Destino

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Capitulo 21
Noche mágica

Bella

Corrimos como locos y riendo hasta el coche, nos subimos, terminamos nuestros helados, y salimos de allí con rumbo desconocido para mí, la tarde había sido única, había dejado todos mis prejuicios en alguna parte entre el Loft de Edward y el hotel, cada vez me sentía más a gusto y feliz, este niño me hacía sentir como nadie lo había hecho, no porque él era joven y yo madura, no, eran sensaciones, sentimientos más allá de lo erótico, que no había experimentado nunca, aunque pensándolo bien en lo sexual, quizás yo era más desinhibida por mi edad y disfrutaba plenamente de mi sexualidad, sin penas ni tabúes, pero eso solo ayudaba; el despertaba otras sensaciones desconocidas para mí.

Ansiaba su contacto, su roce, sus besos, aunque Edward estaba un poco dudoso de mí, lo sentía y lo leía en sus reacciones, por momentos se contenía de hacer y decir lo que sentía, iba a darle la seguridad de que quería estar con él, y ya había comenzado, besándolo en público, abrazándolo, tomando su mano, si a él no le importaba su imagen, ni la habladurías, el que era una figura pública, que habría de importarme a mí, esta sensación de plenitud y euforia que tenia, no me permitía analizar con cabeza fría, igual ya no quería, no hoy por lo menos, quería olvidarme de todo el mundo, solo él y yo en el universo. Mi primera cita en casi 10 años, deseaba disfrutarla al máximo y sin interrupciones. Tome la revista y la guarde en el bolso, olvidando el tema hasta mañana quizás, si el todavía quería estar conmigo mañana.

Tomamos la carretera hacia las afueras de la ciudad, al acercarnos a una de las colinas aledañas, tomo un camino alterno.

Edward, ¿A dónde vamos? _le pregunte_

Ya lo veras, confía en mi _me respondió_

Si no confiara en ti, no estaría aquí _le dije_ pero me gustaría que tu confiaras mas en mi y un poco más en ti _finalice_

Me miro extrañado, quiso preguntar, pero en ese momento llegamos a la portería del lugar al que íbamos, le entregaron un ticket de parqueo, llegamos al estacionamiento y nos bajamos, el lugar era inmenso, tenía una gran cúpula.

Edward ya me puedes decir que es este sitio_ le dije_

Es el Observatorio Griffith, venimos a tocar el cielo y las estrellas _me dijo tomando mi mano_

Entramos, pasamos por grandes salones y llegamos a una sala de proyecciones, nos ubicamos en unas sillas en las que casi estábamos acostados, mirando hacia el techo del lugar y al cabo de 3 minutos se inicio una proyección de las estrellas, era hermoso, era como si flotáramos entre ellas y pudiéramos tocarlas, mire a Edward estaba realmente como un ángel, la luz de las estrellas se reflejaba en su hermoso rostro; el no miraba las estrellas si no a mí, le sonreí acercándome lentamente y lo bese, tenía en mi esa sensación de plenitud que se siente al estar eufórico de felicidad, que por cierto la había sentido solo dos veces en mi vida, hoy con Edward y el día que compre mi hacienda, no había comparación entre las dos situaciones, pero era lo más parecido a lo que se sentía pero multiplicado por mil; me devolvió el beso con necesidad, yo se lo devolví ansiosa de él.

La proyección terminó, salimos a la tienda de suvenir, Edward se acerco al dependiente, este lo reconoció y lo ayudo a escoger algo que buscaba, yo estaba mirando todos los estantes y leyendo los libros sobre las estrellas, constelaciones y su historia.

Edward rodeo mi cintura y me beso la mejilla, bajando sus manos por mis brazos hasta alcanzar mis manos, me hizo girar a él y tomo mis manos.

Préstame tu pulsera _dijo mientras acercaba mi mano a la suya_ espérame aquí

Me la quito y la llevo donde el dependiente, regreso con ella nuevamente y tomo mi mano para colocarla, primero beso el pliegue interno de mi muñeca, mirándolo intensamente para después cerrar la pulsera a su alrededor y me entrego un sobre impreso lleno de estrellas.

