jueves, 24 de marzo de 2011

Entre el amor y la guerra

Sumario:
Ella se encontró con el futuro de su clan en sus manos. Siendo una niña apenas, tuvo que comportarse como mujer y ganarse el respeto de los hombres poderosos, en un mundo donde la mujer era moneda de cambio. Pero tenía unas cuantas cosas bajo la manga para conseguirlo.

Él sabía su obligación pero entre ejecutarla y aceptarla había un gran espacio. Y en ese espacio se clavo ella. Una mujer que no era más que una niña y que además en sí se comportaba como niño.
Con toda su vida complicada cometió errores que le llevaron a perder mucho.

Solo una cosa simple y sencilla podrá devolverle todo lo que quiere él en su vida.

Una cosa sencilla y simple llamada amor.

¿Serán suficientes sus intentos?

Nota de la autora: este fic contiene escenas explicitas de violencia, sexo y lenguaje que podría herir la sensibilidad de las personas, se recomienda discreción y una mente abierta.

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9.- De viaje al amor

Edward pov (capitulo Lemmon)

-¿me llevas a nuestro dormitorio?- pregunto mi esposa dos horas después de zarpar.

Nos despedimos de los demás mientras la guiaba a una de las habitaciones principales.

-llegaremos en tres días a Paris, no haremos escalas para evitar problemas, descansa ahora y en cuanto sea hora del desayuno te despierto- dije mientras dejaba un beso en su frente.

Apenas tenía un día despierta y ya estaba en un viaje que sería desgastante. ¿Cómo me deje convencer? Ah sí, su mirada de anhelo me lleno de ternura.

Y los besos… y la promesa de ella sobre lo que me haría en la intimidad en cuanto pudiera…

Ah… ya me acorde que fue lo que me convenció: su mano en mi verga mientras me lo pedía.
Imbécil.

La mujer me toca y pierdo en automático.

-no te vayas, al menos hasta que me duerma, no estoy acostumbrada a dormir con tanto movimiento- dijo sin soltarme la mano.

-No pensaba irme. Solo iba a cerrar la puerta con el seguro. Con el movimiento a veces se abre- dije.

Y aunque no era la idea no quise negarle algo tan simple como quedarme en su cama. Tampoco es que fuera mucho sacrificio.

-¿me harás el amor esta noche? … te he extrañado mucho…- dijo mirando abajo.

-¿Por qué no me miras al pedirlo?- pregunte mientras tomaba su rostro entre mi mano.

-es que me da vergüenza…- dijo apenas sin mirarme aun a los ojos.

Y recordé que aun era muy joven.

-no tienes por qué avergonzarte, eres mi esposa y debe ser algo natural entre nosotros. Puedes pedirme tanto como quieras y decirme lo que te gusta o como quieres que lo haga… sé que no tienes más experiencia que la que has tenido conmigo y yo quiero enseñarte muchas cosas más. Ni siquiera necesitas pedirlo Bella, nunca te rechazare. Eso puedo jurarlo- dije.

La bese despacio. Saber que me extrañaba en la cama fue lo único que necesite para ponerme duro. La verdad dicha y aunque me negué a admitirla ante mí mismo, también la extrañe. Esas noches junto a ella mientras esperaba que despertara me habían hecho darme cuenta que me moría por ver sus ojos al despertar. Escuchar su voz al darme los buenos días o cuando me pedía entrar en su cuerpo o moverme dentro de ella.

Era una estupidez considerando que amaba a victoria pero… ¿y si también amaba a Bella? ¿Era posible amar a dos mujeres de igual manera al mismo tiempo? ¿Podría amara a una sola y olvidarme de la otra?

¿Olvidarme de Victoria?

-¿Qué te pasa? No quieres….- pregunto cuando me quede quieto.

En parte por mis pensamientos y en parte porque no estaba seguro de no lastimarla.

-no pienses nunca que no quiero contigo, es solo que apenas despertaste ayer y no sé si te haga daño el esfuerzo físico. Además me parece que ha sido suficiente con el viaje que hicimos, duerme esta noche y te aseguro que sí mañana me dejas te hare mía por completo- sugerí mientras intentaba controlar las ganas de saltarle encima.

