sábado, 30 de enero de 2010

Nuevo video de "Preguntale a Rob"

En una serie de videos, los fans tuvieron la oportunidad de preguntarle a Rob Pattinson sobre su película Remember Me. El primer video estaba relacionado con tu personaje, Tyler. En este segundo video le preguntan acerca de su relacion laboral con Pierce Brosnan. Gracias a Remember Me Facebook por el video.



A continuación la traduccion del video:

¿Como fue trabajar con un actor tan experimentado como Pierce Brosnan?

Es sorprendente porque en el guión, él es...Charles como padre es....una persona que no le importa, indiferente, pero Pierce le puso un poco de compasión, hace que Charles sea un poco mas compresivo.

Fuente: CM

Leonardo DiCaprio habla de RPatzz

Gracias a Pattinson Life, tenemos una entrevista a Leonardo DiCaprio con All Access en el que el actor nombra a Robert Pattinson.



A continuación, la traduccion del fragmento de la entrevista.

¿Hay algun otro joven actuar que miras y se encuentra en la misma posición que tu estabas cuando terminaste de hacer Titanic?

Si, hay muchos actores...Zac Efron.

Robert Pattinson tal vez.
Si, RPatzz...

¡Te sabes el apodo!
Si, muchos de estos actores que tienen esta inmensa atencion sobre ellos de los paparazzi y de los medios, pero la verdad es que no tengo nada para decirles, ellos saben que al final del dia somos afortunados de ser actores y toda esa superficialidad será olvidada...y ellos lo saben....no voy a actuar como un filosofo con ellos.

Kristen Stewart :Veterana del Festival Sundance

Kristen no está en la escena de los salones de regalo. Para ella, es sobre las películas.

A continuación les traemos la traducción:

E: Sé que hay un par de veteranos, aquí esta noche, con los que estabas hablando más temprano y suena como que no vas a ir a los salones de regalos. ¿No es tu aspecto favorito de Sundance?

Kristen: Eso es verdaderamente de miedo, hay muchas personas, es caliente y a veces yo soy realmente claustrofóbica.

E: ¿Cuál ha sido un cambio para ti en los últimos años? Tú dijiste que has estado aquí cuatro veces y obviamente tu fama ha cambiado en el transcurso de esos años. Es una experiencia diferente este año, tu estuviste aquí el año anterior y pero para ese momento ya eras conocida por Crepúsculo. ¿Pero han sido los dos últimos años, diferentes a los primeros años?

Kristen: Si, no puedo caminar por la calle, caminar por la calle principal es como que: todos vean, vean lo que está pasando. Tengo que conducir a todas partes. Voy a empezar a llorar.

E: No llores aquí, eso es para la película.

Kristen: Pero no hay diferencia.

Fuente: MTV

Kristen Stewart disfruta espiar

La estrella de la película “Welcome to the Rileys” hace lo mejor por escuchar la reacciones de las personas a su nueva película.

A continuación les traemos la traducción:

E: Te escuché hablando, más temprano, de cómo disfrutabas escuchar las reacciones de otras persona a tu película. ¿Has escuchado muchas reacciones y para que las escuchas?

Kristen: Bueno yo fui a la premier y sé que suena, no sé cómo decirte, pero parece que a la gente de verdad le gusto, realmente les afecto, por falta de una mejor palabra, las personas estaban emocionales y eso es como, para mí que realmente vi la película, es difícil no ser critica cuando estás viendo tus películas y cuando vi esta película y la he visto dos veces; yo me adentro mucho, mucho en esto; así que hicimos esta entrevista y alguien me pregunto qué fue lo que tome de esa experiencia. Yo no puedo ni empezar a responder. No sé lo que dije pero lo que quería decir es que no estoy en una posición en la que puedo tomar algo de ella entonces, ni siquiera puedo ir allí, no puedo empezar a hablar sobre ella porque no la conoces como yo, tu sabes lo que quiero decir, se siente muy real para mí ni siquiera parece una película.

Clip de Skateland, la nueva película de Ashley Greene

Skateland, la nueva película de Ashley Greene debutó esta semana en Sundance. Directo del festival y gracias a Lion Lamb Love, tenemos un clip de la película.


Fuente: CM

Videos de Robert Pattinson promocionando Remember Me

Gracias a Youtube les traemos una entrevista de 2 partes de Robert promocionando Remember Me





Welcome to the Rileys podría ser distribuida

De CM les traemos la noticia del Twitter oficial de la película donde aparece Kristen Stewart donde al parecer andan en discusiones para su distribución.

"Estamos ahora en discusiones de distribución"

Taylor en la nueva campaña de LG: Star Ambassador

Gracias a Taylor Lautner Source tenemos la noticia de que nuestro hombre lobo favorito sera la nueva cara de la campaña publicitaria de LG titulada: Star Ambassador. La promocion puede ser leida en el cartel que aqui les presentamos, y es dedicada a España!!!! Aqui les dejo el video, los carteles promocionales, ademas de algunas capturas del video. Si deseas ver mas capturas da clic aqui



Fuente: CM

Rob dice que su papel de Remember Me es "simplemente diferente"

De MTV News les traemos el siguiente artículo de Robert Pattinson:

En marzo, Robert Pattinson estará llegando a la pantalla grande en drama romántico de "Remember Me". Pattinson sale de la sombra de su personaje de Twilight, Edward Cullen para interpretar a Tyler, un estudiante problema que lidia con una familia en tragedia cuando se enamora de una joven, Ally, interpretada por Emilie de Ravin.

Robert Pattinson in "Remember Me"

En un nuevo video que se posteó en el Facebook de la película, Pattinson discute su decisión de tomar el papel del rebelde adolescente de Nueva York. "Inicialmente, me acuerdo leyendo el guión y pensando...um.. me gustó el diálogo y el material" dijo. "Era simplemente diferente"

Pattinson, que más tarde tomará su papel como Edward en "Eclipse", agrega que Tyler tiene un cierto factor sobre él , que no ha visto en otros papeles masculinos en las películas actuales. "Parece que de muchas maneras los personajes principales en otras películas, cuando hay un chico joven que es el líder,siempre parece un navío, siempre tiene que ser tan ingenuo y ridículamente inocente para que la audiencia pueda sentir con él la historia" explicó. "Tyler no se siente así. Él era un personaje muy específico."

En una plática reciente con MTV News, Emilie de Ravin habló sobre su conexión instantánea con Pattinson. "Volé a Nueva York para hacer la prueba con Rob y nosotros inmediatamente nos juntamos y tuvimos una gran química, lo cual no es una cosa fácil de tener" dijo ella. "Obviamente estás actuando, pero tu quieres tener esa conexión con ese alguien. Nosotros la tuvimos".

En Warrior se aprende a competir, a hacerse hombre y a amar

Gracias a Hollywood Today les traemos el siguiente articulo

24q060gEl amor por el juego lo llevo a su camino de auto realización
Warrior es la llegada de un equipo muy competitivo de Lacrosse de una escuela. La película fue producida por Family Pictures LLC Production y fue dirigida por Michael F. Sears. Los productores ejecutivos fueron Mark Spizzirri, Martin Dugard, James Yount y James Patterson. La película la cual será para los cines o directamente para DVD tiene como protagonistas a Kellan Lutz, Ashley Greene, Gabrielle Anwar, Adam Beach, William Mapother y Aaron Hill.

Warrior se centra alrededor del jugador de Lacrosse, Conor Sullivan (Kellan Lutz) quien tiene su mundo cambia y es forzado a mudarse a una nueva escuela donde la competencia es severa y la rivalidad también. Cuando el padre de Conor, es asesinado después de que la familia se muda, Conor encuentra apoyo emocional en la relación con la hija de ser entrenador Brooklyn (Ashley Greene). La presión parece ser muy intensa y Conor comienza un camino de autodestrucción. El arriesga todo lo que ama incluyendo a Brooklyn y su posición en el equipo de Lacrosse. Conor es forzado a ir a entrenar a un campamento Nativo Americano, bajo la tutela de un viejo amigo de su padre y combatiente Sargento Mayor Duke Wayne (Adam Beach). Esta experiencia le abre los ojos a Conor hacia el verdadero significado de la perseverancia, competencia deportiva, convertirse en un hombre y amar…

viernes, 29 de enero de 2010

All You Need is Love


Buenas noches

Bella se levantó aturdida. Se sentía muy cansada, y los ojos le escocían, seguramente por haber llorado antes de dormir. Miró alrededor y se dio cuenta de que seguía en el cuarto de Edward, aunque se encontraba sola. Alterada, hundió su cara en una almohada y chilló con todas sus ganas. Se dio cuenta de que alguien la había tapado con las sábanas hasta el cuello, para que no quedase visible su cuerpo, y sonrió al darse cuenta lo caballero que podía ser Edward. Se estiró, sintiéndose enormemente feliz, y decidió levantarse y abrir las ventanas, ya que parecía que hacía un bonito día soleado. Cojeando, logró cumplir su misión, y cuando iba a volver a la cama, notó como la puerta de la habitación se abría, dejando al descubierto a un sonriente Edward, que traía una bandeja con el desayuno en las manos. Abrió la boca al ver el casi desnudo cuerpo de Bella y giró la cabeza rápidamente, con las mejillas sonrojadas. Dejó la bandeja a los pies de la cama y fue hasta su armario, de donde sacó una camiseta la cual entregó a Bella, sin mirarla.

—Gracias Edward… —murmuró esta, avergonzada mientras se la ponía rápidamente—. No hacía falta que te molestases, lo digo por el desayuno.

Edward sonrió, mirándola de nuevo.

—Me apetecía preparártelo, además, tu ya habías cocinado para nosotros, ahora me tocaba a mí. Y dime, ¿has dormido bien?

Bella asintió, mientras se sentaba en la cama, poniendo la espalda en la pared e indicándole a Edward que se sentase a su lado. El chico le hizo caso, y le puso la bandeja sobre las piernas. Había de todo, tostadas, fruta, cereales, zumo, huevos, chocolate caliente y café.

—No pretenderás que me coma todo esto, ¿verdad? —Bella no había visto nunca un desayuno tan abundante, y eso que se había criado con Emmett, que comía como dos personas juntas. Edward rió suavemente.

—La verdad es que esperaba que me dejases compartirlo contigo. Pero si prefieres estar un rato a solas lo entiendo —dijo encogiéndose de hombros.

—No digas tonterías anda, es genial que pasemos el tiempo juntos. Ahora me doy cuenta de lo que te he echado de menos —contestó Bella cariñosamente, mientras le acercaba la comida para que cogiese—. Y dime, ¿no has recibido golpes esta noche? Suelo ser una estupenda pateadora cuando duermo.

—No, todo ha estado en orden, no estoy magullado. Pero he de reconocer que es interesante dormir contigo —Bella levantó una ceja, mientras él soltaba risitas—. Bella, hablas cuando estás dormida, no sé si lo sabías.

La joven lo miró horrorizada, Claro que era consciente de que hablaba en sueños, se había metido en muchos problemas por ello. No se acordaba de haber soñado nada aquella noche, pero aún así, rezó porque no hubiese hecho algún comentario sobre él.

—Sí, lo sé. Es por lo que no tengo secretos con nadie ya que basta que la persona implicada me vea dormir para que se entere. Una vez Emmett le compró un collar precioso a Rosalie, como regalo de aniversario. Me pidió opinión y que no le dijese nada, era una sorpresa. Aquella noche dormí con Rose y Alice, y murmuré algo como “Emmett, creo que es perfecto, Rose se va a morir cuando lo vea.” Ellas me escucharon y se emocionaron pensando que le iba a entregar un anillo de compromiso. Sin embargo, Rose empezó a pensarlo y acabó convencida de que no se veía preparada, y no supo cómo afrontarlo, no quería estar a solas con Emmett para intentar evitarlo. Se lió una buena cuando todo quedó aclarado… Desde entonces, no suelen contarme nada, o si lo hacen, procuran que duerma en mi propia casa —Bella suspiró, mientras Edward se reía animadamente. Estaba tan guapo, con su pijama adherido a cada centímetro de su tonificada piel, el pelo desordenado y las mejillas coloreadas que perdió la noción de lo que estaba diciendo. A los segundos recobró el sentido, y sacudió la cabeza—. Dime que no conté nada comprometedor.

—Sólo dijiste que no necesitabas mas vestidos, parecía que tenías una conversación con Alice. Después murmuraste algo sobre que querías un poni azul, y que te ibas a caer si lo montabas —no sabía si debía comentar lo que había dicho sobre él, pero presentía que Bella se avergonzaría a un nivel demasiado alto. Sin embargo lo estaba mirando con ojos inquisidores, como si fuese consciente de que había más. Suspiró y eligió las mejores palabras—. Y por último, le dijiste a Rosalie que creías que yo era sexy y que olía bien. Pero no te avergüences por favor —añadió al ver como la chica bajaba la cabeza y se tapaba las manos con la cara rápidamente—. Mira, para que estemos en paz, te puedo decir también que me pareces sexy y que hueles bien.

Ella lo miró como si estuviese diciendo que se acababa de desatar la Tercera Guerra Mundial. “¿Ha dicho lo que creo que he oído? ¿Tanta pena le doy que se inventa esas cosas para que me sienta mejor?”

—Mira Edward, no hace falta que intentes subirme el ánimo, no lo necesito. Y siento mucho haber dicho esas cosas, no sé lo que debiste de pensar… —la cara de Bella no podía estar más roja, había hecho el ridículo de una forma estrepitosa. Seguramente se habría reído de ella cuando escuchó todo eso.

