Sabias que?....ahora gracias a Wambi puedes jugar con Bella, haciendole cambios de maquillaje y algunas cosas mas; entra y diviertete poniendola de mil formas que puedas imaginarte AQUI.
jueves, 26 de agosto de 2010
Sabias que?
Sabias que?....ahora gracias a Wambi puedes jugar con Bella, haciendole cambios de maquillaje y algunas cosas mas; entra y diviertete poniendola de mil formas que puedas imaginarte AQUI.
¡Comenzando con buen pie!
lunes, 23 de agosto de 2010
Bleeding For Love
BY: Liz19forever
¿What do you do for love?
Bajamos al estacionamiento del hotel por el ascensor dándonos besos furtivos, era excitante hacerlo, procurar que nadie se diera cuenta, mientras el ascensor paraba en los pisos esperamos que bajara la gente y cuando la puertas se cerraban nos besamos, tenía muy claro que había cámaras pero no me importaba, no creo que dijeran nada. Cuando llegamos al primer subterráneo las puertas se abrieron y nos bajamos. Caminamos de la mano hasta mi vehiculo, saque la alarma. Abrí la cajuela para dejar mi chaqueta, cuando lo hice unos volantes esparcidos me llamaron la atención.
Noche de Sexo
¿Te crees lo suficientemente capaz para complacer?
Pruébalo
Avalon Discoteque
Eran cuatro entradas VIP me sonreí — hazlo real, sácala a bailar, conoce a la mujer detrás del sexo —y las palabras de Jasper se me vinieron a la mente, deje las entradas donde estaban y cerré la puerta de la cajuela. Me subí y encendí el vehiculo.
— ¿De que te ríes? —me preguntó ella mientras se ponía el cinturón de seguridad.
— De nada —le contesté.
La mayoría del trayecto lo hicimos en silencio, salvo por la música, en mi mente estaba distraído pensando en como iba a hacer para que esas entradas llegaran a sus manos sin yo entregárselas directamente quería que fuera una sorpresa y casi una casualidad aparentada que nos encontramos allí. Estacioné el auto fuera de su departamento pero yo aún no conseguía planear nada — tal vez es mejor que la invites directamente —me dijo mi vocecilla y suspiré.
— Bien —exclamó ella jugando con sus manos nerviosa
— Bien —contesté acercándome a ella.
Su respiración se hizo agitada de solo acercarme, yo aún tenía patente sus gemidos y su osada performance de hacía un rato, me encantaba esa dualidad en ella, como era posible que se pusiera roja como tomate conmigo a pocos centímetros cuando de verdad debería estarlo era todo lo contrario, deseosa de que yo tomará el papel de macho recio y la hiciera mía sin control. Me quede contemplándola por unos minutos, deslicé mi mano por su mejilla y ella cerró sus ojos ante mi contacto — ¿Cómo puedes amar a alguien tanto en tan poco tiempo? —me pregunté con el corazón desangrando por la separación inminente que se venía.
— Creo que es tiempo que me vaya, seguro tienes cosas que hacer —se escuso mi dulcinea, no puede evitar suspirar me acerque aún más hasta casi rozar sus labios con los míos.
— ¿Te gusta bailar? —le pregunté dándole el espacio suficiente para que pudiera ordenar sus pensamientos.
— No mucho —contestó dudosa y me reí — ¿Por qué? —agregó extrañada por mi interés.
— Por nada, que duermas muy pero muy bien –—le desee despidiéndome, rocé la comisura de sus labios quería guardar el sabor de estos, la delicadeza de su piel contra la mía — ¡Basta hombre contrólate! —me recriminé separándome de ella.
Miré como entró a su edificio y permanecí un minuto más hasta que la brillante idea se vino a la cabeza. Me conecté al notebook y tenía claro que su amiga Alice de seguro pasaba conectada todo el día ya fuera al Messenger o al Foro. No encontré su Messenger en el perfil pero cuando noté que usuario estaban en línea abrí mis ojos desmesuradamente satisfecho — ¡Bingo! —exclamé abriendo un topic en el foro.
Tengo dos entradas VIP hoy en la noche para la Discoquete Avalon ¿Interesadas? Contestar por MP
Ahora a esperar, no tardó ni medio minuto en aparecer el MP pero no de ella sino de varias otras, en eso apareció el que me interesaba
¿Qué tengo que hacer para ganarlas? ¿Cobras? ¿Cuánto?
Era el mensaje y me reí entre dientes — Para ti cortesía de la casa —exclamé escribiendo la respuesta.
Son tuyas si las quieres dame una dirección para enviártelas
Y allí estaba yo pagando correo certificado Express de dos horas para que se las fueran a dejar. Siguiente parada del plan — Jasper —necesitaba distraer a la amiga de Bella y que mejor que mi viejo amigo tirado a galán. Era hora de que utilizara sus encantos para que me beneficiaria en algo de aquello.
— ¿Edward Cullen invitándome a salir? —inquirió en una risotada, puse mis ojos en blanco — Hemos caído bajo ¿tan desesperados estamos? —cuestionó divertido — Ojo que a mí me gustan las mujeres eh—aclaró dejándome entrar a su departamento.
— Pues justamente por eso te tengo una cita a ciegas ¿Te tinca? — Le contesté — y déjame decirte que no te arrepentirás —agregue recordando a Alice. Me observó un tanto escéptico e intrigado, finalmente habló.
— Tengo una dudita matador ¿Si no voy a arrepentirme como dices por qué no hay interés de tu parte? —cuestionó sarcástico pensando en que iba a asignarle el cacho.
— Simple, me gusta la amiga —respondí despejando la interrogante.
— ¿Es amiga de tu amiga sexual? —Preguntó abriendo los ojos como plato — Digo virtual —corrigió al ver mi descontento por su expresión.
— ¿Quieres o no quieres ir? —pregunté perdiendo la paciencia
— Por supuesto que quiero ir —contestó con bastante más interés que antes.
Llegamos bastante temprano pero era mejor así sino todo mi plan se vendría abajo, nos sentamos cerca del bar y luego de pedir un par de cervezas mi amigo me miró.
— ¿Y dónde está mi dulcinea? —preguntó impaciente y seguro se imaginaba a una bomba sexual y si bien no era fea tampoco era exuberante. Pero la expectación es algo inevitable cuando se va a lo desconocido bien lo sabía yo.
— La paciencia es la madre de todas las ciencias —exclamé medio filosófico y Jasper me miró extrañado
— ¿Dónde está mi amigo? ¿Qué le han hecho? —preguntó preocupado al verme tan metido en este cuento del amor
— Cuando te enamores hablamos
— Pues si me voy a poner como estas tú prefiero no enamorarme por ahora, soy demasiado joven —me contestó pidiendo otro trago.
Iba a contestarle cuando a lo lejos le vi. Me reí y me acomode de tal forma que los cuerpos de unas cuantas personas me cubrían.
— Allí está tu cita a ciegas —le dije a mi amigo golpeando su hombro y apuntando a Alice que daba saltitos por convencer a Bella para que se acercaran a la planta de baile.
