Sacrificios. Cap 6: Interrogatorio

Disclaimer: Los personajes no nos pertenecen, la historia tampoco xD Solamente nos han dado el derecho de subirla en este Blog para divertir a nuestras seguidoras!! Jajaja ^^. Además les comentamos que es una traducción creada por karenesme.cull.potz, la historia original pertenece a Enthralled.

Sumary: Cuando Edward deja a Bella lo hizo con la esperanza de que tuviera una humana y feliz vida. ¿Qué pasaría si ella así lo hizo, pero las cosas no resultaron como cualquiera de ellos lo pudo haber planeado?

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CAPITULO 5
INTERROGATORIO

POV Bella.

— Bueno, hay mucho que decir. Comenzando por el principio, es tan buen lugar para comenzar como cualquiera. Tengo que advertirles, esta historia no es precisamente feliz en muchos lugares, pero no incluye esas partes que tendrían demasiadas preguntas sin respuesta. Todos ustedes han sido muy acogedores, así que siento que merecen la verdad — dije. Merecen la verdad, ¿de dónde diablos salió eso?

— Después de la fiesta de cumpleaños y el, bueno, el accidente, — murmuré, tratando de no mirar directamente a Jasper, pero fallando, y luego a Alice, que me miró con el dolor salpicando en sus delicadas facciones. Necesitaba liberar el ambiente respecto a ese tema en este mismo lugar y momento. — Alice, ya he hablado con Jasper sobre esto. Sé que debes haber sido capaz de escuchar al menos una de nuestras conversaciones mientras conducías con... Edward, — dolió decir su nombre, — pero, las cosas quedaron allí. El pidió perdón y verdaderamente, no hay nada que perdonar, aunque traté de liberarlo de su auto-odio.

— Lo que pasó está zanjado y no hay ninguna razón para seguir revisando el doloroso capítulo de la historia. ¿Podemos todos estar de acuerdo en eso? — Miré a la familia y la mayoría parecía asentir con la cabeza; mientras que otros, es decir, Edward y Rosalie estaban completamente quietos y me miraban sin emoción.

— De todos modos, después de que todos se fueron, fue muy difícil recuperarme. Lo siento Edward, — le indiqué— no me refiero a tener que traer recuerdos difíciles, pero para que entiendan el resto de la historia, tengo que ser honesta. — Daba la impresión que estaba a punto de pararse, hasta que le hice señas indicándole que se quedara donde estaba. Continué. — Edward, todo está en el pasado. Las cosas no funcionaron. Me vi obligada a seguir adelante, y lo hice, aunque tomo un tiempo increíblemente largo. Pero, está en el pasado. ¿Podemos perdonarnos unos a otros y dejarlo ir? — Lo miré con cautela mientras terminaba mi declaración, tan doloroso como fuera.

Edward apenas y se movió, aunque sus ojos comenzaron a oscurecerse intensamente. Fue un momento antes de que hablara. — Bella, sólo puedo pedirte perdón. Tú no tienes nada por qué disculparte. Esto fue totalmente mi culpa. Si deseas seguir adelante, te concederé eso y cualquier cosa que solicites. — Terminó su declaración y me miró fijamente.

¿Qué diablos? Ciertamente, no lo entendía para nada, pero en aras del tiempo, podría entenderlo más adelante, si tan siquiera fuera necesario. Él no debería sufrir por culpa de algo que ocurrió hace tanto tiempo. Nadie debería.

— Por supuesto que te perdono, Edward. Realmente no hay nada que perdonar. Tú y yo realmente no podíamos pretender estar juntos, dadas nuestras diferencias en ese entonces. Vamos a limpiar ese error y avanzar a partir de ahí, ¿de acuerdo? — Lo miré tratando de forzar una leve sonrisa. Tenía que mostrarle que ya no tenía ningún efecto en mí, aunque nada podía estar más lejos de la verdad.

Sus ojos estaban llenos de un dolor que yo no entendía, pero asintió con la cabeza antes de agregar: — Me alegra que arregláramos esto, Bella. — Parecía desesperado por decir algo más, pero finalmente se acomodó en su asiento, sus manos cerradas en puños; su piel pálida se estiró con fuerza sobre los nudillos, su cabeza apoyada contra los almohadones.

