lunes, 28 de febrero de 2011
Foto de Alex Meraz junto a una fan en la Eternal Twilight 5
Y la sorpresa de Twilight en Los Oscars era........Un Musical
Fotos de Robert en el set de Breaking Dawn
Entre el Amor y el Odio
Sumario:
Ella se encontró con el futuro de su clan en sus manos. Siendo una niña apenas, tuvo que comportarse como mujer y ganarse el respeto de los hombres poderosos, en un mundo donde la mujer era moneda de cambio. Pero tenía unas cuantas cosas bajo la manga para conseguirlo.
Él sabía su obligación pero entre ejecutarla y aceptarla había un gran espacio. Y en ese espacio se clavo ella. Una mujer que no era más que una niña y que además en sí se comportaba como niño. Con toda su vida complicada cometió errores que le llevaron a perder mucho.
Solo una cosa simple y sencilla podrá devolverle todo lo que quiere él en su vida.
Una cosa sencilla y simple llamada amor.
¿Serán suficientes sus intentos?
Nota de la autora: este fic contiene escenas explicitas de violencia y sexo, lenguaje que podría herir la sensibilidad de las personas, se recomienda discreción y una mente abierta.
-las noticas son alarmantes, según el mensajero que me mando Eleazar Hale, Charlie Swan fue atacado ayer en su castillo Eorlingan por Aro Masen. Esperaba concertar el matrimonio entre Marco su hijo y alguna de las niñas Swan. Pero no estaban ahí, habían partido horas antes que el emisario llegara. Cuando Marco las perdió en el camino se enfureció atacando sin aviso. El mensajero dice que las mujeres, las hijas y la esposa, llegaban hoy al castillo Durag Anon propiedad y fortaleza de los Hale. Debemos ir. Aun no sé quien será el vocero de Swan en las reuniones y quien se encargará de concertar el matrimonio entre su clan y los nuestros- informo mi papa mientras nos reuníamos en su despacho
-¿Cuándo partimos?- pregunto mi hermano Emmet.
El mayor y por lo tanto el primero en ser comprometido. Con sus veinte años encima era codiciado por mucho clanes para yerno. Pero siendo heredero de uno de los tres clanes que dominaban Vulterra solo podría casarse con una Swan o la chica Hale.
-ya mismo. Nos tomara un día llegar cabalgando a todo lo que da así que mejor irnos ya mismo. Edward, probablemente tu matrimonio también sea arreglado en esta visita. Así que piensa que harás con esa muchacha… Victoria. No creo que a tu esposa le agrade tener a tu amante en el mismo castillo- dijo antes de salir.
-Victoria no es mi amante es mi novia- dije molesto.
-no lo es, es la hija de uno de los súbditos y me temo que nunca llegará a ser tu esposa, sabes que esta alianza debe ser sellada y el matrimonio es la mejor manera. Además tu esposa será una de las herederas y por lo que sé ninguna de las candidatas es fea. No sufras- pidió mi padre.
¿Qué no sufriera? Estaban por casarme con una mujer que no conozco y tendría que dejar a la que mujer que amo. Mi mujer. Desde un par de semanas atrás.
Salí directo a verla, necesitaba decirle en persona y mandarla al menos por un tiempo a alguna aldea vecina, si lograba zafarme del matrimonio regresaría por ella.
-Edward… no te esperaba hoy… ¿Qué pasa amor?- pregunto con su dulzura de siempre abrazándome en cuanto llegue a su puerta.
Su cabello rubio me gustaba. Pero lo traía siempre sujeto.
-me marcho en un rato a las tierras del clan Hale, su castillo Durag Anon será cede de las platicas sobre los ataques inminentes de los Masen y que ya han empezado con el clan Swan- dije mientras me besaba.
-¿Cuándo regresas?- dijo mientras se desnudaba.
-Victoria no te desnudes, tengo algo importante que decirte. Probablemente en esa reunión mi matrimonio sea planeado…- dije suavemente.
-pero… ¿y yo?- dijo a nada de llorar.
-no dejare amor, te amo. Pero sabes que mis obligaciones con el clan son primero, soy heredero cariño, no tengo más remedio que casarme con una heredera de otro clan, mira quizá tarde algo en hacerlo. Quédate conmigo hasta que sea inminente y después te pondré casa en otra aldea. Te visitare tanto como pueda; una simple esposa no me va a alejar de ti- dije.
-entonces si es la despedida por algunos días mejor hagámoslo bien- dijo dejando caer su ropa mientras su cuerpo desnudo me excitaba.
La tome sobre la mesa sin tiempo que perder. La ame con prisas pero completamente, como cada ves que estábamos juntos, sus besos, su cuerpo, todo en ella me tenía loco.
-¡¡¡Edward nos vamos!!!- me grito Emmet golpeando la puerta.
E interrumpiendo mi intento de tenerla una vez más.
-debo irme, te extrañare- dije separándome con mas trabajo del que pensé me costaría.
-Cuídate, te amo- dijo mientras me vestía, estaba aún desnuda sentada en el mismo lugar.
Tome mi armadura, el yelmo y la espada; salí no sin antes mirarla por última vez. Me monte en mi caballo negro como la noche y partí a todo galope mientras mi corazón se quedaba con esa mujer. Para cuando llegamos en la madrugada del día siguiente fuimos recibidos por Eleazar y Jasper su hijo mayor.
-Saludos Carlisle. Celebro verte aunque sea en estas circunstancias. Emmet. Edward. Sus habitaciones están listas. Descansen y si les parece las negociaciones empezaran en la tarde. La tercer campanada después del medio día- dijo el jefe del clan Hale.
-vamos yo les llevo a donde se quedarán- dijo Jasper.
Un tipo rubio de mi tamaño. De sonrisa agradable y carácter fuerte. Un digno sucesor de su padre. O eso decía el mío.
-¿ya conociste a las Swan?- pregunto Emmet.
-sí y son hermosas a más no poder. Aunque la pequeña se ve que es terrible. Dicen entre sus hombres que tiene el carácter de mil demonios y la firmeza de una roca. Según escuche a su guardia ella es quien más se parece a Charlie y ya sabemos como es él- dijo sonriendo.
Charlie era conocido en todo Vulterra por ser, aventado, atrevido, imprevisible, indomable y por su puesto irreverente, irrespetuoso de las normas tradicionales y sobre todo, valiente como mi padre o el mismo Eleazar, era el primero en poner los pies en el campo de batalla y el último en irse.
Jamás se daba por vencido y según decían las viejas cotillas, había tomado por esposa a una mujer que estaba comprometida con un Masen.
-y ¿Quién es el vocero y encargado del asunto del matrimonio?- pregunte.
-aun no llega, al parecer se separaron de su madre en el camino y el tipo se quedo con ella, las chicas llegaron montando a todo galope junto con sus guardias personales. Traen unos tipos enormes. Al menos el guardia de la réplica en miniatura de Charlie esta casi de tu tamaño Ed- dijo mirándome
-vaya, ya quiero conocerlas- dijo mi hermano.
-¿tu hermana está de acuerdo en casarse?- pregunte.
-si, como buena hija heredera sabe lo que se espera, así que solo me resta pedirles que quien sea de ustedes quien se case con ella la respete. Nada de amantes. Mi padre nunca las tuvo y mi hermana no está acostumbrada a eso- pidió mirándonos seriamente.
-es una petición razonable- dijo Emmet sin mirarme.
Pero por el tono supe que me reprochaba mi relación con Victoria, todos en casa lo hacían, nadie parecía entender que la amaba, aunque no fuera de noble cuna.
-bueno, les veo más tarde- dijo despidiéndose después de indicarnos cuales eran nuestras habitaciones.
Me acosté pensando en victoria. Me levante varias horas después con recuerdo de su calor.
-vamos Edward, es hora de empezar con las negociaciones- dijo Emmet entrando a mi habitación. Asentí mientras lo seguía.
Por fin entramos a un salón apenas del mismo tamaño que el de casa. Los adornos obviamente eran diferentes. Es este las paredes eran adornadas con escudos de la familia Hale y los diferentes banderines que se usaban ya fuera para visitas de paz o para la guerra. Los colores de los Hale eran naranja y negro. Por lo que pude ver también estaba el banderín de los Swan, el cual era morado con negro y por supuesto el emblema de los Cullen con los colores característicos: verde y negro.
-maravilloso, ahora solo falta el vocero de los Swan. Pero empezaremos con los pendientes que no lo necesitan como tal. Al parecer aun no llega- anuncio Eleazar en cuanto tomos asiento.
En el recito había una mesa redonda enorme con el centro hueco. De manera que los sirvientes podían entrar por un espacio y servir por la parte de dentro. Era el lugar donde hacían las comidas importantes. Y esto aunque no era una comida era importante. En el lugar también se encontraban los terratenientes más importantes de los clanes. Garrett Andalucía de los Swan, James Rosenberg de los Hale y por supuesto Laurent Van Hort de de los Cullen.
