lunes, 30 de mayo de 2011

Robert Pattinson*-*

"Las prefiero castañas"

¿Sabias que... Kristen fue la más emotiva al momento de terminar la grabación?

Fuente LunaNuevaMeyer

Taylor Lautner habló sobre la película "Breaking Dawn" en el programa de Jimmy Kimmel ayer por la noche y reveló quién fue la persona que se alteró más cuando estaban a punto de terminar con la filmación. Y nos sorprendió mucho escuchar que esa persona fue.......Kristen Stewart. ¿De verdad? ¿DE VERDAD? De todas las mujeres en el set ella es quizá la menos femenina, no nos imaginamos verla con lágrimas recorriendo sus mejillas...

Pensamos que sería...no sé... Robert Pattinson.

Al platicar sobre el final de Twilight: Breaking Dawn, Taylor dijo, "Es muy extraño, literalmente hemos estado filmando estas películas por los últimos tres o cuatros años. Es extraño pensar que ya no voy a regresar y que no seré Jacob Black nunca más."

Jimmy le preguntó si alguien lloró, a lo cual él respondió, "Yo estaba muy alterado, pero creo que la que más nos sorprendió fue Kristen."

Aparentemente, Kristen tampoco pensaba que se pondría emotivo.

Taylor explicó, "Yo lo predije desde el inicio, ahorita estamos muy contentos y bromeando que no nos afectará pero cuando el día llegue estaremos tristes cuando esto termine y ellos me decían ahhh siiiiii [sarcásticamente] pero en el último día, sí nos pusimos emotivos."


Ya ves, Kristen, sabíamos que amabas a Twilight. O quizá solo esté triste porque ya no le pagarán por besar a su novio.

¡Taylor en Abudiction!


Baby! *-*... Había olvidado lo reconfortante que es buscar noticias y encontrar fotos sexys de por medio xD

Destino ¿sueño o realidad?



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Capitulo 18

Contigo

Bella

Nos quedamos en la cama desnudos, abrazados, no quería separarme de Edward, estaba en estos momentos, dentro de una burbuja, era la mejor fantasía que había tenido, hasta parecía real y si salía de allí, se podría desvanecer en el aire, y la dura realidad golpearía mi cara sin compasión.

Bella, quiero que hablemos _me dijo_

Si, ya sé que debemos hacerlo _le conteste_

Hace un rato dijiste que te sentías liberada, que te había salvado de ti y tus miedos a que te referías _pregunto_

Es largo de contar _le afirme_

Tengo todo el tiempo del mundo para ti _me contradijo_

Todo comenzó con mi divorcio.

Hace cuanto tiempo fue _me interrumpió_

Cuatro años _dije_

Cuanto tiempo estuviste casada y por que fue la separación _pregunto_

Estuve siete años casada, me separe porque se volvió muy posesivo y celoso _conteste_

Y a ti te gusta la libertad _afirmo_ al fin y al cabo, creo que eras muy joven, tenias 21 cuando te casaste, ¿cierto?

No, simplemente nunca di motivos para ello, no sé si fue su inseguridad por su edad o una enfermedad, los celos enfermizos lo son, pero después de dos años con tanta presión no pude más y sí, me case estudiando en la universidad en Inglaterra, era muy joven, acababa de cumplir 21 y confundí muchas cosas.

Qué edad tenía él, y que tiene que ver eso con lo que me dijiste sobre la liberación y los miedos.

El era 20 años mayor que yo, ahora ha de tener 52 _le conteste_ y para mi es simple, Edward, como no sentir libertad después de casi tres años de exilio forzoso que al final se convirtió en mi estilo de vida, en que mi vida la viví, a través de mis cuentos, era la única salida que le veía, la fantasía y los sueños; tenía miedo de la gente, miedo de regresar a mi país, a mis amigos, miedo de seguir cerca de mi familia, miedo por mi vida.

Que te paso, que te hicieron, ¿por qué te exiliaste? _dijo sosteniendo mi rostro a sus ojos, cuando una lagrima salía por los míos

Sabes creo entender un poco lo de tus fans y lo que tú sientes con la persecución de los medios, es algo diferente, pero muy parecido también _le dije tratando de explicarle_ esto es algo que no sabe nadie aparte de mis padres; después del divorcio, la persecución y el acoso de mi ex, fue escalofriante, casi me lleva a la locura, me cambie de estado varias veces, inicie una nueva etapa en mi carrera enseñando en diferentes universidades y hasta escuelas, mis padres se tuvieron que mudar en repetidas ocasiones, me buscaba y me encontraba como fuera, no tenia teléfono en mi casa, a donde me mudaba colocaba circuitos de alarmas costosísimos, nada valía, me acosaba en mis trabajos, aparecían él o sus empleados en mi casa y tenía que dejar todo tirado, mis cosas, opte por alquilar amoblados, y cargar solo lo personal y unas pocas cosas que pudiera cargar en dos cajas a lo sumo, me aleje de mis amigos, hackeaba mis cuentas de correo electrónico, la de facebook y las de ellos para ubicarme, Edward eso estaba a punto de llevarme a la esquizofrenia, tenia delirio de persecución, yo no podía ir ni al súper a comprar víveres, si los pedía a domicilio no quería abrir la puerta, no me alimentaba bien, no dormía, todas esas mudanzas, todas esas camas diferentes me causaban pesadillas, vivía medicada, una para dormir, otra para despertar, otra para la ansiedad, otra para el apetito, busque ayuda profesional y esta psiquiatra me recomendó rehacerme, dejar mi pasado atrás de tajo, que debía salir del País, recomenzar en otro lado, que buscara una razón poderosa para escoger el sitio donde iba a vivir y así lo hice, mis padres se fueron conmigo, pero yo ya estaba dañada y no podía vivir con nadie, así que a pesar que se fueron conmigo yo seguí aislada.

Edward me miraba, incrédulo y confuso, en su mirada había compasión y entendimiento.

Tus fans te idolatran, te espían, te buscan, te acosan, pero no creo que sean capaces de hacerte daño, porque te aman; el no me amaba, él pensaba que yo era su posesión, que nadie más me podía tener, igualmente tú sientes miedo por sentirte perseguido y vulnerable, yo simplemente viví aterrada.

Nunca lo denunciaste _pregunto_

El es, o era, no se ya, cónsul estuvo en España, Inglaterra donde lo conocí, después fue senador de florida, como lo iba a denunciar, el es muy importante y tiene una cantidad de contactos, quien me iba a prestar atención a mí, la esposa joven desquiciada, que se caso en busca de su abundante dinero.

Es increíble lo que me cuentas, que en realidad estas cosas sucedan _afirmo_ y como llegaste a Colombia.

Yo amo los relatos fantásticos, amo a Gabriel García Márquez, el odiaba eso en mi, según él era infantil y estúpido, el odiaba mi adicción al café colombiano, y siempre estuvo en desacuerdo con todo aquel que hablase bien de Colombia, lo elegí porque sería el último lugar en el que me buscaría y creo que atine. Pero para llegar allá, primero fuimos a Holanda, luego a Australia, después a Brasil y por ultimo Colombia, necesitaba que en alguna parte me perdiera la pista, no sé si nos seguían, pero no quería arriesgarme. Afortunadamente 2 años antes del divorcio había heredado una suma considerable de una única tía, y había hecho buenas inversiones, más lo que recibí a fuerzas por el divorcio me permitió tomar todas esas precauciones.

