Entre dos tierras

Sumary:
Melisa llego a la vida de Edward, como un aire fresco, peleo por ella contra su propia naturaleza, la hizo su esposa, lucharon juntos defendiendo lo más amado para ambos, su hija. Pero tras 200 años… ¿se le acabo el amor? ¿Puede un ser eterno, cansarse de la eternidad?

Bella estaba destinada a morir… y murió. La vida como la conoció cambio por completo dándole una perspectiva completamente diferente de lo que la existencia significaba. Se convirtió en el destino de un hombre y la familia de este pero… ¿será capaz de convertirse en el proceso en la otra?

Edward estaba destinado a ella… solo que no espero al destino. Se aferro a una mujer que le hizo feliz pero… ahora que ella aparece… ¿Será tarde? ¿Será capaz de dejar atrás todo por una mujer?

Cuando lo único que Bella tiene es a los Cullen como familia, ¿será suficiente el amor que siente por ellos para salvarlos? ¿Para salvarse? ¿Para ser feliz? Cuando el amor inmortal llegue a Edward bajo el nombre de Bella ¿perdonaría lo que ella dejo morir en pos de salvar a todos los demás?

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Capitulo 8.- Entre lo correcto y el amor

Edward pov

Verla sentada en la roca, con la ropa mojada y pegada a su piel fue demasiado y aún así debí comportarme, calmar mis hormonas fiesteras por verla así, debía explicarle mis sentimientos o la menos intentarlo, no podía permitir que se fuera de mi vida. No podría seguir sin ella cerca de mí.

Después de exponer mis sentimientos la vi apartarse solo un poco, me sonrió lentamente, su mente me dejo entrar solo un momento y entendí que me deseaba mucho más de lo que su cuerpo me decía, sin pensarlo más la tome en brazos, la bese con nada de suavidad, sus labios eran mejor de lo que pude imaginar, suaves, cálidos, dulces, su manera de besar, casi inocente, me estaba matando.

Su ropa que hace un momento me excitara ahora era un estorbo, la desgarre sin ceremonias, mientras ella quitaba la mía, no me detendría, sus pensamiento se centraban en cuanto me deseaba y cuanto lo quería hacer, Dios era maravilloso sentirla desnuda, la lleve hasta una roca enorme, la apoye en ella, seguí besando su cuello, sus hombros, mis manos recorrían su cintura y caderas, baje con mis labios por sus senos, mordiendo apenas sus puntas rosadas y firmes, chupando uno primero y el otro después, mientras sus manos recorrían mi espalda, deteniéndose en mi cabello, gimiendo por mis besos, estaba a nada de hacer mía por primera vez, toque con mis dedos su centro, se estremeció, mis labios regresaron a los suyos, mientras introducía uno de mis dedos, la sentí gemir contra mi boca, “despacio”, pensó, lentamente lo metí y saque, siempre suave, de pronto lo entendí, aun era virgen, me detuve en seco.

-¿apenas lo descifras?- me pregunto.

-soy lento a veces- me justifique- tendré cuidado, lo prometo -dije mientras trataba de recostarla lo mejor posible.

De la nada la imagen de Melisa apareció en mi mente.

Carajo.

-¿Por qué haces esto? ¿Por qué piensas en Melisa?– le pregunte levantándome, mi excitación salió volando y mi enfado creció en su lugar.

-no hare el amor por primera vez con un hombre, vampiro o lo que seas, casado, lo siento es algo que no puedo hacer-explico mientras bajaba la mirada avergonzada.

Y me sentí fatal, estaba a nada de convertirla en la otra. Eso era algo que debía evitar, no quería que la familia la tomara contra ella.

-lo entiendo, perdóname, tienes razón es algo que ni siquiera debería pedirte, pero por favor no te vayas, no me dejes, seremos amigos, solo eso, hasta que Melisa regrese y hablamos de nuestra situación, por favor, quédate conmigo –suplique.

Prefería tenerla como amiga y aguantarme las ganas de tocarla, besarla, hacerle el amor, antes que no verla para nada.

-bien, pero debes entender que no voy a esperarte, no sabes cuánto tardara tu esposa en regresar, entraremos a la universidad y tratare de ser una persona normal, tal como ustedes, no esperes que esté pendiente de ti y siempre disponible para ti, yo tratare de seguir con mi existencia, no quiero interferencias de tu parte, es la única condición que pongo –termino mientras se ponía mi camisa, dado que su ropa la había destrozado momentos antes.

