Entre dos tierras

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Capitulo 59- La boda

Bella pov.

-estas hermosa Bella, Edward se atacara cuando te  vea - dijo Alice adulándome para no reclamarle.

-Alice, no creas que me convences con eso, este vestido no es como lo habíamos escogido, Duende tramposo- reclame con una sonrisa en los labios, era perfecto, mucho mejor que el otro.

El color era el mismo pero la forma… bueno… no como lo había visto…

-no, este es mejor, créeme, se tirara sobre ti apenas tenga oportunidad, no dejes que lo rompa, es muy hermosos para desperdiciarlo- suplicaba Alice.

-Estas increíble Bell, sé que por fin serán felices, en tu maleta pequeña están los pasaportes y la dirección de la casa donde se quedarán- intervino Rosalie acomodándome la tiara.

-¿Edward no la conoce?- pregunte intrigada, yo aun no conocía todas las casas de la familia.

-no, es nueva, Carlisle la compro apenas hace dos semanas, dijo que les encantaría, pero no dio más detalles- respondió Rosalie al tiempo que me entregaba una caja.

-Rosalie gracias por los zapatos, se que son de tu colección personal y espero sean mi accesorio prestado, Alice la lencería es increíble y el toque de azul fue soberbio, ¿Qué me falta, algo nuevo y algo viejo, cierto?-

-De hecho no te falta nada, Cariño, la Tiara es una Romanov, créeme es antigua a más no poder y esto es nuevo y tuyo- respondió Esme entrando en ese momento.

En sus manos traía una caja pequeña. La abrió sacando una hermosa cadenita delgada de oro blanco, engarzado a ella venía un colgante con la letra E formada por diamantes verdes y una B con diamantes blancos, montada una en la otra, sonreí al entender.

-Gracias Esme, es maravilloso – mientras me la ponía.

 -bueno es hora, si te atrasas, Edward montara una escena, está completamente nervioso, nunca lo había visto así- nos aviso Alice saliendo todas rumbo a la terraza.

-¿ni con melisa?- no pude evitar preguntarme si mi boda se compararía con la de ella.

-no, cuando se caso con Melisa, ella era humana así, que las cosas eran diferentes, contigo es él mismo, por lo tanto ahí radica el peligro, esta desquiciado, Carlisle ha tenido que calmarlo durante todo el día y el pobre de Jasper pide ayuda a gritos- dijo Esme.

-¿por la boda? pensé que era por otra cosa- respondí recordado que hacía semanas no teníamos intimidad y los últimos días estar solos era una tortura.

Por lo que lo evitamos a toda costa.

-no les agradecí por la despedida de ayer, fue interesante y muy divertida, después de media noche en todo caso- agregue recordando.

 -sí, lástima que las humanas se marcharon tarde, pudimos empezar mucho antes-

-niñas, recuerden que todo se escucha en esta casa- nos reprendió Esme y nos recordó al mimo tiempo que los hombres no sabían que habíamos hecho, pues Carlisle se los llevo a la ciudad para la despedida de Edward.

No había tenido tiempo de admirar la casa ya arreglada, los vampiros de la guardia habían trabajado toda la noche en esa parte, mientras nosotras festejábamos en el rio, así que verla terminada fue toda una sorpresa. Los invitados empezaban a acomodarse, la música en vivo estaba iniciando, por lo que todos tomaron su lugar enseguida. Las silla eran de un tono rosa perla y en el pasillo cada silla tenía un ramillete de rosas blancas y rosadas. Mis favoritas.

El oficiante estaba de pie en una especie de casa, techado por si llovía, cada pared de utilería estaba adornado con una enredadera natural que tenia rosas blancas, se veía hermoso, el mantel de la mesa de honor era de un rosado tan pálido que a los ojos humanos seria blanco, las mesas eran perfectas, con un mantel blanco de orillas bordadas en hilo de oro y palo de rosa, pasando por el fucsia, los arreglos florales, eran una especie de espiral descendente, adornada por rosas que iban desde el blanco hasta el rojo en la parte de abajo, haciendo una cascada de color, la vajilla era perfecta, en tono rosa con orillas en oro, las copas le hacían juego y cada cubierto era de plata con las iniciales nuestras, así como las servilletas, en oro pálido con bordado en fucsia.

Cada detalle era perfecto, mis padres no habían escatimado en gastos y Alice no había dejado nada fuera, la pista de baile era de madera rosa, con toques veteados. Solo me molestaba una cosa: Que René no estuviera.

