Capitulo 19: Mordida
— El curso escolar comenzó. Nuevos estudiantes, nuevas rutinas. Pasar de la escuela primaria a secundaria tomó mucho de mí. Tuve más planificación que hacer y luché por encontrarme un momento para mi misma. Sin embargo, las clases tempranas eran geniales. Podía llegar a casa más temprano y pasar más tiempo con Grace.
— El otoño pasó volando. Halloween vino y llevé a Grace a una fiesta de disfraces en la reserva. Las mujeres organizaron una fiesta en casa de Sam, Leah tuvo la genial idea de no manejar los dulces, todo fue un simple truco. Me recibieron con los brazos abiertos y estuve realmente aliviada de que las caras de compasión hubiesen desaparecido.
— El divorcio fue definitivo y el acuerdo de la custodia iba bien. Vestí a Grace como un pequeño gatito ese año, un hermoso gatito con rayitas en gris y negro. Ella se veía tan adorable y se reía enérgicamente cada vez que tenía que hacer un truco.
— El Día de Acción de Gracias vino. Jacob tuvo a Grace para esas fiestas. Fui invitada, pero sentía como que Jake tenía que pasar más tiempo con su hija. Grace comenzaba a acostumbrarse rápidamente a estar a solas con sólo uno de nosotros a la vez.
— Él había iniciado una amistad con Meghan, lo que me sorprendió. Ellos aún no habían empezado a salir, pero estaba segura de que no tardarían mucho en hacerlo. Ella pasó las fiestas con Grace y Jake, y escuche de todos que era muy agradable y que empezaba a enlazarse con mi pequeña. Yo no estaba muy emocionada con eso pero Jacob era el padre de Grace y él necesitaba a esta mujer para estar completo, así que seguí adelante y agradecí que ella fuera dulce con mi pequeña.
— Elegí pasar las fiestas con algunos compañeros de la escuela. Fue muy tranquilo y estuve en casa antes de las cinco. Pasé el resto del fin de semana trabajando en mi tesis de maestría, la cual terminé y estaba lista para presentar. ¡Por fin! Estaba decidida a terminar esta parte de mi educación, ya que significaba más tiempo con Grace y un agradable aumento de sueldo que ayudaría con mi nueva vida.
— Había comenzado a sanar, aunque fuera sólo un poco. Seguía extrañando a Jake como loca, aún lo amaba… — de repente escuché a Edward tomar un fuerte respiro. Miré hacia arriba para ver que me había perdido. Una vez más, Edward lució incómodo, casi enfermo. Sus ojos se negaban a dejar mi rostro, aunque la expresión de dolor en su rostro me era difícil de comprender. ¿Por qué estas tan enojado, Edward?
¿Había dicho algo que fue malinterpretado por toda la familia? Miré alrededor para ver si alguien más compartía su reacción, lo único que pude notar fue que todo mundo parecía tranquilo, esperando a que continuara. Y lo hice.
—… Pero el tiempo ayuda a sanar. Tentativamente me puse a buscar un nuevo capítulo en mi vida, aunque no tenía idea de lo que sería.
— Diciembre llegó y con él, mucha nieve y frío. Comencé a preparar la casa para las fiestas, decidida a hacer algo especial para mi niña. Compré cosas mientras Jake tenía a Grace y esperé interesada por una navidad especial, sólo ella y yo. Había acumulado una pequeña cantidad de regalos para ella y hornearía galletas en la noche de Navidad, mientras ella observaba. Sus ojos seguirían cada movimiento que hacía, mientras decía cosas como "mamá" y cocinar", lo cual me haría sonreír. Ella reiría y lamería la cuchara de lo que fuera que hiciéramos.
— Los últimos días de la escuela se acercaban y los alumnos estaban deseando tener un largo y agradable descanso, al igual que yo. Grace estaría conmigo todas las vacaciones de Navidad y no podía esperar más para eso. Adoraría tenerla sólo para mí por una semana, aunque Jake y yo habíamos comenzado un plan de visitas, después de una llamada, para vernos cuando la extrañábamos demasiado. Aún era difícil, pero lo hacíamos funcionar. Jake y yo aún éramos amigos, nada más.