— ¿Alice? —exclamó trapicándose con la cerveza me miró en pánico — ¿Bella es tu amiga sexual? —preguntó y entonces yo fui el sorprendido cuando él la llamo tan familiar.
— ¿Ustedes se conocen? —fue mi turno de las preguntas.
Iba a contestarme cuando noté como Bella miraba hacía nosotros, improvisadamente me giré al igual que mi amigo ambos tratamos de pasar desapercibido, aún no quería que me viera además necesitaba que Jasper me explicará esta extraña coincidencia. Otra vez fui ayudado de la nada, no supe bien si para mi buena suerte o mala un el muchacho que estaba sentado al lado de mi amigo también las observaba.
El baile provocador que ambas iniciaron hicieron que al final ni Jasper me contará bien la historia ni yo preguntará más. Simplemente me alegre tener a un muy dispuesto amigo para entretener a la amiga, me senté a unos cuantas sillas de distancia siempre procurando que no me vieran directamente. Como siempre Bella me subestimaba, en realidad todas las mujeres subestiman a los hombres al pensar que pueden bailar de esa manera sin que a uno le pase nada, sentía mi cuerpo caluroso y no era precisamente por el ejercicio físico, mi libido se había despertado pero en potencia y de solo contemplar como su amiga le pasaba sutilmente su mano por sus caderas en movimientos ingenuos pero totalmente sensuales me hizo alterar el pulso y volar lejos la imaginación — De ese vestido no quedaría señal alguna —me propuse en la mente sonriendo suspicaz.
La observe harto rato hasta que mire a Jasper que se sobresalto al ver que "mi ayuda divina" se le adelantaba. El muchacho de su costado sacó a bailar a Alice y Bella decidió ir a mirar por allí. Debo reconocer que no solo fue mi amigo quién se sobresalto, yo mismo por un segundo temí que se equivocará después de todo Bella igual estaba bailando y que mi brillante plan se viera confundido, se me apretó el corazón pero cuando fue Alice la que tomó la iniciativa me reí. Me senté más confiado y esperé, claro que no contaba con ella se vendría a la barra. Me levanté justo para pasar por un costado caminando detrás de uno de los pilares del lugar, rodee la pista de baile y me puse al otro lado del lugar. Jasper aguardó y luego entró en acción.
Bella pidió un trago y me dedique a observar ese cuerpo tan perfecto y sus actitudes, me reí cuando sus pies se movieron al compás de la música — No mucho —murmuré maravillado tomando de mi trago, ella jugaba suntuosamente con el cristal entre sus manos y las ganas de besarla se acrecentaron. Esto de observarla era como estimularse igual que un niño de tercer grado y para qué, cuando podía jugar en las grandes ligas. Deje el vaso sobre la pequeña mesa donde estaba sentado y tomé mi celular, era increíble lo tecnológico que me había vuelto en cuestión de días.
Baila para mí
Fue el mensaje de texto que le mande y apenas lo hice la miré extasiado esperando su reacción de confusión y esa expresión que ella solía dar a lo desconocido era sublime, me excitaba sobre manera ser el causante de tantas reacciones en una persona, otra vez mi ego se veía presentado — Esto esta mal —me dije entre dientes pero la sonrisa se esculpió a fuego cuando la vi ser un manojo de vergüenza contestando el teléfono, me reí mordiéndome la mano y mirando a otro lado por la vergüenza ajena que sentí al verla completamente torpe producto del nervio. Cuando finalmente cayo en cuenta que era un mensaje fue mejor y diez mil veces mejor su cara de desconcierto, levantó la vista y miro a todos lados sin darse cuenta, sus labios estaban abiertos expectantes porque yo apareciera en cualquier momento de entre la gente pero se equivocaba, no iba a aparecer antes de jugar al menos un par de minutos, mi lado perverso se estaba apoderando de mí. Sus mejillas se tiñeron de un escarlata exquisito y me fascinó.
¿Vergüenza ahora?
Fue el siguiente mensaje que le mandé y sus ojos se abrieron más, dejo el trago y corrió por el pasillo hasta la pista de baile — ¿Dónde va? —me pregunté con temor a que se fuera pero cuando la vi interrumpir a su amiga Alice en la mitad de su danza de seducción, me reí sin poder contenerlo. Ni siquiera miró al acompañante de ella, estoy seguro que no notó que lo conocía. Hablaron varios minutos, desvié mi atención a Jasper que no tenía buena cara pero ahora supe porque no lo reconoció, este se alejó un tanto de ellas. Bella por su parte miraba desconcertada a todos lados buscándome, así que pensé que era hora de dejar ser encontrado, mi decisión fue ratificada cuando Jasper me encontró en la penumbra y pude ver claramente como alzó su ceja molesto por tanto juego. Era exquisito verla desesperada así que me traiciono mi lado malo y seguí con el jueguito de lo desconocido por unos minutos más.
Te ves realmente hermosa cuando estas desesperada, aunque mi cara favorita es otra ¿Adividinas cual?
Era el mensaje de texto y la música cambio a una muy conveniente.
Cualquier alcance con la realidad es mera coincidencia ¿Qué opinas?
Le comenté por mensaje de texto y ella rió al comprender la ironía de la canción.
¿Qué tan osada puedes llegar a ser?
Era el siguiente mensaje que envié sus ojos brillaban aún en la oscuridad y mi ansiedad por tenerla cerca, por tocarla, por quitarle ese vestido se disparó.
Al ver que Jasper tomo un poco a Alice como no queriendo la cosa y que propiciamente una pareja y más personas se cruzaron me acerque. Le puse mi mano en la cintura y su cuerpo se puso rígido por el contacto, me acerque y roce con mis labios su cuello hasta llegar a su oído donde susurré.
— ¿Bailarás para mí? –pregunté con la voz ronca y seductora, realmente me traía más que prendido.
— ¿Aquí? —cuestionó en un hilo de voz y definitivamente su mente era osada
— Ajá —murmuro en respuesta haciendo que mi aliento tibio inundará su rostro.
La giré y quedamos nariz con nariz, me reí porque su expresión era indescifrable, se acercó y fue como verla en cámara lenta, termino besándome en los labios de forma apasionada, fue allí ante tanta urgencia y sexualidad que desbordo ese beso que me olvide de los modales, de que estábamos en publico, sin mucha cortesía y derribando el mito de "príncipe" bajé mi mano por su espalda hasta su trasero para hacer que su cuerpo casi se fundiera contra el mío que ya estaba reaccionando a tanto estimulo externo.
Comenzamos a bailar besándonos y me traiciono la respiración estaba completamente errática, sin sentido, escasamente podría haber recordado donde estábamos sino fuera por la música desbordante que se sentía en mis oídos..
— ¿Salimos de aquí? —le pregunté pegando mi rostro al suyo
— Absolutamente —contestó ella.