—Bella, no intento subirte el ánimo. Te lo he dicho de corazón, eres una mujer maravillosa, muy guapa y que huele bien, te lo aseguro —se rió, acariciando el cabello de la chica—. Y cuando dijiste esas cosas de mí, pues no sentí nada, estoy tan acostumbrado —bromeó, señalando con las manos su cuerpo y poniendo una cara seductora que resultó muy cómica. Bella rodó los ojos, y él se rió con más fuerza—. Era broma tonta, realmente, al principio me quedé de piedra porque no me lo esperaba, y después, simplemente no me creí que pensases eso de mí.

Bella le miró atentamente, buscando algún atisbo que le indicara que estaba mintiendo, pero no lo encontró. O decía la verdad, o era muy bueno en esto.

—Edward, ¿cómo que no te lo creíste? —no podía entenderlo, él era el hombre más guapo que había visto en toda su vida. Pensó en decírselo, pero posiblemente sonase un poco exagerado, aunque fuese la cruel realidad. Además, no soportaría la vergüenza—. Creo que no te has mirado en el espejo —fue lo único que pudo decir.

—Tengo la misma impresión acerca de ti —contestó, guiñándole un ojo.

De pronto, la puerta de la habitación volvió a abrirse dejando a la vista a un pequeño Seth en pijama, abrazando un peluche con una de sus pequeñas manitas y frotándose los ojos con la otra.

—Bella, ¿por qué estás en la cama de mi papi? —preguntó, acercándose. Edward alargó los brazos y él corrió hacia ellos, saltando encima de la cama. Bella no sabía que responder, por lo que miró a Edward, el cual estaba tranquilo.

—Seth, Bella ayer no podía dormir, como te pasa a ti a veces. Entonces pensé que lo mismo también le tranquilizaría si se acostaba aquí y así fue, ha dormido toda la noche sin despertarse, como tú. ¡Quizás la cama tenga poderes y no lo sepamos! —explicó Edward, besando al pequeño. Este se rió, y se movió hasta quedar en medio de los dos—. Dime Seth, ¿tienes hambre? Hoy tienes permiso para desayunar en la cama con nosotros.

El niño sonrió entusiasmado y empezó a comer, sumido en sus pensamientos, como hacía constantemente.

Cuando terminaron recogieron e hicieron la cama. Bella quería ir a su casa a darse una ducha, además de que quería hablar con sus amigas acerca de lo ocurrido la noche anterior, por lo que se despidió, dando las gracias por todo.

Edward y Seth, que se habían levantado bromistas insistieron en acompañarla hasta su casa para que no le ocurriese nada por el camino, como si viviese a varias manzanas.

Nada más irse los dos, Bella se dirigió al cuarto de baño para darse su tan merecida ducha. Intentó poner en orden sus pensamientos debajo del caliente chorro de agua, pero fue inútil. Pensó que si su vida sentimental seguía tan complicada, tendría que pedir cita para su psicólogo favorito, Jasper. Por raro que pareciese, Bella iba a la consulta de este muy a menudo. Cada vez que tenía una preocupación iba y se desahogaba con él. Habían construido a lo largo de los años una relación muy sólida, más profunda de lo que los otros se podían imaginar. Sabía que si le contaba que estaba empezando a sentir cosas por Edward se lo callaría, y jamás comentaría nada, hasta que Bella decidiese hacerlo público. Se dio cuenta de que verdaderamente necesitaba hablar con alguien antes de que se volviese loca, por lo que le mandó un mensaje a Alice.

Alice, código rojo. Nos vemos en una hora en el sitio de siempre. Bella.

Después cambió el nombre de su amiga por el de Rosalie y se lo mandó a esta. Mientras elegía la ropa llamó al trabajo de Jasper, donde obviamente no había nadie, por lo que dejó un mensaje en el contestador.

—Kate, soy Bella Swan. Llamaba para que avisases al señor Hale de que esta semana iré a consulta, ya sabes, el lunes a la hora de siempre. Si hay algún problema, llámame.

Se vistió todo lo rápido que pudo y salió de su casa, dispuesta a coger un taxi. Por fortuna, había uno estacionado cerca de su edificio, por lo que no tardó en llegar al café donde había quedado con sus amigas, un lugar pintoresco, pero precioso. Dentro reinaba un ambiente íntimo sobrecogedor, siempre estaba oscuro, pero se podía ver sin problema gracias a las miles de lucecitas, parecidas a las de los árboles de navidad, dispuestas por todas las paredes y a las velas que había en las pequeñas mesitas de té. Se sentó en uno de los cómodos sillones que rodeaban a estas, y esperó a sus amigas, que no tardaron en llegar.

—Bella, ¿a qué viene tanta prisa? —preguntó Rosalie, a modo de saludo. Llevaba un atuendo deportivo y el bonito cabello recogido en una cola alta—. Tenía pensado ir al gimnasio y no me ha dado tiempo cambiarme- se excusó.

—Rose, estarías guapa hasta con ropa de mendigo, así que no te preocupes por venir en chándal —rió Alice—. Pero no cambiemos de tema, Bells ¿qué es lo que ha pasado?

Mientras esta buscaba palabras con las que relatarles a sus amigas los acontecimientos, una camarera se acercó a ellas para anotar sus pedidos.

—Tres capuccinos por favor —sonrió Bella, y cuando la chica se fue, inspiró y comenzó su historia—. Veréis, anoche le dije a Mike que necesitaba tiempo —las caras de Rose y Alice cambiaron inmediatamente de la intriga a la sorpresa, para acabar representando la confusión.

—Pero, ¿por qué? ¿Qué es lo que pasó? —quiso saber una muy perspicaz Alice.

Bella dudó, no sabía que era mejor, si contarles el motivo real por el que habían discutido, o solo ceñirse en datos más superficiales. Acabó dándose cuenta de que sus amigas acabarían descubriéndola, se darían cuenta de que había piezas que no encajaban y le exigirían la verdad. Muerta de vergüenza se dispuso a ser sincera.

—Todo pasó muy rápido. Me acompañó a casa, no sin antes tener un roce con Edward por una tontería, ahí me di cuenta que no le caía especialmente bien. Bueno, ahí no, fue en tu casa Rose, Edward me había dado un beso en la frente y Mike que estaba atrás pensó otra cosa, pero eso no tiene importancia ahora. Total, que entramos en casa y… ya sabéis, nos pusimos cariñosos —sus amigas asintieron, sin la menor idea de por dónde irían los tiros—. Pues cuando estábamos en el momento cumbre, yo… Joder, es complicado decir esto —murmuró mirando su taza de café—. Resulta que se me escapó el nombre de tu hermano mellizo, Alice.

Unos chillidos tremendamente agudos salieron de la garganta de esta y de la de Rosalie, estaba claro que no se esperaban para nada eso.

—¡¡BELLA!! ¡Eso es tremendamente fuerte! —Rosalie estaba intentando contener una carcajada, todo aquello le parecía demasiado inverosímil—. ¿Qué pasó después?

Bella relató su discusión, y por raro que pareciese ninguna de las dos la interrumpió, estaban ansiosas por conocer el resto de la historia.

—Vaaaya —murmuró Alice, con los ojos vidriosos, mirando las luces, absorta en sus pensamientos por unos segundos para acto seguido sonreír abiertamente—. Bells, eso sólo puede significar una cosa, ¡te gusta mucho mi hermano!

Rosalie soltó un bufido.

—Alice, ¿y a quién no le va a gustar? Pero esto va más allá, Bella nunca se ha sentido atraída de esa forma por nadie…

—Bueno, dejad de cavilar y ayudadme. Necesito saber qué va a pasar con mi vida a partir de ahora. ¿Qué hago? Mike trabaja conmigo y va a ser muy incómodo… Además, estoy pensando el pedirle perdón y volver con él —añadió susurrando. Sus amigas le pegaron respectivamente un pequeño coscorrón.

—¿¿Estás loca?? ¿¿Después de las incoherencias que dijo?? —gritaron a la vez.

Rosalie carraspeó y prosiguió hablando

—Bella, dime por lo que más quieras que no ves mejor partido a Mike que a Edward.

La aludida puso los ojos en blanco.

—Rose, ¡ya sé que son incomparables! Pero esa no es la cuestión, la cosa es que con Mike sé que puedo tener una relación, que quizás no será la más perfecta del mundo, pero está ahí, existe. Con Edward no tengo nada, sólo somos amigos, jamás querrá algo más que eso. No puedo ir por la vida junto a vosotras, que tenéis todo resuelto, con hombres maravillosos que os hacen sonreír a cada segundo, sin nadie a mi lado. No, no puedo, me afectaría demasiado. Sé que la cosa con Mike no va a ir más allá de lo que ya teníamos, porque sinceramente, no quiero compartir mi vida con él por el momento, pero al menos me quiere y me respeta —sentenció Bella, y vio como sus amigas la miraban apenadas.

—Cariño, nosotras simplemente hemos encontrado antes a ese alguien, es pura suerte. Eso no significa que a ti no te vaya a pasar. Quizás Rose y yo seamos de las pocas que se enamoran solo una vez, y que dura para toda la vida, pero no es lo corriente. La gente suele equivocarse en el amor, probar con cosas nuevas hasta que encuentran lo que buscan. Jamás estarás sola porque no lo permitiremos, como tampoco permitiremos que desaproveches la oportunidad de estar con Edward simplemente porque te da miedo el rechazo. Además, has de saber que mi hermano es demasiado caballeroso para eso, posiblemente se casaría contigo aunque él no quisiese, únicamente para ver que eres feliz —se rió Alice, bromeando—. Si hay alguien que jamás, repito, jamás te haría daño, sin duda es Edward Cullen.

El Doctor sexy —añadió Rose, mientras asentía con la cabeza—. De verdad, sé que no viene al caso, pero tiene que estar tremendo con toda la indumentaria. Ojalá tenga un hijo pronto, necesito un pediatra.

Las tres amigas se rieron, conocían demasiado bien a Rosalie como para extrañarse por ese tipo de comentario. Su amor y pasión por Emmett estaban a un límite jamás sobrepasado por algún humano que Bella conociese, pero eso no le impedía que disfrutase de lo que sus ojos le regalaban.

—Bella, no puedes volver con Mike, por favor —lloriqueó Alice—. Imagínate qué pasaría si acabaras con Edward, ¡seríamos todos familia! Cuñadas Bella, piénsalo.

—Alice, te veo todos los días, si tengo que considerar a alguien familia, dejando al lado a mis padres, sería a vosotros. No necesito casarme con tu hermano para eso —dijo, poniendo los ojos en blanco de nuevo.

—¡¡Bieeeeen!! ¡Rose, hemos conseguido que hable de boda! —chilló una demasiado emocionada Alice, mientras las otras reían.

—Sí, ¿por qué no hablar de boda? Mira, ayer me pidió compromiso —comentó Bella, haciéndose la nerviosa, mientras les enseñaba a sus amigas su mano izquierda, desnuda de cualquier anillo—. Es enorme, ¿verdad? Alice, espero que empieces a preparar la fiesta, ¡nos queda muy poco tiempo!

Rosalie reía, mientras Alice la miraba con cara de enfadada, según ella, no se podía bromear con esas cosas. Siguieron hablando animadamente, intentando convencer a Bella para que pasase página y conspirando acerca de la mejor forma con la que acercarse a Edward. Pasó el tiempo demasiado rápido, como siempre que estaban juntas. Alice insistió para que la acompañasen de tiendas, ya que según ella necesitaba renovar el contenido de su armario.

A Bella no solía gustarle ir de compras, pero aquella vez se lo pasó demasiado bien, tambaleándose de tienda en tienda, como si estuvie borracha. Incluso aceptó a comprarse un bonito vestido, para la inauguración del local de Emmett, que sería en unas semanas.

—Sólo espero que pueda andar sin muletas para entonces —suspiró, mientras mostraba a sus amigas como le quedaba aquella prenda.

—Siempre puedes pedirle una revisión a tu médico de confianza, ¿no? —sugirió Rosalie, y todas volvieron a reírse a carcajadas—. Bella, te queda precioso, sin duda es El Vestido.

También pasaron por tiendas de ropa infantil, llenando cientos de bolsas con regalos para Seth.

—Espero que le guste todo, realmente quiero hacerme amiga suya —comentó Alice, mientras caminaban hacia un puesto de perritos calientes, con las barrigas sonándoles. Comieron tranquilamente, sin hablar demasiado, las tres estaban tan cansadas que ni les importó sentarse en un banco que parecía sucio. Al acabar, se dirigieron dificultosamente a sus coches, que quedaron llenos de las pesadas compras.

Alice llevó a Bella hasta su casa, según ella era innecesario que cogiese un taxi pudiendo ella transportarla a donde quisiese.

—Además, ¡quiero ver a mi sobrinito! —sonrió, contenta. Ambas metieron las adquisiciones de Bella y los regalos para Seth en el ascensor, y subieron a la planta de esta. Después de colgar la ropa para que no se arrugase excesivamente, se encaminaron a la casa de Edward cargadas hasta arriba, realmente se habían pasado comprando cosas para el pequeño. Llamaron al timbre y esperaron pacientemente a que abriese alguien, pero como nada sucedía Alice llamó de nuevo, esta vez dándole varias veces.

—¡¡Un segundo, ahora mismo abro!! —gritó Edward desde dentro.

Eddie, soy yo, Alice, vengo cargada de cosas para tu hijo, así que ábreme rápido por favor —vociferó nerviosa su hermana, Bella la conocía bien y sabía que odiaba esperar. Supuso que él también había recordado esto, porque la puerta se abrió de pronto, mostrando a un Edward semidesnudo, con una toalla por la cintura y el cuerpo, y el pelo mojado. Bella abrió la boca, jamás había visto algo tan bello.