-Buenas Tardes. Lamento la demora. Al parecer no fui notificada de la hora para las reuniones- dijo una mujer, una niña, era más acertado de decir.
No tendría más de 16.
De pie en la puerta con un hombre enorme detrás. La niña camino con seguridad antes que nadie pudiera decir que no y se situó en la silla que se reservaba para Charlie o en este caso par su vocero. El tipo se puso detrás de ella con la mano en la espada y listo para saltar.
Mire con discreción a la niña, era hermosa o lo sería con el paso de los años, cuando finalmente se convirtiera en mujer… algo así, ojos grandes, labios rosados que invitaban a besarlos, cuerpo marcado aunque nada voluminosa. Pequeña de estatura, pero por la manera en como entro no de carácter.
-¿Qué hace una mujer aquí?- protesto James, era conocido por ser bastante despreciable con las mujeres.
Motivo por el que ningún padre o hermano había hecho por ofrecerle esposa.
La niña entrego un pergamino a su sirviente y este se dirigió a Eleazar. El anfitrión rompió el sello y leyó por un momento. Cuando termino le paso el papel a mi papa. Para cuando mi padre asintió Eleazar se levanto. La niña estaba sentada junto a mi padre.
-les presento a Isabella Swan, vocera y albacea del clan Swan y por lo tanto estará en las negociaciones y tomara parte y decisión como Charlie Swan lo haría. Saludos Señora, sea bienvenida a esta mesa- dijo Eleazar.
Mientras todos nos mirábamos. Eso era inaudito. Una mujer tomando decisiones de hombres.
-gracias Lord Eleazar, el clan Swan hace presencia y solicita el apoyo para en primer punto rescatar a mi padre quien aun se…-
-¡¡¡no pienso escuchar a una niña que seguramente todavía usa calzones de franela!!!- salto James.
Levantándose de golpe. y tirando la silla con la acción.
-¡te callas y te sientes James Rosenberg no he terminado de hablar y lo que use o de que use los calzones es algo que no te incumbe! ¡Te dirigirás a mí como tu superior porque incluso siendo mujer estoy muy por encima de ti y me llamaras Señora o Isabella si tu machismo no te permite decir otra cosa!- dijo la niña sacando un tono de voz que sin gritar lleno cada rincón del recinto.
-no eres más que una niña jugando a ser mujer ¡¡¡apenas tienes senos por Dios!!!- soltó de nuevo ofendiéndola.
Su guardia dio dos pasos y la niña… Isabella lo detuvo con un simple “Jake”
-el tamaño de mis senos no son referencia al tamaño de mi intelecto, que es al fin y al cabo es lo que estaremos usando si queremos detener a los Masen, si prefieres a las mujeres tetonas se de buena fuente que tu amante no tiene problemas en esa área, aquí hemos venido a planear estrategias no comparar tamaños- respondió con toda la calma.
-¡¡¡mi pene es más grande que tu intelecto Señora!!!- escupió mientras el guardia de la chica se ponía rojo de la furia y con la espada a medio sacar hacía por avanzar sobre el tipo.
Pero al igual que antes ella lo detuvo con un simple movimiento.
-eso es lo que tú dices, no lo que rumora- contesto Isabella dejándonos a todos con la boca abierta.
-¡¡¡voy a enseñarte niña estúpida!!!- dijo antes que nadie de los presentes pudiera hacer algo,
con toda la arrogancia que pudo, se bajo lo pantalones.
-¡¡¡James!!!- grito Eleazar mientras todos los presente nos poníamos de pie, ella era una Swan y con capacidad o no para estar ahí se le debía respeto.
Sobre todo porque nos gustara o no sería la esposa de alguno de los herederos.
-¡¡¡ James respeta a mi señora o te hare pedazos!!!- grito Garrett su terrateniente.
-y con eso… ¿me harás cosquillas?- pregunto la chica riéndose mientras caminaba lentamente hacía él.
La sala entera se quedo en silencio mientras sin pena alguna ella caminaba hacía el tipo.
-híncate veras como te hare de cosquillas- soltó mientras que mi paciencia se iba al carajo, eso era demasiado.
La expresión en el rostro de mi hermano y de Jasper no dejaba lugar a dudas que estaban de acuerdo conmigo.
Pero fue Garrett quien se adelanto. En un movimiento inesperado, lanzo una espada corta. La cual la chica atajo sin problemas.
-sube tu pantalón y esconde tus miserias James, no querrás perder eso con lo que diviertes a la ramera que retoza en tu cama mientras esperas que algún estúpido te ofrezca esposa- dijo la niña de pie frente a él con la espada en sus genitales y mirándolo a los ojos.
El estatus de niña se fue al carajo.
Era una mujer.
Y que mujer.
domingo, 27 de febrero de 2011
Life's little choices 2
Amor y preocupación por el Oso.
Rose POV
Cargar al bebé en una cadera y una canasta de ropa sucia en la otra es algo que solo una madre puede hacer. Juro que algunos días me siento como una malabarista. ¡No me malinterpreten! Amo ser esposa y madre, pero algunos días… algunos días quisiera un baño caliente en una habitación alumbrada con velas, con una copa de vino rojo en mis manos y suave música de fondo. Y mientras disfrutaba de los aceites de baño de lujo, quisiera saber que mi bebé esta a salvo y sana, mi marido seguro y amoroso solo para mí, que mi familia estaba feliz y saludable. Tal vez debería darle algunas pistas a Emm de la noche de cordura que mamá necesita.
"¡Mamá, abajo!" dijo Lily por tercera vez en segundos.
"Te bajaría cariño, pero tratarías de ir a las escaleras y mami no puede evitar que te transformes en un mono y dejar la ropa limpia. Así que a menos que quieras correr desnuda a través de la casa, tienes que ayudar a mamá a lavar la ropa."
"¡Desnuda!" grito Lily, lanzando sus pequeños brazos al aire con una enorme sonrisa.
"Serás hija de tu padre." Me reí. Deje la canasta en el piso del cuarto de lavandería, cambiando a Lily a mí otra cadera, y comencé a cargar la lavadora.
"¡Boo!" gritó Lily, apuntando a la camisa que estaba sacando de la canasta.
"¿Qué fue eso, niña?" pregunté, segura de que solo estaba gritando por cosas al azar.
No podría haber estado tratando de nombrar el color de la camisa. Quiero decir, solo tiene quince meses. Sabía que era inteligente, pero ¡vamos! Por otra parte, tenía la boca de Emmett y ya estaba tratando de formar oraciones. Ella sabía 'Mamá', 'Papá', 'Beebee', y 'Eee' – lo cual asumimos eran Edward y Bella. Lily estaba trabajando duro en 'Abuela' y 'Abuelo', pero hasta el momento, solo llega a 'mmm' sonido que acompaña con sus pequeños dedos para llegar a lo que quiere decir. También tiene otra palabra que dice siempre que Alice y Jasper están alrededor, pero no estamos seguros si trata de decir 'Jazzy' por Jasper, o 'ouchie' por la tortura de Alice con la ropa.
Cogí la camiseta que tenia. "Lily, ¿Qué es esto?"
Sonrió tímidamente y se encogió de hombros para ocultar su cuello.
"Vamos, Lily Bear, ¿Qué tiene mamá en sus manos?"
Lily solo se rió y movió su cabeza.
"Esta bien, pequeña." Me reí entre dientes, besando su frente. "Mami sabe que serás una genio muy pronto. Papi y mami se encargarán de eso."
Acababa de cerrar la tapa de la lavadora cuando sonó mi celular. Cambie a Lily de cadera, una vez más, y conteste el teléfono. "¡Hey Sexy! ¿Cuándo vas a venir a casa conmigo y la pequeña?"
"Uh… ¿Rose?" replicó la nerviosa voz de Edward.
"¿Qué estas haciendo con el teléfono de Emmett? ¿Dónde esta Emmett?" pregunte, tratando de no entrar en pánico y fallando miserablemente. Emmett nunca dejaba el celular fuera de su vista. Era su orgullo y su alegría, después de Lily.
"Él esta bien. Esta hablando con Jasper en mi teléfono, así que yo use el de él."
"¿Y por que usas el suyo? ¿Por qué no solo esperas?"
"Por que los dos han estado discutiendo, como un viejo matrimonio, por veinte minutos."
"¿De que? ¿Qué esta pasando?"
"Él esta bien, Rose, pero… Emmett cayó del techo hasta el ático."
"¿Por qué D-I-A-B-L-O-S no empezaste con eso?" pregunte, tratando de mantener el control por el bien de Lily.
"Por que estaba tratando de no preocuparte. Mi papá esta aquí con nosotros y vamos a llevar a Emmett al hospital por algunas radiografías."
