sábado, 14 de mayo de 2011

Destino. sueño o Reealidad


Capitulo 19

Confusiones

Edward.

Bella se había sentado con sus piernas cruzadas, envuelta en una sabana, mirándome directamente a los ojos, tratando de encontrar en ellos la verdad, sé que mis explicaciones guardaban mucho mas, de lo que le decía, yo estaba seguro que Jane, estaba viéndose con su coestrella, quizás era esa, toda su confusión.

También se, que lo que le dije, sobre lo que ella significaba para mi, era cierto pero había omitido las sensaciones y sentimientos que ella generaba en mi, prefería encontrar la manera que ella me dejara demostrárselo; definitivamente era algo difícil de creer, que en tan poco tiempo ella se hubiera instalado como la dueña de mi corazón.

Sonó su móvil, ella comenzó a mirar a su alrededor sin encontrarlo, el sonido provenía del closet herméticamente cerrado. Me miro, extrañada.

Me puedes hacer el favor de entregarme mi bolso _dijo indignada_

Me levante busque mis vaqueros y saque las llaves, el móvil había dejado de sonar, cuando le estaba entregando el bolso, vibro y sonó nuevamente.

Hola _respondió_

Estoy en la cama todavía _respondió nuevamente_

Si, obviamente voy a divertirme, pero más tarde _regreso_

Y como va la remodelación _pregunto_

Me alegro, ya quiero verla _dijo a su interlocutor_

Estoy feliz por ti _dijo; decidí levantarme e irme a duchar, no quería que creyera que estaba espiando su llamada, aunque me moría por saber con quien hablaba. Sería un hombre, su madre, su padre, ¿Quién?.

Me duche, el agua estaba realmente deliciosa, sentí relajarme de la tensión de pensar, que Bella, debía tener novio o pareja; una mujer como ella, debía ser un imán para muchos, como lo era para mí.

Salí de la ducha secándome el cabello.

Yo también te quiero, yo te llamo, cuídate _dijo y cerro la llamada_

Pase a su lado, fingiendo no importarme nada su última frase, no por nada era actor, aunque por dentro estaba ardiendo, de furia y celos, estaba lleno de confusión, llegue al closet a buscar ropa, de paso saque la suya y la coloque a orillas de la cama, sentía su mirada abrirme un hueco en la nuca, pero estaba callada.

¿Por qué guardaste mi ropa? _me pregunto finalmente_

No quería que al regresar de comprar el desayuno te hubieses ido _le dije con una sonrisa triste, controlando la sarta de preguntas que tenía en mente_

Pero en algún momento debo irme _me regreso_

Si, lo sé _respondí, sin saber que mas decirle, yo podía querer retenerla, pero si ella no lo deseaba yo no podía secuestrarla.

Me prestas una toalla, quiero ducharme _me pidió_

Si claro_ le dije_ le alcance una, mientras ella tomaba su ropa de la cama y la llevaba consigo, le dije donde encontraba todo en el baño; se iba, que iba a hacer, la angustia se estaba apoderando de mi, se demoro suficiente, mientras yo buscaba en mi cabeza una excusa para pasar más tiempo con ella.

Salió con su cabello húmedo, su piel sonrosada, el olor a vainilla lleno el ambiente, me estaba enloqueciendo, estaba provocativamente sensual, se iba y me dejaba embriagado y perdido en su olor, en su sabor y su ausencia.

La vi sonreír al verme embobado mirándola, respirando su aroma para grabarlo en la memoria.

Hoy es cuatro de julio _dijo_ a donde van a ir, un Británico y una Colombiana a celebrar la “libertad” o perdón la independencia _finalizo, acercándose a mí, tomando mi mano y halándome hacia fuera de la habitación_

A donde tú quieras _respondí como un idiota, esta mujer quería pasar el día conmigo, yo quería pasar el resto de mi vida con ella, pero me conformaba con tenerla mientas ella quisiera.