—Alice, no vuelvas a llamarme eso —le reprochó, mirando enojado a su hermana—. Estaba duchándome y Seth vino a decirme que estaban llamando. Le tengo prohibido que abra la puerta por lo que tuve qu… —se quedó callado cuando descubrió que Bella estaba allí, intentando pasar desapercibida mirando hacia las escaleras con la cara escarlata. Se dio cuenta de su desnudez y se sonrojó notablemente también, le daba igual que Alice le viese así, pero Bella era otra historia—... Ahora mismo vuelvo, voy a cambiarme. Pasad y poneros cómodas —murmuró, avergonzado y corrió hacia dentro, en dirección a su cuarto.

—Bien, esto empieza a ser emocionante —comentó Alice, con una sonrisa maliciosa—. Vamos Bells, necesito soltar todo esto.

Entraron en la bonita casa, y depositaron las bolsas en el suelo del salón.

—Seth, ¿estás por ahí? Soy tía Alice —gritó, mirando en todas direcciones—. Oh, vamos, ¡si hasta te he traído regalos! —al decir esto la cabecita del niño apareció por la puerta, con una mirada cauta y una pequeña sonrisa—. Vamos cariño, que ni Bella ni yo mordemos.

Al fin consiguieron que se acercara lentamente hasta ellas, sentándose en uno de los sofás. Alice corrió a su lado, desplomándose en el suelo con una encantadora sonrisa. Fue cogiendo una a una las bolsas, entregándoselas para que viese su contenido. Parecía entretenido y feliz, nadie le había regalado nunca nada, sólo Edward.

—¡Y ahora el turno de los regalos de Bella! —Alice le indicó que fuese hasta su amiga. Seth se levantó encantado, le gustaba mucho Bella y que le hubiese comprado cosas significaba mucho para él. La chica le sonrió y abrió sus brazos para abrazarlo, cosa que a él no le molestó.

—Como has visto, Alice es la encargada de comprar ropa, por lo que yo he tenido que buscar otra cosa que te guste. Espero haber acertado —le susurró al oído, haciéndole cosquillas. El pequeño cogió los paquetes que quedaban y empezó a abrirlos, ansioso. Se quedó con la boca abierta cuando vio que todo eran películas y cuentos, sus dos pasatiempos favoritos. Bella y Alice se sonrieron, satisfechas por su reacción, cuando justo en ese momento Seth empezó a llorar escandalosamente. Bella se horrorizó, y corrió a abrazarlo de nuevo—. Cariño, pensé que te gustaría, mañana mismo podemos ir a descambiarlo todo si quieres, pero no llores por favor, vas a ponerme triste —Seth la miró, con sus ojos surcados de lágrimas y el corazón encogido. Bella jamás se había sentido tan desgraciada, odiaba ver a aquella cosa tan diminuta llorar con tanto sentimiento—. Cuéntame que ocurre por favor —pidió, empezando a llorar ella también.

—Es sólo que… Que yo no me merezco nada de esto. Soy malo —susurró él, mirando al suelo. Bella le dirigió una rápida mirada a Alice, que estaba paralizada, sin saber qué hacer o decir. Suspiró y apretó a Seth contra su pecho.

—Seth, déjame que te diga una cosa, tanto como para mí, como para los demás, eres el niño más simpático y bueno que conocemos. ¿No te has dado cuenta de que cuando estas triste todos los que están a tu alrededor también se ponen así? Si fueses malo de verdad nos daría igual como te sintieses, pero no es el caso. Has visto como he llorado sólo porque tú lo hacías, o como tu tía Alice se ha quedado sin palabras cuando te has puesto así, ¡y ella jamás se calla! —poco a poco, estaba consiguiendo que se calmase, al menos ya no lloraba, se dedicaba a hipar—. Y tu padre, tu padre te ama Seth, sólo consigues que se sienta terriblemente mal cuando te sientes desgraciado. ¿Acaso a ti te gustaría que él llorase? —negó con la cabeza, y levantó la vista, dejando al descubierto sus preciosos ojos verdes, ahora enrojecidos—. Pues entonces, intenta ser un poquito feliz, nadie aquí quiere hacerte daño, jamás lo permitiríamos, ¿entiendes? Y créeme que cuando seas malo, es decir, cuando hagas una travesura propia de tu edad, nos encargaremos de castigarte, por ejemplo, yendo de compras con Alice, o teniendo que aguantar un día entero a Emmett. De verdad que no hay peores castigos que esos —añadió, rodando los ojos y consiguiendo que el niño se riera. Le secó las lágrimas y besó sus mejillas sonrojadas, depositándolo en el suelo—. Ahora elige una película y la pondremos, estoy segura de que a tu padre no le importará.

—Por supuesto que no —sonrió el aludido, entrando en la habitación ya vestido con unos simples pantalones vaqueros desgastados y un jersey rojo—. Veo que ya estáis malcriando al pobre, os ha faltado tiempo, ¿verdad?

Alice se levantó de donde estaba corriendo y fue a abrazar a su hermano y así evitar que se diese cuenta de que su hijo había estado llorando, no le apetecía volver a verlo triste.

—Hermanito, ¡no me cansaré de verte cada día nunca! —suspiró, agarrada al cuello de Edward, el cual reía animadamente.

—Ni yo mi pequeña Alice, te he echado demasiado de menos. ¿Qué tal si me acompañas a hacer palomitas mientras Bella y Seth eligen qué ver? —sugirió, agarrando a su hermana por la cintura, que asintió rápidamente, contenta de que su plan hubiese salido bien y de estar con su mellizo. Juntos se alejaron, dejando a los otros dos hablando animadamente de las películas. La tarde pasó deprisa, y Alice finalmente se despidió, alegando que había sido el sábado más perfecto de su vida, cosa a la que Bella no le echó mucho caso ya que decía lo mismo cada día.

—Bella, ¿quieres quedarte a cenar? —preguntó nervioso Edward, después de que Alice desapareciese por la puerta principal.

—Claro, me encantaría. Pero tengo una idea, ¿por qué no venís a mi casa? Hemos pasado la tarde aquí, me lo debéis —comentó guiñando un ojo. Era muy divertido tener como vecinos a Edward y a Seth, podía estar con ellos siempre que quisiese, sólo tenía que andar un pequeño pasillo y llamar al timbre. Pensó que era la mujer más afortunada del mundo, por tener a dos ángeles como esos a unos metros de ella.

Abrió la puerta de su casa y dejó que pasasen primero ellos, cosa que hizo rechistar a Edward, siempre tan galán. Este se enamoró inmediatamente de aquel lugar. “Es tan Bella…Nada ostentoso, simplemente cosas bonitas y sencillas.” Pensó distraídamente, viendo cada detalle decorativo. Bella les enseñó el resto de la casa, y se quedó boquiabierto al ver la fotografía en la que él salía con ella el día de la pintura al aire libre.

—No sabía de la existencia de esto —comentó divertido, señalándola con la cabeza. Seth se fijó en ella y rió, le hacía mucha gracia pensar que su padre en algún momento de su vida había sido un niño, como él.

—Me la envió Esme, me gusta teneros a todos cerca, en mi pasillo —Bella se sonrojó, y Edward se dio cuenta justo en ese momento que todo lo que le había dicho hasta ahora era cierto, que para ella él siempre había sido uno más, aunque estuviese lejos. Su corazón se le expandió, ocupando todo su pecho y haciéndolo enormemente feliz. Sonrió con todas sus ganas y siguió a la chica, que quería enseñarles su pequeño espacio de trabajo. Miró asombrado el equipamiento del lugar, aquello tenía que haberle salido por una fortuna, aunque claro está, su trabajo debía de estar muy bien pagado.

—Bella este sitio es fantástico. Me encantan todos estos anuncios antiguos, me sorprendió cuando Alice te trajo uno de París, no entendí porque te emocionantes tanto, pero ahora veo cuál es tu debilidad. Si lo hubiese sabido, te habría comprado uno en Londres —añadió, mirando alrededor de la habitación. Bella le dirigió una sonrisa, y los guió a la cocina, donde se puso manos a la obra en un abrir y cerrar de ojos.

—¿Qué os parece una lasaña? —sugirió, era una de sus especialidades y quería ganarse la admiración de ambos.

—La lasaña es perfecta —Edward se encaminó hasta donde estaba ella—. Déjame ayudarte, por favor.

Bella repartió el trabajo entre los tres, dejando las cosas más sencillas para Seth, que estaba muy emocionado por el hecho de que le dejaban participar en algo para mayores. Terminaron rápido, debido a que eran seis manos que trabajaban con destreza. Pusieron la mesa allí mismo, en la cocina, ya que era muy agradable estar en ella debido al calor que desprendía el horno. Era finales de Noviembre y en Nueva York hacía bastante frío.

—Bella, está buenísima. Cocinas genial, papá también sabe, pero casi nunca tiene tiempo —contó Seth, con sus pequeñas piernecitas colgando de la alta silla.

—No te preocupes cariño, aunque yo tampoco suelo tener mucho tiempo, me encanta cocinar, por lo que cada vez que lo haga te prometo que os traeré un poquito —sonrió Bella, que acababa de terminar su plato. Se levantó y buscó una mouse de limón que había hecho hace poco—. A ver si os gusta, es algo experimental, así que tened cuidado —rió al ver como aquellas preciosas caras la miraban, con la preocupación pintada en ellas—. ¡Es broma, es broma! Siempre me ha salido muy bien este postre, no creo que tengáis ningún problema al digerirlo.

Indecisos se miraron entre ellos, y hundieron la cuchara en su respectivo recipiente, preparados para degustarlo.

—Te has superado —suspiró Edward, cuando ya hubo ingerido una pequeña porción, relamiéndose los labios—. Acabas de ganar un punto Bella, uno muy importante.

Bella se rió, gracias a Emmett ya sabía que se podía ganar el corazón de un hombre cocinando. Pasaron el resto de la velada contando historias divertidas del pasado, haciendo que a Seth le costase cada vez menos soltar sus sonoras carcajadas, pero a las doce de la madrugada se le empezaron a cerrar los ojos, por lo que Edward lo cogió en brazos, dirigiéndole una mirada apenada a Bella.

—Creo que será mejor que volvamos a casa antes de que se duerma profundamente y sea imposible el ponerle el pijama —suspiró, realmente no deseaba marcharse, pero quería hacer las cosas bien.

—La próxima vez podéis venir con él directamente, eso facilitaría las cosas —rió Bella—. A menos que os dé vergüenza caminar desde vuestra casa a la mía con la ropa de dormir.

—Correremos el riesgo —sonrió Edward, andando hacia la puerta—. Buenas noches, Bella. Gracias por todo, ha sido una cena maravillosa —se acercó y le dio un leve beso en la mejilla, haciendo que tomase un delicioso color rosado.

—Buenas noches Edward, yo también me lo he pasado muy bien. Ten cuidado al cruzar la calle —susurró entre risitas, y se quedó mirando como el joven llegaba hasta su puerta y la cruzaba, despidiéndose con la mano. Lo imitó e ingresó en su vivienda, recostándose durante unos segundos en la puerta. Estaba feliz por haber compartido tanto tiempo con él, no sabía cómo había podido vivir toda su vida sin ese tipo de felicidad. Se fue cojeando hasta su habitación, se puso el pijama, que esta vez consistía en pantalones largos y una camiseta de mangas cortas con el emblema de la Universidad en la que había estudiado, la de Columbia, que le quedaba demasiado grande. Estaba acurrucada entre las suaves sábanas, echando de menos la presencia de Edward cuando de su móvil empezó a salir la canción que había asignado para los mensajes de texto recibidos. Alzó la mano para alcanzarlo y rió al leer el contenido.

Bella, te escribo para que sepas que hemos llegado ya a casa, hemos tardado poco, lo sé, pero es que el tráfico estaba tranquilo. Gracias de nuevo por la cena y por tu compañía. Que descanses. Intenta no hablar en sueños, guárdatelo todo para cuando vuelvas a dormir conmigo. Edward.

Nerviosa lo releyó varias veces, incapaz de entender que Edward le hubiese insinuado que quería volver a dormir con ella. Se removió en la cama, incapaz de conciliar el sueño, no después de aquello. Se sobresaltó cuando escuchó que sonaba el timbre. “¿Quién podrá ser? Oh Dios mío no, no... Que no sea Mike, por favor” Rezó, mientras corría hasta la puerta. Aspiró fuertemente antes de abrir, cogiendo fuerzas, y cuando finalmente decidió hacerlo, dio gracias al cielo, ya que no era Mike, sino de nuevo Edward. Estaba sonrojado, y llevaba su pijama puesto, que consistía en un pantalón de algodón negro, algo ancho, y una camiseta de mangas cortas gris, que se ceñía a su torso de Dios Griego.

—Edward, hace siglos que no sé nada de ti, ¿cómo te ha ido la vida desde entonces? —Bella intentó bromear y el chico le sonrió, feliz de que no pareciera molesta por ser tan pesado.

—Espero no cansarte, parece como si te acosara —rió de nuevo, nerviosamente—. Pero es que he caído en la cuenta de que aún tengo esto —alzó su mano, donde tenía las llaves de Mike—. Se me había olvidado dártelas y cuando las he visto, me dio miedo que pensaras que me las había quedado queriendo. De verdad que no las recordaba.

Bella lo miró, sonriente.

—Edward, no he pensado nada de eso, ¡ni siquiera me acordaba de ellas! —dijo, siendo totalmente sincera—. Creo que la mejor idea es que te las quedes, así si pierdo las mías sabré que al menos podré dormir en mi cama esa noche —Edward volvió a sonrojarse, Bella no recordaba haberlo visto tan tímido, aunque quizás tuviese del mismo tono que cuando se dio cuenta de que estaba medio desnudo delante de ella.

—¿No te importa que tenga las llaves de tu casa? —susurró, pasándose la mano por el cabello y haciendo que Bella sonriese.

—Para nada, es más, puedes utilizarlas cada vez que quieras. No hace falta ni que llames al timbre, siempre serás bienvenido —notó como los ojos de Edward empezaron a brillar, aunque no entendía muy bien el porqué.