Y no te ha ubicado por los retiros bancarios _me pregunto impactado_

Aproveche la ida a Holanda y abrí cuentas en el extranjero con absoluta reserva, y difíciles de rastrear, allí sigo ganando mis dividendos y me transfieren una suma considerable a un banco Colombiano mensualmente y adicional el pago de mis cuentos y las regalías por los libros, me permiten dedicarme sin preocupaciones a lo que amo, escribir. Hasta ahora todo ha funcionado.

Y que haces aquí nuevamente en la boca del lobo, es decir me alegra que estés aquí conmigo, haberte conocido es lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo, pero y si te encuentra _me dijo preocupado_

Edward, no sé qué hago aquí, un día me desperté e hice las reservaciones y heme aquí, no quiero pensar en que me encuentre _le dije_ quizás el Destino me trajo a ti, como dijiste _finalice sonriendo, tratando de cambiar la conversación_

Bella, las fotos de anoche al salir del club _me dijo asustado_

Las fotos _repetí nerviosa separándome un poco para ver su rostro_ la verdad no había pensado en ellas, si te soy sincera tengo miedo de volver a vivir los mismo, pero no me puedo pasar el resto de mi vida escondida, marchitándome _finalice_

Y si salen a la luz que puedo hacer, eso me pasa por meterme con un famoso _le dije seria_ a demás, no creo que lea las notas de farándula y si es así no me reconocería por como estoy vestida.

Antes era la esposa de un diplomático y tenía que vestir y portarme como tal, a fuerzas obviamente, ni podía opinar en escoger mi propia ropa, ni mi corte de cabello, parecía más un maniquí de dama de sociedad, que una simple estudiante universitaria o profesora de filosofía _pensé_

El solo pudo reír, dándome un beso en la mejilla.

Me da, más miedo pensar en lo que te pueden causar a ti _le aclare_

¿Por qué? _pregunto_ a mi me encanta que me vean con una belleza como tú y me gustaría más, si fuese en una fotografía más comprometedora _bromeo_

No en serio, te lloverán críticas _dije_

Me van a criticar, por estar con una mujer bella, sofisticada y sexy; no creo, más bien seré la envidia de muchos _me regreso, serio_

No quería volver a molestarlo por lo de mi edad, así que me lo trague, pero su novia, eso si debía y quería preguntarlo o me ahogaría.

Y Jane _le pregunte_

Jane….ella fue quien decidió que nos diéramos un tiempo para pensar, si queríamos estar juntos o no, que lo meditáramos sin presiones, nos separamos hace 4 meses, desde entonces ni nos hemos visto, ni hablado, ella se quedo en la casa de Bel Air, yo compre aquí, solo me traje mi piano y mis cosas personales. Ella es quien estaba dudosa, por mí, estuviéramos juntos todavía.

Siendo sincero, Bella tu llegaste en el momento perfecto, yo seguiría atado a ella, si no fuese por ti, ella se volvió mi mundo aquí en Estados Unidos, yo estaba solo, perdido sin mi familia y amigos, ella suplió mucho de mis necesidades, alejo la soledad, a los dos nos paso igual con el reconocimiento y la fama, el acoso de los medios, nos entendíamos, nos comprendíamos y nos apoyábamos en todo, estábamos juntos desde hace cuatro años, pero últimamente sentí que ella ya no estaba dispuesta a estar conmigo, estaba aceptando rodajes extensos y fuera del país, pasábamos poco tiempo juntos, bueno en realidad siempre fue así, pero antes nos llamábamos siempre, buscábamos cualquier pretexto para encontrarnos y escaparnos, ahora ya no era así ya no había ni la pasión de cuando comenzamos, nuestra relación inicio más que todo por llevar la corriente a lo que todos imaginaban, porque estábamos en la misma situación y por puro sexo.

Pero la amas _afirme_

No sé, creo que …..

No te vayas a poner a inventar razones ni mentiras por mi _lo interrumpí_

Déjame hablar _me regaño_ no te voy a decir que no la quiero, si la quiero y mucho, es, fue y será importante para mí, pero creo que a demás de la pasión, era solo dependencia, el tener a alguien para mi, con quien contar incondicionalmente, y que no sea tu productor, tu manager o tu asistente, me llevo a estar con ella.

Cuando te conocí, me di cuenta que existía mas vida, que había más allá de lo que alcanza a ver, Bella, tu abriste caminos que estaban cerrados, colocaste en mis ojos, un gran y hermoso horizonte lleno de posibilidades, que realmente desconocía.

¿Por eso me dijiste que te salve de ti y de tus miedos? _pregunte­_

Si, Bella, estaba enfrascado, dejado, a mi futuro de soledad y tristeza si ella no volvía a mí, yo no soy muy dado a relacionarme, me cuesta un poco y muy contario a lo que se piensa de los actores, yo soy muy reservado y nada extrovertido, si no estoy en confianza.

Así, que ambos nos confesamos que éramos un salvavidas, que evitábamos al otro a hundirse en las profundidades del mar de la soledad y la tristeza; aunque de mi parte había un poco más _pensé, mientras él pensaba su siguiente frase_

Bella, cuando comencé a conocerte, mis miedos se fueron disipando, olvide su olvido y su abandono, simplemente salió ella de mi mente y no sé en qué momento te instalaste tu, tu risa, tu voz resonaba en mi mente y me permitía descansar feliz, lleno de ti y con ansias de mas.

Así que soy solo un remplazo para Jane _le dije venenosamente_

No _dijo casi gritando_ eres más que eso, déjame demostrarte, lo que significas para mi _reafirmo suplicantemente_ Quédate conmigo, déjate querer, proteger, no pienses, solo siente; déjame estar contigo, yo quiero estar contigo _finalizo sinceramente.

Este niño me dejo sin palabras y con ganas de gritarle que sí, que me iba a quedar con él, que lo quería en mi vida todo el tiempo que él quisiera estar.

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Capitulo 19

Confusiones

Edward.

Bella se había sentado con sus piernas cruzadas, envuelta en una sabana, mirándome directamente a los ojos, tratando de encontrar en ellos la verdad, sé que mis explicaciones guardaban mucho mas, de lo que le decía, yo estaba seguro que Jane, estaba viéndose con su coestrella, quizás era esa, toda su confusión.

También se, que lo que le dije, sobre lo que ella significaba para mi, era cierto pero había omitido las sensaciones y sentimientos que ella generaba en mi, prefería encontrar la manera que ella me dejara demostrárselo; definitivamente era algo difícil de creer, que en tan poco tiempo ella se hubiera instalado como la dueña de mi corazón.

Sonó su móvil, ella comenzó a mirar a su alrededor sin encontrarlo, el sonido provenía del closet herméticamente cerrado. Me miro, extrañada.

Me puedes hacer el favor de entregarme mi bolso _dijo indignada_

Me levante busque mis vaqueros y saque las llaves, el móvil había dejado de sonar, cuando le estaba entregando el bolso, vibro y sonó nuevamente.