Bien, definitivamente a mi Hotel primero, no voy a estar como femme fatale, todo el día, con el vestido de anoche y por otro lado el guía eres tú, puedes llevarme a donde tú quieras _finalizo_

Bella

Llegamos al ascensor y el todavía llevaba mi mano agarrada, se sentía tan bien, estar de la mano, de la persona que despierta en ti tantas emociones, tanto deseo, que es el ángel más hermoso que hayas visto, que te envidien sin cesar, y lo mejor que tu, una simple mortal despierte en ese ángel un deseo irrefrenable de estar contigo sin importar nada, eso fue lo que vi en esas esmeraldas cuando Salí del baño, miedo de no verme mas, ni estar conmigo, ¿que estaba causando este niño en mi?.

Mientras bajábamos por el ascensor, me debatía entre mi cerebro y mi corazón, se me estaban fundiendo los fusibles de tanto escarbar razones suficientes para esta locura que estaba cometiendo, después de todo no sería yo la única perjudicada en todo esto si James me encontraba.

Al abrirse el ascensor, solté su agarre, no quería exponerlo de más, sentí un vacio enorme al hacerlo, y vi en sus ojos decepción, pero me comporte como si no pasara nada, le sonreí y seguí caminando hacia el estacionamiento.

Nos subimos al Nova, y fuimos directo al hotel, bajarme es lo más vergonzoso que he hecho en mi vida, vestida con la ropa del día anterior, sentía las miradas de todos sobre mí, llegue a la recepción, pedí mi llave, la recepcionista ni me prestó suficiente atención, estaba más pendiente del hombre misterioso de gorra y lentes oscuros que esperaba tras de mí.

Llegamos al ascensor y al entrar y girar, vi correr a la recepcionista hacia nosotros.

Señorita Swan, tiene recados _dijo mirando a mi acompañante, como tratando de descubrir a quien se le parecía.

Gracias _dije tomando los mensajes_

Pedí el piso y al cerrarse el ascensor respire por fin y fui ojeando los mensajes.

Llegamos al 5 piso, salimos del ascensor y lo guie a mi habitación, abrí. Lo invite a pasar, le dije que se sirviera lo que quisiera del mini bar mientras me cambiaba.

Leí detenidamente los mensajes, era Paul estaba en la ciudad desde anoche y quería verme, sentía pena no poder dedicarle tiempo, después de que había venido a pasar el día conmigo, para que no estuviera sola, según decía uno de los mensajes, pero mis ansias eran otras.

Deje los mensajes sobre la cama, y me fui al vestier a buscar la ropa que iba a vestir, me saque los zapatos y el vestido; elegí unos vaqueros azules oscuros, una playera blanca de cuello bandeja que dejaba un hombro descubierto, mis baletas rojas y su bolso a juego, me cambie las bragas y me coloque un brasier tipo strapless y me acerque a la encimera del baño, me aplique mi loción de cuerpo de exotic coconut, y me aplique un poco de base, rímel, blush y un brillo gloss; deje mi cabello suelto secarse al natural.

Salí a la habitación y ahí estaba de espaldas a mí, en el balcón, se había sacado la gorra y los lentes, su hermoso cabello se veía intensamente cobrizo, de un brillo magistral, que me hizo acercarme como hipnotizada, cuando me escucho acercarme se giro hacia mí, clavando sus ojos esmeralda traspasándome el alma y mostrándome con trasparencia lo que yo, Bella causaba en el, me sonrió y estiro su mano para que yo la tomara, me beso la mano, me acerco a él, allí me sentí pequeña ante su altura, no alcanzaba ni su hombro, ayer no lo había notado, mientras me hizo suya en el baño estuve con las zapatillas altas y en la cama, la altura no hace ninguna diferencia.

Estas hermosísima _dijo mirándome intensamente_

Gracias, pero creo que no eres muy imparcial que digamos _le dije_

Lo que sucede es que no te ves a ti misma como eres _me regaño_ la que esta parcializada eres tú.

Se acerco a mí y deposito un suave beso en mis labios, se separo de mí y se saboreo.