—Gracias… —volvió a susurrar, no sabía por qué no hablaba en un tono más elevado, aquellos murmullos la estaban volviendo loca, lo hacían irremediablemente sexy. Vio como Edward se aproximaba a ella, acortando poco a poco la distancia que existía entre ambos. La tensión era palpable, y a Bella le temblaban las rodillas, tenía al mismísimo protagonista de sus sueños más inconfesables a escasos milímetros. Sus narices rozaron, y no se atrevieron a mirarse a los ojos, sabiendo que caerían en brazos del otro en cuestión de segundos si lo hacían. Pegó su cuerpo al de ella, dejándola con la espalda pegada a la puerta y notando tanto sus latidos frenéticos, como los de él, que iban a la misma velocidad. La mente de Bella trabajaba a un ritmo vertiginoso, no sabía que estaba ocurriendo entre ellos, pero el erotismo cada vez era mayor, y ni siquiera se habían besado, ni acariciado el uno al otro, ni nada. Jamás se había sentido así de confusa, no era posible que él despertase todo ese deseo en ella, era algo de locos, si unas semanas atrás le hubiesen dicho que todo esto sucedería, posiblemente se habría echado a reír. No supo cuanto tiempo estuvieron así, con el cuerpo de él pegado al suyo, sintiendo su masculinidad y escuchando el descompasado sonido de su respiración, que pasó a convertirse para ella en el sonido más maravilloso del mundo, después de su armónica risa y su aterciopelada voz. Demasiado pronto bajo su criterio, Edward retrocedió inseguro, parecía que no entendía ni sus propios actos, ni las consecuencias de estos en la salud psíquica de la chica.

—Buenas noches, Bella —dijo con una voz casi inaudible, y se dio la vuelta, dejando a esta perpleja. Necesitaba aclarar sus ideas y sentimientos, por lo que volvió de nuevo a su lecho, consciente de que esa noche dormiría poco. Y así fue.

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Chicas chicas disfruten el capi esta de lo mas Yeah!!! Dios...yo estaria igual que bella con un Edward al lado jajajaja XD....besos

jueves, 28 de enero de 2010

Cinco cosas que tienen en común Kristen Stewart y Joan Jett

Gracias a TrèsSugar y vía Kristen Stewart Fans LJ tenemos la siguiente nota con las 5 cosas que tienen en común Kristen y Joan Jett. Al parecer no sólo se trata del estilo del cabello.

Chequen esto:

30c25pi1. Los Ángeles: Mientras Kristen nació en LA y pasó la mayor parte de su infanci a ahí (quitando la parte de colorado) Joan Jett llegó cuando tenía 9 años. Ambas fueron capaces de aprovechar su estancia. Joan se juntó con unas cuantas rockeras que estaban ahí y perfeccionó su estilo, y las conecciones de Kristen en LA ayudaron a su descubrimiento en una obra escolar.

2. Gran éxito a los 18: Joan lo hizo a nivel internacional con el album de su banda titulado 'The Runaways'. Mientras Kristen la hizo en grando con el lanzamiento de 'Crepúsculo' dos meses antes de su cumpleaños número 18.

3. La Guitarra: Para ambas, Kristen y Joan, su intrumento de elección es la guitarra. Aunque Kristen toca la guitarra durante la filmación de 'The Runaways', suena como si la múscia fuera doblada por Jett. Sin embargo, ¡Será la voz de Kristen!

4. Obligaciones contractuales: Considerando las dos películas-Sundance de kristen representando a una estrella de rock en una y a una prostituta en otra, no está dejendo a su agente encasillarla como una chica linda de Forks. claro que ella tiene obligaciones contractuales de finalizar la saga de 'Crepúsculo', y Joan Jett sabe algo de eso. Después de que The Runaways se separí en 1979, fue forzada a terminar un filme acerca de la banda y tuvo que utilizar actrices en lugar de sus compañeras de la banda.

5. Vegetarianismo: Joan ya lleva mucho tiempo de ser vegetariana y defensora, mientras Kristen evita la carne también. De hecho, en l apelícula Bella come una hamburguesa vegetariana y ensaladas, lo cual es una desviación de su personaje carnívoro del libro.

Fuente: CM

Luna Nueva en productos Pepsi

Gracias a New Moon Movie tenemos las siguiente imágenes de productos de Pepsi con stills de 'Luna Nueva', así como un poster. Pero para conseguirlos tenemos que irnos a Italia, ya que allá es donde se está lanzando esta promoción con el nombre de "New moon, New Face".


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También Pepsi de Italia esta haciendo concurso donde están rifando 10 Televisiones LCD 47" Full HD. Al igual puedes encontrar imágenes y descargas para PC o Iphone de 'Luna Nueva'.


Lindas fotos....!!!!

Gracias a Twitpic/delaneyg84 tenemos más imagenes del trio de Luna Nueva en su sesión para EW.

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Fuente : CM

Entrevista a Peter

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Ha sido un año complicado para la estrella de Twilight, Peter Facinelli, quien ha estado ocupado filmando "Eclipse", el proximo filme en la franquisia de los vampiros, y "Nurse Jackie" como el Dr. Fitch. ET tuvo la oportunidad de hablar con el actor sobre ambos proyectos y su adiccion al Twitter.

Tienes a muchisimas personas siguiendote en Twitter. ¿Como comenzaste?
Simplemente disfruto de Twitter porque puedo realmente conectarme con los fans. Es una gran manera de compartir información con ellos y de entretenerse. Me gusta poder ponerle una sonrisa en las caras de las personas y mezclarlo con compartir informacion con ellos. Eso es importante. Además, dejandolos saber lo que estoy haciendo. Tuve casos en que personas me decian "vas a poner esto en twitter?". Hay publicidades que te pagan si las promocionas. Yo no estoy metido en eso. Quiero mantener puro a mi Twitter. No quiero venderles nada a mis seguidores, quiero ser capaz de tener esa base, asi puedo decirles que estoy haciendo y entretenerlos.

¿Que aprenderemos del Dr. Carlisle Cullen en "Eclipse"?
Puedes ver un lado de Carlisle que no has visto antes. Hay grandes secuencias de batalla.

¿Algo de Amanecer?

No lo sé, los fans se enteran antes que nosotros.

¿Alguna vez pensaste que "Crepusculo" haria tanto por tu carrera?
La gran base de fans ha sido fenomenal. Cuando vas a un evento, personas han viajado desde otros países para tomarse una foto contigo. Eso es una leal base fan que ni te puedes imaginar. Les agradezco a todos ellos. Por eso es que intento devolverles algo de lo que me dan, conectandome con ellos a traves de Twitter.

¿Estabas filmando los dos proyectos al mismo tiempo. Como lo manejaste?
Tuve una agenda bastante complicada. Hubo un mes donde estaba filmando "Eclipse" y "Nurse Jackie" al mismo tiempo. Y lo disfruté porque disfruto lo que hago, asi que cuando aparezco para trabajar, es bastante vigorizante. Y me energizo por eso. Hubo tiempos en donde me bajaba del avion con los ojos hinchados, por dormir como tres o cuatro horas, y despues me iba directo al trabajo.

¿El Dr. Fitch Cooper es un doctor diferente a Carlisle. Cual es la parte atractiva de ese papél?
Fue realmente divertido para mi hacer roles con tanto contraste porque Carlisle es una persona tan calmada, es una roca, y tiene una fundacion sobre su familia. Y Coop no es nada parecido a eso. El corre como si hubiera tomado 4 latas de Red Bull. Asi que para poder hacer roles tan contrastados, en un caracter, fui muy tranquilo, y en el otro, estaba completamente energizado, fue una gran diversión para mi.

¿Usabas peluca por los distintos aspectos que tenías?
Porque estaba haciendo los dos proyectos al mismo tiempo, usé peluca. Hubo días en que estaba literalmente corriendo horas en el bosque; entonces, subía a un avion y estaba en el set de "Nurse Jackie". Estaba yendo de Vancouver a Nueva York como cada tres días.

¿Fue dificil cambiar de roles?

Para mi fue vigorante. En los primeros dos episodios de "Nurse Jackie" [de la nueva temporada] yo lloraba, salió de mi al estar emocionalmente exhausto. No estaba escrito en el guión que yo llorara. Pero de repente en la escena, comenzé a llorar. Quedo bien para la escena. Hice tomas en las que no lloraba. Porque Jackie habia roto conmigo recientemente, y habia una leve emocion dando vueltas, estuvo bien para la escena. Creo que solo era que habia bajado del avión, dormido tres horas y eso me había hecho vulnerable a este tipo de cosas.

¿Cuan peligroso es el Dr. Cooper? ¿Es un mejor doctor de lo que creemos? Es un peor doctor de lo que creemos? ¿Deberiamos estar asustados de tener un doctor como el?
Lo que me parece interesante de este papel a mi es que vas a los hospitales o vas a ver a un Doctor, y lo que logras ver es un guardapolvo blanco. Y entonces quieres creer que ellos tienen todas las respuestas, y quieres creer que ellos tienen mas conocimientos que todos, pero lo que no sabés es lo que hacen en la otra sala. No sabes como son sus personalidades sin el guardapolvo que llevan. Fue interesante porque cuando hice "Crepusculo", fui a conocer a un doctor, y lo abrazé en el hospital. Y su comportamient en el hospital fue complemente diferente al que ví cuando fuimos a cenar. Y así creo que Dr Coop es con sus pacientes, muestra un lado muy de doctor cuando se encuentra con sus pacientes, y las personas confían en el. Es un buen doctor? Creo que depende de la manera en que fué su semana. Podría, sabes, curarte de una herida que otro doctor no pudo curarte, o podría llegar a matarte por una infeccion de tu oído. Nunca lográs saber que vas a tener de el. Eso es parte de lo divertido de actuar de el. Pero creo que trata de ser un buen doctor. Y pienso que es un rol interesante porque no tiene mucha confianza, asi que intenta ser muy confidencial aveces. Y Jackie (Edie Falco) puede ver atravéz de el.

¿Que clase de doctor es Carlisle?
Carlilsle es el cabeza del hospital. Es genial porque ha estado ahi tanto tiempo, es muy educado. Tiene un gran amor por la humanidad. Las personas siempre me preguntan que tipo de busqueda o adonde requrri para protagonizar a un vampiro. Digo que hice poco porque protagonizo a un vampiro que actua como si fuera humano, que ama a la humanidad tanto que quiere aferrarse a ella. Cuando miras algo como "Twilight"; los buenos vampiros no son necesariamente buenos, son excentricos. Los vampiros malos hacen lo que nacieron para hacer. Asi que para mi, Carlisle se aferra a su humanidad; no quiere ser un vampiro.


La segunda temporada de "Nurse Jackie" sale el lunes, 22 de marzo. "La saga Crepúsculo: Eclipse" llega a los cines el 30 de Junio.

Fuente: ET online

DVD de Luna Nueva tendra material de Eclipse

SND Films que es equivalente a Summit Entertainment en Francia ha enviado un boletín con las características y detalles del lanzamiento del DVD de Luna Nueva en Francia.

“En exclusiva: los primeros videos de Eclipse con un pequeño extracto de la realización de (Eclipse)”

Es razonable pensar que los DVD de EE.UU. tendrá la misma información sobre ellos. Tan solo el disco que está siendo distribuido a empresas de alquiler de DVD no tendrá imágenes de Eclipse, pero la versión de 2 discos y Blu-Ray lo tendrán.

Blu-ray tendrá una distribución abierta así que puedes obtenerlo en cualquier lugar para estos días. La versión de 2 discos esta lista para ser pre-ordenada en Amazon, Target y Walmart.

Pero al parecer por lo nos han dicho nos compradores del DVD de Twilight ellos no lo obtuvieron en la fecha de lanzamiento, por lo que muchos fans están optando por comprarlo en persona o esperarlo en algunas partes hasta la media noche.

fuente: Twifans

Poster Oficial de "The Yellow Handkerchief"

Gracias a TwilightBritneyFan les traemos el póster oficial de The Yellow Handkerchief

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Rob vs. Kristen: sus nuevas películas fuera de la saga

Gracias a E! Online tenemos artículo en el que nos comparan los proyectos paralelos de Rob Pattinson y Kristen Stewart fuera de la saga Crepusculo.

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Con toda la publicidad positiva que rodea las dos películas de Kristen Stewart en Sundance, nos llevó a pensar más en la carrera también floreciente y prometedora de Robert Pattinson, y lo que podemos esperar en Remember Me.

Si todos ustedes recuerdan, oímos que la interpretación de Rob estaba bastante bien en el próximo drama co-estelarizado con Emilie de Ravin.

Entones, ¿Qué esta preocupando a algunos, quienes están aferradamente involucrados en las ambiciones de R-Patzz en la pantalla grande?

Uno de nuestros espías en el estudio dice:

“La interpretación de Kristen siempre te saca, cualquiera que sea el filme en el que ella este. Te olvidas de que ella incluso estaba en Crepúsculo. Rob…no tanto.”


Ahora, pongan a un lado las apuestas amantes de R.Patzz, esto no es una excavación en las habilidades de actuación de nuestro chico. Lo que aparentemente tiene algunos éxitos a lo que concierte (a Summit, por ejemplo) es que el personaje de Pattinson en Remember me es muy similar a lo que ya ha hecho Rob (solo miren las fotos): melancólico, marginado con problemas. Tu sabes, cabizbajo, problemas del corazón.

Podríamos mirar a Rob leer una guía telefónica y no aburrirnos, y esto va para Twi-hards quiénes aman Pattinson en cualquier cosa, también.

Lo que nuestro infiltrado nos dice es solo la pequeña preocupación: que Remember Me no atraiga a nueva audiencia, la cual K-Stew aparentemente hace con su nuevo lanzamiento cinematográfico, The Runaways.