Ábrelo _me ordeno_

Abrí el sobre y encontré un certificado de propiedad, donde yo era la única dueña de una estrella, estaban sus coordenadas y el nombre de la estrella, Bella star see.

Edward, gracias esto es demasiado, es lo más hermoso que alguien ha hecho por mi _le dije, con mis ojos inundados de lágrimas y una sonrisa amplia en mis labios; nadie había hecho algo tan romántico por mi nunca, me arroje a él abrazándolo fuertemente_

Bella, todavía no me des las gracias, todavía debes verla, quizás no te guste _me dijo_

Edward, todo lo que me has dado hasta a hora me gusta, no creo que esto sea la excepción _le dije, mientras el limpiaba una lagrima que escurría por mi mejilla_

Vamos a verla _me dijo, halándome a donde el dependiente_

El muchacho nos acerco a un telescopio en la parte alta de la tienda de suvenir, ajustándolo a las coordenadas exactas de mi estrella, la mire extasiada y Edward sonreía a mi lado, con sus dedos entrelazados con los míos.

Bella, ¿te gustó? _me pregunto_

Si, muchísimo, gracias _le respondí_

Bella _ dijo y alzo mi mano hasta la altura de mi vista, rodo la pulsera y tomo un dije que no estaba allí antes_ esta es tu estrella, no necesitas tener un telescopio para verla ya sea de día o de noche _finalizo

Era un hermoso dije de una piedra en forma de estrella que daba destellos multicolor.

Bésame _le dije_

Me beso con tanta desesperación, que me asusto la reacción de mi cuerpo, miles de corrientes eléctricas atravesaron mi espalda, mi nuca, mi vientre, recorriendo cada rincón a través de mis terminaciones nerviosas; el calor de sus manos en mi cuello y mi espalda quemaba mi piel, así que me deje llevar y le respondí con la misma intensidad que me brindo.

Salimos hacia una terraza exterior que tenía una vista inigualable de la ciudad, nos sentamos en un banco mirando las luces de la ciudad y el hermoso cielo despejado y estrellado, en espera de los juegos pirotécnicos de celebración del 4 de julio.

Me acerque a él y lo bese, esas esmeraldas me veían, más brillantes de lo que ya eran, tenía mis manos entre las suyas y las besaba alternadamente, olía mi cuello, mis muñecas.

Tu olor me encanta, es tan tuyo, único como todo lo que viene de ti _dijo a mi oído_

Bella, que significan esos símbolos en tu muñeca _dijo refiriéndose a mi tatuaje, acariciando con su dedo los símbolos en el pliegue interno de mi muñeca_

Este es soñar y este es creer _le señale_ es chino tradicional.

Cuando los hiciste _pregunto_

Recién inicie la universidad, siempre soñé con estudiar en Inglaterra y mi sueño se hizo realidad, porque creí en ello y luego los retoque cuando comencé a escribir después de divorciarme _dije_

Y por que los retocaste _pregunto_

Para remarcar en mi cuerpo, mi corazón, mi mente que ese, era y seria de ahora en adelante mi forma de vida _dije_ siempre soñé con escribir, imaginar, crear y creí al ver mis cuentos y libros hechos una realidad.

Me gusta tu tenacidad, a pesar de todo lo que has pasado, Bella, eres una mujer excepcional, única e increíblemente interesante y enigmática.

Bella, me gustaría que me explicaras lo que dijiste en el coche, de que confiara un poco en ti y más en mi _me dijo_

Si, Edward, es que siento que no crees en mí, es decir en lo que siento cuando estoy cerca de ti, en lo que despiertas en mi, esto que ha pasado no es planeado; si, no te voy a negar que hay en mi cierta reticencia por mi edad _lo vi con cara de te voy a interrumpir_ espera déjame terminar, pero eso no ha impedido, que vaya a estar contigo mientras se pueda, voy a olvidar mi edad lo mas que pueda, lo que estoy sintiendo ahora, lo que sentí ayer, nunca lo había sentido, he descubierto contigo nuevas sensaciones que hasta hoy desconocía y no quiero estropear lo bien que nos sentimos, lo feliz y renovada que me siento, cuando me miras, me tocas, me besas y te prometo que voy a dejar las prevenciones y las trabas a un lado, porque en tan poco tiempo, significas mucho para mí.