"¿Qué dice Carlisle?"
"Cree que Emmett se fracturo el tobillo, pero a pesar de eso, Emmett esta bien."
"¿Por qué demonios llamaste a mi hermano antes que a mí? ¡Mi esposo cayo del techo!"
"Por que debemos tener el techo reparado esta noche antes de que llueva y se arruine la casa."
"Oh. Bueno."
"¿Quieres que vayamos a buscarte a Lily y a ti camino al hospital?"
"¡Puedes apostar tu culo a que si!"
"Bien." Edward se rió entre dientes "Escucha, hazme un favor y no le digas a Bella. Vamos a decirle en persona, después de checar a Emmett."
"No hay problema." Le aseguré "Y, Edward, gracias. Estoy segura de que Emmett quería esperar para decírmelo."
"Si, pero solo por que te ama mucho, Rose."
"Lo se." Dije, sonriendo. "Dile que lo amo, ¿si?"
"Seguro, Rosalie." Dijo Edward antes de colgar.
Metí mi celular en mi bolsillo y después traslade mi mirada a la dulce cara de Lily. "Pequeña bebé, papi tuvo un ouchie. El abuelo Carlisle va a repararlo, entonces, no tenemos que preocuparnos. Pero necesitamos vestirte."
"¿Papi?" pregunto Lily, inclinando su cabeza hacia un lado. Ella se parecía a Emmett tanto en este momento que no pude evitar dejar salir una lágrima. Lily puso su mano en mi mejilla y su cabeza en mi hombro, dándome uno de sus abrazos de bebé. Tenía a la mejor bebé del mundo y nosotras teníamos al mejor hombre cuidándonos. Aún cuando el gran oso hiciera cosas estúpidas como caer de un techo. Limpie esa única lágrima y subí las escaleras para tomar el bolso de Lily con sus pañales listos.
Bella POV
Estaba sentada en el sofá, leyendo uno de los libros que Edward me regalo por Navidad cuando la puerta principal se abrió. Carlisle se movió rápidamente a través de la puerta y a después, entró Emmett en muletas, seguido por Rose y Lily, y Edward.
"¿Qué paso?" pregunte, cuando Edward llevaba a Emmett hacia el sillón reclinable. Acerco la mesa de café hacia Emmett y subió su pie ahí.
"Mi adorable y estúpido esposo estaba caminando sobre el techo y decidió redescubrir el ático sin usar las escaleras." Dijo Rose, sentándose a mi lado con Lily.
"Papi, ouchie." Anunció Lily, juntando sus pequeñas manos.
"Mírate." Me reí, tomándola en brazos y besando su mejilla. "¿Cómo sabes eso?"
"Papi, ouchie." Repitió Lily, señalando a Emmett con un dedo mientras mordía otro.
"Es todo lo que hemos hablado en el viaje. Emmett se fracturo el hueso del tobillo y se magulló la espalda, pero esta vivo." Dijo Rose mientras Lily saltaba de nuevo a sus brazos.
"¡Emmett!" lloré, regresando mi vista a él.
Levantó las manos y las agitó hacia mí, callándome como solía hacer cuando era una niña. "Baja la voz, Squirt. No me dañe los oídos y me gustaría mantenerlo así."
Fui hacia él y me senté en su regazo, como solía hacer después de que mamá y papá murieron. Envolvió sus brazos a mí alrededor y me abrazo. "No puedes dejarme, Emm."
"Squirt, estoy bien." Me prometió. "Va a tomar más que una caída del techo para alejarme de ti. Y piensa lo que tomaría para que me alejara de Rose y Lily."
"Estará bien, Bella." Me aseguró Carlisle. "Tendrá que estar enyesado y usar muletas por unas semanas."
"Y voy a estar muy adolorido para levantarme de la cama mañana." Se quejó Emmett.
"¡Hush!" dijo Rosalie, con una pequeña sonrisa. "Entonces tendrás el desayuno en la cama. No es el fin del mundo."
"No, siempre y cuando tenga a mis dos chicas conmigo." Dijo Emmett, con una tonta y enorme sonrisa.
"Echa fuera el encanto todo lo que quieras, cariño." Rosalie se rió entre dientes. "No volverás a subirte a ese techo, o a cualquier otro, nunca jamás."
"Entonces, ¿hay un gran agujero en el techo?" pregunte, mirando a Emmett.
"Yo caí a través de el." Emmett se rió entre dientes.
"Alice y Jasper están en la casa, supervisando la reparación del techo. Jasper tiene un buen amigo que se va a encargar de repararlo todo para esta noche." Explicó Rose.
"¿Cuánto va a costar?" pregunté.
"No te preocupes por eso, Squirt. Yo hice el daño, entonces yo pagaré la reparación." Me aseguró Emmett.
"No lo creo." Discutí. "Estuviste de acuerdo en compartir los gastos con Edward, y este es uno de ellos."
"Bella, no seas terca." Emmett suspiro.
"Edward, dile algo." Demande, mirando a mi esposo.
Edward me ayudo a levantarme del regazo de Emmett y paso sus brazos a mí alrededor. "Bella-"
"Emmett cayo a través del techo de la casa." Le dijo Rose. "Se fracturo el tobillo y se magullo la parte baja de la espalda, pero el grandote sobrevivirá."
"Oh, pobrecito." Esme camino hacia Emmett y beso un lado de su cabeza.
Lily comenzó a hacer ruidos abriendo y cerrando sus manos, mientras trataba de inclinarse hacia adelante. Esme la ayudo y comenzó a acariciar el yeso rosa y morado de papá. "Papá bonito." Arrulló.
Esme se rió entre dientes mientras agarraba bien a la niña. "Lily y yo prepararemos algo especial para la cena. Todos se quedarán."
"Te ayudo." Se ofreció Rose, siguiendo a Lily y Esme a la cocina.
"Creo que me uniré. De todas maneras quería pasar unos minutos con mi nieta." Se rió entre dientes Carlisle, siguiéndolas a la cocina.
"¿Sobre que tanto susurran ustedes dos?" pregunte, volteándome a ver a Emmett y Edward con sus cabezas juntas. Verlos a ellos dos tan juntos era raro, a menos de que estuvieran planeando una sorpresa para alguien.
"Nada que deba preocuparte, Squirt." Dijo Emmett, con una gran sonrisa.
Me aleje de Edward y me senté en el sofá con una rabieta, cruzando mis brazos frente a mí. Podía estar comportándome un poco infantil, pero acababa de saber que Emmett había tenido un accidente. ¿Qué más me ocultaban?
Edward se rió entre dientes mientras se estiraba en el sofá, poniendo su cabeza en mi regazo. "¿Cuál es el problema, amor?"
Pase mis dedos a través de su enmarañado cabello color bronce, cuidando de no estirar los nudos que se habían formado por el sudor. "¿No me vas a decir de lo que estaban hablando ustedes dos?"
"Hmm. ¿Qué estarías dispuesta a dar por la información?" pregunto, sus ojos verdes brillando con malicia.
"¿Qué tienes en mente?"
"Un baño antes de la cena."
"¿Y cuando tendré mi información?"
Tomo mi mano y beso la yema de mis dedos mientras me dedicaba su sonrisa torcida. "Tan pronto como estemos secos y vestidos en ropa limpia. Te extrañe hoy y solo quiero estar a solas contigo un rato."
"Bueno, tienes una especie de mal olor y eso." Dije, bromeando. "Vamos."
Edward estuvo en pie y tirando de mí en un tiempo record, causando que me riera de él. "Emmett, volveremos a tiempo para la cena." Dijo Edward.
Le deje el control remoto de la TV y bese su mejilla. "Te amo, Emm, y no tardaré mucho. Y cuando baje las escaleras me dirás que paso." Le ordene, apuntando a su pie. "Y quiero toda la historia, hermano oso." Emmett solo gruño en respuesta.
Edward me ayudo a subir las escaleras y me hizo sentarme mientras él llenaba el baño de burbujas para nosotros.
"Edward, ¿Qué le paso a Emmett? Y quiero la versión completa, por favor." Dije, viéndolo cuando se quitaba su sudada camiseta. No tenía la paciencia suficiente para esperar a que mi hermano me lo dijera.
"Emmett estaba caminando a través del techo, buscando puntos débiles que necesitaran parches. Parecía que podía pisar bien, pero cuando apoyo el pie, el peso fue demasiado y cayo hasta el ático. Aterrizo en sus pies y así fue como se lastimo el tobillo. Se lastimo la espalda cuando cayó hacia atrás al tratar de sacar su tobillo lastimado. Nunca se golpeo la cabeza o perdió la conciencia. Incluso tenía el control de si mismo para decirme que me alejara y entrara por la puerta de tu antigua habitación."