En defensa de Rob, la gente ya ha visto a Kristen en muchos papeles principales versátiles (La habitación del pánico, Into the wild, Adventurland), mientras que el rango de Rob esta escondido en películas independientes como Little Ashes (Sin Límites), la cual tuvo un lanzamiento limitado. (Ya disponible en Blockbuster Online de Mexico)

Lo que será interesante para ver, será la taquilla en Marzo. El filme de Kristen, The Runaways, saldrá el 19 de Marzo en USA mientras que la película de Remember Me de Rob tiene fecha de lanzamiento una semana antes, el 12 de marzo.

No creemos que ninguna de las películas será la bomba, pero los papeles a seguir (o a conducir a una estatua de oro eventualmente) podrían verse impactados por esas películas "después de Luna Nueva".

Y oigan- no maten al mensajero. Solo pasando un poco de información que anda flotando por el set del que se esta preparando para que Rob se haga cargo del mundo, después de Crepúsculo.

Fuente: CM

Kris habla sobre Renesmee

Sabemos que cuando le hacen una pregunta a los actores de la Saga sobre "Amanecer" la Película, nunca dicen nada ya que o no han recibido el guión o por que Summit no los deja revelar nada. Pero MTV cambió de estrategia y le pregunto a Kristen que opinaba ella de Renesmee o como se la imaginaba para la película:

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***SPOILERS A CONTINUACION***

En la novela de Stephenie Meyer, el nacimiento de Renesmee es tan grafico que Bella casi muere pero es al final es transformada y salvada por Edward. A la fecha no se ha escrito esa parte del guión y Stewart esta muy ansiosa por ver como trasladaran esa parte del libro a la pantalla grande.

"Yo no he visto ningún guión pero la verdad no estoy solo esperando a saber cómo piensan manejar eso." dice Stewart.

Pero más importante que la escena es en verdad el personaje de Rensesmee. ¿Escogerán un actor de verdad o todo se hará a computador? Esto es algo que la actriz no sabe pero puede asegurar que tiene que ser adorable.

"La pequeña Renesmee tiene que ser muy linda." dijo la actriz. "No puede ser solo una superhumana aterradora con dientes."

Fuente: MTV

Nueva entrevista a Julia Jones

Gracias a Black Pack, tenemos una nueva entrevista a Julia Jones.

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Si algo han probado las dos primeras entregas de la Sega Crepúsculo es que cualquier cosa relacionada con esta se vuelve instantáneamente famosa y será perseguida por los paparazzi. Crepúsculo se podría considerar el Midas de la fama. Y esto lo va a experimental la nativa de Boston, Julia Jones.

Jones de 29 años tiene un papel importante en la nueva entrega de la Saga Crepúsculo, “Eclipse”, que llegara a las pantallas de cine el 30 de Junio del año en curso. Jones tiene el papel de Leah Clearwater, la única loba entre la manada de los quiletes que esta condenada a escuchar los pensamientos de su ex-novio que se ha enamorado de otra. Jones menciona que gracias al gran trabajo de redacción de Stephenie Meyer, se pudo enamorar del angustiante y sobrenatural personaje.

“Ya que Stephenie Meyer escribió muchas capas en el personaje, ya tienes una ventaja” dice Jones, la cual tiene un pequeño papel en la serie televisiva “ER” y que ha participado en varias películas independientes antes de aterrizar en su papel para “Eclipse” . “Normalmente te la pasas buscando pistas en el guión para interpretar mejor al personaje, pero casi no hay. En este caso, tengo casi 3,000 paginas de detalles.”

Jones ya ha perfeccionado el característico seño fruncido de la loba, pero en la vida real siempre la pasa sonriendo. Ella nació en Jamaica Plain y se graduó de la Escuela Latina de Boston. A la fecha su madre aún vive en ese lugar.

Jones empezó su carrera de actuación a la edad de 4 años cuando participó bailando con el Ballet de Boston en una representación de “El Cascanueces”. Para sus años de secundaria ya era una estrella en el Wheelock Family Theatre.

La directora del Wheelock, Jane Staab, dice que Jones siempre fue una joven intensa e introvertida. "La inteligencia emana de ella", dice Staab. “Tiene una luz interna que respetas. Te hace saltar".

Jones se fue de Boston acabando la preparatoria para estudiar en la Universidad Colombia, donde modelaba en su tiempo libre. Hizo varias sesiones con T.J. Maxx en Massachusetts, pero no fue hasta que se mudo a Nueva York donde las cosas se pusieron serias. Trabajó para Espirit, Polo Ralph Lauren, Gap, y Levi’s entre otros.

Durante su último año en la universidad se empezó a interesar por la T.V. y el cine más que por el teatro. Y fue así como se mudó a Los Angeles donde empezó a trabajar en pequeñas películas y haciendo papeles principalmente de nativas americanas. Jones es mitad Chickasaw y Choctaw. Después de eso obtuvo su papel en la serie de televisión E.R. como la doctora Kaya Montoya.

Después de haber recibido el papel en “Eclipse” Jones tuvo que mantener el secreto por casi un mes. Ese tipo de información se esparce rápidamente y Summit quería mantener la lista de actores en secreto.

Penny Wells, la madre de Jones, no se sorprendió en absoluto cuando se entero que ella iba a interpretar a una loba torturada por la vida. Wells dice que su hija siempre se enfoco en las personalidades y en las emociones. “Ella es una persona muy seria.” Dice Wells “Esta muy interesada en saber por que el mundo gira.”

Durante la ardua grabación de “Eclipse”, Jones experimento un poco de la fabulosa vida de los muy famosos y se acostumbró a estar alrededor de nombres importantes como Kristen Stewart, Robert Pattinson y Taylor Lautner, los cuales trataban de lidiar con su propia fama mientras trabajaban.

“Estoy realmente sorprendida con su habilidad para manejar todo esto.” Dice Jones. “Es su trabajo y ellos lo manejan como eso, incluyo Taylor que tiene solo 17 años lo hace. Están muy comprometidos con su trabajo.”

Luego estuvo Meyer, a quien Jones describe como parte importante de la toma de decisiones en el set. “ Es como si tuviera un aura divina.” Dice Jones. “Se vive para esto, tiene una presencia muy fuerte.”

Pero durante a grabación de “Eclipse” Jones, a pesar de ser la única mujer, siempre se pudo ayudar en sus compañeros lobos. “Los siento muy cercanos, a los chicos por supuesto.” Dice Jones. “Es como una familia instantánea, somos un grupo muy unido, creo que se debe a lo único que es la experiencia.”

Chaske Spencer, quien juega el papel de el exnovio de Leah, Sam, dice que el sentimiento es mutuo. Habla de ella con mucho cario y expresa lo bueno que fue tener a una chica entre ellos. “Es mi chica,” dice riendo. “Es una chica fuerte, se lleva muy bien con los chicos.”

Jones se esta preparando para toda la locura que representa ser parte de la Saga Crpúsculo, conocer a los fans, ir a centros comerciales, y más que nada enfrentarse a las masas de fans de la Saga. Los cuales estarán hablando y blogeando sobre ella y sobre como representa el papel de un personaje icnográfico para la Serie.

Jones también participara en la cuarta y última parte de la serie, “Amanecer” aunque a la fecha ni Meyer sabe si se hará en una película o dos.

Fuente:CM

Julia Jones, la más esperada de Eclipse

Gracias a The Examiner, tenemos el siguiente artícula sobre Julia Jones.

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Uno de los más anticipados repartos anunciados de la saga de Crepúsculo: Eclipse fue el de “Leah Clearwater”. Después de algunas especulaciones que el papel seria para Vanessa Hudgens o de Q’orianka Kilcher, se anunció que el papel sería interpretado por Julia Jones.

Desde entonces, Jones ha completado el rodaje de la tercera parte de la Saga de Crepúsculo, y recientemente participó en un artículo del Boston Globe, donde reflexionó sobre Stephenie Meyer, el proceso de rodaje, y sus compañeros de reparto.

Jones declaró que era más fácil realizar el papel de Clearwater que lo que ha sido para otros papeles, ya que “Stephenie Meyer escribió las capas y hay 3,000 páginas de detalles.”

Jones admitió estar un poco alucinada por el set de Eclipse, y específicamente mencionó el semblante de un conjunto de Stephenie Meyer.

Ella tiene como esta especie de aura de Dios sobre ella,” dice Jones. “Ella cumple con ello. Es muy anclada. Es sólo ésta increíble autoridad y presencia”

Del mismo modo, Jones declaró que estuvo impresionada por sus coprotagonistas, Kristen Stewart, Robert Pattinson, y Taylor Lautner, por sus habilidades de manejar la tensión de ser los encabezados de este fenómeno mundial.

Como muchos de los miembros de reparto entrantes en La Push el final de la historia, Jones tomo un paseo en su memoria donde los lobos juegan, notando que ella se ha convertido en un miembro mas.

Finalmente - y quizás de la manera más interesante - Jones reveló un poco de perspicacia en el cercano y proximo futuro.

“Eclipse” no sale sino hasta dentro de 5 meses. Pero se le ha advertido a Jones que la publicidad comenzará muy pronto. Está preparandose para la locura –giras de centro comerciales, sesiones de conoce y saluda, y los obsesionados, auto nominados “Twi-hards”, quienes estarán viendo –y blogeando- como le da vida a la Leah que ellos imaginan. Luego está la cuarta y última adaptación, “Amanecer”, la cual Meyer ha confirmado que puede ser dividida en dos películas filmadas en los próximos años.

Kristen huye cuando le preguntan por Robert

Gracias a Youtube/CullensNewsCom tenemos un video sobre Kristen Stewart y un pequeño inconveniente con una reportera durante el Festival Sundance.



Cuando la reportera le pregunta si es “Team Edward” fuera de la pantalla ella huye sin decir palabra.

Pero además de esto a Kristen le preguntan que se siente ser in icono fuerte e independiente actual a lo que ella se queda literalmente sin palabras.

También le preguntan sobre “Eclipse” a lo que ella responde que no la ha visto y no sabe nada. Comenta que solo recuerda lo vivido pero que no lo recuerda muy bien. Más que nada esta muy emocionada para ver como se ve al final.

Fuente: CM

miércoles, 27 de enero de 2010

martes, 26 de enero de 2010

Review de Sundance 2010: The Runaways

Voy a decir que fue fácilmente la película más grande del festival de Sundance 2010.

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La película tiene a Kristen Stewart interpretando a Joan Jett y a Dakota Fanning como Cherie Currie, las caras famosas de The Runaways. Cuentas los eventos que las llevo a estar juntas en una banda, el primer tour, lograr un contrato y finalmente separarse. No hay muchas sinopsis, pero no puedo darles cosas que tal vez ya sepan.

La película no es perfecta, Kristen y Dakota dieron muy buenas actuaciones y no puedo decir nada malo sobre ellas. Lo único malo de la historia es como cuentan la historia. Pasan ¾ de la película mostrando cómo se forman la banda, comienzan a escribir canciones y tocan sus primeros shows. Luego el ultima ¼ de la película es la separación de la banda y Cherie llendoce. El final se sintió apurado, como que tuvieron que cortar mucho para poder respetar las restricciones de tiempo.

De las 2, diré que Kristen da una interpretación perfecta de Joan Jett. También me molesto un poco que no contaran bien la historia de Cherie Currie. Ni siquiera pude comparar al final, y Dakota Fanning esta mas en escena por lo cual creo prefiero mas la actuación de Kristen.

Voy a tomar un tiempo para hablar sobre Michael Shannon en el rol de Kim Fowley, el productor/manager de la banda. El literalmente se roba la película en cada escena que esta. Demanda tu atención y es una de las mejores actuaciones de Shannon hasta la fecha. Además logro el look de Kim Fowley a la perfección.

Absolutamente me gusta los primeros ¾ de la película, esta filmada hermosamente y cuenta muy bien la historia de cómo se forma la banda. Si no fuera porque apuraron el último ¼ de la película, hubiera sido perfecto. La música de la película es una colección de los temas de The Runaways y unos clásicos de los 60 y los 70. Es una buena película biográfica la cual me hubiera gustado que fuera un poco más larga en vez de apurar el final.

El rating: 4 de 5

DVD de Luna Nueva disponible en iTunes

El DVD de Luna Nueva está disponible en iTunes.

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Vota por Muse

Gracias a Muse.mu tenemos la noticia de que la banda ha sido nominada a 7 premios NME. Pudes votarlos aqui.

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Muse está nominado en las categorias: Mejor Banda Inglesa, Mejor Album, Mejor banda en vivo, Mejor evento en vivo (por Teignmouth), Mejor trabajo artístico de un album, Mejor sitio web y Mejor Blog.

Fuente: CM

Kristen Stewart la más atractiva

De CM les traemos la siguiente noticia:

La estrella de Twilight Kristen Stewart ganó el oro como la mujer más atractiva. Los fans de la actriz la ayudaron acumular debajo del 35 por ciento de la encuesta. El top de esta categoría es más musical, con la ganadora del año pasado, Britney Spears en segundo lugar, seguida de Avril Lavigne y Madonna tomando el tercer y cuarto lugar.

Nuevo outtake de la sesión de EW

Gracias a la pagina de Ben Watts (el fotografo de la sesión que hicieron Kristen Stewart, Robert Pattinson y Taylor Lautner para EW) tenemos un nuevo outtake de Rob.

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Fuente:CM

All You Need is Love


Final inesperado

Se despidieron de Esme y Carlisle, que no los acompañarían. Seth les dio un tímido abrazo, que hizo que Esme derramase algunas lágrimas más.

Edward guió a Bella hasta un bonito Volvo plateado y le abrió la puerta, para ayudarla a subir al asiento de copiloto caballerosamente. A Bella no la habían tratado nunca así, y no pudo evitar volver a sonrojarse, pensó en los millones de chicas que soñaban con encontrar a un hombre así, como el que ella tenía a escasos centímetros.