La jalé con demasiada urgencia, bajamos hasta salir del local y era como que mi suerte me condenaba, un flash en mi rostro apenas pisamos la calle, traté de protegerla haciendo que caminará más rápido y pegándola a mi cuerpo pero claro no todos reaccionamos de la misma manera y ella se congeló en la mitad de su caminar. Los periodista la cerraron en un circulo y ella miraba totalmente asustada por tanta atención. La jalé hacía el automóvil estábamos por llegar cuando sentí una pregunta demasiado estúpida y poco sutil que me enfureció ¿Pero quién se creen… Cómo siquiera pensar en que ella es una prostituta?, me pregunté desbordante de rabia e hice algo que no hubiera hecho que fue girarme para encararlo. Bella mi miro asustada por mi actitud pero de verdad me dieron ganas de romperle la cámara en la cara, el periodista claro estaba en su salsa y de seguro quería que cumpliera con mis intensiones pero ella me llamó a la calma.
— Por favor
Me pidió con la voz estrangulada por el susto y accedí. Me relajé y era primera vez desde mis años de escolar que no sentía esa irá descontrolada por aclararle algo a alguien. Toda mi maduración se había ido a un lugar lejano por esos escasos minutos de tensión en donde pensé varias formas de hacerlo entender que ella no era "la de turno" sino algo más y que era hora de que dejara de meter su nariz donde no lo llamaban.
Me subí y me excusé no quería causarle problemas ni menos estrés traumático por salir una noche a divertirse, ella se rió nerviosa pero esa sonrisa era un buen indicio. Me preguntó si era siempre así y quise decirle que no pero desde que esta locura de la fama había comenzado era cada vez peor, le pregunté a cambio si a ella le importaría aparecer en alguna revista y ella me miró como si yo fuera estúpido ¿qué? Me dije para mis adentros y claro ella veía algo que yo no estaba viendo.
— Me preocuparía que fuera una impresión equivocada — y eso me dejo marcando ocupado ¿impresión equivocada? ¿Qué acaso no lo ves?, ¡No ves que te amo! Grité ahogadamente en mi mente pero ella se acordó de quién menos quería ser recordada si mal no conocía a Jasper, Alice ahora estaría preocupada de otras cosas y su amiga Bella estaba lejos, muy lejos de su mente al menos esta noche.
— Alice —susurró llamándola y explicándome que tenía que avisarle que se iba a ir sola y enrole mis ojos claro que ella no lo vio.
— Yo no me preocuparía por tu amiga —le dije deteniendo el auto y tomando entre mis manos su celular — Lo siento cariño Jasper me asesinaría si te dejo interrumpirlo ahora —pensé
— ¿Por qué? —preguntó intrigada
— Digamos que está bastante ocupada y en muy buenas manos –expliqué besándola en los labios
Profundice el beso a medida que la jalaba para que sentará sobre mis piernas, uno de mis defectos era la impaciencia y con ella lo quería todo ahora. La toque sin pudor y me encantaba su reacción, toda su piel se erizaba y ella perdía la cordura cuando yo la tocaba de esa manera. Mi respiración se volvió más errática sentía toda mi sangre latir por mis venas de manera salvaje, y era muy buena idea que ella se hubiera puesto vestido, solo me faltaba quitarle una prenda y estábamos listos para amarnos sin control por segunda vez en un automóvil, estaba gustándome esto de los espacios pequeños y restringidos.
— No creo que sea buena idea —murmuró entre cortado ¿Por qué a las mujeres el baja el pudor en plena acción? Pensé pero como un pudor disfrazado porque ella a pesar de que su mente y razón le decían que no debía hacerlo estaba deseosa que yo no parara sino tan solo debía abrir la puerta y bajar
— ¿Qué cosa? —le pregunté restando importancia a su minuto de niña buena.
— Estar aquí alguien puede vernos —protestó
— Son las dos de la madrugada, todo mundo esta durmiendo —contesté metiendo mi mano bajo su ropa interior, ella jadeo y cerro sus ojos, la observe.
Su rostro se fue lentamente poniendo primero de un carmesí sutil hasta llegar a un rojo furioso, sus mejillas estaban teñidas de este exquisito color, su respiración se apagaba en ciertos momentos, la temperatura de su cuerpo estaba elevadísima. Sus piernas se juntaron y su cuerpo se contrajo justo cuando iba a llegar al orgasmo, ese gestó de excitación completa, de niña transformada en mujer, en mi mujer me trastornó.
— Esa expresión que acabas de dar me vuelve loco –confesé contemplando sus ojos vidriosos llenos de lágrimas incapaz de siquiera articular palabra alguna. Estaba dudando de dejarse llevar por el placer y cuando decidió hacerlo, justo cuando iba a tocar el botón del pantalón se sintió la alarma del vehículo que estaba a un costado del nuestro.
— ¿Durmiendo eh? —preguntó avergonzada pero también molesta por haberla incitado así y luego haberla dejado con todas las ganas. Se bajo del auto urgida y lo hizo justo a tiempo para ordenarme la ropa.
Me bajé del auto luego de dar un suspiro grande y tratar de controlar a mi cuerpo. Puse la alarma pero ella se adelanto a mis movimientos y camino hasta el ascensor, cuando iba a entrar hice algo que había querido hacer desde que salimos de ese lugar y era tomarle la mano como si fuéramos novios. Se quedo estática sin mirarme cuando lo que yo quería era que me preguntará ¿Qué significaba eso? — Vamos mi amor pregunta, pregunta, pregunta —le incité mentalmente pero claro ella tampoco leía la mente.
Entramos a mi departamento y mis ansias volvieron de fundirme con su cuerpo, la besé y acaricié hasta que ella tomó la iniciativa y lo hizo conmigo, me perdí en el contacto calido de su mano con mi parte sensible y perdí el norte de mis pensamientos justo cuando iba a llegar al orgasmo se detuvo y la miré desesperado.
Con el pulso a mil busque el dichoso preservativo y ella se termino de desnuda subida a mi cama. Me senté en el borde y ella se sentó en mi regazo, iba a moverse pero me gustaba más tener el control a mí sobre todo si estaba desesperado no iba a arriesgarme a que se le ocurriera parar justo cuando estuviera por alcanzar mi tan esperado orgasmo. Colapse en su pecho y ella se acurruco junto a mí.
Se quedo dormida en cuestión de minutos y yo la seguí al rato. Desperté de repente miré mi reloj un poco atontado y eran cerca de las diez de la mañana, bastante temprano para mí, ella en cambio dormía profundamente, tenía su entrecejo fruncido, sus labios estaban curvados expectantes, y algo balbuceo entre dientes. Me acerque para escucharlo mejor.
— ¿Qué decías? —murmuré contra su oído y esta técnica se la había aprendido a mi hermana Rosalie con mi padre cuando se dormía en el sillón y éramos chicos.
— ¿qué soy yo para ti? —preguntó casi ininteligible y me reí.
— Lo eres todo —contesté besando su frente y me levanté.