Me sentía lista para continuar. — Pasaron los meses y, finalmente, Charlie, — mi voz se quebró audiblemente cuando mencioné su nombre, — me amenazó con enviarme a Florida a vivir con Reneé si no salía de mi depresión. Me di cuenta de lo egoísta que estaba siendo con todos a mí alrededor y decidí que tenía que empezar a traer mi vida nuevamente. Los amigos de la escuela principalmente me habían abandonado, debido a mi anterior estado, pero todavía tenía un amigo en La Push. Empecé a pasar tiempo con Jacob Black, un montón de tiempo en realidad. Estando con él es que pude volver. Te acuerdas de Jacob, ¿verdad, Edward?

La mirada en el rostro de Edward era ilegible, pero sus ojos tenían una furia que yo por supuesto no entendí. — Si. Me acuerdo de Jacob. El vino a el baile de gala y te advirtió acerca de mí y mi familia por orden de su padre, ¿estoy en lo cierto? Oh, por no mencionar que sin querer rompió el tratado y te contó acerca de mí y la familia, — terminó, luciendo feroz por ese punto.

— Sí, el tratado. Me había olvidado por completo de ese punto — empecé antes de que Carlisle me interrumpiera:

— Bella, ¿cómo puedes saber sobre el tratado? Edward, ¿se lo mencionaste? — miró a Edward y luego a mí, esperando pacientemente una respuesta.

— Carlisle, — solté, — Edward no me dio ninguna información sobre el tratado. Jacob me dijo todo sobre eso, pero me estoy adelantando en la historia. Prometo que contestaré cualquier pregunta que tengas — terminé de hablar, antes de regresarme al resto de la familia.

— Jacob y yo nos hicimos buenos amigos; mejores amigos en realidad. Empezamos a gastar cada momento que teníamos libre juntos. De repente, un día, él me dejó de hablar. Él y yo, junto con Mike Newton, — con ese nombre cada "pequeño" Cullen se rió entre dientes, — fuimos a ver una película un viernes por la noche. Mike se enfermó durante la película, por lo que Jake y yo lo llevamos a casa. En el camino de regreso a mi casa, Jacob comenzó a sentirse enfermo también. Pensé que estaba hirviendo en fiebre. Quería llevarlo a casa, pero el se negó.

— Llamé a Jacob para asegurarme de que había llegado bien a casa, pero no fue hasta el día siguiente que me llamó y me dijo que estaba bien y que no fuera hasta que él me contactara. No escuché de él por semanas. Charlie habló con su padre, Billy, quien nos dejó saber que tenia mononucleosis y no sería capaz de recibir visitas durante al menos un mes. Después de un tiempo, decidí hacer un viaje a La Push, para conseguir algunas respuestas de parte de él, ya que claramente me estaba evitando. Me dijo que no podía verme más, que no podíamos seguir siendo amigos. Eso me devastó.

— Vino a mi casa esa noche. Me dijo que lo sentía, pero que eran secretos que no podía decirme. Que no tenía otra opción, — continué, mientras cada par de ojos me miraba expectante, — y, sin embargo, explicó que yo ya conocía los secretos. Explicó que él ya me había dicho todo en el primer día, cuando me contó todo sobre su familia, que eran conocidos como "Los fríos"

Me puse a explicar que me di cuenta de lo que Jacob era; que realmente era un hombre lobo. A partir de ahí, continué explicando como él había esperado pacientemente hasta que yo lo aceptara como algo más que un amigo, pero que había sido terriblemente difícil. Hablé largo y tendido sobre la manada y cómo me habían aceptado inicialmente como uno de ellos. Que yo había sido puesta bajo su protección cuando se enteraron de que estaba siendo el objetivo de Victoria y cómo Jacob fue el que llevó a cabo todo lo de la protección y había hecho todo lo posible por mantenerme a salvo.

— Bella, — interrumpió Edward, inclinándose hacia adelante en su silla, con sus puños abriendo y cerrándolos con cada palabra, — ¿Pasaste tiempo con hombres lobo?, ¿Estás loca?, ¿Tienes alguna idea de lo peligroso que pudo ser para ti? Podrías haber sido gravemente herida. Me prometiste que no harías nada estúpido o imprudente. ¿No te acuerdas de eso? ¿Por qué ibas a romper tu promesa? Los hombres lobo son extremadamente inestables, especialmente los jóvenes. Pudiste haber sido asesinada. ¿Qué es lo que está mal contigo?

Al final de su perorata, estaba de pie y fuera de su asiento, sus ojos de nuevo estaban oscuros y sus palabras eran cada vez más fuertes y llenas de furia.

— Edward, — habló Carlisle con una intensidad que no había escuchado antes, — siéntate y vigila cómo te diriges a Bella. Tú no le vas a levantar la voz a ella ni a nadie en esta sala. — Él no había rugido como Edward, pero el tono de su voz y la intensidad de su mirada en su primer "hijo" nos hizo saber que él estaba totalmente en desacuerdo con la reacción explosiva que había tenido Edward hacia mí.

