miércoles, 28 de octubre de 2009

LLC. Capitulo 1: Invitación a Cenar


Disclaimer: Todos los personajes pertenecen a Stephenie Meyer. La autora solo jugó con ellos creandoles una vida paralela y las traductoras: traduciendo esa vida xD Jajaja...

_______________________________________________

Invitación a Cenar

POV Edward Cullen

“¡Alice!” Me quejé. “¡Otra vez no!”

“Me lo debes, querido hermano,” contestó ella tranquilamente. “Tú eres el que evitó la cita a ciegas que te organicé.”

“¡Te dije que no hicieras eso!” Grité.

“¡Baja la voz!” Me pidió. Suspiré y ella puso una mano en mi hombro.

“Edward, sólo estoy intentando ayudarte. Para eso estás las hermanas mayores.”

“¿No me ayudas suficiente comprando y eligiendo mi ropa?” Bromeé.

“Alguien tiene que asegurarse de que estás presentable,” Alice soltó una risita. “Mira, Edward. No es gran cosa. Emmett invitó a Rosalie a que conociese a su hermana pequeña. Rose está nerviosa así que nos invitó a Jasper y a mí para hacer que parezca menos formal. ¡Yo te estoy invitando porque es viernes por la noche y no necesitas estar abatido en casa!”

“No estoy abatido,” me quejé.

“¡Sí, lo estás!” replicó Alice. “Mamá y papá estarían enfadados si supieran que has estado enfurruñado desde que se fueron de viaje.”

“Pero tú no vas a contárselo, gran hermana mía,” Dije, sonriéndole. Sabía que ella no podía resistir si sonreía y enseñaba mis hoyuelos.

“Puede ser que tengas razón,” Alice se rió por lo bajo, presionando un dedo contra uno de mis hoyuelos. “Pero si vienes armando un escándalo, puede que averigües que estás muy equivocado, hermanito.”

“¿Qué quieres que lleve?” Pregunté. Yo había perdido y no había necesidad de seguir discutiendo.

Alice gritó y se lanzó sobre mí. Ella era la única persona del mundo que yo dejaba acercarse lo suficientemente cerca para tocarme. A veces dejaba que mi madre me abrazase, pero sólo si no podía evitarlo sin herir sus sentimientos. Era una mala idea dejar que la gente se acercase. Podrían herirte y romperte el corazón si los dejases entrar en él. Aprendí eso de la peor forma. No repito mis errores.

Besé el corto pelo de mi hermana y le devolví el abrazo. No era una mala hermana. Simplemente era, a veces, demasiado pesada. “Alice, necesitas soltarme ahora,” suspiré. “No puedes elegir mi ropa si no lo haces.”

“Edward, es raro que actualmente me hayas dejado romper tu regla de no tocar durante más de diez segundos. Por favor, déjame disfrutar mi abrazo,” me contestó.

Me incliné y empecé a hacerle cosquillas. Ella rápidamente saltó, riendo alegremente. Mi hermana siempre me recordaba a un duende cuando reía.

“¡No es justo!”

“¡La vida no es justa, Alice! ¿Nadie te ha contado eso alguna vez?” Bromeé.

“Sólo tú, hermanito,” cantó Alice mientras se metía en mi armario. “Ponte esto y esto y estos,” dijo mientras me tiraba unos vaqueros oscuros, un polo negro y unos zapatos. “Debes estar preparado para que nos vayamos en veinte minutos.”

“¡Sí, señora!” Contesté, haciéndole un pequeño saludo.

Se giró hacia mí y puso sus manitas en mis hombros. Ella era mayor que yo, pero apenas llegaba a los cinco pies (a.n.: 1,52 metros). Yo me levantaba sobre ella con mi altura de 6’ 2’’ pies (a.n.: 1,88 metros). “Edward, te prometo que te lo pasarás bien esta noche.”

“Haré que cumplas tu promesa,” bromeé, empujándola fuera de mi habitación.