— Cuanto más cerca estaban las vacaciones, más locos se ponían los estudiantes. Ustedes deberían recordar eso. — Les hice un gesto a los "niños" Cullen, antes de continuar, — Les di un poco de trabajo en equipo, mientras llegaba el gran día y los encomendaba a sus inocentes padres. — Me reí, pero luego me detuve. Lo que estaba a punto de divulgar no era para nada agradable.
— El último día de clases llegó y yo estaba feliz de poder liberar a los alumnos. Tuve mucho trabajo antes de lograr retirarme esa noche a casa. Mi plan era muy simple. Me quedaría en el trabajo, no importaba que tan tarde saliera, así podría pasar toda la semana con mi bebé. Me quedaría y ordenaría todos los documentos, registraría todos los resultados, limpiaría el salón entero… todo lo que pudiera hacer para que mis vacaciones estuvieran libres de trabajo.
— Uno por uno, mis compañeros se acercaron a desearme unas felices fiestas, advirtiéndome que no me quedara hasta tarde. A mediados de la noche-tarde, supe que era la única que quedaba en el lugar. Los guardias también se habían ido, ansiosos por comenzar sus vacaciones. Sabía que me quedaban un par de horas antes de que pudiera regresar a casa y obtener un merecido descanso.
Relaté los acontecimientos de esa noche casi metódicamente, mientras tomaba respiraciones rítmicas. Estaba temiendo esta parte de la historia. Pero era lo que cada Cullen había esperado pacientemente durante horas por oír.
— Para las once, sabía que estaba realmente cerca. El entusiasmo que tenía era casi palpable. Estaba orgullosa de que había llegado a mi meta y estaba preparándome para salir. Recogí la caja con lo regalos que me habían dado los estudiantes, tomé mi bolsa y mi abrigo. Nunca escuché la puerta de mi aula al abrirse, pero escuché el "click" al cerrarse.
— Los vellos de mi cuello se erizaron, me giré para ver quién o qué había entrado a mi salón.
Me detuve, la respiración se me atoró en la garganta, incapaz de seguir. Podía sentir la tensión creciente en mis hombros y apretándose en mi estómago.
— Bella, — la voz aterciopelada de Edward me llamó, — ¿Quién estaba allí?
— Edward, pensé que todos ustedes se habrían dado cuenta de eso para ahora. — Le contesté, tratando de mantener mi voz tranquila y mi expresión suave.
— Bella, hemos estado aquí contigo toda la noche. Por favor, dinos quién te hizo esto, — preguntó Rosalie, su voz era suave pero insistente.
No había más tiempo para retrasos. Me senté con las espalda recta en el asiento, apretando las manos antes de responder.
— Victoria.
Por una fracción de segundo, el silencio se mantuvo en la habitación, hasta que estalló el caos. Edward se levantó, incapaz de controlarse a si mismo y corrió al otro lado de la habitación, sus movimientos eran un borrón, antes de que estampara su puño contra una ventana, haciéndola añicos y haciendo temblar la casa entera.
Emmett y Jasper se levantaron de un salto, al igual que Carlisle, corriendo al lado de Edward para detenerlo antes de que derrumbara toda la casa. Pero antes de que pudieran llegar a él, había saltado por la ventana, corriendo a toda velocidad mientras los otros tres Cullen lo seguían, a través de la misma abertura enorme que él mismo había hecho.
Antes de que supiera lo que estaba pasando, Rosalie y Esme salieron, esta vez por la puerta principal, dándole caza.
Me quedé a solas con Alice, quien vino a mi lado y tomó mi mano.
— ¿Qué demonios fue eso? — miré a mi amiga, con la esperanza de encontrar algunas respuestas en su expresión. Sus reacciones me habían dejado totalmente confundida.
— Edward, — comenzó sin saber como continuar, —… bueno, no estoy segura…
— Alice, — lo intenté de nuevo, — ¿Qué está pasando? ¿Por qué está tan molesto?
— Bella, esto no es fácil para él. Pero creo que él debería explicarte lo que esta pasando. No es de mi… — dijo antes de que un rugido la interrumpiera, rompiendo la quietud del bosque.