-bien, pero no esperes que no me sienta celoso si alguien se te acerca, no podrás evitar que me mantenga junto a ti, eres mía, Bella, acéptalo de una vez- dije enojado ante su comentario de seguir con su vida sin mí.

-no, Edward, no lo soy y mientras sigas casado no lo seré, soy libre, tómalo o déjalo… - dijo mientras corría hacia la carretera de vuelta a su coche.

Apreté las manos y la seguí después de vestirme solo con el pantalón, era mía y se lo haría saber muy pronto.

Llegamos a donde Alice y Jasper estaban, apenas vio aparecer a Bella, Alice grito.

-¡¡¡bloquea!!!- y de la nada deje de escuchar la mente de mi hermana.

-¿cómo haces eso? – pregunte a Bella, quien estaba buscando ropa adecuada entre su coche.
Jasper había cerrado los ojos apenas la vio aparecer.

-me quede con un poco de las habilidades de Melisa cuando me ataco el primer día, no sabía que podía hacerlo hasta que trate de evitar que leyeras mis pensamientos, cuando vi que funcionaba empecé a bloquear a los demás, bueno mejor dicho a bloquearme de los demás y eventualmente pude bloquear a otras personas, no es mucho, solo cosas aisladas y bien definidas- me respondió mientras se metía al coche para vestirse.

-“te puedes voltear, necesito privacidad”- pidió.

-“te acabo de tener desnuda bajo de mi ¿y te pones con eso ahora?”-

-“¿sabes? no necesitas recordarme lo cerca que estuve de cometer el peor error de mi vida, ahora voltéate por favor” - estaba enfadándose de nuevo.

-“¿error?, ¿eso es lo que soy para ti?”-

-“si, uno muy grade, malditos vampiros estúpidos, debieron matarme, porque esto es mucho peor, tenerte así, cerca, el saber cuanto deseamos estar juntos y que le perteneces a otra es una tortura y en momentos como estos, prefiero la muerte”-

-“no, nunca digas eso, yo moriría contigo”-

-“Edward, basta, ya no puedo más, me prometiste ser solo amigos, si no lo cumples me voy”-

-“amigos entonces”- pensé mientras caminaba hacia mi coche, Jasper había puesto unas cadenas para remolcar el auto de Bella.

Busque entre mis cosas otra playera. Me la puse y camine hacía mi auto.

-ya avise a Carlisle, nos encontraremos en la casa nueva- informó Alice.

-¿Carlisle? ¿Porque le llamaste?- pregunte arrancando.

Alice y Jasper se subieron a mi auto, todos entendíamos que Bella necesitaba estar sola, además aun se cambiaba de ropa, lo hacía con premeditada lentitud, no pude evitar mirar por el retrovisor, se ponía la blusa dejando una clara visión de su sostén de encaje negro, suspire.

Carajo.

-lo llame porque te vi perder a Bella, es neófita, pensé que no regresaría, así que pedí apoyo- explico.

-pero ustedes no nos buscaron –recrimine.

-¿de verdad querías que lo hiciéramos Edward? – pregunto Jasper, mientras una ola de calma me embargaba.

-no, perdóname Alice, esto me sobrepasa- me disculpe poniendo mi mejor sonrisa, mi hermana era una santa por aguantarme.

Lo había hecho por siglos.

-no te preocupes, no durara mucho, solo resiste ¿ok?- me tomo la mano y sonrió, con esa mirada de sé-algo-que-tu-no.

¿Alice? –pregunte con impaciencia.

-Melisa regresara pronto, pero hay algo que no veo, ese algo, pondrá las cosas en su sitio- Respondió, mientras miraba por la ventana.

Bien, pronto sabría qué rumbo tomaría mi vida, fuera la que fuera Bella tendría que estar en ella. Maneje por 2 horas mas, eternas, para mi gusto, pero llevar el tanque de Bella hacia lento mi auto. Seguía sin mirarme, estaba sentada en la parte de atrás, con la cabeza apoyada en el respaldo, podía ver su cuello, la silueta de sus hombros, sus senos, volteo la cabeza un momento y por un segundo, solo un segundo juraría que vi unas lagrimas descender por sus mejillas mientras la miraba por el retrovisor, parpadee, ya no estaban y ella miraba hacia atrás. No me miro el resto del viaje.