"Había olvidado esa vieja puerta y el ático. ¿Había muchas cosas ahí?"
"No muchas. Pero había algunas cosas que podrías querer."
"¿Cómo que?"
"Bueno, había una mecedora de madera. Parecía estar en muy buena forma. Solo necesita pulirse un poco."
"Esa era de mi mamá, Edward. Solía hacerme dormir en esa mecedora cada noche. Lo hicimos hasta que no cabíamos más las dos. ¿Qué más encontraste?"
"La cuna que tu mamá uso con Emmett y contigo."
"¿Podríamos?" pregunte emocionada.
"No, amor." Me dijo Edward, con una sonrisa triste. "Esta demasiado vieja. Emmett dijo que eras toda una artista del escape y soltaste los barrotes para poder salir."
"Oh." Suspiré, sorprendida por la rapidez con la que pase de estar sumamente entusiasmada a completamente abatida.
"Bella, si quieres podemos buscar una cuna que sea del mismo estilo que esa." Me ofreció Edward, ayudándome a ponerme de pie.
"Ya veremos. Pero quiero la mecedora." Dije, ayudándolo a quitarme la camisa.
"Me asegurare de que tengas la mecedora."
Una vez que estuvimos juntos debajo de las burbujas y el agua caliente, dirigí la conversación a otras cosas. "Entonces, ¿tuviste un buen día con Emmett hoy?"
"De hecho, si. No puedo decir que disfrute poner nuevas baldosas al techo, pero Emmett hizo que el día pasara rápidamente."
"¿Y como resultaron involucrados Alice y Jasper?" le pregunté, tratando de limpiar algo de la suciedad debajo de las uñas de Edward.
"Emmett me hizo llamar a Jasper para que encontrara un contratista de techos. Estaba seguro que Rose y tú nos iban a prohibir volver a subirnos al techo."
"¡Tiene razón!" estuve de acuerdo, asintiendo con la cabeza.
Edward se rió entre dientes y beso la parte trasera de mi hombro. "Pensé que estarías de acuerdo con él en eso."
"Él tiene razón de vez en cuando." Me reí.
Edward se rió de nuevo y me abrazo, acercándome a él. "¿Cómo estuvo tu tarde?"
"Lenta."
"También para mí. Te extrañe."
"También te extrañe, Edward. Oye, deberíamos ofrecernos para acompañar a Emmett a la compañía mañana. Él se va a comportar como un total oso y Rose no tiene que lidiar con eso sola. ¡Emmett tiene la peor paciencia! Mi mamá usualmente lo amenazaba que si no dejaba de quejarse lo esposaría a la cama y le taparía la boca."
"¿Tú mamá le dijo eso?"
"Él tenia trece, estaba en casa con gripe, y la llamaba cada dos segundos. 'Mamá, necesito una bebida. Mamá, tengo sed. Mamá, ¿puedes cambiar el canal?' Y eso solo fue la primera hora desde que se despertó."
"Esta bien, ahora todo tiene sentido." Edward se rió entre dientes. "Bella, es lindo que hables de tu mamá sin ponerte triste."
"Si, lo es." Estuve de acuerdo. "Pero es todo lo que voy a hablar por ahora, ¿de acuerdo? Dame otra cosa en que pensar."
"Hoy aprendí algo muy, muy perturbador sobre nuestros hermanos."
"Contrario a cualquier otro día, ¿Qué fue?" me reí.
El resto del baño me la pase riendo y bromeando de las cosas que Alice y Emmett habían hecho en los últimos años. Edward me conto el tiempo en que Alice entregaba boletos de la moda en la secundaria, con multas por diferentes infracciones. Yo le conté de cuando Emmett fue arrestado por una redada de pantimedias en el colegio. Se había equivocado del numero del cuarto de su novia y termino en la habitación del asesor del lugar, ella lo había llevado hacia abajo para implementar el arresto ciudadano.
Con nuestras historias y nuestro baño terminado, bajamos las escaleras, esperando pasar unos minutos a solas con Emmett. Quería asegurarme que mi gran hermano estaba completamente bien y que no solo lo estaba pretendiendo.
"Bueno, ¿no es lindo?" dijo Emmett cuando me acurruque en su regazo. "La franela te hace justicia, Squirt."
"Así como el yeso rosa con morado." Me reí entre dientes. "De todas formas, ¿Cómo terminaste con eso?"
"Edward y Carlisle pensaron que estaba siendo gracioso." Resopló, y entonces sonrió brillantemente. "Pero a Lily le gusta así que a quien le importa."
"Esa pequeña te tiene envuelto en su pequeño dedo."
"Absolutamente. Justo como su mamá. Y lo sabes, Squirt, no podría cambiarlo por nada."
"Isabella, no uses esa pequeña voz de susto conmigo. Tienes suerte de estar embarazada, o te habría tirado de culo al suelo." Dijo, tratando de sonar brusco.
"Te amo, gran hermano."
"Y yo te amo a ti, pequeña hermana. Pero debes dejar de preocuparte, Bella. Estoy bien. La gente cae a través de los techos, la gente cae de los techos, todo el tiempo, y están bien. Y fui revisado por el mejor médico de los alrededores, ¿recuerdas?"
"Si, lo se. Es solo que no quiero perderte nunca, Emm."
"Ese es un dulce pensamiento, Squirt. Pero tenemos nuestro tiempo en este planeta y cuando termina, termina. Ahora, personalmente, espero estar aquí para ver a Lily crecer y casarse, y crear su propia familia. Pero mis planes y lo que realmente pase son cosas dos cosas diferentes."
"¿Cómo lidias con eso, Emm? ¿Cómo manejas todo lo desconocido?"
"Disfruto cada segundo que paso con la gente que mas quiero. Y es lo que necesitas hacer, Bella. No te asustes de perder a alguno de nosotros por que entonces te olvidas de vivir con nosotros. Tienes un papel importante en esta familia como la pensante y la de la boca inteligente. Nadie puede hacerse cargo de eso más que tú, y espero que cuando Lily será lo suficientemente grande la enseñes a ser mejor que yo."
No podía dejar de reírme con esas palabras, envolví su cuello en mis brazos y lo abrace fuertemente. "Te amo, Emmett."
"Sabes, para ser mi hermana pequeña, no eres tan mala."
"¡Emm!" lloré, golpeándole el pecho.
Tomo mi mano y me miro a los ojos, con la cara completamente seria. "Te amo, Isabella. Y no te voy a dejar."
"Bien." Suspiré, dejando mi mano en su hombro. "Por que tienes que enseñarle a mi bebé a luchar, cantar desafinado y que no le importe, decir bromas tontas, y a reír sin importar que tan asquerosos sean sus días."
"Y también tengo que hablarle sobre sus maravillosos abuelos Charlie y Renee y de cómo era su madre cuando era niña. Especialmente con las cosas que Edward y yo encontramos hoy." Dijo Emmett.
Me senté y lo mire, sintiéndome confundida. "¿Qué encontraron y donde?"
"¡En el ático, Squirt! ¿Esas hormonas te tienen en tu estado de confusión?" bromeó, guiñándome un ojo "Encontramos una caja con todas tus cosas de bebé. Estaba pensando que si tu querías, podíamos verla todos después de la cena."
"¡Gracias, Emm! Amaría eso." Le dije, dándole otro gran abrazo. Emmett era muchas cosas para mucha gente. Era el esposo de Rose, papá de Lily, amigo de Jasper, Alice y Edward, hijo para Carlisle y Esme. Y para mí, él siempre será el gran hermano que yo amo incondicionalmente, y el hombre que dejo ir sus propios sueños para asegurarse de que yo no me quedaba sola en el mundo.
Alice y Jasper llegaron justo cuando Esme ponía la cena en la mesa. El amigo de Jasper se iba a encargar temporalmente de reparar el techo esta noche y regresar mañana para terminarlo todo. Nos dio realmente un buen presupuesto para los costos. La mayor parte de la cena paso divertida, con muchas bromas por parte de Emmett. Sabía que era su forma de asegurarnos que estaba bien.
Después de la cena, todos nos reunimos en la sala alrededor de la gran caja que Jasper había traído de casa. Justo encima estaban los trajes que Emmett y yo habíamos usado en nuestros bautismos cuando éramos bebes. Era de ese color amarillo con tejidos blancos que tienden a desaparecer con el tiempo. Todos estábamos sorprendidos por la pequeña bata de Emmett, sobretodo viéndola en sus grandes manos.
Lo siguiente que encontramos fueron dos pequeñas cajas con zapatitos de bebé color bronce en cada una. Los de Emmett eran bastante grandes y los míos pequeños. Estaban nuestras iniciales y fechas de nacimiento grabados en la parte inferior de cada uno.
