"Recordadme otra vez por qué voy al gimnasio con vosotros dos," les pregunté a Emmett y Jasper mientras salíamos del edificio.
"Porque te encanta ver a Emmett hacer el ridículo," dijo Jasper con una sonrisa tonta.
"Si alguien hubiera estado mirándome en vez de estar pensando en mi hermana pequeña, no habría habido un problema," protestó Emmett.
"Tenías demasiado peso en la barra, Emmett," discutí. "¡Intenté ayudarte!"
"Edward tiene razón," dijo Jasper. "Tuvimos que quitarte la barra de encima entre los dos, Em. Puede que tengas que encontrar nuevos compañeros de gimnasio."
"¡Nah!" Emmett se rió por lo bajo. "La próxima vez os lo pondré fácil." Emmett miró el reloj. "Tenemos que ir a mi casa. Bella está haciendo la cena para nosotros."
Cada uno se subió a su coche y nos dirigimos a la casa de Emmett y Bella. Emmett apenas me venció al llegar, pero vencí a Jasper por unos buenos dos minutos.
"¡Es tan lento!" gritó Emmett.
"Le da miedo acelerar," bromeé. "Está convencido de que tan pronto como lo haga, un poli aparecerá de la nada y le pondrá una multa."
Jasper aparcó y salió de su coche. "¡No se os ocurra empezar! ¡He visto tres polis diferentes de camino aquí!"
"Vamos dentro," Emmett se rió por lo bajo mientras abría la puerta.
Una alegre risa venía de la cocina. Entramos en la casa, soltando nuestras bolsas al lado de la puerta. Muy silenciosamente nos dirigimos a la cocina para ver lo que pasaba.
Alice y Rose estaban apoyadas la una contra la otra, riéndose, con lágrimas resbalándoles por las mejillas. Bella estaba cubierta de harina de la cabeza a los pies, con la bolsa en el suelo. Estaba riéndose por lo bajo mientras se quitaba un poquito de la rodilla. Era el único sitio limpio que tenía. ¡Incluso había en su pelo!
"¿Qué demonios ha pasado aquí?" preguntó Emmett.
Bella levantó la cabeza y sus ojos marrones se abrieron mucho. "¡Fuera!" gritó.
Eso sólo hizo que los tres empezásemos a reírnos junto a Alice y Rose. "Ellas se estaban riendo primero," consiguió decir Emmett, señalando a mi hermana y su prometida.
Bella cogió la bolsa de harina y se la tiró a Emmett a la cabeza. Le dio en el pecho y provocó que una nube blanca le cubriera el pelo, las mejillas, y la parte de arriba de su camiseta. Bella sonrió malignamente. Yo simplemente me quedé ahí, demasiado atónito para moverme. Miré a Jasper buscando apoyo, pero estaba doblado con la risa.
"Bella, ¿qué ha pasado?" pregunté, tragándome la risa.
"¡Me tropecé!" se quejó Bella. "Se me cayó la bolsa y dio contra en suelo y me llenó."
"Parece que te la has echado sobre la cabeza," dijo Emmett mientras se sacudía harina del pelo.
"Bueno, tú tienes que limpiarlo todo mientras yo me ducho. ¡Otra vez!" dijo Bella echando humo mientras se iba dando zancadas.
Sus pequeños pies dejaron huellas por el suelo y las escaleras. Esperamos que la puerta del baño se cerrase y entonces todos empezamos a reírnos otra vez.
"¿Sabéis que es lo mejor?" Emmett se rió entre dientes. "¡Esta no es la primera vez que le pasa! Le pasó una vez en el instituto en la clase de economía del hogar. ¡Se sonrojó durante días!"
"Bueno, ¿y qué estaba haciendo con la harina?" preguntó Jasper.
"Estaba preparando algo de pollo. Planeaba freírlo," explicó Rose.
"Creo que Edward debería llevársela a cenar fuera para compensarla por reírnos de ella," dijo Alice.
"Guardaremos el pollo para otra noche," dijo Rose, moviéndose con cuidado por la manchada cocina.