Bella, es que no quiero asustarte o ahuyentarte, tú tienes, bueno tenias tus prevenciones y no quiero presionarte a que estés conmigo, demostrarte lo que siento en público, pienso que quizás me vayas a rechazar o te avergüences de estar conmigo _dijo apesadumbrado_

Edward, nunca te cohíbas de decirme o hacer lo que sientas en el fondo de tu corazón; hoy me he prometido a mí, ser feliz y hacer feliz, a quien me hace feliz; es redundante lo sé, pero es lo que quiero hacer y tú me haces feliz, tus detalles hacia mí, han calado en mi alma tan profundo, como nadie lo ha hecho _le dije_ y jamás pienses en que me avergonzare de estar contigo, todo lo contrario, me siento especial porque tu quieres estar conmigo.

Bella, me estás dando permiso para demostrarte que no estoy jugando contigo, no estoy tomando esto como una aventura, ni una novedad, me gustas mucho, ante mis ojos no hay edad, solo una hermosa mujer que me ha cautivado, desde el primer momento que escuche su voz, una mujer que no me ha dejado sacarla de mi mente ni un instante, una mujer que me tiene prendado de ella, que ni yo mismo llego a imaginarme cuanto; esto que estoy sintiendo no me había pasado antes y quiero vivirlo contigo y prometo ante este cielo y estas estrellas que no me voy a callar lo que pienso, lo que siento y voy a hacer lo que sea, que brote de mi corazón para demostrarte que soy digno de estar a tu lado.

Yo, soy quien no es digna de ti _le dije_ hay mejores mujeres que yo, jóvenes y hermosas, sin problemas, ni pasado y decididas a tenerte; pero con ninguna vas a pasarla mejor que conmigo _le guiñe el ojo pícaramente_ y a demás soy egoísta y te quiero mío.

Edward sonrió ampliamente, se levanto de la banca y se acomodo nuevamente a horcajadas en ella, atrayéndome a su pecho, me sentí protegida, necesitada y amada. Pero que locuras estaba pensando Edward no me podía amar, era muy poco tiempo, pero había en mí, esa ilusión, estaba siendo incoherente con mi cordura, pero lo deseaba, aunque fuera de manera inconsciente.

De pronto el cielo se ilumino con miles de colores y destellos, las luces pirotécnicas centelleaban sin cesar alumbrando el horizonte, celebrando la independencia y la libertad, como yo le había dicho a Edward, haciendo de esta la noche más mágica de toda mi vida.

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Capitulo 22

Despertar

Edward.

Salimos del observatorio, Bella conducía, yo le daba las instrucciones cuando ella no recordaba el camino.

Bella, quiero…. _ le dije dubitativo_

No sabía cómo pedirle, como decirle.

Edward prometiste no dudar _me dijo_

Si, lo siento, es que no sé cómo decirte que…. No estoy listo para alejarme de ti, me encantaría pasar la noche contigo _le dije nervioso ante su posible respuesta_

Me alegra saberlo, yo no te iba a dejar en tu casa, mi destino es el hotel, te quiero a mi lado, tampoco estoy lista para alejarme _me respondió, tomando mi mano y colocándola en su regazo_

El calor proveniente de su centro, emanaba cerca de mi mano, instintivamente me acerque a él, rozándolo, su mirada brilló, sin apartar los ojos de la carretera, pude ver en ellos pasión, lujuria, sin pensarlo acerque más mi mano y la toque sin duda, gimió ante la sensación.