Me bañe y luego me vestí, al salir de la habitación y ya se estaba volviendo habitual me encontré con Pat en la salida del dormitorio, su cara me lo decía todo y como era posible que mi hermana me lo llevará sin avisarme pensé.
— ¿Qué tortura te hizo ahora la tonta de mi hermana? —le pregunté y para variar no tenía comida de perro. Plan de contingencia pensé abriendo el refrigerador pero lo único digerible era un poco de paté.
Se lo dí todo y luego le di unas galletas que encontré. Comencé a preparar el desayuno, puse la tetera, unas tostadas y en eso miré a mi alrededor por mi perro pero este no estaba en ningún lado luego miré hacía el pasillo y pensé lo peor.
Cuando me asomé estaba él arriba de la cama lamiendo a mi dulcinea moderna que estaba balbuceando algo.
— ¡Pat bájate de la cama!
Le ordené y luego entré a la habitación. Bella aún miraba aturdida a mi perro, claro que la reacción de este con ella me gusto. Seguro no se hubiera imaginado una despertada de ese tipo, me senté en el borde de la cama.
— Lo siento ¿Te despertó? —le pregunté y traté de ahogar la risa por la situación.
Estaba un poco desilusionada por que fuera mi perro la que la hubiera despertado entonces recordé lo que estaba soñando y me intrigó el final de sueño.
— ¿qué soñabas? —le pregunté suspicaz
— ¿Yo? —preguntó nerviosa
— Sí tu –confirmé acercándose a mi —parecías bastante feliz incluso murmuraste algo –le confesé.
— Mientes – se defendió —yo no habló en sueños —aseguré y me reí perversamente esta vez.
— ¿Segura? –le pregunté para hacerla dudar, ella asintió. Iba a hablarle cuando sentimos el ladrido de Pat que la salvo.
— Salvada por el ladrido —exclamó bajito mientras se levantaba de la cama y caminaba hacía el baño cerrando la puerta tras de sí
Destino...sueño o realidad
Sumary : Bella es una mujer de 32 años divorciada, que se ve obligada alejarse de todo, su familia, sus amigos, su país, su carrera, se exilia en una hacienda y se entrega a las letras, la fantasía, los sueños; una mujer que se llena de dudas, inseguridades, soledad y donde solo las heroínas de sus cuentos son capaces de ser hermosas y valientes.
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Mi nombre es Isabella, mis pocos reales amigos me llaman Bella, tengo 32 años, soy divorciada, mi vida transcurre entre fantasías, letras, paginas, y mi laptop soy escritora, he escrito varios cuentos, que han sido publicados en compilaciones de varios escritores, en estos momentos estoy en el aeropuerto en espera de mi vuelo, estoy escribiendo mi primera novela y quiero darle una inspiración diferente, cambiar mi estudio, mi escritorio, mi casa a orillas del mar, por una gran ciudad, llena de ruido y estrés, es poco razonable lo sé, como encontrar inspiración entre el caos y el ruido……….
Y aquí estoy sentada en la sala de espera de embarque…..
Hola, Bella?. no lo puedo creer, que haces aquí, que alegría encontrarte _ escuche saliendo de mis cavilaciones y levantando la vista de la laptop- años sin verte cara a cara, desde la universidad, no nos veíamos, si no a través de msn_ me dijo una de mis dos mejores amigas. Alice, Rosaly y yo fuimos inseparables durante la etapa de la universidad, estudiamos filosofía y letras, Alice se había ido a España una vez terminamos, ya que se caso con Jasper su novio de la universidad, un Sociólogo e ingeniero industrial que obtuvo una beca para especializarse en medioambiente, prevención y seguridad en la Universidad de Barcelona.
Hola Alice que gusto_ me levante abrazándome a ella, con mucha alegría_ hace tanto que no sabía nada de ti.
Si, casi dos años que no teníamos contacto_ me dijo con expresión de tristeza_ la verdad es que perdí tu contacto y he buscado en facebook y me ha sido imposible_ yo reí haciendo una mueca de exasperada_ por que haces esa cara_ me pregunto_
Yo deje el facebook, tu sabes que amo la tecnología, pero después del divorcio se convirtió en un gran problema para mi, el acoso de James, llego a límites insospechados, así que me olvide de todas las redes sociales, por las cuales a través de algún conocido o familiar el me pudiera ubicar_ Alice me miro sorprendida y asustada_ me aleje de todo a lo que estaba acostumbrada, deje mi trabajo de profesora de filosofía y letras en la universidad, me mude a orillas del mar desde entonces y me he dedicado a escribir, lo que más amo.
Que haces en Colombia _pregunto extrañada-
Después del divorcio, fue tanto el acoso que Charlie, Renee y yo, decidimos salir del país y buscar un sitio donde James jamás nos buscaría. Y así terminamos aquí, yo amo las novelas de Gabriel García Márquez, Cien años de Soledad es mágica, y James odiaba esas ideas mías de la magia y la fantasía, así que eso me trajo a Colombia, junto a mis Padres.
Que fuerte todo esto_ me dijo llena de pesar_ pero que fue lo que sucedió_ me pregunto.
Tu bien sabes que James era mayor 20 años que nosotras, al principio de la relación su seguridad en el mismo, la paz que me daba y la seguridad, me enamoraron de el, cuando termine la maestría en educación, que inicie a trabajar como profesora, allí comenzó mi calvario, primero no quería que trabajara, por que según el no lo necesitaba, si, el tenia mucho dinero, vivíamos súper bien acomodados, yo había heredado bienes y dinero de mi única tía paterna, pero mi realización personal donde quedaba _ella asintió, y me sonrió_ entonces comenzaron los celos, las persecuciones, contrato detectives, por que según sus inseguridades yo lo engañaba con alumnos, y empeoro cuando acepte ser la directora de trabajo de grado de varios alumnos, ya que esto se hacia fuera del horario laboral, tanto así que yo le decía a mis alumnos que fueran a mi casa, para que el no mal pensara, pero todo fue peor, por que ahora llevaba a mis amantes a la casa.
Que frustración Bella, me imagino que tu vida se convirtió en un infierno_ afirmo
Totalmente amiga, su inseguridad por la edad, y que yo estaba mas joven, lo hacia ser intolerable. Así que me decidí y después de aguantar dos años en esa situación le pedí el divorcio. Fue un proceso largo, nunca accedió a darlo de mutuo acuerdo y las interminables reuniones con abogados, yo no quería nada de el, ni de su dinero, pero a pesar de todo el lo hizo, me entrego lo que me correspondía, pero nunca dejo de acosarme y pedirme que volviese con el, que todo seria diferente, pero el acabo con mi amor y el respeto que le tenia con sus dudas y falta de confianza en mí.
Amiga pero ya no hablemos más de mí, cuéntame de ti, como esta Jasper y la hermosa Claire_ le dije tratando de cambiar el tema por que se agotaba el tiempo de espera del vuelo_
Bien amiga, felices los tres, ellos se quedaron junto a mi mama en Barcelona.
y vienes de vacaciones sola, picara_ bromee, ella rio fuertemente y negó con la cabeza_ no nena, vengo a unos tramites de compra de una casa de descanso, ya sea cerca al mar o campestre, vengo a mirar varias.
