viernes, 12 de marzo de 2010

LLC: Cap27: Navidad Parte II


NAVIDAD PARTE II

"Quiero a todo el mundo vestido y listo para salir en una hora," dijo mi madre.

"¿Una hora?" gritó Alice. "¡En serio mamá!"

"Alice Cullen," le advirtió mi madre frunciendo el ceño.

"Una hora es tiempo de sobra," dijo Alice, sonriendo.

"Emmett, Rose, tengo que pediros un favor," dijo mi madre dulcemente. "¿Os importaría ser Santa y la Sra. Claus este año? A Carlisle y a mí nos gustaría hacer de elfos, para variar."

"¡Demonios, claro!" gritó Emmett.

Rose le dio un golpe. "¡Cuida el lenguaje, Emmett! Nos encantaría, Esme."

"¡Perfecto!" mi madre puso las manos en uno de sus hombros. "Los disfraces ya están en vuestras habitaciones. ¡Alice tenía la sensación de que aceptaríais!"

"Bella," dijo Alice, acercándose a nosotros. "Deberías ponerte ese jersey verde que compramos el otro día. Ven a verme cuando te vistas y te haré algo especial en el pelo."

"Vale," contestó Bella.

Bella y yo subimos juntos las escaleras y entramos en mi habitación. Estaba nervioso porque todavía tenía que darle un regalo y no sabía como se lo tomaría después del regalo de Esme y Carlisle. Respiré hondo mientras la observaba recogiendo su ropa.

Se giró hacia mí y sonrió. "¿Qué tienes en mente?"

"¿Qué quieres decir?"

"No has suspirado así sólo por diversión. ¿Qué pasa?"

"Bueno..."

"Edward." Se puso las manos en las caderas e intentó mirarme severamente, pero estaba sonriendo.

"Estoy un poco nervioso. Tengo algo más para ti, pero me preocupa que no lo aceptes."

"¿Otro regalo? En serio, Edward, no necesitas hacer todo esto."

"Quería hacerlo, Bella."

"¿Alguna razón en particular por la que no lo tenías debajo del árbol con los otros?"

"Quería que tuvieras la posibilidad de no aceptarlo sin que lo supieran los demás. No quería que pasaras vergüenza."

"¡Oh, Edward!" se acercó a mí y me abrazó fuertemente. "Eres tan dulce y atento. Incluso si estás peloteándome para que acepte tu regalo."

"Prometo que cada palabra que he dicho es verdad."

"Bien, entonces," dijo, soltándome. "Veamos este regalo."

La cogí de la mano y la senté en la cama. Me senté a su lado y saqué una caja de debajo de mi almohada. "Vi esto y pensé que te gustaría tenerlo."

Cogió la caja y me miró escépticamente. Abrió la tapa y se quedó mirando el regalo fijamente, sin moverse ni hablar.

"Si no te gusta o es demasiado, puedo devolverlo."

Se giró y me agarró fuertemente del cuello. "Es precioso, Edward." Me soltó y me sonrió. "¿Me lo pones?"

Asentí, sonriendo. No podía creer que fuera a aceptar el regalo sin pelear. Saqué el collar de la caja. Tenía una esmeralda con un pequeño diamante encima. La cadena era de oro y muy femenina. Lo había visto en el centro comercial cuando fui a verla y pensé que quedaría perfecto contra su piel. Se levantó el pelo y se lo puso a un lado. Me incliné y la besé en el cuello. Dejó de respirar por un segundo y sonreí. Me emocionaba saber que yo le había causado esa reacción.

Le puse el collar alrededor del cuello. Cerré el broche y me aseguré de que estaba bien cerrado. La besé en el cuello otra vez. "¿Te gustaría mirarte en el espejo?"

Asintió y me cogió la mano, llevándome al cuarto de baño con ella. Se quedó mirando fijamente su reflejo y delicadamente se tocó el collar. "Edward, es tan bonito. Y pega con tus ojos."

Le sonreí, apretándomela contra el pecho. "Me alegro de que te guste, Bella."

Se giró en mis brazos y cogió mi cara entre sus manos. Me acercó un poco y me besó suavemente. Iba a levantar la cabeza, pero ella apretó más, presionando nuestros labios más firmemente. Si quería un beso de verdad, entonces la ayudaría con eso.

La levanté y la senté en el mostrador para que no tuviera que estar de puntillas. Me rodeó el cuello con los brazos y enredó los dedos en mi pelo mientras yo le lamía el labio inferior. Abrió la boca y nuestras lenguas se encontraron. Deslicé las manos debajo de su camiseta y las apoyé contra su espalda, apretándola contra mí. Finalmente tuvimos que parar para respirar pero cuando lo hicimos, los dos estábamos sonriendo como idiotas.