Me gusta _dijo roncamente_

Quiero tocarte, acariciarte _le dije_

Hazlo, solo no me hagas chocar con un árbol o salirme del camino _dijo pícaramente_

Solo te hare tocar el cielo _le respondí ronco del deseo_

Me acerque a ella, girándome para tomar el botón de sus vaqueros, lo abrí fácilmente y baje la cremallera, vi tensar sus pezones a través de su playera blanca, haciéndola ver más oscura en esos puntos, los roce con mi mano y los apreté con los dedos, la hice arquear su espalda para soltar el broche de su brasier, Bella me ayudo a sacarlo separándose de la silla, metí mi mano bajo su playera y toque sus hermosos senos sintiéndola jadear ante mi contacto, estaba muy caliente.

Puedes manejar con una mano _le pregunte_

Si, solo la necesito en curvas pronunciadas _dijo pícaramente_

Ella bajo su brazo derecho del volante permitiendo que me acercara y alzara la playera para lamer sus senos, sus gemidos eran deliciosos, música para mis oídos.

Trata de levantarte un poco _le dije_ necesito aflojar un poco los vaqueros.

Ella me obedeció sin hablar, los hale un poco hacia abajo, no quería desnudarla del todo, quizás nos detenía la policía y no queríamos detención por espectáculos obscenos en lugares públicos, seguí lamiendo sus senos y fui bajando mi mano por su vientre hasta tocar sus bragas de encaje, la retire e introduje mi mano, instintivamente Bella abrió sus piernas, dándome la bienvenida, hice círculos en su clítoris, lo sentí palpitar ante el roce, gimió para mí.

Dime que te gusta, Bella _le ordene_

Me gusta Edward _me contesto con dificultad_

Sentí mi miembro crecer, ante esa respuesta, pero solo se trataba de ella, complacerla y que sintiera cuanto la deseaba y la amaba.

Edward por favor _me dijo_

Que quieres Bella _le dije_ dímelo.

Quiero tus dedos dentro de mí, quiero que entres y salgas, y roces mi clítoris, por favor Edward, lo necesito.

Introduje mi dedo, suavemente, disfrutando de su humedad y su calor, y con otro rozaba su hinchado clítoris.

Estas tan mojada, para quien Bella _le pregunte_

Para ti… y por ti _me dijo_ me excitas tanto…. solo con…. oír tu voz ronca de deseo, lo logras.

Tu forma de… hacerme tuya, me está… volviendo adicta _me dijo entre jadeos_

Edward, ahhh, Edward, ya no….

Mi nombre en sus labios, por lo que yo le hacía sentir, estaba a punto yo de tener un orgasmo sin siquiera un roce de mi Bella, solo por oírla decirme lo que quería, como le gustaba, Bella estaba tatuando su nombre en mi piel, su voz en mi cerebro, su sabor, su olor, su suavidad en mi sentidos, ya no me podría conformar con menos que ella, no quería mas si no a ella y la tendría como diera lugar.

La sentí apretarse en mis dedos, sus piernas se aflojaron bajando la velocidad, estaba a punto de alcanzar el orgasmo.

Oríllate, allí, apaga el coche y las luces _le ordene_

Resguardo el coche entre unos matorrales cerca a la berma.

Me ayudo a bajar sus vaqueros hasta los tobillos, rodo hacia atrás el asiento y me abrió espacio suficiente para degustar su miel, el roce de mi lengua la hizo gritar.

Edward, me estas torturando, rápido, mete tus dedos y sigue lamiendo mi clítoris _dijo presa del desespero_

Edward más rápido, más profundo, mas fuerte _dijo moviéndose, al compas de mis dedos y mi lengua_

Me moví más rápido rozando fuertemente sus paredes vaginales con dos dedos y mordiendo levemente su clítoris.

Así, si, un poco mas _ su mano, la que no aferraba el volante con fuerza, rodo de mi cabello, a mis pantalones.