-esposo, justo ahora lo que necesito es sentirte, llevo esperando desde que te marchaste. ¿No me extrañaste?- pregunto con el miedo en los ojos.

-claro que te extrañe, pero debes descansar…-

-ya descanse quince días, si no me vas a tomar en serio será mejor que busques donde dormir- dijo seria mientras me miraba con severidad.

-¿vas a correrme de la habitación por querer cuidarte?-

-no quieres cuidarme, quieres dormir y en esta cama nadie dormirá hasta que yo consiga lo que quiero, me acabas de decir que no tema pedirlo, que no me rechazaras pero eso estás haciendo. Decídete Señor o cumples tus palabras o no digas cosas que no cumplirás- termino con seguridad.

Sonreí ante eso. Mi esposa no se andaba con rodeos.

-no debiste decir eso Señora, no debiste-

Sin darle tiempo de entender, la bese de nuevo. En pocos movimientos la deje desnuda y lista para mis caricias. Pase gran parte de la noche amándola. Para cuando quedo satisfecha el sol empezaba a salir. Se durmió antes que yo. Ahora estaba seguro que cariño era una palabra pobre para lo que me hacía sentir…

Estaba empezando a amarla.

Esa fue la prime noche de las que le siguieron. Por fin llegamos a Paris. El primer día apenas durmió bajo mi amenaza de mudarme a otra habitación. El segundo día se negó a dormir más de lo necesario y el resto del tiempo paso entre tiendas y tienda. Esas mujeres eran incansables cuando de comprar se trataba.

En la habitación donde nos quedamos, el fuego que encendíamos por las noches no se apagaba por las mañanas, solo disminuía. En cada demostración me dejaba saber que tenía muy buena disposición para aprender. Y mejorar lo que yo le enseñaba.

Recuerdo

-¿Qué me enseñaras?- pregunto después de conseguir que se corriera para mi dos veces, solo son mis manos.

-¿enseñarte?- pregunte tratando de que mi cerebro funcionara de nuevo ya que solo pensaba en hundirme en ella.

-sí, enseñarme, ya sabes… cosas… de la cama…- dijo sonrojándose.

-¿ya no te gusta lo que hacemos?- pregunte con la respiración más tranquila.

-me encanta, pero seguro que hay más, además, quiero poder complacerte del todo, que no busques en otro lado lo que puedes tener conmigo- dijo en un susurro.

No supe que decir a eso, porque amante ya tenía y para nada tenía que ver con que mi esposa no me diera satisfacción. Me sentí miserable, un maldito gusano en potencia.

-bueno… ven aquí y a ver que sale- dije mientras la besaba, mas por borrar el recuerdo de Victoria que por necesitar algo para excitarme.

Porque de tenerla desnuda y sobre mí, ya estaba duro. Con ganas. Ganas de ella. Lo que le hice antes no me fue suficiente.

Cuando sus manos recorrieron mi espalda me separe solo un poco. La empuje hasta dejarla completamente sentada, con toda la intensión de verla completa hice que se levantara. Me levante con ella, la lleve hasta la pared y la puse contra ella.

La bese completa, bajando por sus hermosos senos blancos, prendiéndome de ellos cuando tuve la oportunidad. La escuche gemir, decidí seguir. Trace una línea de besos hasta su ombligo. Pase por ahí y seguí hacía abajo, ahí donde sus rizo negros estaban. Separe sus piernas apenas lo suficiente. Me arrodille y lentamente lamí.

Grito más fuerte. Lamí de nuevo y repitió la acción, seguí lamiendo su boton rápidamente, la sentí moverse frenéticamente, hasta separa sus caderas de la pared. Me situé entre sus piernas de nuevo, lamí un poco más, mordí solo un poco y grito con más ganas.

Estaba más que excitada, estaba perdida por mis caricias y su reacción me hacía perderme. Quería todo de ella y darle todo de mí, que se sintiera mujer por lo que yo le hacía. Metí mi lengua en su centro, la saque y repetí cada vez más rápido. Su respuesta fue correrse en mi boca y gritar mientras sus manos se aferraban a mi cabello jalándome hacía ella.