"Deberíamos arreglarnos ahora," dijo Bella, bajándose del mostrador. "Bueno, ¿a dónde vamos a ir?" pregunté mientras cogía su ropa de la cama.

"Cada Navidad, vamos al hospital como familia y damos regalos a los niños hospitalizados."

"¡Guau! ¿De verdad?" asentí. "Edward, tú y tu familia sois tan solidarioss. Es asombroso."

"Sólo intentamos devolver algo del amor y buena suerte que se nos ha dado."

Bella me rodeó el cuello con los brazos y me sonrió. "Claramente he estado sintiendo tu amor y disfrutando una muy buena suerte."

"Todavía tienen que pasar más cosas, preciosa. Te lo prometo." La besé suavemente. Planeaba hacer su vida tan feliz como pudiera.

Sonrió y me dio la espalda. "Lo mismo que ayer, Tutor-boy."

Sonreí mientras le levantaba la camiseta. Hoy podía desabrocharle el sujetador mucho más rápido y sin tantos nervios. Solté su camiseta y entró en el cuarto de baño. Escuché el agua correr un momento más tarde.

Estaba abrochándome mis vaqueros negros cuando escuché su voz salir del cuarto de baño. Abrí un poco la puerta. Estaba cantando en la ducha y sonaba precioso mientras rebotaba en los azulejos.

"… How you found something in me - That I never knew was there - But you uncovered it so easily - You turn me like the season - And I began to change - You wrapped your arms around me - Now I'll never be the same - That's how love works - That's how love moves…" (Faith Hill, That's How Love Moves)

Sonreí mientras cerraba la puerta, con cuidado de no hacer ruido. Me giré, y me encontré a Alice detrás de mí. Tenía las manos detrás de la espalda mientras se mecía sobre los talones. Tenía una sonrisa maligna en la cara.

"Alice."

"Edward."

"¿Por qué estás en mi habitación?"

"He venido para ver si Bella ya estaba lista para que le arreglara el pelo."

"Está en la ducha."

"Ya me he dado cuenta. Tiene una voz muy bonita."

"Fuera."

"Todavía no. ¿Qué planeas llevar con esos pantalones?" Fui a mi armario y saqué la camiseta gris que planeaba ponerme. "¡Absolutamente no!" gritó Alice. Entró en mi armario y sacó una camiseta color granate. "Te vas a poner esto. Puedes ponerte los botines ya que andaremos bastante."

"Gracias, gran genio de la moda."

"¡Sabes que te encanta! Haz que Bella venga a verme cuando salga."

"¿Alice?" dijo Bella. No me había dado cuenta de que ya había cortado el agua.

"¡Sí, Bella!" contestó Alice.

"Ven aquí, por favor. Edward, aléjate de la puerta," dijo Bella.

Alice me sacó la lengua y me fui hacia la cama. Me quité la camiseta y cogí la otra de la percha.

Me había duchado anoche después de que Bella dejara de hablar. Había tenido un sueño muy interesante sobre mí y después de eso tuve la necesidad de una ducha fría. Aunque no estaba mentalmente preparado para más, mi cuerpo tenía sus propias ideas. Ni incluso la que yo pensé que amaba me hizo sentir así. ¡Sólo Bella! Y era porque esta vez, la amaba realmente y ella me correspondía.

La puerta del cuarto de baño se abrió y Alice salió. Paró delante de mí y me indicó con el dedo que me agachara a su altura. "¿Cómo se ha quitado y puesto eso estos últimos días, Edward?" susurró Alice.

Tragué saliva, haciendo que la tintineante risa de Alice llenara la habitación.

Me dio unas palmaditas en el brazo. "Tu secreto está a salvo conmigo." Se rió otra vez y salió de mi habitación, cerrando la puerta tras ella.

Me puse la camiseta que Alice había elegido para mí. La puerta del baño se abrió otra vez y Bella salió, llevando un precioso jersey verde con cuello de pico. Su collar caía perfectamente sobre la línea de la camiseta. Estaba exquisita.

Me miró y sonrió. "Me gusta como te queda el color de esa camiseta, Edward. Va muy bien con tu pelo."

Me acerqué a ella y la besé suavemente. "Estás preciosa, Bella."

"Todavía no he terminado. Voy a ver a la genio de la peluquería." Bella pasó los dedos por mi pelo, apartándomelo de la ceja. Cerré los ojos, me encantaba esa sensación. "¿Ha intentado hacer algo con tu pelo?"

"Lo intentó, fracasó y se rindió," me reí por lo bajo.

"No importa. Me gusta tu pelo tal y como es. Me da muchas excusas para poder tocarlo."

"No necesitas excusas," suspiré, acercándomela por las caderas.

Su mano bajó a mi cara y paró en mi cuello. Lo besó dulcemente. "Ahora tengo que ir a ver a Alice."