"Probablemente eso es una buena idea," añadió Emmett. "Tendrá tiempo para tranquilizarse y darse cuenta de lo divertido que ha sido esto. Entonces no tendré que preocuparme por que haga algo para vengarse."
"Deberíamos limpiar esto mientras tanto," dije.
Fui hasta el fregadero y cogí una toalla. La humedecí y fui a las escaleras. Empecé a limpiar las huellas de los pies de Bella. Pude ver a Alice y Rose limpiando los mostradores y la mesa. Emmett y Jasper estaban trabajando juntos para meterlo todo en el recogedor. Al menos Bella no tendría que ver la escena de su accidente otra vez.
Comprobé su habitación y podías ver claramente que había ido hasta su cómoda y había vuelto. Sacudí la cabeza y empecé a limpiar esas huellas también.
"Estúpido hermano. Siempre riéndose de mí," refunfuñó Bella mientras entraba en su habitación.
Levanté la mirada para verla cerrar la puerta de un portazo y sacarle la lengua. "Eso es realmente encantador," me reír por lo bajo.
Bella soltó al oír mi voz y de alguna manera se las arregló para tropezar y caerse. "¡MALDICIÓN!"
"¿Estás bien?" pregunté mientras me acercaba a ella.
"Sí, aunque creo que me he doblado el tobillo."
Delicadamente le cogí el pie e hizo una mueca de dolor. "Probablemente deberíamos llevarte al hospital para que te miren esto," le dije. Levanté el pantalón de su pijama y vi que su tobillo ya se estaba hinchando.
"No. Estoy segura de que sólo es un esguince. Ayúdame a levantarme," Bella suspiró. Su puerta se abrió de repente con todo el mundo allí.
"¿Bella?" preguntó Emmett, mirándola a ella y después a mí.
"No esperaba a alguien en mi habitación y me tropecé y me caí," suspiró Bella. "Estoy bien. Probablemente es otro esguince."
"Te dije que la llevases a cenar, Edward," dijo Alice con las manos en las caderas. "¡No a urgencias!"
"¡Sólo estaba limpiando sus huellas!" me defendí.
"No necesito que me lleven a cenar. Puedo hacer el estúpido pollo," discutió Bella.
"Veamos si puedes estar de pie antes de tomar alguna decisión," dijo Emmett, levantándola. Puso de pie a Bella y gritó cuando apoyó su peso sobre el tobillo izquierdo. "Eso es. Hora de ir al hospital, hermanita."
"¡No, Em!" suplicó Bella. "¡Por favor!"
"Bella, necesitas que te lo miren. Un esguince no te haría llorar así," dije.
"¡Bien!" se quejó Bella. "¡Pero sólo uno de vosotros puede llevarme! ¡No voy a ir con público!"
"Edward, si puedes cogerla, puedes llevarla," ofreció Emmett.
Bella sacudió la cabeza con una sonrisa. "Peso un poco más que la media de las mochilas que sueles llevar. Seriamente dudo... "
Pero ya la había cogido y estaba saliendo de la habitación con ella.
"¡Eres casi tan malo como Em!" acusó Bella.
"¡En serio, Bella!" me reí por lo bajo. "¿No es el sueño de todas las mujeres que se las lleven en brazos?"
"Yo no soy como todas las mujeres, Edward."
"No," dije, sonriéndole a su preciosa cara. "Claramente no."
Me sonrió, dejando ir su irritación por que la llevase. "Te has apuntado a algo muy aburrido, Tutor-boy. Urgencias es lo que peor que hay," dijo mientras la ponía en el asiento del copiloto de mi Volvo.
Corrí hasta el otro lado y me monté de un salto. "Eso es porque nunca has ido conmigo. Apuesto que puedo mantenerte entretenida."
"Acepto esa apuesta," se rió por lo bajo. "¡El perdedor cocina la cena de Emmett durante una semana!"
"¿Y el ganador?" pregunté, sonriéndole.
"¡Primero veamos quien gana!" dijo Bella con una preciosa sonrisa.
Aparqué en el hospital casi quince minutos más tarde. Bella había hecho muecas cada vez que se movía en el asiento y movía su pierna. Tenía la sensación de que era algo más que un esguince. Fui a su puerta y me preparé para cogerla otra vez.