— ¿Qué fue eso? — pregunté, sabiendo ya la respuesta. Antes de que pudiera decir nada más, todos los miembros de la familia Cullen que habían salido tan sorpresivamente regresaron, esta vez por la puerta principal, que había quedado abierta cuando Rosalie y Esme salieron hace unos minutos. Emmet y Jasper flanqueaban cada lado de Edward, mientras Carlisle lo seguía de cerca, como para impedir que se escapara de nuevo.
Nerviosa, comencé. — Me voy. Nunca quise molestar a ninguno de ustedes. Edward, lamento si la conversación tomó un giro que no esperabas. Simplemente tomaré mis cosas y me pondré en camino, — terminé mientras caminaba a la entrada de los Cullen.
Emmett se puso en frente de mí, deteniéndome en seco, antes de colocar su enorme mano en mi hombro. Incluso después de tanto tiempo, aún me sentía intimidada por su enorme tamaño. — Bella, Edward está bien. Sólo acaba de tener una rabieta, pero ahora ha vuelto a la normalidad. Por favor no te vayas. No te hemos visto en años y yo, por mi parte, me gustaría conocer el resto de tu historia.
Miré alrededor a cada rostro, a Edward lo dejé para el final, — Edward, ¿estás bien? No soporto verte tan molesto. A ninguno de ustedes. Les advertí que mi historia no era… agradable. Estaba segura de que ya se habían dado cuenta para ahora del… bueno, de lo que me pasó. Me iré si quieren que lo haga. No voy a forzar mi presencia o mi historia a ninguno de ustedes.
Edward me miró directo a la cara, sus ojos oscuros y llenos de odio. Daba un poco de miedo y sentía como si estuviera retrocediendo de su cercanía y de la furiosa hostilidad de su expresión.
Detectó la expresión en mi cara y el efecto que tenía sobre mí, fue muy visible lo mucho que se esforzó en calmarse, tomando respiros hondos y moviendo su cabeza atrás y adelante, pasando sus largos y delgados dedos a través de su cabello, como si intentara aclarar su mente, antes de tomar mis hombros en sus manos. La cercanía de él, la sensación de su tacto, incluso a través de mi chaqueta, y el olor de su aliento mientras tomaba una gran reserva de aire, me dejó completamente noqueada.
Se puso incluso más cerca antes de hablar, — Lo siento mucho, Bella. Esto es totalmente mi culpa. Debí haber estado allí para protegerte, para mantenerte a salvo de esaexcusa de criatura… esa perra. Esto es enteramente mi culpa. Perdiste todo… por mi culpa. Nunca me perdonaré nada de esto. Si simplemente hubiera sido más fuerte y hubiera hecho lo correcto, pero pensé que estaba haciendo lo correcto… Esto no es como se supone que debería ser…
— Edward, ¿de qué estás hablando? Nada de esto es tu culpa. Es simplemente lo que las cosas con… fueron para mí. No podrías haber tenido una idea de que ella volvería. ¿Por qué te sientes culpable por esto? — lo miré, desesperada por encontrar algún indicio en su rostro… su hermoso y perfecto rostro.
— ¿Por qué no simplemente continuas tu historia, Bella? — contestó en voz baja, esta vez, indispuesto a mirarme a los ojos.
— Si, Bella. Si estás lista, nos gustaría escuchar el resto de tu historia. — agregó Carlisle, con una mano en mi brazo, y con la otra haciendo gestos hacia los espacios que habíamos abandonado con todo el alboroto.
— Bueno, si están seguros… — respondí con voz insegura.
— Por favor, — rogó Edward, se giró y apartó su rostro de mí.
Todos retomamos nuestros lugares, me instalé en el mío, lista para continuar e intentar terminar con esto.
— Bueno, Victoria estaba allí. Parecía tan salvaje como esa noche en el claro, su cabello enredado, su cara retorcida en alguna extraña sonrisa. Se puso en marcha en un camino que llevaba hacia mí mientras hablaba.
— Bueno, pensé que este día nunca llegaría. Debo darte un punto por eso. Eres buena buscando protección para ti misma. Es una lástima que las cosas no funcionaran para ti y el perro. Lo único malo es que eres terrible manteniendo el interés de un hombre, pero es que eres una simple humana. Nada de importancia, definitivamente nada especial. Pero este es el mejor regalo de Navidad que jamás podría esperar recibir. Finalmente tendré mi venganza. Porque por ti, perdí a mi James.