Veinte minutos más tarde y tres intentos frustrados de poner mi pelo bajo control, el timbre sonó. Seguido de la risa emocionada de mí hermana. Esos sonidos sólo podían significar que Jasper había llegado. Sonreí con malicia, pensando en lo enamoradísima que estaba mi hermana de su novio. Él lleva con ella sobre un año y nunca le he visto tratarla con algo que no sea respeto. Me gusta por eso.

Salí de mi habitación y bajé las escaleras para verlos besándose en la puerta. Me aclaré la garganta demasiado alto y dije, “Puede ser que quieras dejarle entrar en casa, Alice. Hace un poco de frío fuera con la nieve y todo eso.”

Jasper se rió por lo bajo mientras Alice me miraba con furia. “Buenas tardes, Edward,” dijo él.
“Buenas tardes, Jasper. ¿Cómo estás en este fantástico día?” Pregunté.

“Mucho mejor ahora que tengo a tu hermana conmigo,” contestó, acercando a Alice a su lado.

“¡Sabes que puedes quedártela cuanto quieras!” puse los ojos en blanco con un falso asco. “No la echaré de menos.”

“¡Sí que lo harías!” dijo Alice escandalosamente, sacándome la lengua.

“¿A qué vienen todos esos gritos?” preguntó Emmett mientras él y Rosalie entraban. “¿Quién se está peleando?”

“¡Nadie!” gritamos Alice y yo.

“Debería haber sabido que erais vosotros dos,” Emmett se rió por lo bajo. “¿Qué ha hecho esta vez, Alice?”

“¡Hey!” grité ofendido. “¿Qué te hace pensar que es mi culpa?”

“La pequeña y dulce Alice nunca grita a menos que tú estés involucrado,” se mofó Rosalie.

“Esto muestra lo que sabes de mi queridísima hermana mayor,” me reí entre dientes.

“Deberías verla cuando nuestros padres reciben las facturas de la tarjeta de crédito. Te juro que es capaz de gritar durante una hora seguida sobre los altos costes de la moda. Bueno, Rosalie, he oído que es una gran noche para ti.”
Aunque parezca mentira Rosalie se sonrojó. “Eso parece.” Miró nerviosa a Emmett.
Emmett la abrazó, riendo alegremente. “Prometo que no dejaré que te muerda.”

“¿Quiere eso decir que hay una posibilidad de que lo haga?” Quizás esta noche sería interesante después de todo, pensé.

“Puede ser territorial cuando quiere,” dijo Emmett seriamente. “Es un poco cabezota.”

“Bueno, ahora estoy contento de haber sido invitado,” me reí por lo bajo.

“¡Ja, Ja, Edward!” Dijo Rosalie.

“¡Ah, Rose!” suspiré. “Sabes que solo te torturo porque te quiero.”

“¡Ella no está disponible!” bromeó Emmett. Abrazó a Rosalie más fuerte y la besó.

“¡Vámonos ya!” dije, poniendo los ojos en blanco. “He dicho que estaba de acuerdo a ir cenar, no a ver como os enrolláis.”

“¿Malhumorado hoy, Edward?” Preguntó Jasper, sonriendo.

“Averigua con quién.” Crucé los brazos sobre el pecho.

“Lo haría, pero no creo que tengamos tiempo para el combate de lucha libre que eso acarrearía,” dijo Jasper.

“¡Yo conduzco!” Cogí las llaves y salí por la puerta. Sabía que finalmente me seguirían. Deslicé la mano por la parte de adelante del Volvo cuando iba a sentarme. Alice subió al asiento de mi lado mientras que los demás se sentaron detrás.

“¿Cómo van esos arreglos?” Preguntó Rosalie.

“Eres la Diosa de los Mecánicos, Rose,” dije alegremente. “¡Mi coche te adora por eso!”

“Nunca he conocido a un hombre que esté tan unido a su coche,” Emmett se rió por lo bajo.

“Será porque nunca has encontrado el coche adecuado,” bromeé.