"¡No!" hizo un mohín, levantando la mano.
"Bella," advertí.
"No digo que no acepte tu ayuda. Me he dado cuenta de que la necesito. ¡Pero! Nadie me ha llevado en brazos por esas puertas desde hace dos años y medio. Me niego a que me pase hoy. Por favor, simplemente sujétame por la cintura o algo así y ¡déjame hacer como que ando por mi cuenta!"
"¿Qué te parece un compromiso? Si podemos pasar mi coche sin problemas, te dejaré ir bajo tu control. Si no, te llevo en brazos."
"Acepto tu compromiso, Edward."
Bella me rodeó el cuello con los brazos y la saqué del coche. Con cuidado la puse sobre su pie bueno y la sostuve fuertemente por la cintura. Se las arregló para saltar con bastante equilibrio y la dejé continuar hasta el hospital.
La puse en una silla. "Quédate. Voy a decirles que estás aquí y cogeré el papeleo que necesiten."
"Gracias, Edward." Tenía la cara colorada y no había discutido. Claramente le dolía.
Fui hasta el mostrador. Estaba agradecido por conocer a la enfermera. "Stacey."
"¡Edward Cullen! Creía que tu padre tenía la noche libre," contestó Stacey.
"Sí que la tiene. Escucha, mi novia se tropezó y se cayó. Se ha hecho daño en el tobillo y necesitamos que se lo miren," expliqué.
"¿Cómo se llama?" preguntó Stacey.
"Bella. Bella Swan," contesté.
Stacey se rió por lo bajo y levanté una ceja mientras la miraba. "Conozco a Bella. Visita a menudo. Simplemente dime si tiene el mismo seguro que la última vez."
"Sólo por curiosidad, Stacey," dije con una sonrisa. "¿Cuándo fue la última vez?"
"Hace dos meses cuando se las arregló para caerse de su camión. Se magulló la espalda," susurró Stacey. "Pero yo no te lo he dicho."
"Por supuesto que no," me reí por lo bajo. "Déjame que le pregunte lo del seguro."
Volví hasta Bella. Tenía la cabeza apoyada contra la pared con los ojos cerrados.
"¿Cómo te sientes, preciosa?"
"¡Fatal!" murmuró.
"La enfermera te conoce," me reí entre dientes.
"¡Todo el mundo en urgencias me conoce!" saltó.
"Dice que todo lo que necesita saber es si tu seguro es el mismo."
"Sí. Todavía estoy en el plan de Em."
"Vale. Ahora vuelvo." La besé en la mejilla antes de volver al mostrador. "Stacey, dice que es el mismo."
"De acuerdo, Edward. Dile que alguien la verá en más o menos media hora," contestó Stacey. "Estamos un poco agobiados esta noche."
"Gracias, Stacey," le dije.
Asintió y me dirigí de vuelta a Bella. Tan pronto como me senté, puse su cabeza en mi regazo y sus pies en otra silla. Le acaricié el pelo mientras la sujetaba contra mí.
"Siento haberte contestado así," suspiró. "Odio estar aquí."
"No pasa nada. Lo entiendo."
"¿Vas a empezar a entretenerme ahora?"
"Sí, supongo que sí," me reí por lo bajo. "Emmett casi se ahoga hoy en el gimnasio."
"¿Cómo lo hizo?"
"Decidió levantar más peso del que yo podía ver. También decidió no decirme exactamente cuanto había puesto antes de pedirme que fuese su observador. Tuvimos que quitarle la barra de encima entre Jazz y yo."
"¡Idiota!" Bella soltó una risita. "Solía meterme con él y decirle que cada vez que ganaba un músculo, perdía una neurona."
"¡Ay, Bella!" me reí. "Eso es cruel."
"Soy la hermana pequeña," Bella se encogió de hombros. "Es mi trabajo molestarle. Además, nadie disfruta más con mis muchos contratiempos que Emmett Swan."
"Bella, ¿qué pasó para que tuvieran que traerte en brazos?"