"¿Se siguen haciendo cosas como estos zapatitos de bebé?" le pregunte, sosteniendo mi botín para que lo viera Esme "¿Tendrán este estilo de zapatos todavía?"
"Buena pregunta" dijo Esme, sonriéndome "Hare algunas llamadas y lo descubriré. Seria bueno mezclar algo de las viejas costumbres con los nuevos estilos."
"¡Squirt! Es tu libro de bebé." Anuncio Emmett con orgullo, sosteniendo en libro morado. Había una franja de encaje en las esquinas y mi nombre estaba escrito con letras doradas.
Tome el libro que me ofrecía y comencé a hojearlo. "¡No lo había visto en años! Edward, tienes que ver esta página." Dije emocionadamente, buscando lo que quería. Lo encontré y resoplé cuando vi las imágenes en la hoja. Pase el dedo por la pequeña bolsa de Ziploc que había sido grapada a la página.
"¿Es tu cabello?" pregunto Edward, sus dedos descansando junto a los míos en la hoja.
"Sip." Me reí entre dientes, viendo el mechón de cabello color marrón con la cinta morada alrededor de el. "En el caso de que no se los haya dicho chicos, me gustaba mucho el color morado cuando era niña, mi mamá siempre me daba cosas moradas. Eso causo conmoción cuando me desperté a los ocho años y durante la noche decidí cambiar mi color favorito al azul. Emm, ¿recuerdas por que este cabello esta aquí?"
"No" replico "¿Y por que me veo tan culpable en esa foto?" pregunto, apuntando a la derecha arriba de la bolsa de pelo.
"No recuerdo ese día, pero recuerdo a mi mamá contándome la historia." Me reí entre dientes. "Tenía cuatro años y estaba con uno de los juguetes de Emmett en la mano, lo rompí. Entonces, para vengarse de mí, Emmett espero hasta que me dormí y me corto el cabello. Esta es la parte que cortaste, Emm. Mamá tuvo que llevarme a la peluquería para que lo arreglaran que quedara igual. Esa fue la única vez que he tenido el pelo hasta los hombros."
"¿Qué pasa con los hermanos mayores y la necesidad de cortar el pelo a sus hermanos menores?" pregunto Edward con una gran sonrisa "Ali, ¿te acuerdas del corte de pelo que me diste?"
"¡Claro que lo hago!" Alice se rió "Estaba segura de que eso iba a hacer tu cabello más manejable. ¡Eso solo empeoro las cosas!"
Levante el brazo y pase mi mano a través del cabello de Edward, quitándolo de su frente. "Amo tu cabello así como es." Edward se rió entre dientes, se inclino y me beso dulcemente.
Pasamos las siguientes horas viendo mi libro y el de Emmett, con Emmett contándome un montón de historias de cuando era niña, cosas que nuestros padres nunca pudieron compartir conmigo. Era lo más que había pasado pensando en ellos en años, y escuchando todas esas historias de Emmett me hacían sentir como si mis padres no se hubieran ido de mí. También sentí como si hubiera sido más malo para mi hermano de lo que yo recordaba - o tal vez había estado tan sorprendida por sus cuidados que yo había dejado que todo eso me pasara de largo. Como sea, definitivamente tenía un maravilloso hermano mayor, y mi bebé iba a tener mucha suerte de tenerlo como tío.
Momentos Emocionantes.
Edward POV
"Edward, ¿Cuánto me amas?" me pregunto Bella.
Levante la vista de los papeles que estaba clasificando y encontré su sonrisa por encima de su libro, sus ojos chocolate brillaban con diversión. "No creo que haya suficientes meses, días y años para contarlo. Mi amor por ti no tiene medida," le dije.
"Hmm."
"¿Por qué lo preguntas?" cuestione, moviéndome de la pared de la ventana hacia ella.
Mordió su labio inferior y me miro "Bueno, me duelen los pies y tenia la esperanza de que me dieras un masaje."
Me reí y me incline para besarla en los labios "Es un honor poder masajear los pies de la madre de mi hijo."
Toda la cara de Bella se ilumino mientras sonreía a mis palabras "Realmente te amo, de verdad."
Me reí cuando me senté en el brazo del sofá y tome sus pies en mis manos "Yo también te amo, mi tonta Bella."
En esos días ella estaba mucho mejor sobre pedir lo que quería, y fue un momento emocionante para nosotros dos el ocuparnos de los cambios de su cuerpo y de nuestra relación. Yo estaba aprendiendo a no ser sobreprotector y ella a tomar más precauciones. Y los dos estábamos aprendiendo juntos a manejar los cambios de humor y la pena que Bella sentía por sus padres. Ver sus cosas con Emmett le había hecho bien, y yo estaba seguro de que el regalo de mi madre le iba ayudar aún más. Ella estaba dando los toques finales a lo planeado para dárselo a Bella la siguiente semana en la cena familiar con todo el mundo.
Bella estaba entrando en el segundo trimestre del embarazo, justo al final de la semana trece. No podía esperar para llegar a la semana 18, cuando el bebé sería capaz de oírnos- ya había empezado a escribir una nana para él. Bella estaba emocionada por la semana 24, cuando ella podría probarnos de que esta cargando a un niño.
Esa fue otra cosa que paso en las últimas semanas… Bella había conseguido de alguna manera que todos nosotros nos refiriéramos al bebé como "él". Pero todavía se negaba a hablar de nombres. Decía que quería esperar a ver al bebé primero y entonces podríamos elegir un nombre perfecto para nuestro perfecto bebé- sus palabras exactas y no había discusión posible con ella sobre eso.
"Eso se siente bien," suspiro Bella, cerrando sus ojos y relajándose en el sofá. "¿Por qué estar embarazada tiene que tener sus consecuencias en los pies?"
"Tu doctor te dijo que por un cuerpo tan pequeño como el tuyo vas a sufrir los efectos de cualquier peso adicional."
"Claro, claro."
"Por supuesto, puede que tenga un poco más que ver con el hecho de que estabas caminando alrededor de tu clase hoy, en lugar de estar sentada detrás de tu escritorio." La regañe.
"¿Cómo sabes eso?" espetó, con los ojos muy abiertos.
"Por que tuve un periodo libre y pase a verte" le dije "Según entiendo de nuestro compromiso es que ibas a estar de pie solo el tiempo suficiente para escribir las tareas en el pizarrón."
"Si." Admitió, luciendo arrepentida "Lo siento, Edward. Tenia toda esta energía nerviosa hoy y no podía deshacerme de ella. Cada vez que me sentaba en la silla, comenzaba a golpear el escritorio con mis dedos o a golpear el piso con los pies. ¡Estaba interrumpiendo mi propia clase!" abrió su boca para decir algo más pero en su lugar dejo escapar un gemido "Mueve tu dedo pulgar por encima de mi arco. Si, justo ahí," ella suspiró "Creo que necesito nuevos zapatos."
"Yo creo que necesitas seguir con lo que acordamos y estar sentada."
"Vas a terminar atándome a la silla si no lo hago, ¿cierto?" pregunto, mirándome.
"Eso estaba pensando," me reí entre dientes "Si prefieres, puedo decirle a Emmett que no estas tomando los cuidados necesarios."
"¡No lo harías!" grito, sus ojos chocolate brillando con incredulidad. La única persona más sobreprotectora con mi embarazada esposa aparte de mi era su hermano mayor.
"Si eso significa que tú y nuestro bebé están sanos y seguros, no hay nada que no haría," le asegure.
"¡Bien, me rindo!" exclamó, echando sus manos la aire "¡Desearía que estuvieras embarazado por un día, solo un día, Edward Anthony! Te amenazaría con ser atado a una silla, te quitaría tus alimentos azucarados, y te diría que ropa 'parece' demasiado apretada"
"Bella, justo ahora estas siendo increíblemente absurda."
"Lo que estoy es cansada, caliente y embarazada." Se quejo, cruzando sus brazos frente a su pecho.
"¿Te gustaría que baje el aire para ti?"
Su rostro se suavizo de inmediato. "¿Te molestaría?"
Me reí mientras me ponía de pie. "¿Alguna cosa más?"
"Algún jugo de manzana."
"Bien."
"Jugo con hielo. Enseguida."
"¡Y galletas!" grito, justo cuando me dirigía a las escaleras.
Me di la vuelta y camine de nuevo hacia la puerta. "¿Qué tipo de galletas?"
"De limón."
"Entonces, ¿quieres jugo de manzana y galletas de limón? ¿Algo más?"
"El aire."
"¿Aparte de eso?"
"Alitas de pollo."
Trate de no reírme, pero es que yo nunca había tenido la experiencia de los antojos, no podía entender su deseo de jugo de manzana con galletas de limón y alitas de pollo. "¿Qué sabor?"
"Barbacoa. Y el queso azul a un lado. Pero no apio." Agrego, arrugando la nariz en disgusto.