Charlie estaba sentado hasta el frente, por desgracia no podría llevarme, no tenía caso llorar por eso, faltaban minutos para que empezara mi boda y entristecerme ahora sería arruinar todo lo que planearon para este día, así que suspire ruidosamente, sonreí y me concentre en buscar a Edward, Emmet me tapaba la vista así que no lograba verlo bien. Tendría que esperar hasta salir. No espere mucho.

La marcha nupcial sonó y al momento todos se giraron para verme aparecer en la puerta de la casa, esperaba que Carlisle me acompañara, pero fue Charlie quien apareció, sonriendo y con una Rosa roja en la solapa.

-me han concedido el honor de llevarte, te vez hermosa Bella, como siempre supe que te verías el día de tu boda- me abrazo mientras una lagrimas se escapaban de sus ojos cansados.

-papa, cálmate, es solo la primera vez que me caso, seguro estarás para la segunda- bromeé mientras se reía.

Salimos de la casa, mientras todas las miradas estaban en nosotros. Camine despacio sin poder quitar la vista de Edward, estaba absolutamente arrebatador en su traje negro, despeinado como siempre y completamente perdido en mi escote. Solo pude mirarlo, nadie más existía, solo él, su olor me golpeo al llegar a su lado, no fui consiente cuando Charlie se sentó, o cuando Eleazar empezó a hablar, solo tenía ojos para el amor de mi existencia, de pie frente a mí.

Me tomo de las manos sin prestar atención a nada más. Por un minuto, o al menos eso nos pareció, el mundo entero desapareció, solo estábamos los dos, su mente me decía todo lo que sus labios no podían expresar, su sonrisa era amplia, como la mía, la felicidad nos brotaba por todo el cuerpo.

Melisa pov.

Apenas salió de la casa, las exclamaciones de sorpresa aparecieron, Bella estaba radiante y el vestido que traía no era para nada discreto, obra de Alice sin duda, mi esposo muy correcto trataba de no ver el escote, la parte frontal del vestido consistía en dos tiras de tela anchas que cubrían… bueno lo que se debía cubrir arriba, cerrándose en la parte trasera del cuello, todo el vestido era en encaje blanco con forro del mismo color, ceñido por completo a su cuerpo, debo decir que ese tipo de vestido le quedaban muy bien

¿A quién engaño?... lo que se ponga le queda muy bien.

Apenas pareció, el pobre Edward casi se desmaya, apenas logro disimula el gemido que dio, al menos los vampiros lo notamos, los humanos ni cuenta se dieron. Emmet trataba con todas sus ganas de no carcajearse ante la cara del novio. Jasper hacia lo posible por tranquilizarlo, mientras Carlisle miraba a  Bella con amor y con todas las ganas de ser él quien caminara a su lado.

Apenas pasaba la novia, las exclamaciones se hacían mayores y como no, el escote de la espalda era de infarto, la tela empezaba justo donde sus caderas comenzaban, sí, Edward se moriría en cuanto lo viera. Solo espero que la vena de celos no le salte a la hora de los abrazos. Por fin termino de llegar a donde él la esperaba, ninguno parecía darse cuenta de nada más. Se miraban fijamente sin parpadear con una sonrisa de película, perdidos en su mundo.

-Amigos, familia, nos hemos reunido para ser testigos de la unión entre estos dos seres, quienes han decidido por fin y de una vez sellar sus caminos – decía Eleazar, sin tanta palabrería.

Las ceremonias con él eran rápidas.

-Bella… Bella ¿me escuchas…? Bella ¿aceptas a Edward?... hum… ¿puede alguien despertar a este par?  - decía divertido mientras todos los invitados no reíamos sin poder evitarlo, ahí estaban esos dos, parados frente a quien los estaba casando, ignorándolo por completo, ignorando todo.

Alice pov.

-Bella, Bella te están hablando, despierta- nada funcionaba, estaba perdidos, ni Edward escuchaba.

Apenas podía contener la risa.

Rosalie pvo

-Golpéalo Emmet, que despierte- le susurraba a mi amor parado junto a Edward, del otro lado donde yo me encontraba junto a Alice quien ya no aguantaba la risa.

Jasper solo se agarraba el estomago de la fuerza contenida.

Jasper pvo.

-¡¡se cancela la boda, los novios se pierden durante la misma!!- logre decir mientras la risa me ganaba otra vez, esta boda sería recordada definitivamente.

Hasta la guardia Vulturi se reía y eso era difícil de conseguir.