“O quizás tú no has encontrado a la mujer adecuada,” bromeó Alice. La miré con furia. Esto ni la impresionó ni la disuadió.

“Irás a la próxima cita a ciegas.”

“Te abstendrás de organizar cosas así,” ordené.

“Te propongo un trato,” dijo Alice. “Tú encuentras a una chica por tu cuenta y vas a una cita real con ella en los próximos dos meses y te dejo solo. Si no, lo harás a mi manera.”

“No puedes poner un horario en el amor,” bromeé, con su sonrisa favorita.

“¡Edward!” soltó una risita, empujándome en el hombro. “Sabes ser realmente irritante, hermanito.”

“Pero me quieres por eso,” contesté.

“En serio, Edward,” me llamó Emmett. “¿Eres gay?”

“¡Qué!” grité.

“No pasa nada si lo eres. Estoy preguntando por curiosidad y todo eso,” continuó Emmett. “No te tendríamos menos estima.”

“Emmett,” dije, luchando para mantener el control sobre mi mal humor. “No soy gay.”

“Sólo lo comprobaba,” contestó Emmett. “No hay necesidad de enfadarse. Tienes que admitir que es una pregunta razonable viendo cómo te niegas a tener una cita.”

“No, Emmett,” suspiré. “No es una pregunta razonable. Mi negativa a tener una cita es asunto mío.”

“No estoy de acuerdo, hermano,” dijo Alice. “Es asunto nuestro, pero solamente porque queremos verte feliz. Un hombre no puede existir sólo con su coche y su piano.”

“Eso es lo que tú dices,” murmuré. “Emmett, cuéntanos algo más de tu hermana,” dije, intentando alejar la atención de mí.

Emmett se rió por lo bajo. “Bien, ya os he contado que es muy cabezota y mandona. También es la persona más lista que conozco.”

“Pensé que ese era yo,” me mofé.

“Ella puede ponértelo muy difícil, Edward,” dijo Emmett seriamente. “También es muy buena leyendo a la gente. Tiene más libros y CDs de los puedo contar y ha leído y escuchado todo al menos dos veces. Es muy independiente y odia las sorpresas. Tiene grandes expectativas de la gente a la que quiere y no te dejará hacer algo a no ser que sea lo mejor que puedas. Os juro que a veces me hace sentir como si ella fuera la hermana mayor.”

Observé a Emmett por el espejo retrovisor mientras hablaba sobre su hermana. Cada vez que hablaba de ella, podía ver que era muy importante para él y que la quería mucho. Emmett había estado encargándose de ella durante cerca de cinco años, desde que sus padres murieron en un accidente de coche. Esa era una de las cosas que tenía en común con Rosalie.

Ella y Jasper eran gemelos y habían perdido a sus padres cuando estaban en su último año de instituto. Nunca hablaban de eso. Eso hizo que Alice y yo nos diésemos cuenta de la suerte que teníamos por tener todavía a nuestros padres. Y ellos estaban más que contentos de tratar a Rose, Jasper y Emmett como miembros de la familia Cullen.

“¿Estás seguro de que voy a gustarle?” preguntó Rosalie.

“Vas a encantarle, Rose,” dijo Emmett, cogiendo sus manos en las enormes suyas. “Te echará una ojeada y verá que eres perfecta para mí. Después de todo, eres la mujer más maravillosa del planeta.”

“¡No puedo esperar!” dijo Alice soltando risitas. “¡Siempre he querido conocerla, Em! ¡Desde la primera vez que me hablaste de ella! Puedo decir que es una persona fantástica. Vamos a ser mejores amigas, puedo verlo ahora.”

“No sé, Alice,” dijo Emmett, negando con la cabeza. Su sonrisa traicionaba su broma. “Le hablé de tu adición a las compras y te tiene un poco de miedo. Ella odia ir de compras.”

“¡Qué!” gritó Alice. “¿Cómo puede alguien odiar ir de compras? Bueno, Rose y yo simplemente tendremos que hacer que cambie de opinión.”

“¿He mencionado que es cabezota?” Emmett se rió entre dientes.

