,se está poniendo muy interesante la historia,de nuevo gracias por subir los capis,besitos!!!
no me canso de repetirlo me encanta!!!, bien por edward al defenderla; me gusta esta bella decidida, no es la tipica chika ke se deja pisotear, es fantastico el personaje, bueno no digo mas , me voy directo a leer el siguiente cap. saludos :D
ere un@ gr@n escritor@ =)
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