La apreté más contra mí y apoyé la cabeza en la suya. "Un minuto más, por favor."

Suspiró y presionó las manos contra mi pecho. "Uno más." Pasó el minuto entero deslizando las manos por mi estómago y mi espalda. Fueron unos maravillosos sesenta segundos que pasaron demasiado rápido. Bella suspiró otra vez.

Abrí los ojos, le levanté la cabeza y la besé en los labios. "No dejes que Alice tarde mucho."

Se rió. "Como si tuviera ese tipo de control sobre ella. Tú eres el único bajo mi hechizo, Tutor-boy."

"No podría estar más de acuerdo." La besé otra vez y con reticencia la solté. Me sonrió dulcemente mientras salía de la habitación, cerrando la puerta.

Me dirigí al cuarto de baño y acabé de arreglarme. Cogí mi reloj de la cómoda y me dirigí al piso de abajo, mientras me lo abrochaba. Me encontré con Emmett y Jasper en la segunda planta, en la puerta de la habitación de Alice.

"¿Qué estáis haciendo?" pregunté.

"¡Calla!" dijo Emmett entre dientes. "Están hablando sobre nosotros y queremos enterarnos."

Me acerqué un poco más y les sonreí con malicia. "¿Qué están diciendo sobre vosotros?"

"Acaban de terminar de decir oohhh y aahhh por el anillo de Rose. Ahora están hablando sobre ti," dijo Jasper.

"¿Por qué las chicas sienten la necesidad de cotillear?" dije, pero me encontré acercándome más a la puerta.

La voz de Rose flotó a través de la puerta. "¿Qué le dijiste a Edward cuando viste el collar? ¿Está todavía vivo después de la reacción que tuviste con el regalo de Esme y Carlisle?"

"No recuerdo verlo entre los regalos que envolví," dijo Alice.

"No era parte de los regalos. Estaba en la habitación de Edward," contestó la suave voz de Bella. "¿Y por qué todo el mundo supone que voy a pegar a alguien?"

"¡Emmett!" Rose y Alice se rieron en voz baja.

"¡Edward se está convirtiendo en un astuto diablillo!" Alice se rió. "¡No puedo creer que consiguiera ocultármelo!"

"Unas cuantas de semanas contigo y pasa de ser un chico malhumorado a uno cursi y romántico," bromeó Rose.

"Realmente es dulce y muy cariñoso," dijo Bella.

"¿Has oído eso, Eddie?" Emmett se rió por lo bajo. "¡Eres dulce y cariñoso! Con azúcar y todo."

De broma le di un golpe en el brazo. Lo que hizo que sonriera más.

"Va con sus ojos perfectamente," dijo Alice.

"Creo que por eso lo compró," Bella se rió por lo bajo. "Como si necesitase otra razón para pensar en él. Todo lo que tengo que hacer es cerrar los ojos y allí está."

"Está muy enamorada de ti, Eddie," susurró Jasper.

"¡Jazz!" dijo Emmett. "Hermana pequeña," señaló la puerta. "Hermano mayor," se señalo a él mismo. "¿Recuerdas?"

"¡Calla! ¡Tú eres el que la magulló!" discutió Jasper.

Empecé a reírme de ellos.

La puerta se abrió de repente, revelando a una Rosalie muy enfadada. "¿Qué demonios os creéis que estáis haciendo?"

"Estoy intentando que estos dos bajen," dije rápidamente. Jasper y Emmett me miraron con furia. "Estaban escuchándoos hablar, chicas."

Alice y Bella aparecieron detrás de Rosalie. Rosalie respiró hondo y gritó, "¡ESME!"

Mi madre salió corriendo del estudio de Carlisle. "¿Qué pasa, Rose?"

Rose sonrió con malicia y se giró para mirar a mi madre. "Tu hijo y sus amigos estaban escuchándonos a escondidas."

"¡Yo no estaba metido en esto!" insistí.

"¡Sí lo estaba!" gritaron Emmett y Jasper. Se giraron hacia mí y sonrieron malignamente.

"Los tres, iros abajo en este instante. Hablaré con vosotros en un momento," ordenó mi madre.

"¡Santa tiene problemas!" cantó Bella. Las chicas y mi madre empezaron a reírse.

Bajamos las escaleras y nos sentamos en el sofá. Empezamos a darnos puñetazos en los hombros hasta que estábamos riéndonos.

"Acabamos de comportarnos como niños de instituto," Jasper se rió por lo bajo. "¿En qué estábamos pensando?"

"Bueno, ¿quién era el cerebro detrás de todo?" pregunté.

"¡Emmett!" dijo Jasper.

"Parecía seguro en ese momento," Emmett se encogió de hombros. "Pensé que podríamos oírlas acercarse a la puerta. No es mi culpa que alguien empezara a discutir conmigo. Deberías ser más cuidadoso con lo que dices sobre mi hermana,"

"Deberías darte cuenta de que es una mujer y no una niña pequeña," dijo Jasper.