“Todavía no puedo creer que la hayas escondido de nosotros durante tanto tiempo,” le reprochó Alice.

“No la he escondido. ¡Ella está en la universidad y trabajando!” se defendió Emmett.

“Estoy segura de que le encantarán tanto Rose como Alice,” dijo Jasper. “son difíciles de resistir.”

“¡Gracias, Jazz!” dijo Alice, inclinándose entre los asientos para besarle.

“¿Cómo le va en clase ahora que se acercan los exámenes finales?” Pregunté.

“La verdad es que no me lo dice. A veces es demasiado independiente, pero esa es mi hermana. Todavía se niega a dejarme pagar su universidad. Es por eso por lo que tiene este trabajo. Y encima ha cometido la locura de coger otro en el centro comercial envolviendo regalos de Navidad,” Emmett se rió por lo bajo.

“¿Por qué es eso una locura?” pregunté.

“Mi hermanita es muy torpe y los accidentes suelen encontrarla,” explicó Emmett. “Sentarse rodeada de tijeras y papel es una mala idea para ella. Para serte totalmente honesto, me sorprende que le vaya tan bien como camarera. Creo que es porque le dejan llevar zapatillas de deporte. Si esa chica tuviera que llevar algo con tacón, yo estaría en urgencias todas las noches.”

“Suena... interesante,” me reí por lo bajo.

“¡Edward, sé bueno!” Me advirtió Alice. “No todos podemos ser perfectos y elegantes como tú.”

“Alice, no le animes,” dijo Jasper. “Sus sentimientos de superioridad ya son lo suficientemente grandes.”

“Nunca he dicho que fuese superior,” me defendí.

“No tenías que hacerlo,” se rió Rosalie. “Está totalmente escrito sobre tu cara la mayoría de los días.”

“¿Entonces por qué, te ruego que me digas, os molestáis en invitarme a vuestras pequeñas escapadas?” gruñí.

“Porque cuando dejas caer tus muros, eres un chico divertido con el que estar,” explicó Jasper.

“Sí, Eddie,” dijo Emmett. “Siempre sabes hacer algo original cuando te permites actuar respecto a tu edad.”

“Por favor, no me llames así,” suspiré. “Sabes que lo odio.”

“Te propongo un trato,” ofreció Emmett, sus ojos azules brillaban. “Sé el divertido Edward que todos conocemos y queremos esta noche y me abstendré de usar ese nombre durante un mes.”

“¡Trato hecho!” dije rápidamente.

“¿No quieres saber lo que pasará si no te comportas?” preguntó Alice, sonriendo malignamente.

Me estremecí mientras esos pensamientos cruzaban por mi mente. Quería golpearme la cabeza contra el volante. ¡Qué estúpido había sido al aceptar tan rápido! Apreté el volante con más fuerza y forcé una sonrisa. “No, gracias, hermana querida. Planeo portarme bien.”

Aparqué en el primer sitio libre delante del restaurante. Nos bajamos del coche y nos dirigimos al edificio. Emmett anduvo directamente al pequeño podio.


“¡Hey, Mike!” le llamó Emmett. “Ponnos en la sección de mi hermana, ¿vale?”

“Sin problemas, Emmett,” contestó Mike. “¿Sabe ella esta vez que ibas a venir?”

“Sí,” Emmett se rió entre dientes. “Pensé que lo mejor era dejárselo saber después de lo que pasó la última vez.”

“¿Qué pasó la última vez?” pregunté acercándome a él.

“No le dije que vendría aquí,” dijo Emmett con una sonrisa tonta. “Vino a preguntarme lo que iba a tomar y yo tenía el menú delante de mi cara. Ella estaba esperando que su “cliente” se percatase de su presencia, pero se distrajo y se giró. Entonces le di una palmadita en el trasero y empezó a darme una paliza con su bloc de pedidos. Cuando vio que solamente era yo, me dio un puñetazo en el hombro y casi se rompe la mano.”