Esme pvo

Todos mis hijos hablaban al mismo tiempo y los protagonistas perdidos, eso era amor. Mire a Carlisle quien se contorsionado de la risa. Me regreso la mirada. Se puso serio, bueno lo intento, la verdad es que era algo muy gracioso y termine riendo junto con él.

Emmet pvo

-hey tortolos están intentado casarlos, enana podrías despertar y escuchar lo que Eleazar te pregunta. ¡¡¡Tengo hambre!!!- grite mientras le daba una palmada nada suave a Edward, quien de inmediato reacciono haciendo que ella también me mirara, por un momento no supo qué pasaba.

-¿Bella lo aceptas?- pregunto Eleazar de nuevo, la enana solo lo miro perdida completamente.

-¿qué?- fue su respuesta.

-hum, Creo que pregunta si me aceptas como esposo - susurro Edward.

-ah, eso, hum - empezaron a reírse – si, acepto- dijo por fin sin dejar de mirarlo.

-y tu Edward, ¿tomas  a Bella como tu esposa?- pregunto Eleazar con prisa antes que se perdieran de nuevo

-sí, acepto- respondió mi hermano.

Y antes que pudiera pronunciarlos como matrimonio, ya estaba besándose sin reparo alguno, hasta que Edward tuvo la brillante idea de abrazarla por completo y noto que el vestido de Bella no la cubría enteramente.

Apenas se separo la enana levanto la ceja moviendo la cabeza, la protesta de Edward se quedo atorada en su garganta. Cuando por fin termino el relajo de ceremonia, caminaron de la mano con dirección la casa, antes de entrar, Bella se detuvo y se giro de inmediato, por fin la había visto.

Edward pov.

Estaba radiante, hermosa, tenía razón con ese vestido solo se vería mejor cuando se lo quitara, pero el detalle de la espalda, eso pudo conmigo más que otra cosa. Dejaba poco para imaginar, y eso era mucho decir, los vampiros de la guardia no le quitaban el ojo de encima y algunos pensaban en cambiar su sitio conmigo en la noche de bodas, mataría a alguien, eso era seguro.

 Alice. Esto era su culpa, solo la amenaza de dormir solo por un mes me detenía de hacer un escándalo.

Recuerdo

-“dices algo y duermes solo”-

-“Bella, no cubre nada-

-“cubre lo suficiente, ahórratelo Cullen, es mi boda”-

-“al menos ponte algo que tenga tela”-

-“un comentario más y duermes solo por un mes… empezando hoy”-

Fin del recuerdo

Mi esposa era terrible, mejor no molestarla en su día. Hum, mi esposa, me gustaba como sonaba eso. Caminamos de la mano hasta la casa, de la nada se detuvo girando bruscamente, por fin sabia quien estaba junto a Charlie. Ese era mi regalo de bodas y esperaba que le gustara. La jale hacia el interior

 -“disimula, Esme la traerá al salón”- me miro con la sorpresa en el rostro.

“-¿tú hiciste esto?-” sonreí

“-considéralo mi regalo de bodas, se que era muy impórtate para ti, así como el hecho de que Charlie te entregara-”

La lleve hasta el salón donde impaciente daba vueltas de un lado a otro a velocidad vampiro, se detuvo cuando vio entrar. Discretamente Esme y yo salimos, cerrando la puerta para darles privacidad, mientras afuera los invitados se acomodaban para la recepción y la mesa de buffet se llenaba con platillos para humanos y licor para los vampiros, si tenía idea de lo que pasaría y la tenía considerando la boda de Melisa, esa mesa sería la primera en desaparecer.

Emmet como siempre rondaba la mesa de comida, la afición que tenia por los alimentos humanos era legendaria, otra influencia de mi esposa ya que entre los dos le daban baje a cuanta cosa encontraran, tacos, asados, hamburguesas, pizzas, parrilladas. Una mesa estaba reservada únicamente para ese tipo de comida, en otra había pescado, carnes frías, pollo y no sé que mas habían puesto. Fruta, Verduras etc. Era un festín para los humanos. Y para Emmet por supuesto quien ya había terminado con el primer plato de costillas.

Bella pov.

Apenas la vi entrar me detuve. Camino hacia mí decidida, sonriendo sin decir nada, no parecía sorprendida, ni histérica, se veía feliz, eso me tenia desconcertada, sin Edward no podía saber lo que pensaba.

Trate de hablar pero nada salió. Respire de nuevo sintiendo su perfume, trate una vez más.

-hola mama…-

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Niñas... casi se acaba!!!!, saludos nenas, besos, abrazos y arrumacos!!