"¡Lo estoy intentando!" dijo Emmett. "Prometí cuidar de ella y eso es todo lo que estoy haciendo.

"Emmett," dijo mi madre. Levantamos la mirada para verla delante de la televisión. "Puedes cuidad de Bella sin ser despótico."

"Sí, Esme," contestó Emmett.

"¿A quién le importaría explicar lo que acaba de pasar en el piso de arriba?" preguntó mi madre.

Emmett y Jasper me señalaron. Suspiré y puse los ojos en blanco, mirando a los dos cobardes.

"Estaba bajando las escaleras y vi a Santa y a su ayudante contra la puerta de Alice. Les pregunté lo que estaban haciendo y dijeron que las chicas estaban hablando sobre ellos. Estaba a punto de irme y hacer que vinieran conmigo cuando empezaron a discutir por un comentario que Jazz hizo sobre algo que Bella dijo."

"Es de muy mala educación escuchar una conversación que no está dirigida a ti," dijo mi madre. "Si las chicas querían que las oyeseis, la puerta hubiera estado abierta o lo habrían dicho delante de vosotros. Más vale que esto sólo pase una vez. Espero que los tres os disculpéis con las chicas cuando bajen."

"Sí, Esme," dijimos juntos.

Mi madre sonrió y se fue a la cocina.

Me giré hacia mis dos amigos. "¿Os habéis dado cuenta de que cada vez que estoy con vosotros, me meto en problemas por algo?"

"Si no fuera por nosotros," dijo Emmett, señalando entre Jasper y él. "Nunca te divertirías."

"¿Llamas diversión a que mi madre nos grite?" le acusé.

"Nop. Llamamos diversión a verte arrastrarte detrás de Bella." Jasper se rió por lo bajo.

"Todavía no veo como eso es divertido para mí," murmuré, cruzando los brazos.

"Jasper, no lo sabe. Todavía no la ha enfadado. ¡Dios! ¡No puedo creer que estoy a punto de explicar esto en referencia a mi propia hermana!" gimió Emmett.

Me giré para mirarle. Parecía seriamente irritado por lo que sea que estaba a punto de decir.

"Edward, una de las ventajas de enfadar a tu chica es el beso de reconciliación. Bella bajará, tú te comportarás de forma cursi y te arrastrarás y entonces te besará para dejarte saber que estás perdonado. Es un beso que vale la pena, confía en mí. Pero si es posible, no me hagas verlo," suplicó Emmett.

Parecía muy seguro de sus palabras. Jasper estaba asintiendo para mostrar que estaba de acuerdo. No entendía nada de esto. Sabía que amaban a Rose y a Alice más que su vida ¿por qué querrían enfadarlas? Me estaba empezando a sentir mal al pensar en la idea de que Bella estuviera verdaderamente enfadada conmigo. Sabía que todas las parejas discutían, pero las cosas eran todavía tan nuevas entre nosotros. No quería arruinarlas.

"Edward," dijo Bella, a mi lado.

Salté un poco porque había estado perdido en mis pensamientos. Emmett y Jasper se rieron de mí. Levanté la mirada para ver la cara de Bella. Estaba manteniendo la cara inexpresiva a propósito. Extendió la mano y se la cogí. Me llevó a la habitación donde estaba mi piano.

Paró y se giró hacia mí. "¿Estabas con esos tontos?"

"No a propósito. Realmente estaba intentando que bajaran. Pero entones escuché a Rosalie preguntarte por el collar y supongo que quería asegurarme de que te gustaba de verdad."

"Edward, te dije que me gustaba. Te dije que nunca te mentiría."

"Lo siento, Bella."

"Lo sé. Es difícil resistirse a Emmett cuando te mete en uno de sus planes. Yo he estado metida en algunos. Sólo intenta quedarte con los que no invadan la privacidad de los demás. ¿De acuerdo?"

"Haré todo lo que pueda," prometí.

Bella me rodeó el cuello con los brazos y enredó los dedos en mi pelo. Me bajó la cara y presionó nuestros labios. Me lamió el labio inferior y abrí la boca alegremente. La dejé controlar el beso y fue una de esas elecciones que cambiaron mi mundo. ¡Esta mujer estaba besándome y probablemente era el mejor beso de mi vida! No entendía como había tenido tanta suerte, pero haría todo lo que pudiera para no darlo por hecho.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

qee ermOosoo me enkantaaa

haaaaaaaaaaaaaaaa

sii son muii pillos pero ese
beso de reconsiiliacion ^^ vale la pena
jajajajaj

isabella^^

diana dijo...

sisisissi !!!! es hermosooooooooo!!! me encnataaaaaaaaaaaaa