Realmente eres deliciosa, ya hasta me sabes dulce _dijo y sonrió_

Es mi gloss de victoria secret, sabe a cereza _le dije riéndome_

Bella _dijo y se quedo callado_

¿Qué? _le pregunte aun abrazada a el_

Si quieres conservar esa hermosa ropa que te has puesto, vámonos o no respondo de mi _dijo apretándome contra el_

Ok vámonos _le dije_

Mire hacia el jardín ante el peso de una mirada insistente, allí estaba en el mismo sitio del jardín donde lo había visto la noche de mi pesadilla, Mike, mirándonos de una manera indescifrable que me hizo estremecer.

Bella, ¿te sientes mal? _me pregunto, ante mi estremecimiento_

No, no me pasa nada _le dije regalándole una sonrisa_ lo hice girar y entrar a la habitación.

Entre a la habitación, seria y callada, llena de confusión que sería lo que le pasaba al tal Mike, que le pasaba conmigo, solo de imaginarme que él tendría que ver algo con James, me estremecí nuevamente.

¿Bella segura que no pasa nada? _pregunto nuevamente_ es que te has quedado muy callada, y estas un poco descompuesta en el semblante.

Segura, no pasa nada _le dije, no quería decirle nada, después de todo quizás era solo imaginaciones mías y a demás no quería arrastrarlo con mis problemas_

Tome mi bolso y nos disponíamos a salir, cuando sonó el iphone, me debatí entre contestar y no, lo tome y mire la pantalla, era el numero de Alice, quizás había pasado algo y decidí responder.

Hola nena, que ha pasado _le respondí_

Hola Bells, soy Jake, Alice me prestó su teléfono, no me quiso dar tu numero _me dijo_

Hola Jake, como has estado _le dije_

Bien linda; pero extrañándote cantidades, playa caracol sin ti es “sumamente aburrida” _lo dijo, con el doble sentido, muchas veces el se refería a nuestros encuentros sexuales, como diversión_

Tan tierno como siempre _le dije irónicamente_ hay que ver, que la delicadeza no es tu fuerte _finalice_

Estaba un poco molesta, Alice no ha debido permitir esta llamada, este móvil me lo había regalado Edward, aunque ella no lo sabía, pero me sentía sucia, permitiendo la llamada de Jake mi amante desde hacía tres años, me sentía traicionando a mi ángel, y la verdad lo último que quería era pensar en Jake y que mi nueva mente libidinosa comenzara a comparar entre ellos.

Pero que estaba pensando, en todo caso, debía sentir estar traicionando a Jake, con él, había estado en los últimos tres años de soledad, pero no había sentido nunca con él, lo que Edward había logrado en una noche de amor y una semana de conocerlo.

Bells, no te molestes, es que te necesito tanto _ me dijo con tristeza_ tu sabes cuánto te amo.

Yo sabía sus sentimientos hacia mí, pero yo, por el solo sentía atracción física y una gran amistad.

Lo sé Jake, pero no es el momento, ya voy saliendo me están esperando si quieres te llamo cuando me desocupe y hablamos _le dije_

Bueno Bells, espero tu llamada y espero no haberte molestado, no es mi intención _finalizo apenado y cerró su llamada_

Yo era quien estaba apenada con Jake, el había sido más que un amigo, había sido mi apoyo, el hombro en el cual llorar y mi amante; él me ayudo a comprender que si se puede confiar y que hay personas que entregan todos de si, sin esperar retribución. Ese era mi Jake, mi sol, el que le dio calor a mi corazón cuando estaba congelado de tristeza, pesimismo y desamor. Definitivamente la confusión se había apoderado de mí.

Mientras hable estuve de espaldas a Edward, al girarme no estaba dentro del dormitorio, me asuste al no verlo, salí como loca al salón de estar y ahí estaba, sentado ojeando uno de mis libros.

Hola, ya podemos irnos _le dije_ discúlpame por hacerte esperar.

No, está bien, solo tú tienes el permiso _me dijo riendo, demostrándome que no le había importado la espera_

Bueno y que vamos a hacer _le pregunte animada_

1 comentario:

PaTy_sev dijo...

ainsss siempre me a encantado esta historia, menos mal que han vuelto a publicar mas seguido.besitossss seguid asi MUACK!!!