Miré a Carlisle impresionada, antes de volver mi mirada hacia Edward. Nunca había escuchado a Carlisle hablarle a nadie de esa forma, mucho menos a Edward. Me senté en silencio, mientras Edward apretaba la mandíbula cerrada, sus dientes entrechocaron audiblemente, antes de que se recostara en la silla, rígido, y, evidentemente, furioso por... ¿Qué? Mis comentarios sobre la manada de hombres lobo o su propio padre corrigiéndolo enfrente de la familia entera... No podía estar segura.

— Bella, querida — la voz de Carlisle interrumpió el silencio en el que se había envuelto la habitación, — por favor, continúa. No creo que tengamos más interrupciones. Por favor, sigue. — Me volví para ver a la dulzura y la compasión regresar a sus ojos justo como siempre había recordado verlo, reemplazando cualquier tipo de tensión que pudo haber habido ahí. Aumentó su presión sobre Esme, quien acarició suavemente su cabeza en el pecho de su esposo, mientras me sonreía dulcemente.

— Edward, — comencé, tratando de parecer tranquila y sin emoción alguna, — Nunca estuve en ningún peligro de la manada. Ellos me protegieron, pero voy a llegar a esa parte de la historia. Me mantuvieron a salvo. Nunca estuve en ningún peligro. En cuanto a la promesa, bueno... — seguí hablando antes de que me interrumpiera.

— Si crees que una manada de hombres lobo es segura, entonces creo que no tengo nada más que decir sobre ese tema. Sin embargo, tú promesa, — continuó, la tensión era un sentimiento evidente que venía con cada palabra que pronunciaba, haciéndome sentirla.

Una vez más, una ola de calma se extendió por la habitación y me volví para sonreír levemente a Jasper, habiendo recordado nuestra conversación de hoy. Alice me miró, su enfoque constante, mientras asentía con entusiasmo incitándome a continuar.

Alice. Algo se me ocurrió en ese momento, algo que me había permitido pensar sólo una vez durante años desde que nuestra relación había terminado. ¿No había visto ella todo esto? ¿Donde estaban sus visiones? ¿Su "don" la había dejado? Durante nuestra separación forzada y mi depresión subsiguiente, una vez había pensado para mí, ¿podía Alice verme? Y si puede, ¿le dirá a Edward lo mucho que estoy sufriendo? Cuando Edward no volvió, nunca me permití pensar en eso otra vez. Pero, no podría detenerme a mi misma de sacar impulsivamente mis pensamientos.

— Alice, ¿no habías visto algo de esto? ¿Es toda esta información nueva para ti? ¿Alguna vez me viste después de que dejaron Forks? — La miré, con mi cara traicionando a mi confusión y curiosidad.

Alice me miró con dolor en los ojos, que rápidamente se convirtió en una intensa mirada de culpabilidad. — Bella, cuando nos fuimos, Edward me hizo prometer que no indagaría en tu futuro. Discutí con él sobre esto, pero al final, honré sus deseos. Lo siento, Bella. Lo siento mucho. Edward es mi hermano y cuando nos fuimos, cuando él se fue... sentí que mi lealtad debía permanecer con él. Me dolió mucho dejarte atrás, pero hice lo que pensé que era mejor para mi familia, a pesar de que siempre has significado mucho para mí.

— Tú en realidad fuiste mi primera amiga, la única con la que realmente podía ser yo misma, quien supo todo sobre mí y el resto de la familia. Yo no sabía que más hacer... — se interrumpió, luciendo desesperada. De nuevo, otra ola de calma golpeo a cada uno con tanta intensidad, mientras Jasper apretaba su abrazo alrededor de su pareja. Jasper no podía soportar ver a su esposa sufriendo cualquier tipo de dolor. Ahí me di cuenta, yo tampoco podía.

— Alice, lamento haberlo dicho tan impulsivamente. No hay nada que perdonar. Era sólo un pensamiento que tenía. Por favor, no estés triste, todo está en el pasado. Al igual que con Jasper y... Edward, — de nuevo, me molestó incluso decir su nombre, — ¿podemos empezar de nuevo? Todo este dolor, esta culpa, son un desperdicio. Un desperdicio terrible. No vale la pena detenerse en ello. ¿Puedes ver eso? ¿Puedes perdonarme por herirte justamente ahora? ¿Podemos empezar de nuevo? — Terminé, mirándola.