Me separe lentamente y me puse en pie. La mire mientras sus labios abiertos y su mirada de deseo me llenaban de nuevo, le di la vuelta dejándola con su trasero hacía mi. Bese su espalda de lentamente, llegue hasta sus nalgas y la mordí suavemente, grito otra vez. Decidí marcarla, me dedique a chupar en varias partes. Cuando sentí que estaba recuperada y que ya no podría soportar más sin entrar en ella, baje de nuevo.

Esta vez ella separo sus piernas haciéndome espacio. Lamí de nuevo solo para poder probar su miel, su esencia, su sabor. En cuanto gimió por primera vez me levante y entre con fuerza en ella.

De espaldas como estaba, la empuje solo un poco para que se inclinara, se agarro de la pared mientras mi verga la penetraba una y otra vez, ahora hasta yo gemía, era alucinante lo que su trasero me hacía sentir mientras chocaba con mi cuerpo, la tenía sujeta de la cadera y estaba seguro que mi agarre le dejaría marcas, pero no podía soltarla. Esto era algo que no pensé obtener cuando decidí explorar.

Esto era algo que nunca había hecho con nadie. Sus gemidos me regresaron a la realidad, estaba corriéndose, lograba sentir sus paredes cerrándose sobre mí. Arrastrándome con ella. Grite más cuando por fin me corrí en su cuerpo. Se pego a mí, se apoyo en mi y entendí que no estaba en condiciones de mantenerse en pie.

La tome en brazos mientras trataba de regresar a la normalidad su respiración, yo intentaba lo mismo con la mía.

-¿aprendiste algo?- pregunte cuando la deje en la cama.

-sí, la pared es suave- dijo antes de reírse.

-¿la pared es suave?- pregunte sin entender que tenía que ver la pared.

-sí, ven te muestro- dijo levantándose lentamente.

La seguí porque no entendía de qué carajo estaba hablando. ¿La puta pared era mejor que lo que le hice?

Pero no era eso. Apenas llegamos a la pared me empujo hasta dejarme con la espalda pegada. Se giro dejándome ver su trasero de nuevo, así se pego de nuevo a mí.

-házmelo otra vez- dijo mientras con su trasero me rozaba.

Mi amigo de placeres cobro vida. Mi esposa aprendía rápido.

Pasamos esa noche pegados a esa pared.

Fin del recuerdo

-¿entonces qué haremos mientras están de compras? Me niego a quedarme ahí sentado mientras hablan de encajes, frufrú, telas y no sé que mas tonterías de mujer- dijo Emmet afuera de la casa de modas donde nuestras esposas estaban metidas desde una hora atrás.

Y por la cara de ellas al mirar los aparadores no tenían para cuando salir.

-que les parece si vamos a la herrería de Wilson, se que tiene las mejores armas y lo más nuevo en armaduras- sugirió Jasper.

-bien, le comentare a Bella donde estaremos, aunque es posible que al salir nosotros ellas aun sigan aquí- dije entrando.

-huy… tu mujer te pega si te desapareces…- alcance a escuchar mientras me perdía entre rollos de tela y otras cosas que no reconocí.

Mi esposa no era capaz de pegarme, era capaz de atravesarme.

-¿entonces es oficial?- dijo Alice.

Me detuve antes de salir a la vista de ellas.

-creo que sí, no sé. Solo sé que lo extraño si no lo veo, me emociona cuando llega, me muero por estar entre sus brazos otra vez. Estoy loca y él es el culpable…- dijo mi esposa.

Pero no entendí de que hablaba o de quién. ¿De mi?

-si lo estas, sobre todo si compras eso. No es decente Bella-

-Alice el único que lo verá será mi esposo y te apuesto tus zapatos verdes a que consigo lo que pido- dijo mi esposa.

-¿Cuándo se lo pedirás a tu esposo?- pregunto Alice.

-en cuanto me ponga esto y lleguemos al hotel- respondió Bella riendo.