Hola _respondió_

Estoy en la cama todavía _respondió nuevamente_

Si, obviamente voy a divertirme, pero más tarde _regreso_

Y como va la remodelación _pregunto_

Me alegro, ya quiero verla _dijo a su interlocutor_

Estoy feliz por ti _dijo; decidí levantarme e irme a duchar, no quería que creyera que estaba espiando su llamada, aunque me moría por saber con quien hablaba. Sería un hombre, su madre, su padre, ¿Quién?.

Me duche, el agua estaba realmente deliciosa, sentí relajarme de la tensión de pensar, que Bella, debía tener novio o pareja; una mujer como ella, debía ser un imán para muchos, como lo era para mí.

Salí de la ducha secándome el cabello.

Yo también te quiero, yo te llamo, cuídate _dijo y cerro la llamada_

Pase a su lado, fingiendo no importarme nada su última frase, no por nada era actor, aunque por dentro estaba ardiendo, de furia y celos, estaba lleno de confusión, llegue al closet a buscar ropa, de paso saque la suya y la coloque a orillas de la cama, sentía su mirada abrirme un hueco en la nuca, pero estaba callada.

¿Por qué guardaste mi ropa? _me pregunto finalmente_

No quería que al regresar de comprar el desayuno te hubieses ido _le dije con una sonrisa triste, controlando la sarta de preguntas que tenía en mente_

Pero en algún momento debo irme _me regreso_

Si, lo sé _respondí, sin saber que mas decirle, yo podía querer retenerla, pero si ella no lo deseaba yo no podía secuestrarla.

Me prestas una toalla, quiero ducharme _me pidió_

Si claro_ le dije_ le alcance una, mientras ella tomaba su ropa de la cama y la llevaba consigo, le dije donde encontraba todo en el baño; se iba, que iba a hacer, la angustia se estaba apoderando de mi, se demoro suficiente, mientras yo buscaba en mi cabeza una excusa para pasar más tiempo con ella.

Salió con su cabello húmedo, su piel sonrosada, el olor a vainilla lleno el ambiente, me estaba enloqueciendo, estaba provocativamente sensual, se iba y me dejaba embriagado y perdido en su olor, en su sabor y su ausencia.

La vi sonreír al verme embobado mirándola, respirando su aroma para grabarlo en la memoria.

Hoy es cuatro de julio _dijo_ a donde van a ir, un Británico y una Colombiana a celebrar la “libertad” o perdón la independencia _finalizo, acercándose a mí, tomando mi mano y halándome hacia fuera de la habitación_

A donde tú quieras _respondí como un idiota, esta mujer quería pasar el día conmigo, yo quería pasar el resto de mi vida con ella, pero me conformaba con tenerla mientas ella quisiera.

Bien, definitivamente a mi Hotel primero, no voy a estar como femme fatale, todo el día, con el vestido de anoche y por otro lado el guía eres tú, puedes llevarme a donde tú quieras _finalizo_

Bella

Llegamos al ascensor y el todavía llevaba mi mano agarrada, se sentía tan bien, estar de la mano, de la persona que despierta en ti tantas emociones, tanto deseo, que es el ángel más hermoso que hayas visto, que te envidien sin cesar, y lo mejor que tu, una simple mortal despierte en ese ángel un deseo irrefrenable de estar contigo sin importar nada, eso fue lo que vi en esas esmeraldas cuando Salí del baño, miedo de no verme mas, ni estar conmigo, ¿que estaba causando este niño en mi?.

Mientras bajábamos por el ascensor, me debatía entre mi cerebro y mi corazón, se me estaban fundiendo los fusibles de tanto escarbar razones suficientes para esta locura que estaba cometiendo, después de todo no sería yo la única perjudicada en todo esto si James me encontraba.

Al abrirse el ascensor, solté su agarre, no quería exponerlo de más, sentí un vacio enorme al hacerlo, y vi en sus ojos decepción, pero me comporte como si no pasara nada, le sonreí y seguí caminando hacia el estacionamiento.

Nos subimos al Nova, y fuimos directo al hotel, bajarme es lo más vergonzoso que he hecho en mi vida, vestida con la ropa del día anterior, sentía las miradas de todos sobre mí, llegue a la recepción, pedí mi llave, la recepcionista ni me prestó suficiente atención, estaba más pendiente del hombre misterioso de gorra y lentes oscuros que esperaba tras de mí.

Llegamos al ascensor y al entrar y girar, vi correr a la recepcionista hacia nosotros.

Señorita Swan, tiene recados _dijo mirando a mi acompañante, como tratando de descubrir a quien se le parecía.

Gracias _dije tomando los mensajes_

Pedí el piso y al cerrarse el ascensor respire por fin y fui ojeando los mensajes.

Llegamos al 5 piso, salimos del ascensor y lo guie a mi habitación, abrí. Lo invite a pasar, le dije que se sirviera lo que quisiera del mini bar mientras me cambiaba.

Leí detenidamente los mensajes, era Paul estaba en la ciudad desde anoche y quería verme, sentía pena no poder dedicarle tiempo, después de que había venido a pasar el día conmigo, para que no estuviera sola, según decía uno de los mensajes, pero mis ansias eran otras.

Deje los mensajes sobre la cama, y me fui al vestier a buscar la ropa que iba a vestir, me saque los zapatos y el vestido; elegí unos vaqueros azules oscuros, una playera blanca de cuello bandeja que dejaba un hombro descubierto, mis baletas rojas y su bolso a juego, me cambie las bragas y me coloque un brasier tipo strapless y me acerque a la encimera del baño, me aplique mi loción de cuerpo de exotic coconut, y me aplique un poco de base, rímel, blush y un brillo gloss; deje mi cabello suelto secarse al natural.

Salí a la habitación y ahí estaba de espaldas a mí, en el balcón, se había sacado la gorra y los lentes, su hermoso cabello se veía intensamente cobrizo, de un brillo magistral, que me hizo acercarme como hipnotizada, cuando me escucho acercarme se giro hacia mí, clavando sus ojos esmeralda traspasándome el alma y mostrándome con trasparencia lo que yo, Bella causaba en el, me sonrió y estiro su mano para que yo la tomara, me beso la mano, me acerco a él, allí me sentí pequeña ante su altura, no alcanzaba ni su hombro, ayer no lo había notado, mientras me hizo suya en el baño estuve con las zapatillas altas y en la cama, la altura no hace ninguna diferencia.

Estas hermosísima _dijo mirándome intensamente_

Gracias, pero creo que no eres muy imparcial que digamos _le dije_

Lo que sucede es que no te ves a ti misma como eres _me regaño_ la que esta parcializada eres tú.

Se acerco a mí y deposito un suave beso en mis labios, se separo de mí y se saboreo.