“Esto debería ser una noche muy interesante,” me reí entre dientes. Seguimos a este chico, Mike, a la mesa. Emmett y Rosalie se sentaron de forma que viesen todo el restaurante, así podrían ver a su hermana inmediatamente. Yo me senté cerca de la pared para poder inclinar mi silla. Alice se sentó en el medio con Jasper al final, al otro lado de Emmett.


“Edward, recuerda tu promesa,” me advirtió Alice.

Me senté bien en la silla y me incliné cerca de ella, “Alice, deja de tratarme como a un niño pequeño.”

“Edward, deja de actuar como uno,” me devolvió.

Le sonreí y volví a inclinar mi silla hacia atrás. Sólo podía esperar que esta hermana de Emmett fuese tan impredecible como sonaba. De lo contrario, iba a ser otra larga noche viendo como estas dos parejas se daban el lote. Yo quería a mi hermana, pero no entendía su deseo de arrastrarme y obligarme a ir si yo allí no pintaba nada. Me puse a escuchar la música que sonaba, intentando entender la melodía. Era algo de country. Me estremecí y lo saqué de mi cabeza.

“Relájate, Rose,” dijo Emmett, poniendo un brazo en su silla. “Vas a gustarle a mi hermana. Lo sé.”

“¡Sí, Rose!” estuvo de acuerdo Alice. “Si no, estará asombrada de que Emmett haya conseguido una chica tan a la moda.”

“¿Contigo todo está relacionado con la moda?” Me reí.

“¡Por supuesto!” dijo alegremente Alice, dándome una palmada en el hombro.

“¿Cómo te va, Em?” dijo una alegre voz.

Levanté la mirada para ver a Emmett dar uno de sus abrazos de oso a una chica baja y de pelo castaño. “Bastante bien, hermanita. ¿Está ajetreada la noche?”

Así que esta era su hermana. La chica tenía un destello en los ojos marrones, reflejando su felicidad al ver a su hermano. Quizás esta noche sería interesante después de todo. Me incorporé en la silla y esperé a que la noche se desarrollase.


________________________________

Bueno nenas, acá les dejo el primer capítulo de esta maravillosa historia! Espero que les guste y que escriban muuuchos comentarios para nuestra amiga Ckony que está super entusiasmada con la idea!!

Además quería agradecer el permiso de Purple Rose ya que es en ese foro donde se está haciendo la traducción "Oficialmente"

6 comentarios:

Sweet Sky dijo...

Awwwww.... Me huele a que este fic va a ser Muy Muy Buuuenoo...!!!!

Y me alegra muchisimo publicarlo acá!!

Este primer capi me ha dejado TOTALMENTE en miiisssteeriiioo y espero con ansias el siguiente aunque tenga que esperar a que sea miercoles para leerlooo jajajaja!!

Un Beso Ckonyy! Mandale mis felicitaciones a tu equipo de Traductoras, todas son geniales!

Anónimo dijo...

Loquibell aqui comentando sobre este fic, me encanta como comienza, parece que vamos a tener a un Edward enamorado y espero que sea Bella la hermana de Em ya que la pareja perfecta son Edward/Bella definitivamente, como lo son las otras dos, espero con ansias el proximo, besos y adelante

Anónimo dijo...

QUE!!!!!!!!
COMO QUE SEMANAL?????
NO!!!!!!!!
PLIS 2 X SEMANA...
PLIISSSS

OK ME ENCANTO EL FICK
NANCY

Claire dijo...

jaja wou si esta muy bueno mi sky

gracias ckony sos un amor al tarernoslo

ya estoy ansiosa esta muy interesante jaja

Unknown dijo...

me encanta me encanta sera todo un exito el fic... esta genial.. oigan cuando publican el sig cap.... bueno si no seria mucha molestia me podrian responder en mi correo de cuando publican porfis sip.. mi correo es piglet_aidee@hotmail.com porfis... y mil felicidades de nuevo esta genial besos y abrazos

diana dijo...

me parece q va a estar bueno no?