— ¿Por qué matarme? Ya no estoy con Edward. El se fue hace años. Nunca me amó; no me quería. Me lo dijo… justo antes de dejarme.
Escuché a Edward respirar profundamente, levanté la vista para verlo con los ojos cerrados, pellizcándose el puente de su nariz, un hábito que empleaba cuando estaba molesto o frustrado. En ese momento, yo, de nuevo, sentí el dolor de aquella noche cuando se fue, pero lo empuje a un lado mientras luchaba desesperadamente por encontrar mi camino de regreso a la historia, a esos momentos de terror, los últimos momentos de mi vida humana, antes de que Victoria se llevara todo de mí. Recordé sus palabras amenazadoras y el carmesí de sus ojos mientras me hablaba.
— Oh, sé que Edward te dejó. Es algo tan claro como que tú nunca podrías tener a alguien como nosotros… uno de nuestra especie. No eres más que una insignificante humana. Sin embargo, hay un precio que pagar, una deuda que debe ser saldada. Y tú, mi querida, pagarás ese precio. No he esperado todos estos años para ser decepcionada de nuevo. Entonces, encontraré a Edward y a su familia y ellos tendrán que pagar también. Pero no antes de que le diga que cambié a su pequeña "mascota".
— ¿Ella realmente te dijo que iba a cambiarte y no a matarte? — preguntó Jasper con voz incrédula.
— Sí.
— Pero, ¿Por qué? — preguntó Esme.
— Estoy llegando a eso, — respondí, incapaz de mirarla directamente.
— ¿Qué quieres decir? ¿Cambiarme? ¿Por qué no simplemente matarme y acabar de una vez?
— Porque necesitas pagar un precio; un alto precio. Te morderé y te dejaré sufrir aquí por tres largos días. Cuando despiertes, estarás tan sedienta como no te has sentido nunca antes; pero, te dejaré una pista de dónde encontrar tu primera comida.
— Ella había cruzado la habitación y había avanzado hacia mí, antes de ponerse justo detrás de mí, apretándome el hombro para que no pudiera correr. Cogió algo de mi escritorio con la mano libre y lo miró amenazadoramente… una fotografía de mi Grace.
— ¿Qué estás haciendo?
— Cuando despiertes, la primera cosa que verás es este objeto de tu hija. Los bebés suelen ser comidas deliciosas, su sangre joven es tan dulce y pura. No tengo ninguna duda de que la de tu hija lo será, incluso siendo mitad perro. La he olido yo misma. Desearás su sangre más que cualquier otra. Ella huele muy parecido a ti, y no serás capaz de controlarte. La drenarás con tanta rapidez que no te darás cuenta de lo que estés haciendo hasta que sea demasiado tarde. Si tienes suerte, la manada acabará contigo. Si no, puedes vivir con la culpa de que mataste a tu propia hija por el resto de tu existencia.
Me detuve a continuación, cerrando mis ojos, incapaz de seguir adelante. Tomé una respiración enorme y me tranquilicé a mí misma antes de comenzar de nuevo.
— Y entonces, su risa en mis oídos, mientras ella me levantaba de mi asiento e inclinaba su cabeza hacia mi cuello, mordiéndome. Estaba tan esperanzada de que ella se dejara llevar y acabara conmigo, pero fiel a sus palabras, sólo me mordió una vez, aunque fue insoportable, la frialdad del veneno incrustándose en mis venas. Luego, el intenso fuego comenzó. Ella se quedó allí, asegurándose de que el veneno me dejara paralizada, como lo había hecho en Phoenix. Cuando estuvo convencida de que el cambio estaba en marcha, me golpeó. Volé a través de la habitación y cuando caí al piso, me escupió en la cara, antes de salir de ahí. Pude oír como tomo las llaves de mi auto, dejándome ahí, muriendo sola…
Silencio.
Ni una palabra de nadie.
Finalmente, la suave voz de Alice rompió la tranquilidad de la habitación. — ¿Ella te mordió y se fue? ¿Dejándote atravesar por eso sola?
— Alice, ¿Qué otra cosa esperabas? ¿Qué ella se quedaría y sostendría mi mano? — El sarcasmo de mi voz escapó antes de que pensara en detenerlo. Vi el remordimiento en la cara de Alice e inmediatamente me arrepentí y añadí. — Lo siento, Alice. No tenía intención de ser así contigo.
