Entre dos tierras

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Capitulo 60.- Derecho reservado

René pov.

-así que ¿eres feliz?- pregunte apenas me soltó, una lagrima corría por su mejilla, la quite de inmediato, era su día, no debía llorar.

-ahora que estas aquí sí, mucho, tengo que pedirte perdón por haberme…- calle sus disculpas no las necesitaba, verla viva era más que suficiente y mucho más de lo que nunca pensé que obtendría después del infierno que vivimos con su desaparición.

Verla caminar de blanco del brazo de Charlie lo compensaba todo.

-no es necesario, tu padre y tu esposo ya me contaron todo, absolutamente todo, aun no sé cómo ocultárselo  a Phil pero encontrare la manera-

-no tienes que hacerlo, creo que puedo conseguir que lo autoricen después de todo es parte de mi familia, ¿Cómo…?. Edward. El te trajo ¿cierto?- pregunto mirando por la ventana, hacia él, quien platicaba con una chica de cabello corto, la abrazaba fuertemente, mientras una rubia despampanante se unía al abrazo.

-sí, hace una semana me llamo tu padre para decirme que me invitaba a una boda, que me gustaría estar presente y como Phil está de gira pues no vi motivos para negarme, llegue hace tres días y la primera noche, apareció él, - apunte hacia afuera- me dijo que estabas vivía, me enseño una foto y me conto a grandes rasgos como cambiaste- escogí la palabra cuidadosamente, aun me parecía de locos la existencia de Vampiros y lobos -me hizo jurar que no trataría de verte antes, dijo que sería una sorpresa para ti, lo pido tan amablemente y con una sonrisa tan…-

-¿torcida?- pregunto mientras se reía.

-sí, esa es la palabra-

-Bella amor, es hora de salir, la recepción esta lista- nos interrumpió un chico rubio muy atractivo.

-Jasper, ella es René, mi madre, mama él es Jasper uno de mis hermanos - me estrecho la mano justo cuando entraban todos los demás, seguidos de Edward.

-Emmet, Rosalie, Alice, ella es mi madre biológica- hizo la distinción y por un momento no entendí porque, era obvio que yo era su madre.

Entonces entro la mujer que me llevara hasta allí un rato antes.

-Hola yo soy Esme Cullen y mi esposo Carlisle- me sonrió mientras se presentaba a sí misma y al hombre extremadamente guapo a su lado.

Entonces entendí el porqué de la especificación. Sus nombres aparecían en la invitación.

“Carlisle y Esme Cullen le invitan a la ceremonia civil con motivo de las nupcias de sus hijos Bella y Edward, en….”

-Cariño debemos salir y empezar la fiesta o pensaran que se han fugado- decía con voz suave la mujer dirigiéndose a Bella amorosamente.

-hum, ¿no podríamos de verdad irnos?-  pregunto Edward.

-Cullen ni se te ocurra desaparecer, ninguno de ustedes, ya les perdone que faltaran a su promesa- termino en tono severo pero mostrando cuanto los amaba.

-¿lo sabías?- pregunto mi hija, mientras los demás salían sin hacer ruido y amablemente Carlisle me ofrecía su brazo.

-es momento de darles privacidad, vamos René, te llevo con Charlie, ya tendrás tiempo de ponerte al día con Bella, hum, cuando regresen de su viaje- me explicaba mientras salimos.

El lugar estaba realmente hermoso, techado e iluminado con series de luces blancas y cortinas de las mismas. Parecía una cascada. Las mesas muy bien servidas, mi hija estaba en medio de una familia poderosa, al menos era la boda de sus sueños.

Me gire al ver una cara conocida. Era Ty, acompañado de una joven muy hermosa y muy embarazada.

Bella pov.

-cariño hay pocas cosas que yo no sé y esta no fue una de ellas, aunque agradezco que se hayan contenido por tanto tiempo y debo decirles que fueron los únicos, en la primera boda de Rosalie, de plano se escaparon, regresaron el mismo día de la boda y apenas termino la ceremonia como tal desaparecieron de nuevo-

-tardaron 10 años en regresar- interrumpió Edward.

-y Alice ni se diga, ello jamás se han casado, no como ustedes en todo caso, ellos solo se pierden por años- termino Esme.

Genial, esta noche sería larga. Al menos todos a los que amaban estaban aquí. La música empezó a sonar a fuera.

-es nuestras señal para aparecer, ven baila conmigo esposa-

-será un placer, esposo-

-esto no, el placer vendrá después, en cuanto encuentre la manera de desaparecernos-

-ni lo pienses Edward- respondió Alice en idioma vampiro, todos lo pudimos escuchar.

Bailamos por una hora antes que los demás nos separaran, Emmet fue el primero, apenas me toco, me levanto con la delicadeza de siempre.