"Casi me siento como si tuviera una carpeta de camarero en mis manos."
Bella sonrió, ignorando mi broma. "Gracias, Edward."
"Te das cuenta de que no tenemos alitas de pollo en la casa, ¿verdad?"
"Por supuesto que lo hago. Tráeme el jugo y las galletas y después te puedes ir por las alitas."
"Esta bien." Me reí entre dientes, dejando la habitación de nuevo.
"¡Pero el aire primero!" grito detrás de mí.
Me reí entre dientes de nuevo, sacudiendo mi cabeza cuando baje la temperatura en el termostato. Camine hacia las escaleras y entre a la cocina para prepararle sus bocadillos.
Habíamos pasado la mayor parte de esta noche de martes en nuestra habitación, los dos clasificando papeles para nuestras clases. Era parte del compromiso que había hecho con Bella. Podíamos pasar las noches entre semana centrándonos en el trabajo y así Bella se relajaría los sábados y domingos. Hasta ahora, parecía ser un compromiso muy bueno entre nosotros.
Cuando regrese al cuarto con su comida, Bella estaba en la cama con papeles a su alrededor. Una de sus manos estaba yendo y viniendo a través de su estomago y tarareaba en voz baja a la vez que leía un papel… Era absolutamente asombrosa.
Levanto la vista y me sonrió, su rostro radiante de felicidad "Gracias, Edward."
Puse con cuidado la bandeja en sus piernas y después bese sus labios. "De nada. Tengo mi celular. Por favor, no dudes en llamar si quieres algo más."
"Te amo."
"También te amo" le dije, la bese de nuevo. Baje mi cabeza y bese la ligera protuberancia de su estomago "Te amo, bebé."
Bella puso su mano en mi mejilla y levanto mi cabeza para que la viera. "No te tardes. Te extrañaremos." Susurro, besándome castamente.
Con un último beso en su frente, me di la vuelta y salí de la habitación. Corrí bajando las escaleras y entre a mi carro, esperando completar mi encargo y regresar con Bella lo más pronto posible. No me gustaba dejarla, y ahora que estaba embarazada encontraba eso aún más difícil. Pero Bella quería aitas de pollo, así que era mi trabajo conseguirlas para ella.
Una cosa que aprender de la etapa de los antojos, es que ayuda tener el número de los establecimientos favoritos de tu esposa para comer en tu celular. Llame al lugar favorito de Bella para comer alitas y ordene dos docenas, sabiendo que lo que ella no coma esta noche lo comería mañana. Esa es la segunda cosa que aprendes… es mejor tener mucha comida que poca.
30 minutos después estaba en casa con Bella, viendo una película mientras ella disfrutaba felizmente de su cena. Estábamos viendo 'Nueve Meses' con Hugh Grant y Julianne Moore. El tipo era un idiota. Y la parte triste era, su reacción a la noticia del bebé era la misma que la de un buen porcentaje de la población masculina. ¿Cómo alguien podía alejarse de su hijo y de la mujer que amaba?... Pero tal vez esa era la clave. En muchas ocasiones, las relaciones son más sexo que amor. Estaba feliz de haber encontrado a la mujer perfecta y que ella me amara completamente.
Una vez que Bella termino su cena, puse la bandeja en la esquina de la habitación y apague a luz. Me acurruque con ella en la cama, y antes de que iniciaran los créditos de la película, Bella ya estaba dormida, roncando ligeramente. La cubrí con la manta del sofá, esperando que no notara mi ausencia. Había estado un poco pegajosa el último par de semanas, no quería perderme de vista. Había tratado de hablar de eso con ella, pero ella le echaba la culpa a las hormonas. Estaba seguro de que había estado teniendo pesadillas de nuevo y no quería admitirlo.
Metí la mano en la mesa de noche y saque el diario que había estado guardando para ella. Me acomode en la cama, prendí la lámpara y comencé a escribir.
Has estado pasando la factura a los pies de mamá en los pasados días. Ella se estaba quejando hoy de necesitar nuevos zapatos. Tuve que amenazarla con decirle a tío Emmett solo para que estuviera sentada en la escuela. Si no lo he mencionado antes, debes saber que tu madre es un poco terca.
Tenemos una cita con el doctor mañana y tu madre esta extremadamente emocionada. Sabemos que vamos a poder oír tu corazón latir fuertemente dentro de ella y es un sonido por el cual no puede esperar poder experimentar. No hay nada en este mundo que yo ame más que ver a tu mamá verdaderamente feliz. Y ella es feliz siempre que piensa en ti. Tu madre siempre ha sido bella para mí, pero cuando piensa en ti, ella brilla. Siempre pensé que eso era algo que los hombres le decían a las mujeres embarazadas para hacerlas sentir mejor por los cambios que pasan, pero ahora se que eso es verdad.
Hablando de cambios… no se que tipo de comida terminara gustándote, pero es seguro que estas cambiando los gustos de mamá. Hoy comió galletas de limón. A Bella nunca antes le habían gustado las cosas con sabor a limón. Lo siguiente que sé, es que ella estará pidiéndome que le consiga tocino. Tu mamá y yo tenemos un mutuo desagrado por el tocino, solo para que sepas.
Tu tía Alice esta teniendo un buen momento planeando tu cuarto. En el último recuento, tenía cinco diferentes esquemas de lo que podría ser, aunque similares en color. Y cuando digo esquemas, no quiero decir solo de la habitación. Significa la habitación, los muebles, la decoración y cada artículo de ropa con que planea llenar tu armario. Tu tía también me grito para que me diera prisa en decidir comprar una casa o quedarnos aquí con la abuela Esme y el abuelo Carlisle. Amaría comprarle una casa a tu mamá, pero no se si podre hacerlo antes de que llegues. Tu tío Emmett y yo estábamos reparando la casa donde él y mamá crecieron, pero sin embargo aún no tenemos ofertas para la casa. Tú mamá no quiere que la abuela y el abuelo nos compren la casa, y estoy de acuerdo con ella en eso. Este es un gran paso y es algo que nosotros debemos hacer. Las cosas saldrán de la mejor manera, estoy seguro de eso.
Tu mamá se esta agitando, entonces voy a dejarlo justo aquí para que ella no sepa nada de este diario. Bella, cuando leas esto algún día, espero que sepas lo mucho que te amo y a nuestro bebé. Ustedes dos son mi vida.
Rápidamente deslice el diario en mi mesita de noche y me uní a Bella en la cama justo cuando abría sus ojos "¿Edward?" llamo, su voz cargada de sueño.
"Estoy aquí, amor. ¿Necesitas algo?"
Suspiro y se acerco a mí, poniendo su brazo en mi cintura. "Solo a ti, Edward."
"¿Por qué no vas y te pones tu pijama para dormir?"
"¿No las tengo puestas ya?"
"No, Bella," me reí entre dientes, besando su frente. "Te quedaste dormida con tu ropa común."
"¿De nuevo? Lo siento, Edward. Trato de estar despierta y pasar algún tiempo contigo."
"Esta bien. No necesitas preocuparte por mí. Solo cuídate a ti misma y a nuestro bebé. Si eso significa que tienes que dormir, entonces que así sea."
"Pero siento como si no pasara nada de tiempo de calidad contigo."
"Fuimos de compras juntos la semana pasada," le recordé.
"Edward, las compras no es tiempo de calidad," se quejó.
Me reí entre dientes de cómo ella continuaba odiando las compras. Tuvimos que ir de compras en secreto para que Bella consiguiera más ropa de maternidad. Tratamos de ir con Jasper y Alice un par de semanas antes, pero eso termino con Bella llorando y Alice lamentando la pérdida de un perfecto día de compras. Alice tenía gustos mucho más caros que Bella, y mientras ella quería vestir a Bella con un improvisado mamá- fashion desfile de modas que veía venir, Bella quería algo cómodo. Después de escuchar el octavo o noveno argumento, Bella se echo a llorar y no salió del probador hasta que entre a buscarla. Jasper y yo nunca habíamos cruzado un centro comercial tan rápido en nuestras vidas. Alice se disculpo todo el camino a casa, y por supuesto, Bella perdono a Alice tan pronto como se calmó.
Pero tal vez pueda usar su odio a las compras para convencerla de tener un día tranquilo en casa. "Bien. ¿Y que tal si nos quedamos en cama todo el día del sábado? Podemos hablar y ver películas. ¿Parece más tiempo de calidad para ti?"
"No. Vamos a un picnic, Edward."
"Bella, es Febrero. Esta demasiado frío afuera."
"Entonces vamos a Florida por un fin de semana y tengamos nuestro picnic ahí."
"¿Me vas a dejar gastar dinero en un vuelo de un fin de semana?" pregunte con incredulidad. Parecía bien viajando a Florida, pero la compra de la ropa de maternidad requirió de un soborno por mi parte.