Después de que Seth estuviese sentado en su silla, Edward se dispuso a conducir, siguiendo al Jeep de Emmett.

—Bella, no te lo he dicho antes porque estaba seguro de que sólo hubiese causado bromas y que te avergonzaras en público sin necesidad —empezó a hablar Edward, dirigiéndole una mirada cariñosa—. Así que aprovecho este momento. ¡Estás realmente preciosa! —dicho y hecho, la cara de Bella enrojeció a más no poder. ¿Cómo era posible que él la encontrase preciosa? Según ella, era una mujer muy simplona, sin nada que ofrecer aparte de su amor.

—Edward, deja de decir tonterías para hacer que me sienta mejor —intentó reírse, pero estaba tan nerviosa que solo consiguió que saliese de su boca un sonido nada parecido al de una risa.

—No es ninguna tontería, además, siempre has sido una niña muy guapa, todos lo han dicho- sonrió divertido. Bella odiaba el rumbo que estaba tomando la conversación, por lo que suspiró y miró por la ventanilla—. Perdona Bella, no intentaba incomodarte. Bueno dime, ¿qué se supone que vamos a hacer?

Bella le dirigió una rápido vistazo, y vio que la miraba con un gesto de disculpa. No entendía como aquel hombre podía estar solo, sin novia.

—La noche de series es una tradición CHS que se remonta al principio de los tiempos, en la época del Instituto —relató Bella, poniendo voz de historiadora.

—¿CHS? ¿Qué es eso?- interrumpió él, mientras giraba el volante para tomar una pronunciada curva.

—Son nuestras siglas —respondió Bella avergonzada—. Es una tontería que empezó hace años. C deCullen, H de Hale, y S de Swan- Edward se rió, aquello sonaba a una de las cosas que se inventaba Alice-. Pues eso, como estábamos en colegios diferentes pasábamos menos tiempo juntos, por lo que creamos el “Viernes de Película”. Consistía en que alguien se encargaba de la película, que después pasó a ser capítulos de nuestras series preferidas, otro ponía la casa y los demás la comida. Hemos visto entera Friends, The O.C y empezamos con House, pero lo dejamos en la quinta temporada y pasamos a How I meet your mother, que con la que seguimos. ¿La has visto alguna vez?

—Me han hablado de ella, pero últimamente no he tenido tiempo de ver la televisión —le contestó, sin dejar de sonreír—. Bella, muchas gracias por incorporarme en el plan de hoy, ha significado mucho para mí.

—Edward, tú eres uno de nosotros, y no has empezado a serlo hoy, lo has sido siempre, aunque no estuvieses. Siempre lo hemos sentido así, no sólo yo, sino todos- dijo cariñosamente Bella, e instintivamente alzó una mano para pasársela por la cabeza. Su pelo era extremadamente suave y se deslizaba entre sus dedos, provocándole miles de sensaciones distintas. Rápidamente la quitó, aquello había sido una estupidez. Por el rabillo del ojo vio como Edward se había sonrojado levemente, era la primera vez que veía que le pasaba esto y no sabía el porqué. No era posible que le hubiese gustado tanto aquella caricia como a ella.

Para distraerse encendió el equipo de música del coche, y empezó a sonar un CD que tenía dentro. Cuando empezó a sonar la canción la reconoció rápidamente, era For Emma de Bon Iver. Contenta se recostó y empezó a cantarla en voz baja, con los ojos cerrados, y cuando acabó, se sorprendió al escuchar unos aplausos entusiastas que llegaban desde atrás. Se volvió y miró por el hueco que había entre el asiento de Edward y el suyo y vio como Seth la miraba, sonriendo ligeramente.

—Bella, ¡tienes una voz muy bonita! —dijo él, con los ojos llenos de emoción, y haciendo que la chica se riera, algo avergonzada.

—Para nada Seth, sólo me gusta mucho la música. Estoy segura de que tú cantarías mejor que yo, sin ninguna duda —le contestó—. ¡Tengo una idea! Dime una canción que te sepas y que tu padre tenga por aquí, así podremos cantarla los dos juntos.

Seth no parecía muy convencido, pero puso cara de estar pensando en algo, y cuando sonaron las primeras notas de la siguiente canción sonrió.

—Esta sí que me la sé, es muy chula.

Bella rió, aquella canción era genial, muy animada. Se trataba de You! Me! Dancing! de Los Campesinos!

—Pues ¡adelante, que empieza! —exclamó, y empezaron a hacer ruiditos, imitando las guitarras del comienzo de la canción. Al principio cantaron en un tono bajo, pero cuando empezó el estribillo no pudieron contenerse.

IT'S YOU!! —gritaba Bella, señalándolo por el espejo retrovisor.

IT´S ME! —decía entonces él, señalándose a sí mismo.

—AND THERE´S DAAANCING! —terminaban los dos, riéndose sin poder parar. Solo conseguían calmarse cuando volvía el estribillo, y no servía para nada, porque las risas surgían de nuevo. Edward tatareaba también la canción, aunque sin pegar berridos como los otros dos.

—¡Vamos Edward, si no gritas no es divertido! —le riñó Bella. El chico se rió, y empleo el mismo tono que ellos. Seth parecía completamente feliz.

Había un semáforo en rojo, por lo que tuvieron que pararse, justo al lado del Porsche de Alice y Jasper. Estos se fijaron en ellos y los miraron con los ojos desorbitados, realmente parecían una panda de locos, dando saltos en el asiento y gritando a pleno pulmón.

Cuando por fin acabó la canción, Seth parecía incluso triste.

—¡Jo, o! Ha sido súper divertido… —murmuró desde atrás, hablando consigo mismo y haciendo que Edward y Bella intercambiasen una mirada y soltasen unas risitas. Siguieron cantando el resto del camino, muy animados. La casa de Emmett y Rosalie estaba relativamente cerca, por lo que no tardaron en llegar. Edward volvió a abrirle la puerta a Bella y a tenderle la mano para ayudarla a salir, la cual se sonrojó de nuevo. Cuando Seth estuvo en el suelo también, se encaminaron al enorme y ostentoso edificio, donde cogieron el ascensor para llegar hasta su planta. Llamaron al timbre, que hizo reír a Seth, ya que era una estrofa de la canción de The Simpson, una muestra más de las excentricidades de Emmett, a la cual Rosalie no había podido negarse, ya que en su día, había hecho un trato con él que consistía en que ella elegiría la casa siempre y cuando Emmett pudiese elegir el timbre que quisiera. Claro que, cuando Rose hizo aquel fatídico acuerdo, no se imaginaba de lo que su prometido era capaz.

Abrió un muy sonriente Emmett, que tendió su mano al pequeño, el cual dudó, pero acabó cogiéndosela tímidamente.

—¡¡Seth, nos vamos a divertir horrores!! Edward, entra, cotillea todo lo que quieras, estás en tu casa, hermanito —Emmet estaba tan feliz que le dio un improvisado abrazo a este, dejándolo aturdido. Se escuchó una débil risa, que provenía de Seth-. ¡Pequeño, tú y yo nos vamos a encargar de gastarle bromas diariamente a tu padre! ¡¡Será genial!!

Anduvieron hasta el gran salón, en el que ya se encontraba Rose, buscando entre los millones de DVDs que tenían. Cuando los escuchó, levantó la cabeza y una sonrisa surcó su bonito rostro.

—Seth, mi amor, estoy buscando películas que te podrían gustar, para que no te aburras mientras nosotros hablamos, ¿querrías venir a ayudarme? Puedes elegir todas las que quieras, y si no te da tiempo a verlas te las puedes llevar. Venga ven, no seas tímido.

Seth miró a su padre, que asintió y se acercó a Rosalie con un andar inseguro, pero cuando vio la colección de cine que tenía, se le olvidó la inseguridad y el miedo, y suspiro, extasiado. Mientras él leía lentamente, uno a uno los títulos, viendo los dibujos de las caratulas, los adultos fueron a sentarse en los grandes sillones de los que disponía la sala.

—Edward, me recuerda muchísimo a ti, siempre tan centrado en su propio mundo, en sus hobbies… Parece que le encanta ver películas —dijo Emmett, señalando al niño con la cabeza, mientras les servía café uno a uno—. Tranquila Bella, ahora traigo tu chocolate caliente.

—No, no te preocupes Emm, creo que tomaré un poco de café, como vosotros- susurró Bella.

Emmett y Rosalie la miraron sorprendidos.

—¿Cuándo ha empezado a gustarte el café, Bella? —preguntó ella, divertida.

Bella suspiró, no iba a confesar que quería café porque le recordaba al sabor que guardaba en su mente de los labios de Edward.

—Algún día tenía que madurar, ¿no creéis? —bromeó—. Por cierto, ¿y Alice?

Su amiga se encogió de hombros.

—Supongo que habrá ido a su casa a cambiarse o algo, ya la conoces. El caso es que estaban justo detrás de nosotros en la carretera, pero cuando cogimos el desvío para venir a casa ya no estaban allí.

Las chicas empezaron una animada conversación sobre una nueva película que se acababa de estrenar en el cine mientras que Emmett ponía al corriente a Edward sobre las novedades de la familia Cullen. Cuando pasó un rato, el extraño timbre volvió a sonar, acompañado de una risa amortiguada proveniente del lugar donde estaba Seth. Todos se sonrieron, satisfechos por su felicidad, y Rose se levantó para abrir la puerta.

Justo al segundo, un torbellino entró en la sala. Era Alice, cargada de cientos de bolsas.

—¡AQUÍ ESTA MAMÁ CLAUS! —gritó, riéndose. Dejó ruidosamente todas las bolsas en el suelo, a su alrededor—. ¡¡Hemos ido a casa para que pudiese coger vuestros regalos parisinos!!

Se pasaron alrededor de una hora abriendo paquetes, la mayoría de ropa. Todos tuvieron regalos, la mayoría ropa, excepto Seth, ya que Alice ni siquiera sabía que existía. La pobre se disculpó centenares de veces, prometiéndole que irían de compras juntos y que se llevarían todo lo que quisiera. Seth le sonrió y le dijo que entendía que no hubiese traído nada para él, que no se preocupase, y que le acompañaría junto a Edward a comprar cuando ella quisiese. Justo cuando acabó de decir eso, Alice palmoteó y abrazó a Seth fuertemente. El niño la miró asustado, pero después se lo devolvió. Su pequeño corazón estaba dejando pasar a más gente, a su nueva familia.

Bella miró abrumada su montón de ropa. Era toda preciosa, pero no veía la necesidad de que hubiese comprado esa cantidad desorbitada. El regalo que más le había gustado, con diferencia, era un antiguo cartel de Le Chat Noir, se moría de ganas por llegar a casa y colgarlo en su sala de trabajo.

Le dieron las gracias a Alice centenares de veces y se dispusieron a ver una película de las que había escogido Seth, Up, de Disney Pixar,mientras hacían tiempo para la hora de la cena.

Emmett se sentó abrazando a su Rose, y Alice se acurrucó en el regazo de Jasper. Bella los miró nerviosos, le incomodaba el hecho de no tener a nadie con quien abrazarse, como ellos. De pronto se acordó de algo importante.

—¡Ahora vengo, chicos, se me ha olvidado algo! —exclamó, dirigiéndose a la cocina, donde sacó su móvil para llamar a Mike.

—¿Bella? Llevo todo el día llamándote a casa, ¿dónde estás? —dijo un malhumorado Mike.

—Lo siento, tuve una cena familiar con los Cullen. No sé si te lo había comentado, pero Edward, el mellizo de Alice se ha venido a vivir a Nueva York, y quería que comiésemos juntos para presentarnos a su hijo —contestó rápidamente Bella, quería acabar esa conversación cuanto antes, se moría de ganas de estar de nuevo cerca de Edward.

—¿Un hijo? ¿Se ha vuelto loco o qué? Deberían haberle enseñado algo de educación sexual, para no dejar embarazada a la primera que se le cruce, ¿no? —rió, y aquel comentario molestó a Bella.

—Deja de decir estupideces Mike, Edward no ha dejado a nadie embarazada, solo ha adoptado a un niño con el que se había encariñado. Es el acto más bonito que he visto hacer a alguien, así que asegúrate de ser amable si es que aún piensas venir —refunfuñó Bella—. Yo ya estoy en casa de Rose y Emmett, no hace falta que me recojas. Te llamaba para que lo supieses.

—Ok, Bella, allí estaré a la hora de siempre. Y no te enfades conmigo, por favor. Te quiero —se despidió él.

—Hasta luego Mike —dijo ella secamente y colgó, no tenía ganas de hablar más con él. Se dirigió feliz al salón, donde estaban todos esperándola para darle al Play. Se sentó rápidamente al lado de Edward, que tenía a Seth acurrucado en su pecho. Les sonrió y acarició el pelo del pequeño, desordenándoselo aún más de lo que ya estaba. El niño automáticamente se relajó y le tendió una mano a esta, que la cogió encantada, sintiendo el calor de su cuerpo.

Vieron la película en total silencio, hasta a Emmett parecía gustarle, ya que no estaba molestando a nadie. Aunque tenía partes tristes, en las que Seth apretaba la mano de Bella, también las había graciosas, donde dejaba escapar su suave risa, embelesándolos a todos.

Bella le dirigía miradas nerviosas a Edward, el cual se daba cuenta rápidamente y se giraba, para sonreírle, encantado de que Seth se hubiese unido tanto a ella en tan poco tiempo.

Justo cuando la película acabó, Alice aplaudió desde su sitio, y es que a veces se comportaba como una auténtica niña.

—¡Genial! ¡Me ha encantado! —comentó, y era cierto, había estado muy bien—. ¿Qué tal si vamos llamando para que traigan la comida?

