martes, 26 de octubre de 2010

¡Una fotito para que tengan dulces sueños!


Kellan Lutz tomo conciencia de sus abdominales a los 14 años durante una fiesta de final de curso en un parque acuático. “Hasta entonces no sabia que los abdominales eran atractivos”, asegura. “En Arizona donde crecí nadie iba con el torso desnudo. Cuando me quite la camiseta en el parque, todas las chicas se quedaron impresionadas. Fue una revelación”.

Los psicólogos llaman a eso refuerzo positivo. Lutz supo instintivamente lo que debia hacer: Mantenerse activo.

Sin embargo no fue facil. “Hasta que comencé a madurar yo era un tipo delgaducho. Eso si , gracias a su afición al deporte este joven de 25 años, partió con algo de ventaja, pero luego ha tenido que esforzarse continuamente para mantener ese físico.

Cuando estaba en secundaria jugaba al futbol )y ademas tocaba el trombon en la banda del instituto, lo que dice mucho de su capacidad para gestionar el tiempo) , durante años fue asiduo al gimnasio y hasta se planteo ingresar en los SEAL , grupo de operaciones especiales de la Armada de los Estados Unidos. De hecho uno de los motivos de que elegiria la Universidad Chapman es que estaba cerca de la playa.

Lo del esfuerzo también se tradujo en la cocina. Me preocupaba mucho por lo que comia”, afirma. “Tomaba mucho pollo, muchos huevos, mucha proteína”.

Durante años Lutz se entreno con escasa o ninguna planificación hasta que en el 2007 entro en el reparto de Generation Kill, la exitosa serie de la HBO sobre un grupo de marines en la primera guerra del golfo.

Que podian hacer para matar el tiempo un monton de tios atrapados en el desierto africano durante 7 meses? Pues competir entre ellos. “Interpretar a un marine es algo que requiere mucha testosterona…y 31 tios interpretando a marines, pues ya te puedes imaginar”.

Ahí durante el rodaje de la serie Kellan Lutz aplico lo que es su gran secreto para el trabajo en el gimnasio : el reto, el juego. “Recuerdo que siempre estábamos muy cabreados, o nos pegábamos o hacíamos trabajo en el gimnasio.” Lutz y sus compañeros en armas apostaban a ver quien podía hacer mas flexiones y sentadillas o levantar mas peso en un gimnasio improvisado.

Y es que para entrenarse, Kellan Lutz necesita convertir su trabajo en un juego. “Adoro jugar. En mi maleta nunca falta un par de dados”, asegura. “De hecho cuando voy al gimnasio lanzo los dados y la cantidad que sumen es el numero de flexiones que voy a hacer por ejemplo.” Todo se reduce a retarse uno mismo , a buscar el azar,” revela.

Para no perder la forma física después de rodar Crepúsculo: Eclipse, Lutz comienza todos los entrenamientos con cinco minutos de cardio y luego hace ejercicios para el tronco. “Así consigues implicar los músculos al máximo en el resto de ejercicios,” señala. Traducción : Trabajar el tronco prepara el cuerpo para la acción. Después de unas pocas series de ejercicios de cuerpo entero, Lutz hace otros mas analíticos y sencillos, para recuperarse un poco antes de otra tanda de trabajo intenso.

Cuando el agotamiento afecta a la correcta ejecucion de Lutz, su entrenador le obliga a parar (aunque Lutz quiera continuar). Es mas importante hacer las cosas bien. De otro modo te arriesgas a lesionarte.

Las sesiones de ejercicio no terminan cuando Lutz sale del gimnasio. Aunque es imposible ser totalmente fiel a un plan de ejercicio cuesta menos mantenerse activo cuando la actividad física forma parte de la actividad del dia a dia de la persona. Por eso Lutz practica el senderismo y suele nadar en compañía de su perra Kola, mezcla de Husky y pastor aleman.

Y la dieta? Antes la comida era un problema. Lutz no siempre ha tenido buenos hábitos de alimentación . Sus padres se divorciaron y su madre tuvo que criar sola a 8 hijos. “Con una familia tan grande y no mucho dinero , nos comíamos todo lo que pillábamos”, recuerda. Años mas tarde todavía podía zamparse 10 tacos de una sentada. “Cuando llegaba la octavo ya me entraba dolor de barriga”.

Las cosas han cambiado. Ahora Lutz come en pequeñas cantidades cada 2 o 3 horas y nunca se salta el desayuno. Así siempre tiene energía y no pasa demasiada hambre, con lo que es menos probable que coma mas de la cuenta. Para mantener el metabolismo alto toda la noche Lutz toma un huevo duro antes de acostarse.

La recompensa es tanto mental como física. El ejercicio físico le ayuda a encauzar su energía. Justo antes de la entrevista, Lutz había tenido que cambiar dos ruedas pinchadas y estaba bastante enfadado. “Generalmente no soy una persona negativa, así que cuando me pasa algo así, voy al gimnasio y me desahogo corriendo. Rompo a sudar y hago que la sangre fluya”.


Gracias a Luna Nueva Meyer!

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