Realmente eres deliciosa, ya hasta me sabes dulce _dijo y sonrió_

Es mi gloss de victoria secret, sabe a cereza _le dije riéndome_

Bella _dijo y se quedo callado_

¿Qué? _le pregunte aun abrazada a el_

Si quieres conservar esa hermosa ropa que te has puesto, vámonos o no respondo de mi _dijo apretándome contra el_

Ok vámonos _le dije_

Mire hacia el jardín ante el peso de una mirada insistente, allí estaba en el mismo sitio del jardín donde lo había visto la noche de mi pesadilla, Mike, mirándonos de una manera indescifrable que me hizo estremecer.

Bella, ¿te sientes mal? _me pregunto, ante mi estremecimiento_

No, no me pasa nada _le dije regalándole una sonrisa_ lo hice girar y entrar a la habitación.

Entre a la habitación, seria y callada, llena de confusión que sería lo que le pasaba al tal Mike, que le pasaba conmigo, solo de imaginarme que él tendría que ver algo con James, me estremecí nuevamente.

¿Bella segura que no pasa nada? _pregunto nuevamente_ es que te has quedado muy callada, y estas un poco descompuesta en el semblante.

Segura, no pasa nada _le dije, no quería decirle nada, después de todo quizás era solo imaginaciones mías y a demás no quería arrastrarlo con mis problemas_

Tome mi bolso y nos disponíamos a salir, cuando sonó el iphone, me debatí entre contestar y no, lo tome y mire la pantalla, era el numero de Alice, quizás había pasado algo y decidí responder.

Hola nena, que ha pasado _le respondí_

Hola Bells, soy Jake, Alice me prestó su teléfono, no me quiso dar tu numero _me dijo_

Hola Jake, como has estado _le dije_

Bien linda; pero extrañándote cantidades, playa caracol sin ti es “sumamente aburrida” _lo dijo, con el doble sentido, muchas veces el se refería a nuestros encuentros sexuales, como diversión_

Tan tierno como siempre _le dije irónicamente_ hay que ver, que la delicadeza no es tu fuerte _finalice_

Estaba un poco molesta, Alice no ha debido permitir esta llamada, este móvil me lo había regalado Edward, aunque ella no lo sabía, pero me sentía sucia, permitiendo la llamada de Jake mi amante desde hacía tres años, me sentía traicionando a mi ángel, y la verdad lo último que quería era pensar en Jake y que mi nueva mente libidinosa comenzara a comparar entre ellos.

Pero que estaba pensando, en todo caso, debía sentir estar traicionando a Jake, con él, había estado en los últimos tres años de soledad, pero no había sentido nunca con él, lo que Edward había logrado en una noche de amor y una semana de conocerlo.

Bells, no te molestes, es que te necesito tanto _ me dijo con tristeza_ tu sabes cuánto te amo.

Yo sabía sus sentimientos hacia mí, pero yo, por el solo sentía atracción física y una gran amistad.

Lo sé Jake, pero no es el momento, ya voy saliendo me están esperando si quieres te llamo cuando me desocupe y hablamos _le dije_

Bueno Bells, espero tu llamada y espero no haberte molestado, no es mi intención _finalizo apenado y cerró su llamada_

Yo era quien estaba apenada con Jake, el había sido más que un amigo, había sido mi apoyo, el hombro en el cual llorar y mi amante; él me ayudo a comprender que si se puede confiar y que hay personas que entregan todos de si, sin esperar retribución. Ese era mi Jake, mi sol, el que le dio calor a mi corazón cuando estaba congelado de tristeza, pesimismo y desamor. Definitivamente la confusión se había apoderado de mí.

Mientras hable estuve de espaldas a Edward, al girarme no estaba dentro del dormitorio, me asuste al no verlo, salí como loca al salón de estar y ahí estaba, sentado ojeando uno de mis libros.

Hola, ya podemos irnos _le dije_ discúlpame por hacerte esperar.

No, está bien, solo tú tienes el permiso _me dijo riendo, demostrándome que no le había importado la espera_

Bueno y que vamos a hacer _le pregunte animada_


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Capitulo 20

Cita

Edward

Salí del dormitorio y me senté en la sala de estar, estaba muerto de celos, esa llamada de ese tal Jake y la familiaridad y el enojo con que Bella le había contestado, causo en mi un escozor enorme, sería el su Novio, su amante y sumado a los mensajes del tal Paul; me pregunto si yo no hubiese regresado de Alemania, estaría con él, pasando el día de hoy, seguro que sí, yo solo era una novedad.

La sentí caminar hacia mí, y tome un libro de la mesa del café, y comencé a ojearlo, como si llevara rato en ello, la vi salir preocupada y cuando me hayo, su semblante se tranquilizo; pensaría que me había ido, Bella no tenía ni idea, que a pesar de mis celos y mis miedos a que solo estuviera jugando o divirtiéndose conmigo, yo no tenía el valor para estar lejos de ella, y me quedaría a su lado todo el tiempo que pudiera.

Hola, ya podemos irnos _me dijo_ discúlpame por hacerte esperar.

No, está bien, solo tú tienes el permiso _le dije sonriendo, aunque por dentro el pánico estaba acabando conmigo _

Bueno y que vamos a hacer _me pregunto, con una sonrisa sincera y animada_

Su sonrisa, de inocencia y emoción me hizo olvidar todo lo que había pasado por mi mente hacia unos minutos, solo quería disfrutar de ella, su compañía, su belleza, sus besos, su olor, su cuerpo, estaba adicto de ella.

Ya es pasada la hora del lunch, así que nos vamos a comer _le dije fingiendo enojo y sonreí, ante su carita de niña regañada_

Bueno, siendo así, con todas las calorías perdidas anoche y esta mañana, quiero comida chatarra, tu favorita _me dijo sonriendo pícaramente_

Déjame pensar….. Ya sé donde te voy a llevar _le dije muy animado_ te va a encantar.

Bella, ¿puedo pedirte algo? _le pregunte dudoso_

Lo que quieras _me respondió, coqueta_

Quiero que seas solo para mi, bueno, por lo menos hoy, no quiero interrupciones, ¿podrías dejar los móviles aquí o apagarlos?, si quieres o puedes _le pregunte con carita de ternura_

Ah! y Bella por favor, no me contestes de esa forma y con esa carita, si no quieres que no salgamos de esta habitación _finalice_

Edward, si te contesto así, es porque tu lo provocas en mi _me dijo sonriendo pícaramente_ y en cuanto a lo de los móviles, tengo una condición.

Pensé inmediatamente que ella no quería apagarlos, ni dejarlos, estaría esperando la llamada de alguien o encontrarse con el tal Paul ese.

Te escucho _le dije serio_

Bueno, yo también te quiero para mi solita, así que mi condición es que dejemos el Nova aquí y alquilemos otro coche, que nadie conozca, así no tendré que compartirte con nadie, ni estar preocupados de la persecución de los paparazzis.

Esta mujer me iba a matar, definitivamente cada vez que yo pensaba en algo, sobre lo que ella estaría pensando o creyendo estaba equivocado, ella era muy difícil de leer para mí, y siempre me sorprendía, hasta a hora gratamente y siempre pensando en nosotros dos.

Tus deseos son ordenes, soy tu esclavo mi reina _le dije teatralmente_

Entonces aquí se quedaran estas anclas de la civilización y la tecnología _dijo dejando los móviles en la mesa del café_ y solo esta belleza nos acompañara _ dijo refiriéndose a su cámara Nikon D40_ no quiero perder ningún detalle, de mi paseo, ni de mi compañía _finalizo_

No es un paseo, es una cita _le aclare_ nuestra primera cita.