Todos estuvieron de acuerdo, por lo que Emmett cogió el teléfono y pidió tanto pizza, como comida china para una multitud. Fueron a poner la mesa, dejando a Bella refunfuñando en el sofá, con orden estricta de su médico para que no se moviese. Tenía los brazos cruzados, y el ceño fruncido, mientras veía a los demás ir y venir. Edward llegó con un bonito mantel y se puso a colocarlo en la mesa justo delante suya, sosteniéndole la mirada, mientras sonreía de aquella forma tan enloquecedora.

—Edward, entiende que no me gusta estarme quieta mientras los demás estáis haciendo cosas —le soltó, poniendo un puchero. Este se aproximó a ella y le dio un beso en la frente, mientras se reía suavemente. Bella estuvo a punto de desmayarse, aquello era ir más lejos de lo que jamás habría soñado, tenía su cuello a la altura de los labios, y olía de una forma deliciosa. Pensó en besarlo, morderlo, lo que fuese, pero en ese momento idílico, alguien carraspeó a sus espaldas. Molesta, giró la cabeza mientras Edward se apartaba con gesto de disculpa. Vio la fuente de aquel sonido, Mike. Estaba quieto, sin creer lo que había visto, ya que desde atrás parecía como si Edward le hubiese dado un beso en la boca a Bella.

—Mike, no pienses cosas raras, sólo me ha dado un beso en la frente porque estaba siendo pesada con querer levantarme —masculló Bella, viendo como Edward asentía a su lado—. Mike, este es Edward, el hermano de Alice. Edward, este es Mike, mi pareja —los hombres se acercaron, intercambiando una mirada que no pudo descifrar, y se dieron la mano con demasiada fuerza. Mike era alguien guapo, pero Edward lo superaba, su belleza no tenía nombre.

Alice entró con los cubiertos, revoloteando. Seth iba andando tranquilamente detrás de ella, llevando las servilletas en sus manitas. Ninguno de los dos notó la tensión que había entre los dos hombres, estaban demasiado ocupados cantando una canción que salía en una serie de dibujos animados.

—¡Ey Mike, no te había visto! —exclamó cuando se fijó en él. Se acercó a darle un pequeño abrazo, y volvió a su trabajo. El pequeño sin embargo se aproximó a Edward, mirando a Mike con temor, nadie le había hablado de aquel hombre, y parecía enfadado por algo.

—Hola campeón, ¿estás ayudando a poner la mesa? —Edward vio que tenía miedo, conocía demasiado bien esa expresión, por lo que lo cogió, y le dio un sonoro beso en la mejilla—. No tienes que asustarte Seth, es Mike, el novio de Bella —le dijo, intentando tranquilizarlo, sin embargo lo que vio en el rostro del niño no fue miedo esta vez, sino antipatía. Le sorprendió, pero decidió dejarlo pasar, seguramente habían sido alucinaciones suyas.

La comida llegó, y todos se dispusieron en los cómodos sillones de nuevo, aunque esta vez Bella tenía al lado a Mike, y no a Seth, cosa que la disgustaba profundamente y no entendía el porqué. Pusieron el capítulo veinte de la cuarta temporada, Mosbius Desings. Aquella serie era demasiado, siempre los hacía reír hasta la saciedad. Emmett solía repetir una y otra vez Barney Stinson era como una referencia para él, que era una especie de Dios al que rendirle culto. Siempre tenían la misma discusión, cada uno tenía un personaje favorito y lo defendía con uñas y dientes.

—Vale que Barney es gracioso, pero trata a las mujeres fatal. El mejor sin duda es Marshall, tan grandullón y adorable —le dijo Rosalie a los demás. Obviamente tenía tendencias hacia los hombres grandes, solo había que mirar a Emmett.

—No, no, Lily es la mejor, ¡me encanta como viste! Es tan graciosa y carismática… —todos sabían que Alice había elegido a ese personaje porque era como la viva imagen de ella.

—Para nada, Ted es insuperable. Tierno y considerado, sin miedo a mostrar sus sentimientos… —suspiró Bella, que realmente ansiaba encontrar a un hombre así. Vio como Edward levantaba una ceja, sin mirarla directamente, y sonreía.

La noche transcurrió sin sobresaltos, Seth se quedó dormido viendo el tercer capítulo, no entendía ese tipo de humor aún. Bella no podía parar de mirar como Edward lo acunaba y le depositaba suaves besos en la cabeza de vez en cuando, nadie que viese esa escena dudaría que fuesen padre e hijo. Edward la miró, mientras daba uno de sus besos, traspasándola con esos ojos del color de las esmeraldas que tenía. Bella sintió como cada centímetro de su cuerpo ardía. Necesitaba levantarse, dirigirse a ese hombre y besarlo apasionadamente. Había un fuego desconocido dentro de su cuerpo, que se iba expandiendo poco a poco, hasta llegar a sus extremidades. Sabía que estaba a punto de hacer algo estúpido, por lo que se concentró en mirar a Mike, que le estaba contando algo que parecía interesarle solo a él, ya que ella estaba demasiado ocupada en sus pensamientos.

Habían tenido un largo día y las consecuencias estaban llegando, Alice, recostada sobre Jasper, se estaba quedando dormida, al igual que Rose. Bella tenía demasiadas cosas en la cabeza como para ocuparse del sueño, pero aún así, sabía que era tarde.

—Creo que me voy a ir a casa ya, mañana me va a costar hacer algo durante el día después del cansancio de hoy —bromeó mientras intentaba levantarse. Mike le cogió la mano y la ayudó, después buscó sus muletas y su bolso, cuando quería, podía ser todo un caballero—. Me lo he pasado muy bien, me parece que ha sido uno de los mejores viernes de la historia. Pero claramente, no supera a aquel en el que jugamos a Verdad, Atrevimiento o Beso y Emmett y Jasper tuvieron que disfrazarse de las Spice Girls para bailar y cantar una de sus canciones.

Aún estando enormemente cansados, todos rieron ante aquel recuerdo tan feliz y vergonzoso.

—Yo también opino que es hora de irse, Seth debería dormir en una cama, le va a doler el cuello mañana —sonrió Edward, incorporándose sin soltar a su hijo—. Bella, ¿te vienes con nosotros no? Creo que sé dónde vives- añadió de broma, y ella le asintió, sonriéndole.

—Un momento, Bella yo también puedo llevarte. Además, me gustaría que pasáramos un rato a solas, hace mucho que no podemos, entre una cosa y otra —dijo Mike, haciendo que Bella se desilusionara. No tenía ganas de ir con él, si eso significaba perder una oportunidad de estar con su Edward. Sin embargo, sabía que su novio tenía razón, por lo que decidió hacer las cosas bien.

—Tienes razón, Mike. Edward, tendrá que ser otro día, aún nos quedan muchos viernes —le miró, como pidiéndole disculpa, el chico estaba rígido, y solo asintió con la cabeza.

Entre todos consiguieron bajar los regalos de Alice y meterlos en sus respectivos coches, y como hacía bastante frío se despidieron rápidamente, ansiosos de meterse en el interior de los automóviles.

Mike condujo justo detrás de Edward, lo que no ayudó a que Bella pudiese pensar en otra cosa que no fuese él, ya que desde su asiento podía ver perfectamente su cabello broncíneo brillar bajo las luces de la ciudad.

—Bella, hoy estas muy pensativa, ¿pasa algo? —preguntó Mike, que parecía no darse cuenta de nada.

—No, no te preocupes —susurró, incapaz de apartar la mirada del espejo retrovisor de Edward. Sabía que él estaba usándolo para mirarla, y aunque no podía entender el porqué, no pensaba romper esa unión visual tan sobrecogedora.

—¿Por qué Cullen va en dirección a tu casa? —Mike no podía evitar impregnar cada palabra de odio, cosa que Bella era incapaz de comprender, para ella Edward era el ser más encantador de la Tierra.

—Pues porque vive ahí, justo en el piso de delante de mi casa —le respondió distraída, y no vio como la cara de Mike se ponía roja de la furia.

—Así que vive cerca eh, qué interesante… —masculló, enfadado.

No hablaron más en todo el camino, ya que tampoco tenían nada que decirse. Entraron los cuatro, Mike, Bella, y Edward, que llevaba a Seth en brazos en el ascensor. Fue el momento más tenso que la vida de Bella, no lograba comprender que ocurría entre ellos, pero la violencia era palpable.

Llegaron a su planta, y antes de meterse en su casa, Edward se acercó a Bella y le deseó buenas noches al oído, dándole un beso en la mejilla. Mike corrió hacia ellos y empujó a la chica para que se apartase, consiguiendo que perdiese el equilibrio y que se hubiese desplomado en el suelo si uno de los fuertes brazos de Edward no la hubiese sujetado a tiempo.

—¿Qué pretendes hacer, idiota? —le recriminó a Mike con furia en sus ojos—. Por si no te has dado cuenta tiene el tobillo mal, podría haberse hecho más daño y se lo tendría que haber enyesado.

—¿Tendría? ¿Por qué tendrías que ser tú el que se lo hiciese? Tenía entendido que solo tratabas con niños, Cullen —masculló Mike, que podía ser muy desagradable cuando quería.

—Sí, soy pediatra, pero también puedo ser el médico de Bella, si ella me lo permite. Buenas noches de nuevo Bella, te veré mañana —se dio la vuelta y se metió en su casa, usando toda su elegancia innata.

Mikel bufó y entró en el piso de Bella, seguido de esta.

—Lo siento cariño, pero ese tipo me pone nervioso. No quería hacerte daño, ¿me perdonarás, verdad? —le murmuró, mientras la abrazaba y le llenaba la cara de besos.

—Sí Mike, pero aprende a comportarte, no había hecho nada malo- le susurró Bella. El chico la cogió en brazos y la llevó hasta su habitación, depositándola suavemente en la cama. Se puso encima de ella, quitándose antes la chaqueta y empezó a besarle lentamente el cuello. Bella se movió un poco, incómoda. No le apetecía hacer eso ahora, pero entendía a Mike, hacía semanas que no habían estado unidos de una forma física, y en el fondo era un hombre. Ambos habían tenido demasiadas preocupaciones, por lo que decidió disfrutar del momento. Cerró los ojos y dejó que él hiciese todo el trabajo, se sentía cansada, el pie le dolía y no tenía fuerzas para moverse.

Despacio, el joven le fue quitando la ropa, acariciando cada trozo de piel que veía y haciendo que Bella olvidase la mayoría de los pensamientos que le provocaban dolor de cabeza. Él la besaba apasionadamente, ella simplemente se dejaba, ya que como humana que era, disfrutaba del sexo, aunque no fuese con quien quería. Intentó alejar esto de su mente, pero como no lo conseguía decidió distraerse besando el cuello y el pecho de Mike. Todo eran caricias y besos, pero no suaves, todo tenía un matiz salvaje que no era del estilo de Bella, pero que lo dejó pasar, no se sentía con ganas de nada, solo quería olvidar. Mientras él le quitaba la ropa interior, se dedicó a mirar su cuerpo. Definitivamente Mike no estaba nada mal, tantas horas en el gimnasio habían ayudado a que su delgado cuerpo cogiese forma, un trabajo que al principio parecía imposible. Bella suspiró de placer cuando él entró en ella, rápidamente. Empezaron a moverse al compás, durante unos cuantos minutos, cada vez con más fuerza y más velocidad. Bella notó como él arqueó la espalda, en señal de que estaba a punto de llegar al clímax, justo igual que ella. Mike empezó a jadear más fuerte, y Bella se apretó más, y justo en el momento en el que estaba teniendo el orgasmo, ocurrió.

—Oh Dios… Edward… —gimió, mientras aquella ola de adrenalina se expandía por todo su cuerpo. Mike paró en seco, con cara de horror, causando que Bella chillase, inconforme de que hubiesen cesado las continuas penetraciones justo en ese momento. No se había dado cuenta de lo que había dicho, estaba tan metida en sus sensaciones que no había recordado mantener su malvada mente a raya. Cuando cayó en lo que acababa de pasar, se tapó la boca con las manos, horrorizada.

—¿Qué acabas de decir? —Bella no contestó, estaba en auténtico estado de shock. Mike se separó totalmente de ella y la zarandeó—. ¡BELLA TE ESTOY HABLANDO! ¿¿Qué coño acabas de decir??

Estaba fuera de sí, Bella sabía que la habría golpeado si fuese un hombre, “Y con motivos” pensó, sin creerse lo que acababa de ocurrir. Mike saltó de la cama, poniéndose rápidamente la ropa. Ella lo imitó, se puso un camisón que guardaba debajo de la almohada y se levantó, apoyándose en la pared.

—Mike, yo… Lo si-siento, no sé qué ha pasado… —susurró, con los ojos llenos de lágrimas. Odiaba a su mente, siempre le jugaba malas pasadas cuando decidía dejarse llevar por sus emociones.

—¿¿CÓMO QUE NO SABES QUE HA PASADO?? —le gritó, con la cara llena de furia—. PUES TE LO DIRÉ YO, BELLA, ¡¡ACABAS DE GEMIR EL NOMBRE DE TU VECINITO MIENTRAS HACÍAS EL AMOR CONMIGO!! ¿ES NORMAL ESO EN TU MUNDO? ¡¡PORQUE EN EL MÍO NO!!

Bella no sabía qué hacer, no quería perder a Mike, necesitaba ese apoyo sentimental. Aunque no fuese de él de quien lo quisiera, por lo menos tenía a alguien. Era algo egoísta, pero a Bella le aterraba sentirse sola.

—Mike lo siento, no estaba pensando en nada, simplemente… Simplemente lo dije, ha sido un shock que volviese, y se me habrá venido a la boca inconscientemente —balbuceó, inventándose escusas.