"¡Nop! ¡De ninguna manera! ¡No voy a contarte esa historia! ¡Y ni te molestes preguntándole a Emmett! Sabe lo que le pasaría si abre la boca."
"¡Ahora sí que siento curiosidad! ¡Tengo que averiguarlo!"
"¡Sigue soñando, Tutor-boy! ¡Ese secreto se viene conmigo a la tumba!"
"Hay muchos años entre ahora y entonces," bromeé. "Acabaré sonsacándotelo."
"¿Qué te parece un compromiso?" preguntó Bella de repente, levantando la mirada. Tenía una sonrisa maligna en su pálida cara.
"¿Qué tipo de compromiso?"
"Me dices la nota del examen final de la clase de composición y te cuento mi historia. Pero nunca puedes repetir mi historia a nadie. Y puedo compartir tu nota con la familia."
"Eso no parece un compromiso muy justo para mí."
"Consigues saber mi profundo y oscuro secreto. Em sólo lo sabe porque fue el que me trajo aquí."
"Todavía me parece que salgo perdiendo, Bella."
"Te dejaré pasar la noche conmigo," sonrió, guiñándome.
"Sabes tan bien como yo que de todos modos iba a pasar la noche contigo," me reí.
"Dejaré que me hagas una sorpresa sin ninguna queja por mi parte, ni siquiera por el coste."
¡Eso sería perfecto! Y sabía justo cuando utilizaría esta parte del trato. "Compromiso aceptado. ¿Cuál es tu historia?"
"¡Nota primero!"
"¿Alguna vez te ha dicho alguien que eres muy cabezota?"
"¡Emmett lo hace todos los días!" se rió.
"Conseguí un sobresaliente en el examen final."
"¿Por qué nos ocultaste eso?" preguntó, frunciendo el ceño.
"Mi explicación no era parte del trato."
"¿Me lo explicarás alguna vez?"
"Sí, pero esta noche no."
"Vale. Supongo que es hora de mi historia, ¿no?"
"Sí." Me incliné y la besé en la frente. "Por favor."
"Intenta no reírte. Sé que probablemente estoy pidiendo lo imposible, pero por favor, inténtalo."
"Lo intentaré, Bella. Si todavía no te has dado cuenta, haría cualquier cosa por ti."
Me sonrió, su dolor olvidado temporalmente. Dios, ¡era preciosa! "Ok. Empiezo. Empezó bastante normal. Fui a la ducha. Decidí que era un buen día para afeitarme las piernas. Estaba allí con una pierna sobre el borde de la bañera. De alguna manera, el pie sobre el que estaba apoyada se resbaló. Me di un golpe con la pared de azulejo en la cabeza y caí con fuerza de lado. Tuve mucha suerte de que Emmett estuviera en casa. Tuvo que entrar y sacarme de la ducha. La expresión de su cara cuando se dio cuenta de que tenía que entrar en la habitación mientras su hermana pequeña no estaba vestida... ni siquiera puedo describirla."
Bella tiritó y aproveché la oportunidad para hundir la cara en su pelo.
Empezó a hablar otra vez. "Acabó entrando con una toalla como escudo y con los ojos casi cerrados. ¡Me tiró la toalla antes de cortar la ducha! La toalla acabó empapada. Me cogió, con la toalla mojada y todo, y me llevó a urgencias. Así que pasé quince minutos con una toalla mojada en mitad de urgencias con todo el mundo mirándome mientras mi hermano murmuraba cosas para sí con una expresión de horror en la cara. Acabé con una pequeña conmoción cerebral y algunos moratones muy feos por mi espalda. No pude andar recta durante días. Y esa es mi historia."
Estaba escondiendo mi sonrisa en su pelo. No podía hablar o no sería capaz de contener la risa. Me sorprendía que no estuviera temblando por la cantidad de control que estaba usando.
Fui salvado de reírme, y de tener que enfrentarme a la ira de Bella, por la enfermera. "¡Bella Swan!"
Levanté la cabeza y Bella se incorporó. Me levanté y la ayudé a saltar a la parte de atrás. ¡Mi preciosa Bella era una patosa! Y por alguna razón, eso hacía que la encontrase todavía más atractiva.