-estas increíblemente hermosa enana, en el minuto que te haga sufrir lo machaco a palos, te amo Bella- me miraba con ojos de perrito abandonado, lo que me hizo llorar.

Me abrace a él como si la vida se me fuera, era chistoso ver al mastodonte de mi hermano apretándome y a mi apenas una espiga pegada a él.

-es mi turno oso, quiétate - reclamaba Jasper después de dos canciones.

Edward escuchaba la letanía de Rosalie y después de Alice de cómo lo harían polvo de vampiro si me hacía sufrir de nuevo, mi pobre esposo solo asentía solemnemente, sabiendo que sí se atreverían. Y por supuesto felicitándolo al final lo abrazaban.

-Bella, gracias, por todo, me has enseñado más de lo que jamás pensé, la vida definitivamente no la veo igual, eres lo mejor que le pudo pasar a esta familia, a Edward. Sabes que te amo hermanita- abrazándome fuertemente.

Sus palabras me estaban haciendo llorar mucho.

-Alice te matara si el maquillaje se me arruina, ¿por qué me dicen esto? no me estoy yendo, después del viaje regresaremos, vas a soportarme toda tu existencia, a menos que salgas corriendo-

-pero ya no es lo mismo Bella, es mi turno- decía Carlisle mientras Alice dejaba espacio para Esme en brazos de Edward.

Mi esposo me miro sonriendo. La letanía continuaría.

-claro que es lo mismo, sigo siendo yo, solo que oficialmente... ya sabes -

-sí, pero ya no serás la hija, ahora eres la esposa, quizá con la convivencia no puedas notar la diferencia o dentro de la familia directa, pero con los demás, sí. Y al menos durante la primera mitad del siglo serás conocida y recordada por los humanos aquí presentes como la esposa de Edward, en un siglo, si deciden o no hacer otra boda humana ya será otra cosa, lo entenderás después, Eleazar quiere platicar con ustedes al terminar la recepción. Y creo que ya se me acabo el turno- al tiempo que otros vampiros y humanos pasaban a bailar con nosotros.

-Ty, me da gusto que pudieran venir, Martha esta por reventar en cualquier minuto- dije mirando a Edward.

La abrazaba con toda delicadeza, mientras preguntaba por el sexo del bebe, un varón. Su mente viajo rápido. Por un minuto se lamento de mi decisión, solo duro un minuto, me miro sonriendo sinceramente. Ya no le importaba.

- “te tengo a ti”- pensó para mi.

-sí, no tardáremos mucho, se cansa con facilidad… gracias por dejarme formar parte de esto Bella, sé que de habernos casado habríamos sido muy felices, pero jamás como lo somos ahora- respondió besando mi frente.

Asentí sabiendo que la razón estaba de su lado. Mirar a su esposa y brillar de esa manera era algo que jamás habría pasado de estar conmigo.

Así cada amigo ahí presente me felicito. Jessica no quería soltarlo, de verdad le gustaba mi esposo. Hum y ¿a quién no? Al cabo de un rato más, regrese a los brazos de Edward.

-gracias por invitar a mis amigos, pensé que ni te acordarías de ellos- mire hacia la mesa que compartían con Ty y su esposa.

-no me olvide de ninguno, pero obviamente Ben no vendría- respondió recordando el altercado con él.

-no hace falta, mis verdaderos amigos están aquí- respondí justo antes de besarlo, tratamos de no perdernos en la sensación pero fue maratónicamente imposible.

El ruido nada discreto de Emmet aclarándose la garganta nos indico que éramos los únicos en la pista. Nos reímos.

La noche paso sin problema, los humanos fueron retirándose poco a poco, para las tres de la mañana solo vampiros y mis padres quedábamos. Charlie y René se quedaron en mi recamara, ya que nosotros no dormiríamos, la celebración de vampiros apenas estaba empezando.

-vamos, quiero cambiarme de ropa, presiento que las Bromas de Emmet acabaran con mi vestido. ¿Puedes ayudarme con esto?- señale el broche de arriba el cual para nada necesitaba trabajo.

-¿la piedra junto al rio?- pregunto recordando que mis padres estaban en mi recamara y que con tantos  vampiros sería imposible hacer algo en casa.

-si- respondí mientras corríamos a toda velocidad hacia nuestro lugar favorito, nadie nos detuvo, si nos vieron fingieron no hacerlo.

Todos menos Emmet.

-¡¡¡no vayan a romper la piedra, es parte del paisaje!!!- nos grito al tomar el sendero del bosque.

-lo matare al regresar….- suspiro Edward.

-si no lo mato yo primero- respondí antes de besarlo.

El sol nos sorprendió amándonos todavía…

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Lamento nenas haber tardado tanto en subir, esta semanas pasadas han sido difíciles para esta servidora, pero ya esta aqui el capi de la semana pasada XD saludos,