"No," suspiró profundamente. "Solo quiero hacer algo diferente. No quiero ir de compras y no quiero estar aquí todo el día."
"Podemos ir al acuario," le ofrecí.
"¿Y arriesgarnos a que me caiga en el tanque de los tiburones? No, gracias."
Me reí de ella, abrazándola más contra mí. "Si, mi tonta Bella, si a alguien le puede pasar eso, es a ti. ¿Qué más podemos hacer? ¿Qué hay del museo?"
"Pero no el de vidrio. Eso puede terminar peor que el tanque de los tiburones."
"Bien," me reí entre dientes. "¿Qué del Frye Museo del sonido? Te encanta la luz allí."
"Me gusta la idea. Hagamos eso."
"¿Puedo llevarte a comer a Canlis?" pregunte, esperando que su ansiedad la hiciera estar de acuerdo. Bella casi no me dejaba llevarla a lugares de lujo.
"Bueno…"
"¿Recuerdas lo mucho que te gusto el filete de lomo y las papas a la trufa cuando te lleve ahí por tu cumpleaños el año pasado?"
"¿Por qué siempre quieres llevarme a lugares caros? ¿No podemos solo ir a Panera y poner el dinero que nos hubiéramos gastado en el fondo para la casa?"
"Bella," gemí, sabiendo que acababa de ganar la discusión mediante su uso de la casa contra mí. "Bien. Iremos a un lugar simple."
"Gracias, Edward," contestó, besando mi barbilla "Me encanta que quieras darme cosas de lujo, pero realmente, de verdad, solo te necesito a ti."
"No estoy exactamente de acuerdo con esa declaración, pero es tarde y necesitas descansar. Ve a cambiarte y a la cama."
Bella se cambio a una de sus nuevas pijamas de maternidad y a continuación se metió debajo de las sábanas. "Me alegra que me compraras estas. Son muy cómodas."
"Debes estar cómoda, Bella. Estas trabajando duro para crear un saludable bebé para nosotros," replique, poniéndome a su lado.
Bella se volteo de lado, presionando su espalda contra mi pecho, y mi mano se movió para cubrir el pequeño bulto de su estomago. "Estoy muy emocionada por mañana, Edward," Bella bostezó. "Quiero ir ahora."
"Por los bostezos, creo que tu cuerpo prefiere dormir primero," murmure, presionando mis labios contra su suave cuello. "Te amo, Bella."
"Te amo, Edward," bostezó, busco por detrás de ella, acariciando mi mejilla. "¿Puedo tener waffles como desayuno?"
"Por supuesto, amor," conteste, tratando de no reír. Parecía que la mayoría de los pensamientos de Bella estaban en la comida y en el bebé en estos días, no es que me queje.
"Veremos a Plain Jane quien no esta de pie bajo la lluvia," masculló Bella. No conteste, no tenía ni idea de que se suponía que significaba. Tendría que preguntarle mañana y espero que lo recuerde. Espere el tiempo suficiente para estar seguro de que Bella dormía profundamente y me deje a mi mismo perderme en la deriva de la noche.
Bella me despertó la mañana siguiente, sacudiendo mis hombros y rogándome que me levantara. Nuestra cita no era hasta las 10:30, pero ella estaba demasiado emocionada para quedarse quieta. Y por que no podía negarle nada, me levante de la cama a las 6:15, me vestí rápidamente, y lleve a mi bella esposa a buscar sus waffles para su desayuno.
Después del desayuno – cuando me entere de que Jane era una camarera allí y que Emmett la llamaba Plain Jane como broma - regresamos a casa, esperando que estuviéramos un poco más cerca de la hora programada para la cita de Bella. Encontramos a mis padres sentados en la mesa de la cocina, bebiendo café y platicando.
"Buenos días," saludamos Bella y yo.
"¡Edward! ¡Bella! ¿Levantados tan temprano?" pregunto mi madre.
"Edward me llevo por waffles," dijo felizmente Bella, moviendo su mano por su estomago. "Al bebé realmente le gusta la crema batida."
"Estoy segura de que si," mi madre se rió entre dientes, guiñándole a Bella. Mi madre sabía tan bien como yo que era Bella la que amaba la crema batida. El bebé solo fue la excusa que utilizo para no sentirse culpable de comerlo.
"¿Cómo te haz estado sintiendo, Bella?" pregunto el siempre doctor Carlisle.
"Todavía un poco cansada al final del día, pero nada demasiado malo. Mis pies me han estado molestando esta semana," dijo Bella.
"Pueden ser tus zapatos. Los pies de una mujer embarazada tienden a hincharse, y si los zapatos son muy apretados, incomodan más," explico mi padre.
"¡Ves, Edward! Puede que no sea por que estoy de pie," dijo Bella desafiante, incluso me saco la lengua.
"Estar de pie no ayuda," señaló mi padre. Todos nos reímos de la mueca que hizo Bella al escuchar sus palabras.
"¿Estas emocionada por tu ultrasonido el día de hoy?" pregunto mi madre con una gran sonrisa.
"Esme, ¿Qué vas a hacer esta mañana?" pregunto Bella, inclinando la cabeza un poco hacia un lado. Deseé por millonésima vez poder entender que pasaba por su hermosa cabeza.
"Estoy seguro de que no tienes nada que hacer que no pueda ser reprogramado, Esme," dijo mi papá rápidamente. Me pregunte si él tenía idea de a donde quería llegar Bella con su pregunta.
"Bueno, esta bien entonces. Supongo que puedo hacer lo que sea que tengas en mente, Bella," dijo mi madre. "¿Que es lo que tienes en mente?"
"Vas a conseguir el primer vistazo de tu nieto," declaro Bella felizmente.
Mi mamá se levanto de la mesa y abrazo a Bella, con lágrimas en sus ojos. "Oh, Bella, querida. Me encantaría."
Bella se rió desde los brazos de mi madre. "No es gran cosa. Solo que se que no había este tipo de cosas cuando estabas embarazada de Alice y Edward, así que pensé que te gustaría verlo por ti misma."
Mi madre se retiro, tomando la cara de Bella en sus manos y apartándole el pelo de la cara. "Me encantaría. Muchísimas gracias, Bella."
"¡No, gracias a ti!" Bella se rió entre dientes. "Probablemente sea una buena idea tener un poco de ayuda extra para Edward, con mis cambios de humor y mi repentino llanto. Vamos a escuchar el corazón del bebé y se que voy a ser un desastre de felicidad por eso."
"Bella, has estado muy tranquila los últimos días. Estoy seguro que estarás bien," dije, tomándola en mis brazos.
"He estado solo un poco mejor," estuvo de acuerdo, sonriéndome. "Y la mejor parte es, han sido dos mañanas sin tener nauseas."
"Tus nauseas matutinas deben hacer terminado ahora que estas en el segundo trimestre," dijo mi mamá.
"¡Bien! Empezaba a preocuparme de que nunca se irían," respondió Bella, apoyándose en mí y descansando contra mi pecho. "He comido suficientes galletas para toda la vida. Me pregunto como se las arreglo mi madre para hacerlo dos veces. Tal vez tenga suerte con nuestro segundo bebé y no tenga todas esas nauseas en las mañanas."
"¿Segundo bebé?" pregunte con curiosidad.
Bella me miro con una expresión tímida. "Bueno, si. En cierto modo me imaginaba como cada uno de nosotros, justo como Alice y tú, y Emmett y yo. Pero no dejemos que el mayor sea igual de mandón como lo fueron Alice y Emmett con nosotros."
"Estoy de acuerdo," me reí, inclinando mi cabeza para besar sus labios suavemente.
"¿A que hora debo estar lista?" pregunto mi madre.
Yo conteste "diez" al mismo tiempo que Bella gritaba "nueve". Mis padres se rieron de nosotros y yo solo sacudí mi cabeza hacia una emocionada Bella. "Amor, llegar temprano no hará que el médico nos vea más pronto. Si salimos a las diez vamos a llegar ahí a las 10:15- con buen tiempo y aún así tendremos que esperar."
"Lo se," Bella suspiro. "Es solo que realmente estoy emocionada."
"Apenas y se nota," bromeó mi padre, sonriéndole a Bella. Ella le devolvió una sonrisa en respuesta y me abrazo más fuerte.
Después de pasar unos minutos más con mis padres, Bella y yo nos fuimos a mi piano. Toque su nana, o como a ella le gustaba llamarla, su 'composición súper secreta'. La convencí de que trajera su guitarra y tocara para mí. Era la canción de country que ella me hizo escuchar el día que se mudo a mi casa. Era lindo escucharla tocar, aún a pesar de que no quiso cantar. Dijo que estaba demasiado emocionada y no sería capaz de mantener su voz firme.