De nuevo, silencio. La falta de sonido era casi ensordecedora. Miré alrededor ansiosa, todos estaban sentados allí, sin decir nada, sus expresiones eran completamente iguales: ojos y bocas abiertos, las frentes arrugadas… sorprendidos. No podía soportarlo por más tiempo.
— ¿Podría alguien por favor decir algo? — Rogué.
Con eso, Edward se levantó lentamente de su asiento, sus puños apretados a sus costados, la rabia evidente en su rostro, mientras sus ojos se oscurecían con furia… más furia de la que había visto antes en toda su impresionante cara.
— ¿Di algo? ¿Cómo es esto, Bella? Me voy, — escupió; cada palabra goteaba maldad, aunque el nivel de su voz era bajo y tranquilo.
Esta vez me levanté de mi asiento, — ¿Te vas? ¿Por qué? — Le pregunté, confundida una vez más. ¿Por fin se había cansado de compartir el mismo aire conmigo?
Su siguiente declaración me sorprendió. — Voy a encontrarla y matarla. ¿A quien le gustaría unirse a mí? — Casi parecía como si estuviera buscando alguien que se le uniera para una tarde de películas.
Con eso, cada miembro de la familia se puso de pie, aceptando silenciosamente la petición de Edward, antes de que yo sintiera la necesidad de intervenir.
— Edward, no hay necesidad… — comencé, pero me interrumpió bruscamente.
— Bella, existe toda la necesidad. Ella arruinó tu vida y voy a terminar lo que empecé. Pensé que ya estaba muerta, pero no cometeré el mismo error esta vez. Seguiré cazándola hasta encontrarla y… — continúo y lo corté de nuevo.
— Edward, te estoy diciendo que no hay necesidad de ir en busca de Victoria… — Nuevamente fui interrumpida.
— Bella, dame una muy buena razón por la que sientes que no hay necesidad, — soltó, con impaciencia en su voz, dando un paso hacia mí.
— Porque Edward, yo ya la maté… — mi voz se apagó.
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Si! aqui nuevo capi! Espero me perdonen por no haber actualizados este fic, es que la autora no ha escrito mucho mas que este capitulo y otro que lo pondré a principios de la semana que viene. Espero lo hayan disfrutado y dejen sus comentarios. besotes!!
10 comentarios:
OMG!!! Que flo de capitulo!!!! ha sido realmente impresionante!!! Que bien que Bella mató a Victoria. Y Edward... sigue siendo Edward...
ahhh ME ENCANTÓ este capitulo ha estado genial, y lo has dejado en el momento justo acabar con esa frase ha sido increible.
BESOS
WOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!! al principio no me yamaba muxo la atencion esta historia pero cada vez se esta poniendo mas buenaaaa!!!
hay ahy dioissss!!! q capiiiiiiiiiiiiii!! siii
Genial, cuanto tiempo esperando con ansias la continuación de esta historia que me tiene super intrigada,
que buen capítuloo! pero que triste historia, me da tanta pena que Bella no pueda estar con su hija y que victoria le haya arruinado la vidaa :( ojala que Edward le diga pronto que todabia la ama, para dale algo de alegria a la historia :D
pasen a mi blog :D
http://www.moon-lover7.blogspot.com
PorrrrrrrrrrrFin! me encanta esta historiaaaaaaaa vengo esperando hace muchoo! no se tarden tantoo!!!
Muchísimas gracias por haberlo subidooo,sabes que lo estaba esperando con unas ansias tremendas y espero con muchísimas ganas el siguiente,espero que sea pronto,me encantó,sobretodo la conversación de Alice y Bella y lo último,que Bella ya la mató,ME ENCANTAAA!!!!ERES GENIAL!!Muchos besos y que te vaya todo estupendamente,espero también los otros fics!
QUE.!QUE.! omg! como que victoria la convirtio no se me cruzo x la mente esa idea d verdad yo pense q pudo haer sido un vampiro "x" pero no victoria ahh.! y pobre edward :( sufriendo por bella...e encanta este fic de verdad esa fascinante es wooow!
por fas no tardes mucho en actualizar :)
saludos desde México
Doore Cullen ^^
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