Llegamos poco después, la casa era grande y hermosa, solo Esme conseguía que todas las casa parecieran un hogar. Era muy parecida a la de Forks, con la diferencia que esta no tenia terraza, en la última planta. Había 5 cuartos, así que Alice y Jasper escogieron el primero de abajo, Rosalie prefería los de las plantas bajas, le dejamos el segundo. Yo tome el primero de la segunda planta, Bella le gusto el último. Lo más alejado de mí. Como si eso me pudiera detener.

La suerte estaba de mi lado, cuando llego Carlisle y Esme, les deje el cuarto pues era más grande, sin pensarlo mucho me instale en la recamara junto a ella, no le agrado nada el cambio pero no dijo más. Por los siguientes 3 días, me ignoro tanto como pudo, mientras mi humor pasaba de negro a otra cosa.

-¿puedo hablar contigo un momento? –Carlisle de pie en mi recamara.

-ahórrate el discurso Carlisle, no tengo ganas de escucharlo completo- respondí groseramente.

Mi miro sin moverse, con toda la calma que le daba el conocerme, después de todo llevaba más de 300 años a su lado.

-siéntate- dije mientras me sentaba yo- ¿qué pasa?- Pregunte mirándolo.

-eso te iba a preguntar ¿Qué pasa con Melisa, Bella y con toda esta locura de perseguirla y ella de huirte?, ¿qué pasa hijo?- hum, eso me desarmo.

-pasa que amo a Bella como nunca pensé que se podría, ahora pienso que mi relación con Melisa era juego de niños, es intenso hasta doler, me duele verla pero me mata no hacerlo, cada minuto que paso lejos de ella es como morir un poco si eso es posible, yo… no sé papa, estoy perdido- calle un momento y no hizo por apresurarme.

Se quedo esperando que yo siguiera, ofreciéndome su apoyo como cada día desde que me convirtió. Por fin encontré el aire para seguir.

- Sé que amo a Melisa pero nunca se acercara a esto que Bella despierta en mí. Estoy completa e irrevocablemente enamorado de ella –confesé antes de abrazar a mi padre.

Lo hice con todo el dolor que llevaba dentro, por la mujer que amaba y no tenia y por la otra mujer que también amaba pero ya no como antes.

-hum, sabes ni los vampiros más sabios saben qué hacer cuando se trata del amor, no lo conocen como nosotros, con el paso de los años he visto como Melisa y tu se separaban, al principio asumí que era la manera como ustedes se llevaban, tu esposa no es muy afectiva en público, justo igual que tu, pero mientras más años pasaban más distante eran, la luz se te apago en algún momento, a ella también, ¿sabes que Alice me dijo la noche antes de empezar a buscar a Bella, que tu destino estaba por alcanzarte?, no entendí en ese momento, ahora sí, te veo mirarla y el brillo en tu cara es indescriptible. Melisa es como mi hija, todos en la familia la queremos, la consideramos una más de nosotros, por lo cual no puedo decirte que te quedes con una o la otra, Bella se ha sabido ganar el cariño también, solo recuerda que Melisa es tu esposa y la madre de tu hija antes de tomar una decisión. No te sientas responsable por lo que sacrifico en su vida humana, fue su decisión, ella quiso seguirte, no cargues con la culpa, se hicieron felices, se dieron una maravillosa hija, pelearon por ella juntos pero quizá su camino no era para siempre. Quizá esta es solo una dificultad más que superar y te des cuenta a su regreso que lo que sientes por Bella es solo una atracción y que sigues amando a tu esposa como al principio. Eso es solo algo que tendrán que platicar a su regreso -Finalizo dirigiéndose a la puerta.

-gracias, yo…, hum, gracias. –mientras se iba, me quede pensando en sus palabras.

Medite, toda la noche, recordando mi pasado junto a Melisa, mi esposa, la madre de mi hija, la mujer que durante 200 años había estado a mi lado. La amaba sí, pero justo como lo que era, madre y compañera, no mujer. Ahora lo más difícil sería ver que sentimientos traería de su búsqueda.

Y por supuesto soportar a la cercanía de Bella sin poder estar a su lado

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hola chicas ya estoy de regreso y les digo q me fue genial.


gracias a todas ustedes q me motivan a seguir escribiendo.
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