Con toda la intensión hice ruido mientras Bella se ocultaba detrás de un biombo. Ahora quería saber que era lo que me pediría y como lo haría. Al parecer mi esposa estaba afinando el arte de tenderme pequeñas trampas. Como la de la pared.

-Bella iremos a una herrería, les recogemos aquí al salir, tómense su tiempo- dije sonriendo.

-cómprame algo- dijo desde su escondite.

Respondí afirmativamente y salí.

Bella pov

-¿crees que te deje traer a Jake con eso?- pregunto Alice de nuevo en cuanto mi esposo se marcho.

-no solo eso, con eso puesto consigues lo que quieras, anda Bella compra el negro también, es mas creo que yo me animare por uno. A ver si Emmet me compra un collar de rubíes que vi ayer en la joyería- dijo la rubia.

-si te compras el rosa seguro te compra la joyería entera- dije y nos reímos de nosotras mismas.

-¿y tu Alice? ¿No te animaras por uno?- pregunte arrojándole un conjunto en encaje a mi hermana.

-no gracias yo no necesito trucos para que Jasper me compre cosas-

-momento cuñis, yo tampoco pero… me gusta ver como se le cae la baba a Emmet cuando me pongo algo con menos tela o que deje ver mucho- respondió Rose de nuevo.

Después de que el sol se metiera, de convencer a mi hermana a comprar tres conjuntos para nada decentes, que Rose vomitara el almuerzo y se comprara tres conjuntos parecidos y de que yo me comprara uno para cada día del la semana, salimos.

-vaya, están vivas, por un momento pensamos que los rollos de tela se las habían almorzado con todo y zapatos- dijo Emmet cuando salimos cargadas de cajas.

-zapatos… mañana iremos a la zapatería de la calle principal, se que tienen los últimos modelos y que se coordinan con la sastrería de enfrente para entregarte todo combinado vestido, zapatos y bolsos- dijo Alice.

-No. Por favor no, llevan cinco días comprando. Nos toca decidir qué hacer- se quejo Jasper.

-No, iremos a comprar zapatos y después iremos a comprar sombreros. Y cuando terminemos iremos a comprar otros vestidos. Después de todo eso podremos ir a donde ustedes quieran- dijo Rose con los brazos en jarra mirando a su hermano y su esposo.
Mi hermana imito el gesto mirando a Jasper.

-huy, les pegan sus mujeres- se burlo mi esposo mientras me abrazaba.

-He dicho que iremos a otra cosa y no me dejare…-

-huy con eso cualquiera se convence de inmediato- dijo Jasper cuando su hermana interrumpió a Emmet besándolo de manera nada decente.

-Como decía, cuando las damas acaben de comprar decidiremos nosotros- dijo Emmet sonriendo como idiota.

Después de burlarnos un poco de más de él tomamos un carruaje de regreso al hotel. Nos despedimos en el pasillo y cada quien se retiro descansar.

-¿Qué te compraste?- me pregunto Edward mientras yo entraba al baño con un paquete en las manos.

La tina estaba llena y aproveche a lavarme. Me cambie de ropa y salí, tenía un plan y pensaba ponerlo en ejecución.

-esto… ¿te gusta?- pregunte mientras me quitaba la bata y me quedaba solo con la prenda.

Era un vestido de encaje con flores diminutas bordadas en hilo plateado, desde el cuello hasta los pies, que dejaba ver mucho más de lo que ocultaba. Tenía el escote en V y se marcaba cada parte de mi cuerpo en él. En azul oscuro por recomendación de Rose. Contrastaba muy bien con mi color de piel según ella.

-¿exactamente que infernal cosa es esa?- pregunto mientras se acercaba sin apartar los ojos de mi.

-es un camisón de dormir- dije de manera inocente.
Y no estaba mintiendo. Solo omití que era la primera mujer que lo compraba. Al parecer pensaban las damas de sociedad que era demasiado indecente par una mujer casada. Claro que eso no importo, al menos no a Rose, Alice y a mí.