Alice saltó del abrazo de su esposo, arremetiendo contra mí, golpeándonos a mí y al sillón debajo de su entusiasmo. Su cabeza se inclinó para mirarme, con su sonrisa tan brillante y amplia que pensé que quebraría su hermosa piel de mármol. Me dio un beso en la mejilla, antes de enderezarse ella misma, a mí y a la silla de un rápido movimiento. La velocidad con lo que lo hizo casi me dejó sin aliento. Creo que se habría dejado caer en mi regazo si Jasper no hubiera venido por ella, poniendo sus manos en su pequeña cintura y tirándola de regreso con él.

Con eso, y la sorpresa escrita en mi rostro, pude murmurar: — Bueno, me lo tomaré como un "si", — antes de empezar a reírme. No había sonreído o reído tan naturalmente desde hace un largo tiempo. De repente, me di cuenta de que toda la familia se reía de mí, incluyendo a Rosalie. Ella no podía evitar reírse de las travesuras de su hermana. El alivio cómico era justo lo que necesitábamos todos en la sala.

— Alice, — comenzó Carlisle, — parece que tienes a tu amiga de vuelta. Pero, creo que tenemos que seguir con el relato de los hechos de Bella. Ella no tiene tiempo ilimitado y estoy seguro de que tiene otras responsabilidades que necesitan de su atención. Bella, ¿te importaría continuar? — me miró, la risa aún llegaba a sus ojos.

Lo miré de regreso, era tan parecido a una figura paterna, incluso para mí. Su compasión le había permitido superar su sed de sangre y lo había transformado en un médico maravilloso y apasionado. El amaba a su esposa y a su familia con tanta fuerza hasta ese momento, sentí que tenía algunos sentimientos de cariño hacia mí también. Él estaba preocupado por mi vida, era la primera vez en mucho tiempo que alguien se preocupaba de verdad. Se me hizo un nudo en la garganta. Él había ayudado a salvar mi vida en Phoenix y me había atendido otra vez después de la fiesta de cumpleaños, esos pensamientos comenzaron a llegar de nuevo hacia mí. Él había ayudado a protegerme en el momento en que más lo necesitaba. Me sentí agradecida por su presencia y asentí, indicando que estaba lista para seguir adelante.

— Gracias, Carlisle. ¿Dónde exactamente estábamos? — Pregunté, tratando de repente de recordar dónde me había quedado en la historia.

— Estabas hablando de un montón de perros protegiéndote, — dijo Edward, su voz goteaba malicia. Aun tenía los ojos oscuros, pero su tono y volumen fueron cuidadosamente modulados, sentí que se aseguraba de no sufrir las consecuencias de la ira de Carlisle por segunda vez esta noche. Permaneció sentado y rápidamente reorienté mi mirada lejos de él para continuar la historia.

— Bueno, yo pasaba la mayor parte de mi tiempo libre en La Push, y cuando no estaba allí, alguien de la manada se mantenía cerca de mí en todo momento. Después de un rato, me sentí ridícula. Jacob me mantenía a ciegas sobre la mayoría de las patrullas, estoy segura de que tenía miedo de asustarme. Pero, nada estaba pasando. Nadie se había acercado a mí. Pero, la manada era inexorable. Caímos en una rutina fácil. Se parecía mucho a cuando yo visitaba a Charlie en el verano. Se sentía como si estuviera siendo entregada de un miembro de la manada a otro, parecido a como Reneé y Charlie me intercambiaban cuando era pequeña. Jacob venía por mí todos los días a la escuela y me regresaba a casa al final, en la noche. — Seguí con la historia, sorprendida por la facilidad con la que las palabras salieron de mi boca.

— Pasar tanto tiempo con Jacob... bueno, las cosas empezaron a cambiar para nosotros. Jake era tan paciente conmigo, contento con dejarme hacer las cosas a mi propio horario. Realmente me trajo de regreso, juntos. Nunca fui realmente la misma persona, pero eventualmente se convirtió en una gran parte de mi vida. Al final de mi último año, me había convencido de ir al baile de graduación con él. Esa noche, las cosas realmente cambiaron para nosotros. Nuestra amistad se hizo más profunda y se hizo más... bueno, — me detuve, no exactamente dispuesta a entrar en detalles más personales en este punto.

— Entonces, ustedes dos se convirtieron en ama... — comenzó Emmett, levantando sus cejas arriba y abajo, tratando de transmitir su significado, antes de que Rosalie le diera un golpe en el brazo, dispuesta a no dejarle terminar la frase.