Bella se acerco a mí, mirándome fijamente a los ojos, la mirada de esos ojos de ámbar, miel y chocolate eran hipnotizantes, cuando estuvo a solo centímetros de mí, tomo mi mano, entrelazo sus dedos con los míos, y se empino y me regalo el más dulce beso, que me hayan dado en mi existencia, derritiendo mi alma.

Llegamos al modulo de alquiler de vehículos, Bella me sorprendía cada vez más, en el catalogo se detuvo en los coches más veloces, estaba dudosa entre el Volvo crossover XC60 y el C-30, se decidió al fin por el crossover, yo no me inmiscuí en su decisión, yo solo me limite a entregar mi tarjeta de crédito, aunque casi ni me deja, Bella insistía en pagar, de todas formas estaba atónito de verla, sabia de vehículos, algo casi increíble tratándose de una mujer, definitivamente ella no se parecía a ninguna que yo conociera.

Bella, me sorprende cuanto sabes de coches _le dije ya dentro del automóvil _

Me encantan, la velocidad es energizante y calmante _respondió segura y sonriente_

Que coche tienes en Colombia _le pregunte realmente curioso_

Tengo una Ssangyong Actyon sport, 2.0 litros, automática, 5 velocidades, color Negro_ dijo feliz de describir su auto_ la amo, es mi consentida después de mis caballos.

He querido cambiarla, por una Volvo igual a esta, 3.0 litros, 6 velocidades, automática, pero esta no tiene platón de carga y realmente lo necesito para transportar el alimento de los caballos, los abonos, aditivos y otros cargas que se necesitan para mi hacienda _finalizo_

Verla hablar así era muy excitante definitivamente.

Bella, conduce tu _le ofrecí_

No, tú eres el guía y quiero que me sorprendas, no deseo que me vayas dando instrucciones _finalizo_ de regreso quizás.

Cuando llegamos a nuestro destino, estaba realmente interesada, no sabía en que enfocar su mirada, de tantas cosas y sitios por ver.

Dime Edward, donde estamos, es hermoso y muy interesante _dijo_

Estamos en Venice Beach _le conteste_

Venice Beach, es una playa hermosa, rodeada de mucho comercio, ferias, restaurante, bares, se ve una gran cantidad de puestos ambulantes de teatro, artesanías, esculturas, pinturas, grupos musicales callejeros, muchos andantes en patines, bicicletas, puestos de libros, en fin una gran cantidad de sitios interesantes para ella y para mí. Bella ya se encaminaba hacia los puestos de arte y libros; la tome por una mano halándola.

Espera, primero la comida _le dije_

Me miro, como niña regañada y asintió.

Quiero una gran hamburguesa con papas fritas y doble queso sin salsas _dijo emocionada_ ¿sabes hace cuanto no me como una? _me pregunto_

¿Cuánto? _le pregunte_

1 año quizás, o más, no recuerdo, pero mucho tiempo _finalizo_

Llegamos a Sidewalk, es un restaurante con variedad de comida, mexicana, italiana y chatarra por supuesto, decidimos sentarnos en una mesa lo más alejados de la gente, para evitar; cuando llegamos a ella me di cuenta que seguíamos tomados de la mano, esto fue realmente especial para mí, nos sentíamos realmente cómodos el uno con el otro, y me dio la esperanza que Bella quisiera darme la oportunidad de amarla.

Nos sirvieron dos enormes hamburguesas con papas fritas y coca-cola, no sin antes pedirle a la mesera que no me delatara, ya que me había reconocido; al rato se acerco a nosotros nuevamente trayendo en sus manos 2 postres fantasía de chocolate y dos capuccinos, cortesía de los empleados y con el pedido especial que por favor al terminar pasáramos a la cocina para tomarnos una foto con ellos. Definitivamente no pudimos negarnos.

Después de divertirnos y conversar con los empleados del restaurante, salimos al malecón atestado de ventas callejeras, me tomo de la mano, nos detuvimos en todos los puestos, a petición de Bella, estaba radiante, descubriendo cada detalle, con sus ojos, manos y sentidos, parecía una niña descubriendo el mundo, todo lo que para ella merecía más que un recuerdo en su memoria, lo fotografiaba y era sorprendente ver la realidad a través de sus ojos, sus fotografías eran arte, se fijaba en detalles imperceptibles de las cosas, yo me había interesado en dos libros usados, ella quiso regalármelos y adiciono uno que a ella le gusto para mí, no sin antes tomarme gran cantidad de fotos mientras ojeaba todos los libros. Mientras ella estaba encantada viendo las pinturas y las diferentes técnicas, me acerque a un puesto de joyería con piedras semipreciosas, había un hermoso pulso con piedras en turmalina y cornalina azul y dijes de caballitos y estrellas de mar; según me explico el artesano estaban hechos en plata y piedras según los signos del zodiaco, este pertenecía a virgo, no sabía que signo era Bella, pero la pulsera era hermosa y sabia que le gustaría por los motivos marinos, según me explico, la turmalina ayuda a conciliar el sueño, neutraliza el miedo y la angustia, y la cornalina azul difícil de hallar, rige la creatividad, elimina la negatividad y está ligada a las emociones pasionales y la sexualidad; la compre y la tenía en mi mano, cuando sentí unos brazos rodearme desde atrás por la cintura.

Que haces _me pregunto_

Mirando _le conteste_

Seguimos caminando y nos sentamos cerca a un grupo de jazz, el saxo se escuchaba celestialmente y estábamos ambos disfrutando del sol y el momento, Bella estaba con sus ojos cerrados y su rostro hacia el cielo, acerque su mano a mí, y rodee su muñeca con la pulsera, me fije en dos pequeños tatuajes en chino que no había visto antes en el pliegue interno de su muñeca derecha, ella me miro de una forma indescifrable para mí, pero hermosa.

Edward…. Es hermosa, me encanta _dijo_ no te hubieras molestado.

No es molestia Bella, la vi y te vi a ti, es delicada, brillante, cautivante como tú, las piedras evocan el mar y los dijes me hicieron acordar de tu casa, y aquellas fotos de la cabecera de tu cama…. Sin darme tiempo a terminar Bella se acerco a mí, ofreciéndome el universo en sus labios, me beso con ternura, con pasión, pero había algo mas, lo sentía, solo debía darle tiempo a que creciera y ella pudiera sentirlo también.

Gracias _logro articular, con el poco aire que había quedado en sus pulmones por el beso _ te prometo llevarla siempre.