—Bella las cosas no funcionan así. Entiendo que me sueltes su nombre en vez de el mío mientras tenemos una conversación normal, pero ¿mientras practicamos sexo? —no paraba de dar vueltas por la habitación, vociferando. De pronto, se puso delante de ella y le cogió la cara para que le mirase fijamente—. ¿Qué pasa, que no soy suficientemente bueno para ti? ¿Necesitas a un modelo rico con un título de Medicina y que vaya adoptando a niños indefensos para estar contenta? ¡Pensé que yo era todo lo que querías Bella! ¡Que estabas feliz conmigo!

A Bella le hirvió la sangre.

—Primero, ni se te ocurra volver a decirme que a mí me gustan las personas por su dinero o su físico. Segundo, no vuelvas a mencionar a Seth, no tienes ni idea de todo lo que ha pasado, es más valiente que tu y que yo juntos, así que procura tener la boca cerrada si no quieres que te la cierre yo con una patada. Y por último, ¡por el amor de Dios, Mike, nuestra relación no va más allá de esto! Nos besamos, nos vemos en el trabajo y hacemos el amor de vez en cuando. ¡Ya está! Mike, nunca me escuchas. Preguntas qué tal, pero no te acuerdas de lo que te digo, ¡tengo la sensación de que ni siquiera me conoces y eso que llevamos años saliendo! —Bella gritaba, mientras las lágrimas le surcaban la cara.

—Es todo por él, ¿verdad? Lo supe en el primer momento, desde que vi como te miraba. ¿Os habéis liado ya? —exclamó él, dando un fuerte puñetazo en la cama, haciendo que Bella se encogiese del miedo.

—¡Deja ya de pensar que Edward tiene la culpa de todo esto! Nuestra relación estaba muerta mucho antes de que él apareciese, ¡¡y lo que más te molesta es que lo sabes!! Y para que te enteres, ni estamos liados, ni me mira de ninguna forma, sólo como amiga —le chilló, moviendo los brazos por encima de ella.

—Entonces ¿qué pasa Bella? Sé que lo deseas, no hay otra explicación para lo que acaba de pasar —señaló con la cabeza la cama, mientras ponía una mueca de desagrado—. ¿Acaso lo que quieres es formar una familia? ¿Te parece sexy el papel de padre entregado al amor de su hijo? ¡Yo también te puedo —MICHAEL NEWTON, ¿¿CÓMO PUEDES DECIR SEMEJANTES TONTERÍAS?? ¡¡Entérate, las mujeres no quieren tener hijos porque ven sexys a sus maridos con ellos!! ¡Y Seth es de Edward de verdad! ¡¡Un padre es quien cría, no quien pone el esperma! —inspiró, buscando la calma, y entonces se dio cuenta. Tambaleándose, volvió a sentarse en la cama, escondiendo la cabeza entre sus manos—. Mike, yo no quiero tener hijos contigo. No después de estas cosas que me has dicho. Creo que necesitamos un tiempo. Yo lo necesito.

Mike la miró con cara de repugnancia, se dio la vuelta y se marchó, cerrando la puerta principal de un fuerte portazo, que hizo que Bella se estremeciese. Sin poderlo evitar, se echó para atrás, y comenzó a llorar, con el corazón partido. Mike era importante en su mundo, puede que no fuese el amor de su vida, pero sí su pareja más estable hasta el momento, con el que había compartido cosas tan importantes como su primera vez. Se sentía vacía, le había vuelto a hacer mucho daño, y tenía el presentimiento de que esta vez no se arreglaría tan fácil. De hecho, tampoco sabía si quería que se arreglara. No podía detener sus lágrimas, había sufrido una pérdida y sabía que lo que tenía que hacer era desahogarse, y después pensaría con claridad.

Estaba sumida en su desgracia, cuando notó que una fría mano, de suave tacto le acariciaba el pelo. Confundida y asustada, se incorporó rápidamente, y se encontró a Edward sentado a su lado, sonriéndole tristemente. Su corazón se hizo más pequeño al verlo, y una nueva tanda de lágrimas surgió, dejando que este la consolara, mientras la acunaba en sus estables brazos. Cuando los sollozos de Bella se apagaron, él la apretó aún más contra su pecho.

—Bella cielo, no sé qué es lo que ha ocurrido, pero si te ha puesto una mano encima solo tienes que decírmelo —le susurró, mientras la mecía.

Bella negó con la cabeza y levantó la mirada, para encontrar sus ojos, que en ese momento se encontraban llenos de tristeza.

—No, no ha sido eso. Es sólo que… Bueno, que le he pedido tiempo —y nada más decir esto, volvió a romper en lágrimas.

—¿Pero si has sido tú la que se lo ha pedido, por qué lloras? —preguntó, algo confuso.

—Por un poco de todo. Por las cosas sin sentido que hemos dicho, porque soy yo quien ha provocado todo esto, porque ahora voy a quedarme sola… —contó ella, hipando.

Edward llenó la habitación con su melodiosa risa.

—Bella, tú nunca vas a estar sola. Tienes a mis hermanos, a Rose y a Jasper, a mis padres… Incluso Seth te aprecia mucho ya —calló y le dio un beso en la frente, acelerando el corazón de Bella—. Y por supuesto, me tienes a siempre que quieras.

—Gracias —susurró, incapaz de pronunciar nada más.

Pasaron un rato más abrazados, sin hablar, disfrutando de la compañía del otro.

—Bella, lo siento mucho, pero tengo que ir a casa. No me gustaría que Seth se levase y se asustase al ver que está solo —le comentó Edward, y al ver como Bella gruñía, desconforme, añadió algo nervioso—. Si quieres puedes venir conmigo. No tengo sueño, podemos hablar todo el rato que desees —Bella asintió, conforme con aquel plan. Edward la ayudó a levantarse y la cogió en brazos, como si pesase lo mismo que Seth. Recorrió la casa, y cuando estuvo fuera de esta Bella alargó un brazo para cerrarla. Entraron en el piso de él, que era precioso, muy al estilo Cullen. Edward la condujo hasta su propia habitación y la recostó contra los cojines de su mullida cama, sentándose después a su lado.

—¿Quieres contarme qué ha pasado exactamente? Estaba leyendo un libro en el salón y oí gritos procedentes de tu casa. Me asusté y miré por la mirilla, pero no había nadie. En ese momento salió él y cerró la puerta fuertemente, como queriendo hacer todo el ruido posible. Tras eso, tiró estas llaves al suelo —se las sacó del bolsillo del pantalón para enseñárselas a Bella, la cual comprobó que eran las copias que le había dado hace años a Mike para que fuese a verla cada vez que quisiera— y se fue, corriendo escaleras abajo. Me pareció bastante estúpido que tirase las llaves, cualquiera podría ir, cogerlas y entrar en tu casa, por lo que decidí salir y recogerlas. Y lo siento, no pude evitar entrar, necesitaba comprobar que estabas bien. Entonces fue cuando te vi llorando.

Bella le sonrió a duras penas, agradecida por todo lo que había hecho.

—Edward, no me apetece hablar más del tema. Ha sido horrible, pero ya ha pasado. Muchas, muchísimas gracias por estar conmigo. Odio estar sola cuando me pongo tan tonta, necesito un hombro en el que llorar, sino me deprimo aún más —le dijo, mirándose las manos.

—Tonta Bella, no me gusta verte llorar, pero como sé que es inútil decirte que no lo hagas, prefiero gastar mis ruegos pidiéndote que recurras a mí cada vez que necesites ese hombro. Estaré encantado de consolarte y ayudarte en todo lo que pueda —le dio un apretón de manos, para que sus palabras tuviesen más fuerza—. Ahora, estaría bien que intentases dormir, ¿no crees? Ha sido un día bastante largo, y te mereces un descanso. Además, veo que traes ya el pijama —añadió, intentando bromear, pero a Bella no se le escapó el hecho de que se había sonrojado levemente. Confusa, se miró y descubrió el por qué de aquel sonrojo. Se había puesto uno de los camisones de Victoria´s Secret que Alice le había regalado, el cual era de un material algo transparente. Sólo pudo aumentar su vergüenza el hecho de no llevar ropa interior, lo que la dejaba de cintura para arriba prácticamente desnuda. Gimió, tapándose la cara con un cojín, aquel era el momento más vergonzoso de su vida.

—Tranquila, no he mirado nada, de verdad —dijo Edward, haciendo un gran esfuerzo por no reírse. Bella le dirigió una mirada incrédula y él se pasó la mano por el pelo, muy nervioso—. Bueno solo una vez, y fue cuando me di cuenta de lo que llevabas. Pero desde entonces ni una, te lo juro —Bella lo creyó inmediatamente, aunque estaba segura de que no era el comportamiento normal en un chico de su edad—. Voy a dejarte tranquila, para que puedas dormirte —le acarició la mejilla y se levantó, dispuesto a marcharse, cuando la temblorosa voz de Bella hizo que se girara.

—Edward, ¿podrías quedarte a dormir conmigo? —susurró, con la cara roja—. No quiero estar sola, no podría dormir.

—¿Estás segura de que es eso lo que quieres? —preguntó él levantando una ceja. Temblorosa asintió y sonrió—. Entonces no hay más que hablar, voy a ponerme el pijama y ahora vengo.

Se dirigió a un gran armario, del que sacó algo que Bella supuso que sería su ropa de dormir, y se encaminó a una puerta que había dentro del dormitorio, lo que esta supuso que sería un cuarto de baño. Se acomodó en la cama, echándose las mantas por encima para tapar su vergonzoso camisón. Escuchó el agua del grifo correr y a Edward moviéndose de un lado para otro. Estaba muy nerviosa, no podía creer su suerte: se encontraba en la mismísima cama de Edward Cullen. Hundió la cabeza entre las almohadas y comprobó que olían a él, sonriendo dejó que aquel aroma se apoderase de su cuerpo. Debía de parecer que estaba loca, porque Edward, que acababa de aparecer, en su pijama de rayas azules, le miró divertido.

—¿Qué es lo que tienen mis almohadas que te hacen sonreír? —preguntó, mientras se metía en la cama al lado de ella, a una distancia prudente.

—Nada, estaba en mi mundo, es algo bastante habitual en mí, ya verás —susurró ella, mintiendo descaradamente. Edward se rió suavemente y se acercó más a ella, rodeándola con sus brazos—. Gracias —musitó, y cerró los ojos, apoyada contra su definido pecho, pensando que aquel olor tan maravilloso y masculino iba a conseguir que la tuviesen que ingresar en un psiquiátrico, estaba segura.

Con una sonrisa tonta, se quedó dormida, apretando a Edward como si tuviese miedo de que se fuese. Este la miró atentamente mientras descansaba. Estaba tan guapa y tan serena que no podía evitar examinar su cara centímetro a centímetro. Una sensación totalmente desconocida se estaba apoderando lentamente de él. No tenía palabras para describirlo, simplemente era una necesidad el tener a Bella entre sus brazos. Desde el primer día en el que la vio los sentimientos habían ido cambiando. En el hospital, sintió miedo, miedo de que hubiese cambiado, pero también atracción física. Los días después, en los cuales no la había visto se sentía nervioso. Cuando desayunó con ella, notó como un cosquilleo se expandía por su barriga, haciéndole feliz. En el McDonald´s fue ella quien, con su mirada chocolate, le dio ánimos a seguir hacia delante con la historia, y esa tarde… Simplemente había sido mágica, con ella al lado todo el tiempo, besando su suave piel, hasta que llegó el capullo ese que tenía por novio y se había interpuesto entre ellos. Y por último, esa misma noche, donde lo único que tenía era necesidad de ella. Intentó ahuyentar esos pensamientos, que no eran nada caballerosos, pero es que haberla visto casi desnuda había despertado un monstruo en su interior que no conocía. Bella se movió ligeramente, abriendo un centímetro los labios, y Edward pensó que era lo más apetitoso que había visto en su vida.

—No, no, no me hace falta un vestido de noche Alice, ya tengo cientos —susurró ella, haciendo que Edward pegase un respingo. “Así que hablas en sueños… Esto puede ser interesante” pensó, sonriendo maliciosamente. Pasó un rato hasta que Bella volvió a hablar, y esta vez parecía feliz.

—Oh, siempre he querido un poni azul. Muchas gracias, pero creo que me voy a caer… —dijo mientras sonreía tontamente. Edward rió, no conocía a nadie tan especial como aquella chica. Estuvo inmóvil durante un largo rato, esperando a que dijese algo más, pero parecía que no iba a ser así. Bufó, descontento, y se acomodó, con la intención de dormir algo.

—¿Rose, es que a Edward no le duele ser tan sexy? No puede ser humano —murmuró, y sin perder su cara de felicidad se apretujó más a Edward, que estaba atónito por lo que acababa de escuchar. La chica respiró fuertemente y añadió al cabo de unos segundos—. Y huele tan bien… Mejor, mucho mejor que sus almohadas…

Edward estaba como en estado de coma. No procesaba bien toda la información, era imposible que aquella mujer lo considerase sexy, o que pensase que no era humano. Siempre había tenido a muchas chicas detrás, pero jamás se había considerado algo más que simplemente agraciado. Y aquí estaba Bella, confirmándole entre sueños sus más profundos pensamientos. “Antes estaba con la cabeza metida en las almohadas, pero es imposible que fuese para olerlas. Eso significaría que le atraigo, y obviamente no es así, será que está confundida con todo lo que le ha pasado con su novio. Sí, seguro que es eso.” Edward le dio vueltas y vueltas a aquel asunto, hasta que al final el cuerpo venció a la mente y se quedó profundamente dormido, embriagado por la fragancia a fresas que provenía del pelo de Bella.

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Ja chanchachan me ha encantado este capi..rei como nadie..y mas cuando bella se equivoca...Dios asi se hgiere el ego de cualquiera YeaHHH!!!! comenten nenas besos