Y después de todo, porque en Colombia; Jasper ha dictado seminarios y talleres para empresas que tienen sucursales aquí, una vez vinimos a Cartagena y nos enamoramos de esa ciudad y nuestro sueño es tener una casa de vacaciones aquí.
Nena que rico, felicitaciones, y donde te vas a hospedar
En un hotel_ me contesto_ en el Santa Clara.
Si quieres te doy las llaves de mi casa que esta en playa caracol, es una mini hacienda, se llama estrella de mar, y de paso miras varias que están a la venta cerca de la mía _le anime_ no está en Cartagena directamente. Pero es muy cerca, son haciendas a la orilla del mar y son playas privadas, además están Victoria y Victor, mis empleados.
Me parece súper, amiga, dame la dirección y como llegar _solo alcance a darle los datos necesarios y las llaves, de mi coche que había dejado en el parqueadero del aeropuerto, antes de que llamaran a embarcar el avión con destino a los Ángeles, california.
Amiga ya veo que tienes blackberry _me dijo_ entonces no te desconectaste del todo de la tecnología.
Yo también tengo _me dijo sonriendo_ yo comencé a despedirme tomando mi laptop, mi bolso de mano y ella corriendo detrás de mi me dictaba su código pin, _por favor memorízalo y anótalo lo más rápido posible_ me grito antes de perderme en la entrada del túnel de abordaje.
Una vez me senté abrí la laptop que seguía encendida y lo guarde en la memoria, apague, marque el numero del móvil de Victoria mi empleada y le dije que Alice mi amiga iba para allá y que por favor la ayudaran en todo lo que pudieran, le dije que estaría llamando por que mi línea quedaría sin señal por el cambio de país, colgué y me dispuse a relajarme, volar siempre me daba un poco de nervios.
Solo te necesito a Ti
Sumary: bella y edward vampiros, han pasado 100 años y han vuelto a forks con toda la familia, pero ultimamente Bella tien drasticos cambios de humor que la hacen enloquecer, que le pasara? porque sus cambios de humor? lograra controlarse o pondra en riesgo a toda su familia?
Los personajes son de sthepanie Meyer, yo solo he jugado con ellos y los eh puesto en una situacion diferente de mi intelecto^^
- Bella suficiente- dijo Carlisle, desde la puerta con voz fuerte pero tranquila
Por fin llegaba, teníamos 15 minutos intentado controlar a mi muy enfurecida, histérica, y por primera vez en 100 años casi animal esposa, habíamos hecho una correa de brazos amarados entre, Jasper, Alice Esme y yo.
Nada parecía hacerla calmar en este momento, había despedazado la casa unos días atras y parecía haberse controlado o desquitado bastante, cuando por fin termino su hora de destrucción, decidimos no podíamos quedarnos en casa hasta q arregláramos el desastre, por lo que hicimos las maletas, sabia que Esme nos dejaría quedarnos en mi antiguo cuarto. Algo pasaba con Bella, tenia cambios de humor drásticos y nada que pareciera dar motivo a ellos, pensé q llevándola con Esme mejoraría pero no, todo fue de mal en peor.
Estado ahí sus cambios empeoraron al principio eran tenue apenas visibles para los demás no para mi, entre ratos estaba feliz, casi al borde de la histeria, y como Alice, brincaba de un sitio a otro, otras veces se quedaba quieta como Jasper, a su lado, como si eso la tranquilizara, aunque era Jazz quién terminaba relajado y con cara de idiota, en el mejor de los casos, le entra el sentimentalismo y de vez en cuando me lanzaba miradas como lo hace Esme cuando está preocupada por alguno de nosotros. Si, mi esposa estaba deschavetada completa e inexplicablemente, aunque sus cambio más notorio era cuando se enfadaba, ahí sí, había q correr y esconderse. Nada peor que mi Bella enfadada por algo.
La mañana que todo empezó, inicio tranquila, al llegar al instituto, nos despedimos pues las clases eran diferentes, cada quien tenía sus trabajos para entregar, mi aula estaba frente la de ella, la vi salir un momento y regresar al minuto después, y entonces las cosas se torcieron:
Recuerdo:
Escuche a bella sisear y antes de darme cuenta ya iba a paso de humano apresurado hacia su aula, los profesores me miraron raro y peor cuando saque a Bella casi a rastras, su humor estaba empezando a cambiar muy rápido y ese sonido q salió por sus dientes era mi único aviso, ya le había pasado esa semana con mala suerte para las rocas de rio, la cuales fueron hechas polvo. Al salir la mire fijamente, preguntándome y preguntándole cual era el problema
- mira- extendió una hoja de papel fotográfico muy maltrecho, es este se veía la imagen de una chica rubia en el bosque desnuda bajo un chico de aspecto pálido,
-que es esto- pregunte si entender nada-
-fíjate bien- mire de nuevo la foto y caí en cuenta q el chico parecía ser yo y la tipa parecía patricia.
-no creerás esto verdad- pregunte horrorizado, como era posible eso, yo ni siquiera había estado a solas y mucho menos salido con patricia alguna vez-
-Se q no eres tu pero lo encontré en mi carpeta al regresar, se ueq ella lo hizo, ni siquiera es tu cuerpo, pero esto es demasiado, no lo vez, está buscando su muerte, te juro que si.- me dijo en un suspiro y con la mirada negra de odio.
Entendí que no podía dejarla ahí, por lo que me encamine hacia la salida con Bella de la mano, Alice nos esperaba con el coche en marcha, y una cara de susto en Jasper por la que supe había tenido una visión nada buena.
- Escúpelo – dije nada más entrar, mientras me concentraba en la visión en la mente de Alice, Jasper tenia razón en asustarse, eso daba miedo, ver a Bella así hum, mala señal.
No es bueno Edward- dijo Alice, -esa chica terminara muy mal si no hacemos algo con el Temperamento de Bella- dijo angustiada, y eso era raro en mi hermanita, Jasper por otro lado estaba concentrado en calmar el ánimo de Bella, espere el reclamo de mis esposa pero cuando mira hacia ella estaba ¿dormida?...
Fin del recuerdo
-Suéltenme carajo, o los despedazare uno a uno- escupió cada palabra con odio, lo q hizo que el pobre Jasper se encogiera, eso era más difícil de conseguir que vencer a los neófitos son un brazo a la espalda. Mi esposa estaba peor de lo pude pensar y aun no sabía qué demonios le pasaba. Era un enigma para mí pues no leía su mente. Y una tortura no saber cómo ayudarla.
Bella he dicho que es suficiente. Detente, lastimas a Edward – Bella lo miro, primero a él luego a mí, y relajo su cuerpo, entonces, solo entonces se percato de que la teníamos entre los 4.
¿Qué hacen? – pregunto con la mirada confundida – ¿que acabo de decir? – dijo en susurro, abrazándome como si fuera a desaparecer entre un suspiro y otro. Le vi temerosa de sí misma, eso era peor.