Después de tocar algunas canciones para Bella, entramos a la sala para relajarnos y esperar que el tiempo pasara. Bella se estiro en el sofá y descanso su cabeza en mi regazo, mirándome hacia arriba y hablando de todo lo que pasaba dentro de su maravillosa cabeza. Comenzó hablándome de una acampada que había hecho con su familia y de cómo se había caído de la canoa… dos veces. Que de alguna manera llevó a la conversación acerca de su tipo de pay favorito – manzana - y de cómo realmente necesitaba aprender a cocinarlo. Y de ahí, la mente de mi bella esposa ato una cuerda invisible entre pay y canguros. Bella me dijo que un día, ella y yo tendríamos que ir a Australia, y entonces ahí podríamos visitar el Sydney Opera House, conocer algunos Aborígenes, y tomar fotos de canguros para Emmett. Por alguna razón, inmediatamente me imagine a Emmett intentado atrapar un canguro.
Bella miro el reloj que estaba encima de la televisión y grito entusiasmada. "Faltan cinco. ¿Podemos por favor irnos ahora, Edward?" entre el brillo de sus ojos y la forma en que dijo 'por favor', no había forma de negarme.
Sonreí y me incline para besarla. "Vamos, amor."
"¡Si!" Bella aplaudió cuando la ayude a levantarse del sofá. "¿Esme? ¿Estas lista?"
"Estoy lista, querida," respondió mi madre, saliendo de la cocina. "Oh, desearía que Carlisle pudiera venir con nosotros, pero tenía una cirugía programada para esta mañana."
"Tal vez la próxima vez, mamá," dije, abriendo la puerta para ella y para Bella. Mantuve la mano de Bella en la mía, asegurándome de que no saldría corriendo y caería – estaba demasiado emocionada para su propio bien. "Bella, si dejas de tirar de mi brazo podre cerrar la puerta de enfrente más rápido," le dije.
"Perdón, Tutor-boy," se rió. "¡Estoy emocionada! No puedo esperar para ver de nuevo a nuestro bebé y escuchar su pequeño corazón."
Su emoción era contagiosa y me encontré a mi mismo apurándome a cerrar la puerta para que pudiéramos ponernos en camino más rápido. Con suerte, el médico no tendrá nada más que buenas noticias acerca de Bella y el bebé. Estos eran tiempos emocionantes para los dos y quería disfrutarlos sin preocupaciones – justo como Emmett me dijo que hiciera.
sábado, 26 de febrero de 2011
E! Online: Jackson Rathbone habla de la escenas de Sexo entre Robert y Kristen en BD
Nueva entrevista de Peter Facinelli en la que habla de "Breaking Dawn" y del Sexo entre Vampiros
Summit confirma que JD Pardo será Nahuel el Breaking Dawn!!
Aprendiendo a ver tu amor
CAPITULO 10:
(LA RENUNCIA)
Habían pasado algunos días desde el baile, Carlisle había llegado a casa de Bella a la mañana siguiente solo para ver que todo estaba bien se alegro profundamente cuando Bella le dijo que estaba viendo algo borroso y destellos de luz pero que estaba empezando a ver, Carlisle le respondió;
__Que a causa del trauma de el avión su subconsciente estaba como cerrado a ver la realidad, ya que según lo que ella mismo le comento, tu cerraste los ojos para no ver a Renee morir pero al verte o sentir el peligro fue tanto el deseo de ver que tu subconsciente al fin lo asimilo, pero bueno ella todavía no le entendía ni papa a Carlisle pero lo importante es que iba a poder dejar de depender de los demás y volver a valerse por si misma, en cuanto sus amigos se enteraron estaban eufóricos y que decir de Edward que no la había dejado ni un solo momento sola.
El domingo estaba en su cuarto que era hermoso beige con vino, una gran cama matrimonial, muchos cojines de color vinotintó, y alguna almohadas muy ordenado y espacioso además de tener unas pequeñas y muy bonitas lámparas de cristal en toda la habitación idea de Alice por supuesto, Bella tenia todo su pelo recogido en una pequeña trenza, y una pijama muy linda rosa manga corta y un short fucsia estaba sentada en su cama, comiendo el rico desayuno que le llevo su nana Alba, y un poco aburrida ya que desde el baile por ordenes de Carlisle tenia que guardar reposo pero lo importante es que ya veía casi a la perfección lo cual era estupendo, y recordó cuando pudo ver por primera vez a Edward con esos hermosos ojos que para ella eran como el topacio, su cabello cobrizo algo alborotado pero muy sexy y con un cuerpo digno de un semidiós, definitivamente un adonis en la tierra, pero aun así tendría que hablar con el y resolver lo que con su huida no hizo y es que a pesar de que ya no había la excusa de su ceguera para que pudieran estar juntos, la respuesta de Isabella seguía siendo la misma ella sentía que tarde o temprano algo pasaría y podría perderlo y eso la devastaría, así que mientras ella estaba inmersa en sus pensamientos tocaron la puerta y ella dijo:
__Pase, la abrieron y era su droga matutina el perfecto y divino Edward Cullen en todo su esplendor muy a la moda con unas bermudas blancas, y una camisa azul veraniega, busco un banquillo y se sentó al lado de su cama le sonrió con esa sonrisa semitorcida que Bella adoro desde el primer instante en que la vio, y la saludo:
__ Buenos días Bella, los chicos vienen en la tarde ya sabes Rose y Emmett digamos que se fueron a la playa, y Emmett dijo:
__ Que te haría tía pronto, sabes lo infantil que es, y se echo a reír prosiguió diciendo:
__Alice se llevo a Jasper de compras ya que desde el baile no había ido al centro comercial y eso es un sacrilegio para ella no ir a su templo , definitivamente compadezco al pobre de Jasper, pero buen ah y Carlisle y Esme están en la ciudad pero decidieron pasar a ver a los Black ya sabes que la familia Hale y ellos se han vuelto muy cercanos, de verdad que Black me cae muy bien al igual que su adorable esposa, en fin estamos tu y yo nada mas ya que tu nana Alba salió al supermercado, será ¿que podemos hablar?, y le tomo las manos entre las suyas, Bella termino de tomar su jugo se acerco a el y le respondió:
__Si Edward y antes que me digas cualquier cosa a pesar de que me estoy recuperando y casi veo perfectamente como antes, mi respuesta sigue siendo la misma, con respeto a nosotros, mañana vuelvo a la empresa y bueno seria algo incomodo que seas mi asistente y mas por que casi que hacías mi trabajo, así que creo que lo mejor es que te ascienda, y no lo hago por que las cosas podrían volverse algo tensas si no por que te lo mereces, Edward hizo una mueca y su hermosa sonrisa se convirtió en un gesto de dolor y le pregunto:
__¿Por qué? Bella dijiste que me amas, me pusiste la débil excusa de que no me aceptabas por no poder ver, pero ahora eso ya no es un problema milagrosamente puedes ver, eres una mujer hecha y derecha sumamente hermosa y que se puede valer por si misma ahora ¿Qué te impide? Que podamos ser felices, Bella le tomo el rostro y beso a en la comisura de los labios a un desprevenido Edward y le contesto:
__ Me lo impide mi miedo, mis dudas de verdad Edward te amo pero se que no funcionaria y por favor ya no hablemos mas del tema, me duele infinitivamente tener que decirte que no puedo ver que me quieres y que te duelen mis palabras pero por ahora hay muchos vacios e inseguridades que me impiden aceptar que alguien como tu me puede querer y valorar ya lo sabes, te lo conté mi madre a veces era muy dura y yo siempre fui tan tímida no soy nada segura de mi misma y como puedo quererte como tu te lo mereces cuando no se si puedo amarme a mi misma, Edward histérico le grito:
__No te entiendo Isabella de verdad que no, he tratado de todo para que me dijeras que si, casi me muero cuando te perdí en el baile al no saber en donde estabas, toda la semana te he dicho todo lo que me importas te he comparado con las mas hermosas rosas, te he dicho tantas cosas pero es verdad no puedo luchar contigo, y lo de ascenderme olvídalo Isabella no voy a aceptarlo si ya no me quieres a tu lado me voy ¡RENUNCIO!, no soportaría que me ignoraras e hicieras como si yo no hubiera existido nunca en tu vida, perdóname pero no puedo quedarme a ver como tu decisión nos desgarra a los dos, por que se que yo por mi parte no podre olvidarte te amare siempre, y ahora si me disculpas de verdad no estoy bien no quise gritarte lo mejor será que me marche, la beso y Bella correspondió a ese beso que se sentía algo urgente y con sabor a lagrimas y salió susurrándole te amo no lo olvides nunca mi pequeño ángel, salió de su habitación y fue ahí que después que Isabella vio como se iba el único hombre que amaba con toda su alma, se había marchado, dejo de salir las lagrimas y se acostó en posición fetal desmoronándose por completo.
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