Me encantaría verla siempre en ti, pero porque te gusta, no por agradecimiento, ni por darme gusto y me gusta más la idea de verte para siempre a ti a mi lado _le respondí_

Me encanta, así te llevare conmigo siempre _respondió_

Bella que signo eres _le pregunte_

¿Por qué la pregunta? _me dijo curiosa_

Es que la pulsera se parecía tanto a ti que la escogí, pero según el artesano es para los del signo virgo y me dio la explicación de lo que significan las piedras para este signo _le conteste_

Soy virgo, naci el trece de septiembre _me dijo asombrada por la coincidencia_ cuéntame del significado por favor _finalizo_

Le explique de las dos piedras, la turmalina y la cornalina y sus significados, excepto lo de la pasión y sexualidad, no quería que pensara que era un depravado, me encanto, que la casualidad estuviera de mi lado, al escoger la pulsera para ella, definitivamente la suerte me acompañaba últimamente o era el destino hurguiendo sus planes. Bella coloco la cámara en su regazo, la tome y comencé a tomar fotos de ella, ella estaba detallando cada milímetro de los dijes y las piedras, todo en ella era delicado, hermoso, embriagante y adictivo. Se levanto corriendo tratando de evitar que siguiera fotografiándola, llego a una fuente de helados, y pidió un cono de chocolate, me hizo señas que si quería uno, me acerque a ella lentamente sin dejar de sacar tomas de ella.

Definitivamente tu mama tiene razón, eres muy fotogénica, pasas por modelo _le dije_ ¿Por qué no lo intentas?

Rio a carcajadas, mientras yo me acercaba por su espalda y besaba la base de su cuello y el lóbulo de su oreja.

Me gustas mucho _le dije besando y metiendo mi lengua en su oreja y la sentí estremecer_

Me entrego mi cono de helado, comenzamos a caminar, nos detuvimos cerca de un puesto de revistas, unas niñas de unos 15 años estaban ojeando unas revistas, murmuraban entre ellas y nos miraban, una asentía con la cabeza y la otra negaba.

Edward están hablando de ti _aseguro_ me voy a acercar, para escuchar –dijo sonriendo maliciosa_

Bella se fue comiendo su helado, sigilosa, se acerco al puesto de revista, las niñas la notaron y se giraron hacia ella, le preguntaron algo y ella les respondió y me miro aterrada, compro una revista y se encamino rápidamente hacia mí.

Edward, estamos en la portada de una revista, vámonos que ya te reconocieron estas niñas _me dijo halándome por un brazo_

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hola chicas, por fin el blog me dejo subir fics, lamento la demora, como se darán cuenta aun anda loco

pero bueno, tratare de ponerme al día con los fics.

con amor Alejandra Rivas ; )

jueves, 26 de mayo de 2011

Capitulo 19: Mordida, Sacrificios.



Capitulo 19: Mordida


— El curso escolar comenzó. Nuevos estudiantes, nuevas rutinas. Pasar de la escuela primaria a secundaria tomó mucho de mí. Tuve más planificación que hacer y luché por encontrarme un momento para mi misma. Sin embargo, las clases tempranas eran geniales. Podía llegar a casa más temprano y pasar más tiempo con Grace.

— El otoño pasó volando. Halloween vino y llevé a Grace a una fiesta de disfraces en la reserva. Las mujeres organizaron una fiesta en casa de Sam, Leah tuvo la genial idea de no manejar los dulces, todo fue un simple truco. Me recibieron con los brazos abiertos y estuve realmente aliviada de que las caras de compasión hubiesen desaparecido.

— El divorcio fue definitivo y el acuerdo de la custodia iba bien. Vestí a Grace como un pequeño gatito ese año, un hermoso gatito con rayitas en gris y negro. Ella se veía tan adorable y se reía enérgicamente cada vez que tenía que hacer un truco.

— El Día de Acción de Gracias vino. Jacob tuvo a Grace para esas fiestas. Fui invitada, pero sentía como que Jake tenía que pasar más tiempo con su hija. Grace comenzaba a acostumbrarse rápidamente a estar a solas con sólo uno de nosotros a la vez.

— Él había iniciado una amistad con Meghan, lo que me sorprendió. Ellos aún no habían empezado a salir, pero estaba segura de que no tardarían mucho en hacerlo. Ella pasó las fiestas con Grace y Jake, y escuche de todos que era muy agradable y que empezaba a enlazarse con mi pequeña. Yo no estaba muy emocionada con eso pero Jacob era el padre de Grace y él necesitaba a esta mujer para estar completo, así que seguí adelante y agradecí que ella fuera dulce con mi pequeña.

— Elegí pasar las fiestas con algunos compañeros de la escuela. Fue muy tranquilo y estuve en casa antes de las cinco. Pasé el resto del fin de semana trabajando en mi tesis de maestría, la cual terminé y estaba lista para presentar. ¡Por fin! Estaba decidida a terminar esta parte de mi educación, ya que significaba más tiempo con Grace y un agradable aumento de sueldo que ayudaría con mi nueva vida.

— Había comenzado a sanar, aunque fuera sólo un poco. Seguía extrañando a Jake como loca, aún lo amaba… — de repente escuché a Edward tomar un fuerte respiro. Miré hacia arriba para ver que me había perdido. Una vez más, Edward lució incómodo, casi enfermo. Sus ojos se negaban a dejar mi rostro, aunque la expresión de dolor en su rostro me era difícil de comprender. ¿Por qué estas tan enojado, Edward?

¿Había dicho algo que fue malinterpretado por toda la familia? Miré alrededor para ver si alguien más compartía su reacción, lo único que pude notar fue que todo mundo parecía tranquilo, esperando a que continuara. Y lo hice.

—… Pero el tiempo ayuda a sanar. Tentativamente me puse a buscar un nuevo capítulo en mi vida, aunque no tenía idea de lo que sería.

— Diciembre llegó y con él, mucha nieve y frío. Comencé a preparar la casa para las fiestas, decidida a hacer algo especial para mi niña. Compré cosas mientras Jake tenía a Grace y esperé interesada por una navidad especial, sólo ella y yo. Había acumulado una pequeña cantidad de regalos para ella y hornearía galletas en la noche de Navidad, mientras ella observaba. Sus ojos seguirían cada movimiento que hacía, mientras decía cosas como "mamá" y cocinar", lo cual me haría sonreír. Ella reiría y lamería la cuchara de lo que fuera que hiciéramos.

— Los últimos días de la escuela se acercaban y los alumnos estaban deseando tener un largo y agradable descanso, al igual que yo. Grace estaría conmigo todas las vacaciones de Navidad y no podía esperar más para eso. Adoraría tenerla sólo para mí por una semana, aunque Jake y yo habíamos comenzado un plan de visitas, después de una llamada, para vernos cuando la extrañábamos demasiado. Aún era difícil, pero lo hacíamos funcionar. Jake y yo aún éramos amigos, nada más.

— Cuanto más cerca estaban las vacaciones, más locos se ponían los estudiantes. Ustedes deberían recordar eso. — Les hice un gesto a los "niños" Cullen, antes de continuar, — Les di un poco de trabajo en equipo, mientras llegaba el gran día y los encomendaba a sus inocentes padres. — Me reí, pero luego me detuve. Lo que estaba a punto de divulgar no era para nada agradable.

— El último día de clases llegó y yo estaba feliz de poder liberar a los alumnos. Tuve mucho trabajo antes de lograr retirarme esa noche a casa. Mi plan era muy simple. Me quedaría en el trabajo, no importaba que tan tarde saliera, así podría pasar toda la semana con mi bebé. Me quedaría y ordenaría todos los documentos, registraría todos los resultados, limpiaría el salón entero… todo lo que pudiera hacer para que mis vacaciones estuvieran libres de trabajo.