Sus cambios habían estado haciéndose mas evidentes incluso para los demás quienes se preguntaban que pasaba con ella, para mi desgracia no había mucho q pudiera decir pues aun no lo sabía, eso no era normal. Después del episodio con patricia preferí q no fuera más al instituto, de todas formas no podía reprobar las materias que había estado llevando por 100 años.
La lleve a la recamara para que descasara un poco, un término relativo ya que nunca nos cansábamos. Era más un pretexto para dejarla a solas con sus pensamientos, ella lo necesitaba. Y yo necesitaba platicar con la familia sobre esta situación cada vez más fuera de control.
Se durmió? – fue la pregunta sorprendida de Carlisle cuando le conté lo que según yo había provocado la espiral en descenso de Bella, habían pasado unos días desde el montaje y aun seguía teniendo arranques de furia cada vez mayores.
-eso era algo que no había escuchado sobre un vampiro – creo q buscare en mis libros a ver si encuentro algo, no tengo idea de que pueda estar pasando pero seguro lo averiguaremos, por lo pronto tratemos todos de estar serenos cerca de ella, para no provocarle más estrés del que ya tiene.
-crees que sea pasajero – pregunte.
- no se, Alice, puedes ver algo – se giro hacia mi hermanita quien estaba encogida en brazos de Jasper.
.-No, por lo pronto solo veo a Bella tranquila, pero hay demasiadas lagunas, así que no creo que sea muy confiable.
-bueno esperaremos y actuaremos seun pasen las cosas, ahora creo deberías ir con ella, y tratar de platicar, quizá este mal por lo que dijo y sabes que no lo olvidara así como así, hazle entender que saber y comprendemos esta pasando por un mal momento, no la dejes sentir culpable por nada – me sermoneo Esme con tono de preocupación palpable, después de todo Bella era casi su hija favorita.
domingo, 22 de agosto de 2010
Bleeding For Love
BY: Liz19forever
La deje en su departamento y cuando estuvo profundamente dormida me fui en realidad necesitaba pensar en que haría, ese sentimiento que había descubierto en el automóvil me daba un poco de resquemor y eso se debía principalmente a que no sabía bien quien era yo para ella.
¿Acaso podría amar a la persona y no a la ilusión que ella se había creado de mí?
Esa pregunta era la clave inicial, tenía que considerar que nuestra relación había comenzado demasiado extraña para que terminara de una manera convencional. Di unas vueltas por la ciudad, en verdad, no tenía idea a donde ir, las alternativas eran pocas y el deseo de volver con ella estaba gobernando mi razón. Finalmente y luego de luchar mucho con mis instintos de volver a su departamento decidí que necesitaba conversar con alguien.
— Vaya, vaya mira lo que ha traído la lluvia tantas lunas —me dijo mi amigo Jasper cuando me vio parado en el umbral de la puerta de su departamento.
Eran las siete de la mañana y yo tenía dos cafés gigantes que había comprado en la gasolinera de la esquina. Con Jasper éramos amigos desde hacía bastante años y juntos habíamos entrado al grupo de teatro cuando recién incursionaba en este tema de convertirme en actor. Le conté absolutamente todo a tal punto que en un minuto me arrepentí por las miradas que él estaba dándome, sus facciones de pronto no eran para nada alentadoras y sabía que él me bajaría de la nube en la cual estaba volando hacía rato.
Al finalizar mi "peculiar historia de amor" nuestros ojos se encontraron. Lo miré esperando el veredicto final y por primera vez en tantos años de amistad temí enojarme con él por su opinión al respecto.
— ¿Con que una fanática? —fue su primera expresión y me miró escéptico.
Sin decir nada tomó entre sus manos el vaso de café le dio un sorbo y luego encendió un cigarro.
— ¿Necesito terapia? —le pregunté en un susurró
— Bastante —confesó apoyando su espalda contra el sofá.
Se coloco más cómodo y me siguió mirando a tal punto que su mirada era como esperando que yo mismo reconociera que era una locura sin pies ni cabezas así que rehuí su mirada bajando la mía al suelo.
— Por otro lado solo a ti pueden pasarte estas cosas —agregó al cabo de unos minutos.
— ¿Debería alejarme verdad? —le pregunté temeroso
— Creo que debes volverlo real —aconsejó sin quitarme la vista de encima
— ¿De qué hablas? —le pregunté confundido
— Si la quieres para siempre como dices tienes que aterrizarla, conocer a la mujer detrás del sexo, una cosa es un cuerpo exquisito y otra es la personalidad y hasta ahora —tomo aire —disculpa que te lo diga así tan crudo —hizo otra pausa —solo me has descrito fascinantes encuentros sexuales pero —dudó en hablar sin mirarme directo finalmente habló — ¿amor? —Inquirió enarcando una ceja — creo que es apresurado pensarlo siquiera —concluyó.
Sal con ella, conócela en otras facetas aparte de una cama
Había sido su consejo pero era difícil resistirse así que contrario a todo lo que podía esperarse estaba otra vez, haciéndolo cada vez menos real, estaba fuera de su departamento con la blackberry en la mano y esperando a que ella se conectara al MSN
¿Qué tal si no esta en su departamento? ¿Qué tal si no se conecta hasta la noche? ¿Por qué no haces las cosas como un chico normal y la llamas?
Me dije en reiteradas oportunidades hasta que finalmente cuando iba a desistir su icono apareció. Le hablé atolondradamente.
— ¿Trabajando?
Fue mi pregunta y albergaba la posibilidad que ella estuviera en su departamento — Basta, no subirás —me dije a mi mismo pero las ganas eran otras.
— ¿Por qué te fuiste sin despedirte?
Me preguntó y Jasper se equivocaba: ella era real, tan real como quisiera que fuera. Me reí
— Tenía un compromiso temprano —le explique —lo siento —agregue con un monito de pena al final.
— ¿con alguien especial? —preguntó y casi podía ver su cara de pánico frente al computador.
Ella tenía tanto o más miedo de yo —eres un estúpido —me dije a mi mismo y como no lo vislumbre antes, ella pensaba casi lo mismo que yo. La sonrisa estúpida se dibujo y le contesté al segundo
— ¿Por qué asumes que es con una mujer? —le contesté y como podía pensar de mí aquello, un punto a favor de Jasper, no nos conocíamos nada tal vez, nos conocíamos a la perfección en el arte de amar pero como personas no teníamos idea de nada el uno del otro.
Tengo que remediar aquello, tengo que hacerme real para ella
Pensé
— ¿Estás en tu departamento?
Pregunté — hazlo real —me dije entre dientes.
— ¿Por qué? —preguntó en respuesta
— ¿almorzarías conmigo? —le contesté
Los minutos o tal vez segundos que se demoró en contestar me parecían eternos y la apresuré — Vamos tal vez ni siquiera esté —me dije apretando el zumbido. Apenas la silaba positiva estuvo escrita corté el celular y cruce desesperado hasta su edificio, fue tanto que subí por la escalera y en cuestión de minuto estaba parado en el umbral de la puerta de su departamento. Ella con los ojos vidriosos se veía preciosa. La había sorprendido – ¡Vendita tecnología! —pensé contemplándola.