-¿para dormir? ¿Estás segura? Porque yo pienso, no, estoy seguro que es para incitar a un pobre hombre como yo a convertirse en una bestia salvaje y hambrienta… de su mujer- dijo mientras caminaba hacía mi y al mismo tiempo yo caminaba hacia atrás siguiendo el juego.

-¿Qué me haría esta bestia hambrienta?- pregunte no sin sonrojarme completa.

-hum… lo interesante no es lo que te hare… lo interesante es como te lo hare…- respondió con toda la lujuria marcada en su rostro.

Mi respuesta fue desatar los lazos que mantenían unidos los extremos de atrás mientras él me ponía contra la pared. Me beso hasta dejarme sin aliento. Me toco por cada rincón si dejar nada para después.

-no tiene caso que yo me ponga esto si me vas a desnudar antes de admirarlo completo- dije cuando lo bajo por mis hombros y lo dejo enrollado en mi cadera.

-te he dicho que no uses nada cuando se trata de dormir, solo me quitas tiempo mientras te desnudo. Es tu culpa- dijo con sus labios en mi seno.

Mordía uno mientras con su mano me apretaba el otro.

-¿y que supones que haga con los otros seis que compre?- pregunte entre gemido y gemido.

Se detuvo por completo mirándome. Sin decir nada con palabras me sonrió sacando la prenda por completo mientras me llevaba a la cama. Me beso con más calma. Tiernamente. Suavemente. De igual manera me acaricio los senos, el vientre. Y siguió bajando con su mano. Hasta llegar ahí.

-estas mojada… me enloqueces Bella. Mira como me pones- dijo mientras tomaba mi mano y la colocaba sobre su miembro duro y grande.

-me gusta que te pongas así por mí. Me gusta de verdad…- dije mientras sus dedos se colaban en mi cuerpo y mi mano se aferraba a su columna.

Moví arriba y abajo mientras el intensificaba el movimiento con sus dedos haciéndome gritar y acallando al mismo tiempo con sus besos. Cuando por fin me libere, bajo por mi cuerpo siempre besando. Siempre hacía donde mi cuerpo palpitaba, por sus caricias y por lo que sabía que ahora vendría. Su lengua.

Me hizo gritar de nuevo, me hizo suplicar de nuevo, me hizo estremecer como cada noche, como cada vez entre sus brazos. Sentí el amor invadirme más que otra cosa. Él me hacía feliz. Él era mi mundo. Para cuando llegue, la liberación fue mejor que la primera. Y más rápido. Podía sentirlo a nada de explotar.

-vamos Bella no me dejes así- se quejo cuando lo empuje al ponerse sobre mí para entrar.

-es que quiero hacer algo antes…- pedí sonrojándome.

Esperaba que la poca luz de las velas me cubrieran la vergüenza.

-¿Qué estas planeando maquiavélica mujer?- pregunto cuándo lo empuje suavemente hasta dejarlo sobre la cama.

-esto…- dije mientras me colocaba sobre él.

Pero no me senté como siempre.

Baje por su cuello después de besarlo apenas en los labios. Aun tenía mi sabor en él. Bese su estomago y su abdomen duro, como la parte de su anatomía que se enterraba entre mis senos. Seguí bajando y cuando llegue a donde quería lo escuche gemir.

Me detuve insegura de seguir. Lo mire. Sus ojos estaban cargados de lujuria de nuevo. Eso era buen indicativo… creo.

-Bella no sé… ¿estás segura?- pregunto con la voz entrecortada, casi jadeando.

-sí… espero que te guste… que te haga feliz…- dije mirándolo apenas.

-si tu eres feliz entonces yo lo soy… solo… si no estás a gusto no sigas…-

Respondí a su cometario besando la punta. Estaba mojado… no sabía que podía hacer eso. Decidí poner un poco más dentro de mi boca. No habría manera que lo abarcara todo pero algo podría. Lo escuche gemir más todavía y jalar las sabanas.

Me arriesgue un poco más, mordí solo un poquito y ya que pareció gustarle me lance por todo… lamí despacio todo el miembro. Se tenso mucho más. Chupe de nuevo, esta vez use mi mano para mover y chupe y mordí y seguí así hasta que lo escuche gritar mi nombre.