— Uno por uno, mis compañeros se acercaron a desearme unas felices fiestas, advirtiéndome que no me quedara hasta tarde. A mediados de la noche-tarde, supe que era la única que quedaba en el lugar. Los guardias también se habían ido, ansiosos por comenzar sus vacaciones. Sabía que me quedaban un par de horas antes de que pudiera regresar a casa y obtener un merecido descanso.

Relaté los acontecimientos de esa noche casi metódicamente, mientras tomaba respiraciones rítmicas. Estaba temiendo esta parte de la historia. Pero era lo que cada Cullen había esperado pacientemente durante horas por oír.

— Para las once, sabía que estaba realmente cerca. El entusiasmo que tenía era casi palpable. Estaba orgullosa de que había llegado a mi meta y estaba preparándome para salir. Recogí la caja con lo regalos que me habían dado los estudiantes, tomé mi bolsa y mi abrigo. Nunca escuché la puerta de mi aula al abrirse, pero escuché el "click" al cerrarse.

— Los vellos de mi cuello se erizaron, me giré para ver quién o qué había entrado a mi salón.
Me detuve, la respiración se me atoró en la garganta, incapaz de seguir. Podía sentir la tensión creciente en mis hombros y apretándose en mi estómago.

— Bella, — la voz aterciopelada de Edward me llamó, — ¿Quién estaba allí?

— Edward, pensé que todos ustedes se habrían dado cuenta de eso para ahora. — Le contesté, tratando de mantener mi voz tranquila y mi expresión suave.

— Bella, hemos estado aquí contigo toda la noche. Por favor, dinos quién te hizo esto, — preguntó Rosalie, su voz era suave pero insistente.

No había más tiempo para retrasos. Me senté con las espalda recta en el asiento, apretando las manos antes de responder.

— Victoria.

Por una fracción de segundo, el silencio se mantuvo en la habitación, hasta que estalló el caos. Edward se levantó, incapaz de controlarse a si mismo y corrió al otro lado de la habitación, sus movimientos eran un borrón, antes de que estampara su puño contra una ventana, haciéndola añicos y haciendo temblar la casa entera.

Emmett y Jasper se levantaron de un salto, al igual que Carlisle, corriendo al lado de Edward para detenerlo antes de que derrumbara toda la casa. Pero antes de que pudieran llegar a él, había saltado por la ventana, corriendo a toda velocidad mientras los otros tres Cullen lo seguían, a través de la misma abertura enorme que él mismo había hecho.

Antes de que supiera lo que estaba pasando, Rosalie y Esme salieron, esta vez por la puerta principal, dándole caza.

Me quedé a solas con Alice, quien vino a mi lado y tomó mi mano.

— ¿Qué demonios fue eso? — miré a mi amiga, con la esperanza de encontrar algunas respuestas en su expresión. Sus reacciones me habían dejado totalmente confundida.

— Edward, — comenzó sin saber como continuar, —… bueno, no estoy segura…

— Alice, — lo intenté de nuevo, — ¿Qué está pasando? ¿Por qué está tan molesto?

— Bella, esto no es fácil para él. Pero creo que él debería explicarte lo que esta pasando. No es de mi… — dijo antes de que un rugido la interrumpiera, rompiendo la quietud del bosque.

— ¿Qué fue eso? — pregunté, sabiendo ya la respuesta. Antes de que pudiera decir nada más, todos los miembros de la familia Cullen que habían salido tan sorpresivamente regresaron, esta vez por la puerta principal, que había quedado abierta cuando Rosalie y Esme salieron hace unos minutos. Emmet y Jasper flanqueaban cada lado de Edward, mientras Carlisle lo seguía de cerca, como para impedir que se escapara de nuevo.

Nerviosa, comencé. — Me voy. Nunca quise molestar a ninguno de ustedes. Edward, lamento si la conversación tomó un giro que no esperabas. Simplemente tomaré mis cosas y me pondré en camino, — terminé mientras caminaba a la entrada de los Cullen.

Emmett se puso en frente de mí, deteniéndome en seco, antes de colocar su enorme mano en mi hombro. Incluso después de tanto tiempo, aún me sentía intimidada por su enorme tamaño. — Bella, Edward está bien. Sólo acaba de tener una rabieta, pero ahora ha vuelto a la normalidad. Por favor no te vayas. No te hemos visto en años y yo, por mi parte, me gustaría conocer el resto de tu historia.

Miré alrededor a cada rostro, a Edward lo dejé para el final, — Edward, ¿estás bien? No soporto verte tan molesto. A ninguno de ustedes. Les advertí que mi historia no era… agradable. Estaba segura de que ya se habían dado cuenta para ahora del… bueno, de lo que me pasó. Me iré si quieren que lo haga. No voy a forzar mi presencia o mi historia a ninguno de ustedes.

Edward me miró directo a la cara, sus ojos oscuros y llenos de odio. Daba un poco de miedo y sentía como si estuviera retrocediendo de su cercanía y de la furiosa hostilidad de su expresión.

Detectó la expresión en mi cara y el efecto que tenía sobre mí, fue muy visible lo mucho que se esforzó en calmarse, tomando respiros hondos y moviendo su cabeza atrás y adelante, pasando sus largos y delgados dedos a través de su cabello, como si intentara aclarar su mente, antes de tomar mis hombros en sus manos. La cercanía de él, la sensación de su tacto, incluso a través de mi chaqueta, y el olor de su aliento mientras tomaba una gran reserva de aire, me dejó completamente noqueada.

Se puso incluso más cerca antes de hablar, — Lo siento mucho, Bella. Esto es totalmente mi culpa. Debí haber estado allí para protegerte, para mantenerte a salvo de esaexcusa de criatura… esa perra. Esto es enteramente mi culpa. Perdiste todo… por mi culpa. Nunca me perdonaré nada de esto. Si simplemente hubiera sido más fuerte y hubiera hecho lo correcto, pero pensé que estaba haciendo lo correcto… Esto no es como se supone que debería ser…

— Edward, ¿de qué estás hablando? Nada de esto es tu culpa. Es simplemente lo que las cosas con… fueron para mí. No podrías haber tenido una idea de que ella volvería. ¿Por qué te sientes culpable por esto? — lo miré, desesperada por encontrar algún indicio en su rostro… su hermoso y perfecto rostro.

— ¿Por qué no simplemente continuas tu historia, Bella? — contestó en voz baja, esta vez, indispuesto a mirarme a los ojos.

— Si, Bella. Si estás lista, nos gustaría escuchar el resto de tu historia. — agregó Carlisle, con una mano en mi brazo, y con la otra haciendo gestos hacia los espacios que habíamos abandonado con todo el alboroto.

— Bueno, si están seguros… — respondí con voz insegura.

Por favor, — rogó Edward, se giró y apartó su rostro de mí.

Todos retomamos nuestros lugares, me instalé en el mío, lista para continuar e intentar terminar con esto.