— ¿Dónde quieres almorzar?
Le pregunté sonriente y sereno. Definitivamente no me había equivocado con ella.
Había venido un par de veces a este hotel y definitivamente tenía toda la intensión de traspasar la ficción y convertirme en una realidad patente en su vida. El único inconveniente era que yo era tan real en ese minuto que si nos veían fuera de un restaurante se complicaría todo. Podía imaginarme miles de fotografías de nosotros en los diarios y revistas y si mi intensión era hacerlo real eso sería demasiado real.
Me sorprendió cuando nos bajamos del automóvil que apenas entráramos ella se notara un poco incomoda, mis sospechas fueron confirmadas por los saludos tan amigables a la entrada evidenciando que el personal la conocía ¿Pero de dónde? Me pregunté mientras caminábamos por el pasillo.
— ¿Día libre? —pregunté al fin para saciar mi curiosidad ¿Con quién habrá venido?, me pregunté.
— Es una larga y triste historia —me contestó nerviosa
Caminamos por los pasillos y estuve seguro de que pensaba que iríamos al restaurante claro que mis planes eran otros, tenía sus ventajas ser una celebridad, bastaba un mensaje de texto a mi manager y conseguido: Habitación sin siquiera moverme de mi escritorio me reí cuando me preguntó alterada donde íbamos al sentirme jalarla del lado contrario.
— A almorzar
Le respondí divertido por su expresión y tal vez Jasper no se refería a esta clase de realismo pero esta vez, me dejaría guiar por mi instinto y no trataría de racionalizar esta peculiar historia de amor, simplemente sentiría y punto; que fuera lo que el destino quisiera.
Hacía meses que me quejaba de los ataques de histeria que presenciaba de las adolescentes, extrañamente hoy, esa expresión era la misma que tenía Bella y de forma inexorable me encantaba. Disfrute cada una de sus muecas, gestos mientras caminaba hasta el centro de la habitación, era realmente perfecta.
— ¿sorprendida?
Pregunté al fin cuando se giró para encararme aún con la sonrisa dibujada en el rostro que no la podría apagar ni siquiera yo. Le pregunté que quería comer y como siempre, evadió la pregunta haciéndomela a mí.
— Carne
Respondí adrede y ella se sonrojo como tomate en cuestión de milésimas de segundos. Vaciló en su respuesta y finalmente me contestó tartamudeando.
— Pizza —me reí sin contenerme.
Mi risa se acallo producto del toque de la puerta y entró el carrito de la comida, noté como se sorprendió y miré al chico de servicio ¿Lo conocerá? Y esta cercanía con el personal de ese hotel estaba intrigándome, allí había algo más que una simple coincidencia.
— Ahora es mi turno de las preguntas
Le informé y era tiempo de empezarla a conocer en serio, me acerque al carrito y puse las charolas en la mesa, cuando las abrí se rió y la imagen mental de una de las historias seguro se le vinieron a la mente.
— ¿Hija única o más hermanos? —cuestioné
— Para mi desgracia una hermana mayor —contestó con cierta tensión
Problemas familiares
Pensé de inmediato por el tono que utilizo.
— ¿Cuál es la triste y larga historia de hace un rato? —arremetí y la curiosidad era uno de mis pecados más mortales. Serví el vino y puse la hamburguesa en un plato la miré fijo torcí mis labios mientras tomaba un sorbo del contenido de la copa entre mis dedos.
— Se pude pasar en este juego —preguntó incomoda
¿Qué ocultas Bella?
Le pregunté mentalmente mientras hacía una mueca. Se acercó
— Esta bien —agrego resignada — digamos que ahora tengo mucho tiempo libre —exclamó al tiempo que tomaba una papás frita y se la comía, mis labios se fruncieron en una sonrisa que no pude acallar pensando en lo que a continuación pasaría y como agradecí haber leído esa historia en particular.
— Creo que estoy en claro peligro —murmuré mientras masticaba una hamburguesa pude ver a través de sus ojos que había descubierto lo que trataba de recrear.
— ¿Peligro por qué? —cuestionó con la voz estrangulada bajando la vista.
— Si con poco tiempo tu mente trabajaba a mil no quiero ni pensar con veinticuatro horas al día libre
Exclamé fingiendo un tono de preocupación y me miró contrariada.
— ¿Por qué lees esas historias? —preguntó curiosa fijando su mirada en mí.
— ¿Por qué las lees tú? —cuestioné y jugué con la comida como en la historia.
Se esculpió en su rostro una sonrisa lujuriosa, sus ojos destellaron deseo por mi parte me sentí satisfecho, había logrado lo que quería que era incitarla. A duras penas y visiblemente alterada tomo la copa de enfrente, cuando iba a tomarse la segunda la detuve y tomé de la copa provocándola una vez más. Sus ojos estaban abiertos desmesuradamente. Me acerque tanto que hablé rozando mis labios con los suyos.
— ¿Y bien? — Insistí — ¿Por qué las lees? — y la curiosidad me estaba matando otra vez.
— Porque soy pervertida — confesó y me reí
Claro que ella no era pervertida en lo más absoluto, la iglesia me lo había demostrado, alguien pervertido no mira consecuencias y ella las media. Me reí.
— Sabes tengo una teoría al respecto
Y era hora de hacerle ver cuando tímida era realmente. Lo que de paso me fascinaba. Se quedo con la boca entre abierta a punto de besarme, sus facciones eran exquisitas, memorables, dignas de grabarlas y reproducirlas por la eternidad
¿Cómo lo hacía? ¿Cómo podía excitarme tanto? ¿Cómo podía hacerme desearla tanto simplemente estando cerca de mí? Pensé caminando para separarme de ella y crear la distancia necesaria, contrario a lo que ella pensaba yo quería saltar encima de ella en ese preciso momento sumado a que mi autocontrol no estaba muy practicado a esta altura del partido. Desistí con dificultad.
— Así ¿cuál? –preguntó al fin al verme separada de ella.
— Primero no creo que seas pervertida al contrario creo que eres muy pero muy tímida
Exclamé sentándome nuevamente frente a ella y se sonrojo – eres exquisita –quise decirle en ese instante y tenía unas ganas locas de besarla y morder sus labios, de embriagarme con su sabor tan dulce, estaba distraído pensando en mil fantasías todas ellas poco decorosas y poco caballerescas hasta que decidí continuar con mi monologó.
— Lo segundo creo que todos esos comentarios son parte de tus "deseos" más carnales, lidibinosos y ocultos; y tercero estoy completamente halagado que yo haya y siga siendo parte de estos deseos.