-Bella por favor detente me vengo… Agh…- lo sentí más duro y apenas algo caliente saliendo, antes de saber que era o que debía hacer con eso se giro sacando su miembro de mi boca de golpe.

Me quede esperando que se moviera de nuevo o dijera algo. Pero no sucedió. Al menos no rápidamente.

-¿Estás bien?- pregunto mirándome apenas.

-creo que eso debería preguntártelo yo. Pensé que te había matado, estabas muy quieto- dije sin mirarlo a los ojos.

-me mataste cariño, eso puedo firmarlo… nunca pensé que… olvídalo… ven, aun no hemos terminado… no hemos terminado-

Y dicho eso solo bastaron unos minutos antes de tenerlo encima, pasamos toda la noche en eso. Me amo, lo ame, se entrego por completo y no pude hacer menos que entregarme de igual manera.

El sol nos encontró como otras veces desnudos y besándonos.



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Listo chicas, mi entrega de hoy. Disfruten, comenten y ya saben; voten... les quiero. con Amor Alejandra Rivas.

10 comentarios:

Marie Emma Cullen dijo...

sipi!!!!! primera, creo...xD, genial cap!!!!!! ay, Edward... q me muero! Bella atrevida!!!! hehe... ok... genial capii... espero el siguiente cap con demsaidas ansias, escribes genial, Ale... felicidades!!!!!!!
besos!!!!!
fantastico cap!!!!!!!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

vaya si que hubo lemos
pero la verdad me encanto, sobre todo que bella es atrevida y no una santurrona.
y haber si ese tonto de edwar por fin olvida a victoria.
espero el siguiente cap con desesperacion, casi ya no tengo uñas de lo nerviosa que me la paso.
sube pronto

nydia dijo...

Hola Ale ,me encanto este nuevo capitulo dios que emociones se sienten con estos capitulos con esos lemmons que dan un infarto ,espero que se olvide de una vez x todas de Victoria pero intuyo que algo pasará al regreso de su viaje...Sigue asi linda...Besos...

black19 dijo...

hola ALE que te puedo decir te quedo muy bueno creo que tendre que bañarme con agua fria y si me enfermo sera tu culpa por lo que escribes estuvo buenisimo pero creo que va a ver un pobrema por lo que BELLA hiso cuando le diga a EDWARD que quiere tener a JAKE a su lado espero equivocarme porque como que EDWARD dudo un momento estoy ansiosa por el siguiente capi como siempre gracias por tu tiempo

Elva Yesenia dijo...

ya quiero saber que pasara
tambien que pasara con Rose estara embarazada

Anónimo dijo...

oye me encanta la historia solo queria saber si vas a poner mas de Emmett y Rosalie creo que son una pareja estupenda y muy divertida...
gracias esta estupenda la historia

Princcipessa Cullen dijo...

Wow!!! Super bueno!!!

Pero en verdad sigo temiendo x la reacción de Bells cuando se enteré de Victoria!

Xo

diana dijo...

hay hay dioss!! me quieren matarrrrrrr! q lemmonnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn mm como lo tomara edward el traer a jacob mmm no creo q le guste

pepita dijo...

Hello Aleeeeeeeeeeeee como te va ? me encanto el capitulo , por que seria ... me gusta la forma de ser de Bella , sinceramente pense que ella era una mojigata asi toda timida y demas y que Victoria le robaria los dulces en la cama osea(Edward ), pero no esa Bella es una bomba asesina en la cama con Edward y ese creo que le esta dando muchos puntos para que el se enamore completamente de ella y se olvide de Victoria ufffffffffffff que bien se esta poniendo esto ....
creo que pronto sucedera una gran pelea ,pues no creo que ha Edwarcito le guste que ella quiera ha Jacob con ellos jiji ya me muero de la risa cuando ella le diga .
Muy interesante se esta poniendo estoooooo , espero con paciencia al otro capi , te cuidas y gracias .

Anónimo dijo...

Wiii...me encantoo.que atrevida esta bella espero el siguiente capitulo...beso sigue asi...Flor