— Bueno, Victoria estaba allí. Parecía tan salvaje como esa noche en el claro, su cabello enredado, su cara retorcida en alguna extraña sonrisa. Se puso en marcha en un camino que llevaba hacia mí mientras hablaba.

Bueno, pensé que este día nunca llegaría. Debo darte un punto por eso. Eres buena buscando protección para ti misma. Es una lástima que las cosas no funcionaran para ti y el perro. Lo único malo es que eres terrible manteniendo el interés de un hombre, pero es que eres una simple humana. Nada de importancia, definitivamente nada especial. Pero este es el mejor regalo de Navidad que jamás podría esperar recibir. Finalmente tendré mi venganza. Porque por ti, perdí a mi James.

¿Por qué matarme? Ya no estoy con Edward. El se fue hace años. Nunca me amó; no me quería. Me lo dijo… justo antes de dejarme.

Escuché a Edward respirar profundamente, levanté la vista para verlo con los ojos cerrados, pellizcándose el puente de su nariz, un hábito que empleaba cuando estaba molesto o frustrado. En ese momento, yo, de nuevo, sentí el dolor de aquella noche cuando se fue, pero lo empuje a un lado mientras luchaba desesperadamente por encontrar mi camino de regreso a la historia, a esos momentos de terror, los últimos momentos de mi vida humana, antes de que Victoria se llevara todo de mí. Recordé sus palabras amenazadoras y el carmesí de sus ojos mientras me hablaba.

Oh, sé que Edward te dejó. Es algo tan claro como que tú nunca podrías tener a alguien como nosotros… uno de nuestra especie. No eres más que una insignificante humana. Sin embargo, hay un precio que pagar, una deuda que debe ser saldada. Y tú, mi querida, pagarás ese precio. No he esperado todos estos años para ser decepcionada de nuevo. Entonces, encontraré a Edward y a su familia y ellos tendrán que pagar también. Pero no antes de que le diga que cambié a su pequeña "mascota".

— ¿Ella realmente te dijo que iba a cambiarte y no a matarte? — preguntó Jasper con voz incrédula.

— Sí.

— Pero, ¿Por qué? — preguntó Esme.

— Estoy llegando a eso, — respondí, incapaz de mirarla directamente.

¿Qué quieres decir? ¿Cambiarme? ¿Por qué no simplemente matarme y acabar de una vez?

Porque necesitas pagar un precio; un alto precio. Te morderé y te dejaré sufrir aquí por tres largos días. Cuando despiertes, estarás tan sedienta como no te has sentido nunca antes; pero, te dejaré una pista de dónde encontrar tu primera comida.

— Ella había cruzado la habitación y había avanzado hacia mí, antes de ponerse justo detrás de mí, apretándome el hombro para que no pudiera correr. Cogió algo de mi escritorio con la mano libre y lo miró amenazadoramente… una fotografía de mi Grace.

¿Qué estás haciendo?

Cuando despiertes, la primera cosa que verás es este objeto de tu hija. Los bebés suelen ser comidas deliciosas, su sangre joven es tan dulce y pura. No tengo ninguna duda de que la de tu hija lo será, incluso siendo mitad perro. La he olido yo misma. Desearás su sangre más que cualquier otra. Ella huele muy parecido a ti, y no serás capaz de controlarte. La drenarás con tanta rapidez que no te darás cuenta de lo que estés haciendo hasta que sea demasiado tarde. Si tienes suerte, la manada acabará contigo. Si no, puedes vivir con la culpa de que mataste a tu propia hija por el resto de tu existencia.

Me detuve a continuación, cerrando mis ojos, incapaz de seguir adelante. Tomé una respiración enorme y me tranquilicé a mí misma antes de comenzar de nuevo.

— Y entonces, su risa en mis oídos, mientras ella me levantaba de mi asiento e inclinaba su cabeza hacia mi cuello, mordiéndome. Estaba tan esperanzada de que ella se dejara llevar y acabara conmigo, pero fiel a sus palabras, sólo me mordió una vez, aunque fue insoportable, la frialdad del veneno incrustándose en mis venas. Luego, el intenso fuego comenzó. Ella se quedó allí, asegurándose de que el veneno me dejara paralizada, como lo había hecho en Phoenix. Cuando estuvo convencida de que el cambio estaba en marcha, me golpeó. Volé a través de la habitación y cuando caí al piso, me escupió en la cara, antes de salir de ahí. Pude oír como tomo las llaves de mi auto, dejándome ahí, muriendo sola…

Silencio.

Ni una palabra de nadie.

Finalmente, la suave voz de Alice rompió la tranquilidad de la habitación. — ¿Ella te mordió y se fue? ¿Dejándote atravesar por eso sola?

— Alice, ¿Qué otra cosa esperabas? ¿Qué ella se quedaría y sostendría mi mano? — El sarcasmo de mi voz escapó antes de que pensara en detenerlo. Vi el remordimiento en la cara de Alice e inmediatamente me arrepentí y añadí. — Lo siento, Alice. No tenía intención de ser así contigo.

De nuevo, silencio. La falta de sonido era casi ensordecedora. Miré alrededor ansiosa, todos estaban sentados allí, sin decir nada, sus expresiones eran completamente iguales: ojos y bocas abiertos, las frentes arrugadas… sorprendidos. No podía soportarlo por más tiempo.

— ¿Podría alguien por favor decir algo? — Rogué.

Con eso, Edward se levantó lentamente de su asiento, sus puños apretados a sus costados, la rabia evidente en su rostro, mientras sus ojos se oscurecían con furia… más furia de la que había visto antes en toda su impresionante cara.

— ¿Di algo? ¿Cómo es esto, Bella? Me voy, — escupió; cada palabra goteaba maldad, aunque el nivel de su voz era bajo y tranquilo.

Esta vez me levanté de mi asiento, — ¿Te vas? ¿Por qué? — Le pregunté, confundida una vez más. ¿Por fin se había cansado de compartir el mismo aire conmigo?
Su siguiente declaración me sorprendió. — Voy a encontrarla y matarla. ¿A quien le gustaría unirse a mí? — Casi parecía como si estuviera buscando alguien que se le uniera para una tarde de películas.

Con eso, cada miembro de la familia se puso de pie, aceptando silenciosamente la petición de Edward, antes de que yo sintiera la necesidad de intervenir.

— Edward, no hay necesidad… — comencé, pero me interrumpió bruscamente.

— Bella, existe toda la necesidad. Ella arruinó tu vida y voy a terminar lo que empecé. Pensé que ya estaba muerta, pero no cometeré el mismo error esta vez. Seguiré cazándola hasta encontrarla y… — continúo y lo corté de nuevo.

— Edward, te estoy diciendo que no hay necesidad de ir en busca de Victoria… — Nuevamente fui interrumpida.

— Bella, dame una muy buena razón por la que sientes que no hay necesidad, — soltó, con impaciencia en su voz, dando un paso hacia mí.

— Porque Edward, yo ya la maté… — mi voz se apagó.
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Si! aqui nuevo capi! Espero me perdonen por no haber actualizados este fic, es que la autora no ha escrito mucho mas que este capitulo y otro que lo pondré a principios de la semana que viene. Espero lo hayan disfrutado y dejen sus comentarios. besotes!!