Le hice notar rozando la comisura de sus labios con una papa frita. Y otra vez quería sentirla contra mis brazos — esta mujer me intoxica — pensé
— ¿Crees que soy santurrona? —preguntó un poco molesta
— Digamos que osada no eres sino más bien "calladita"
Contesté mordaz realmente quería verla enojada, tenía la pequeña impresión y no tan equivocada que cuando ella se enojaba era todo un demonio y quería tener ese demonio en mi cama al menos una vez. Abrió la boca de improviso y se comió la papa frita de una vez y me besó aún masticándola. Como lo sospeche sujetó entre sus manos mi rostro para acercarlo aún más lo que prácticamente era imposible seguro quería demostrarme que no era para nada tímida cuando todo lo contrario cada gesto que hacía lo afirmaba sin necesidad de palabras.
— Aun te falta mucho para ser una dominatriz —susurré incitándola y sabia que había picado el orgullo.
— Cuidado que te puedes quemar, estas abusando de tu suerte y de esa cara de niño bueno que a esta altura no te compro
Agregó
Hoy quiero ser el niño malo
Le grité en mi interior. Tomó vino y luego camino hasta la mitad de la habitación no sin darme esa mirada provocadora de niña mujer que me traía vuelto loco, mis hormonas estaban en pleno tomando posesión incontrolable de mis sentidos. Se giró de espaldas y cuando comenzó a quitarse la blusa provocó que me impacientará. No era mala idea hacerlo yo mismo.
— Sobre la mesa esta trillado — dijo con deseo — esta noche no quiero al personaje…
Anunció y me levanté de la silla acercándome a ella con la llama del deseo en pleno apogeo.
— Soy todos oídos y material dispuesto
Exclamé desafiante dándole una sonrisa. Taconeó el suelo y enarcó una ceja sugerente, me reí
Suelo… me gusta… nunca es tarde para una primera vez… y en ese lugar no lo había hecho nunca Pensé.
Me acerque con la sonrisa desafiante y perversa dibujada en mi rostro y sin mucho preámbulo puso sus manos sobre mi pantalón, deslizó mis dedos y rozó mi muslo hasta la cremallera de mi pantalón, estábamos frente a frente mi respiración se aceleró dramáticamente.
Noté como se giró y apego su cuerpo contra el mío que estaba estático pero automáticamente al sentir la tibieza descanse mi cabeza en su hombro, sentí como paso su brazo por el costado de mi rostro abrazando mi cabeza para acercar aún más mi rostro contra la piel de su cuello expuesto.
Jugó con mis cabellos mientras sentía que la besaba delicadamente, mi cuerpo no tardó en reaccionar al sentir su piel contra mis labios, macabramente se separó de mí al cabo de unos minutos. Comenzó a caminar quitándose la ropa me miró tentadoramente mientras deslizaba la prenda por su cuerpo y este era el mejor Streeptease que podría haberme dado alguien en mi vida.
Dejó caer al suelo lentamente la prenda, de mis labios se escapo un silbido imperceptible por ella pero yo lo había sentido cuando la contemplé quitándose los pantalones. De forma lenta, deslizo la prenda por el costado de sus piernas, rozaron la piel en todo momento, para cuando llego al suelo se giró. Abrí mis ojos desmesuradamente ante lo que ella había realizado, no podía dejar de mirarla, se me aceleró el pulso cuando deslizo sus manos por toda la extensión de su pierna acariciándolas mientras recobraba la postura erguida, dejo el pantalón atrapado en uno de sus tobillos y cuando estuvo totalmente parada me lo aventó al rostro, ahogue una risita histérica y esquivé la prenda con la sonrisa torcida más amplia que jamás podría darle a alguien.
No me aguante ni medio segundo más y me acerque a paso firme y decidido de acabar el juego que ella había comenzado y tenía bastantes ideas de cómo hacerlo, en todas ellas estaba el cuerpo de Bella involucrado. Se giró de espaldas y no pude evitar mirarle el trasero. Se veía exquisita con esa ropa interior, deslice mis dedos por toda la extensión de su columna vertebral hasta el broche del corpiño, sentía maripositas en mi estomago y una ansiedad desmedida por desnudarla al fin. Su respiración se hizo fuerte y rápida cuando liberé su cuerpo de esa prenda tan incomoda y al hacer que me encarará mi satisfacción se vio magnificada cuando noté las facciones de su rostro completamente excitadas.
Comenzó a desabotonarme lentamente la camisa, la observe casi furioso por esa actitud tan tranquila, cuando llego al ultimo botón, deslizo sus manos por mi dorso desnudo quitando la prenda de mi cuerpo. Sus dedos bajaron hasta mi pantalón que abrió, de un movimiento seco lo bajó sin quitarme la vista de encima con la sonrisa pintada en el rostro
Traviesa pensé. Se acerco y sujeto sus manos en mi cintura, puso una de sus piernas entre las mías y pisó la tela para bajar el pantalón completamente al suelo y liberarme de ella.
— ¿Qué tan calladita te parezco ahora?
Preguntó y le contesté ronzando mis labios contra los suyos.
— Bastante menos que la primera vez
Exclamé y la besé en los labios introduciendo mi lengua en su boca, quería saborearla completamente. Deslice mis manos por mi cintura hasta sus nalgas y las apreté masajeándolas mientras la acercaba hacía mi cuerpo, unos gemidos se escaparon de sus labios mientras rompía el beso y ella enterraba sus labios en mi cuello.
Comenzó a rozar mis labios con la punta de su lengua ardiente y baje mis manos hasta su ropa interior, hizo que me sentará en el borde de la cama y se sentó a ahorcajadas sobre mí, deslizo sus manos por mi pecho desnudo jugando con mi piel.
Friccionó, un par de minutos su cuerpo contra el mío, no pude no reaccionar de inmediato ante su toque, se levantó sonriendo y entonces deslice mis manos por uno de sus pechos mirándola fijamente. Apreté mis labios mordiendo desesperado el inferior sin perder detalle de ella. Me levanté y me quité el pantalón mientras me colocaba el condón ella me contemplaba.
Se acercó lentamente y rozo mis hombros con sus dedos, con su palma formó el contorno de mis brazos acariciándolos, tomó mis manos y las coloco en sus pechos desnudos. Caminamos de vuelta al a cama mientras la acariciaba.
Sentada en mi regazo comenzó a mover su cuerpo friccionando contra él mío. Nos miramos en todo momento, sus jadeos se hicieron audibles a tal punto que me perdí en ellos. La observe moverse sobre mí y la sensación era sublime, estaba en el paraíso, su piel estaba ardiente, su cuerpo completamente sudoroso ¡era exquisito!
Ella era real, lo que yo sentía por ella también lo era. Imposible era no amarla, imposible era querer apartarme de ella, imposible era coincidir una noche más sin su cuerpo, imposible era traicionar a mi lógica amorosa. Sentí cuando llegó al orgasmo porque apretó su cuerpo y tembló, una lágrima brotó de sus hermosos ojos y supe que inevitablemente ella había logrado enamorarme pero lejos de sentir susto me sentía completamente tranquilo: Yo amaba a una fan.