Abrió el botón, bajo la cremallera _sin dejar de moverse en mi lengua y mis dedos_

Ya voy a llegar _me dijo_

Bájate los pantalones _me ordeno _ rueda la silla

Saque mi mano de su centro caliente y húmedo, sin dejar de chupar y morder su punto sensible, gritaba mí nombre.

Túmbate _me dijo_

Se saco una pierna de los vaqueros, mientras yo la veía, metió su mano en sus pliegues vaginales acariciándose ella misma, ante mis ojos, era endemoniadamente sexy, eso me endureció mas, haciéndome crecer más, se subió a horcajadas de mi, acomodo mi erección en su entrada y se dejo caer con fuerza, dos estocadas y la vi llegar al orgasmo, temblar y contraerse a mi alrededor, sin despegar sus ojos de mi.

Mírame Edward, esto es lo que quieres de mi _me pregunto-

Esto y más _le conteste_ lo quiero todo.

Yo quiero más de ti, quiero tu orgasmo Edward, sin descanso, derrámate en mi, márcame, por favor _dijo jadeante_

Lleve mis manos a sus caderas y mis labios a sus redondeados y firmes senos, los lamia como si en ello se me fuera la vida, conduje sus movimientos y el ritmo con mis manos, ella me montaba, como cabalgando uno de sus caballos a la orilla del mar, lo disfrutaba plenamente, sonreía cada vez que se dejaba caer fuertemente en mi erección provocándome gemir de pasión.

Bella, voy a correrme… _le dije jadeante_

Soy tuya Edward, hazlo te necesito en mi _me respondió, con una sonrisa de satisfacción_ voy a llegar contigo _finalizo_

Llegamos al éxtasis, juntos, mirándonos fijamente, sin perdernos ni un solo segundo de nuestros gestos, gemidos y reacciones.

Bella, estoy loco por ti, me tienes desesperado, me gustas tanto _le dije besando intermitentemente su cuello_

Y tú a mi Edward, esto no es normal, por lo menos no en mi, nunca me había pasado _me regreso_

Se bajo de mí sonriendo, se calzo los vaqueros y se acomodo la ropa, yo hice lo mismo y la ayude a organizar las sillas de la camioneta.

Vamos, antes de que lleguen a detenernos _dijo riendo_

Encendió el coche y volvió a la carretera.

Una vez en el hotel, llegamos a la habitación, nos duchamos y nos acostamos.

Edward _comenzó a hablar titubeante_ antes fui tan controlada, nunca hice nada espontáneo, siempre tuve que demostrar mas recato y seriedad de la que tenia, siempre tuve que ser una dama, nunca disfrute de mi juventud con locuras y sin reparos entre lo que quería y debía, pero solo ahora me doy cuenta de eso, me cohibí de mucho por elección, decidí ser la digna esposa de, y no la chica, la mujer o la amante de. Hoy creo ser, lo que quiero ser, o como debí ser, quizás es un poco tarde, pero me visto como quiero, llevo mi cabello como quiero, hablo con quien quiero, decido en mi vida lo que quiero, amo y me entrego a quien quiero, siento y anhelo lo que quiero.

Que anhelas y quieres, Bella; me gustaría ayudarte a conseguirlo _le dije seguro de ayudarla_

Ya lo tengo y ya me has ayudado a conseguirlo _me devolvió_

¿Qué es? _Le pregunte sin entender a que se refería_

A ti _me dijo_

Se abrazo fuertemente a mí, sentí estar en el edén, Bella me quería y la ayudaría a amarme, se lo debía, quería que fuese inmensamente feliz como ella me estaba haciendo a mí y que viviera conmigo todo lo que no pudo.

Bella se veía tan placida durmiendo, no quise despertarla, me coloque mis vaqueros y salí de la habitación, vi su laptop en la mesa del café, la encendí, tome la Nikon y decidí bajar las fotos a un archivo, inserte la memoria y las fui organizando y viendo una a una, definitivamente era una hermosa mujer, ella no se veía a si misma como debía ser, de verdad que sin proponérselo, de la manera más natural ella pasaría por una modelo de portada o pasarela, estaba maravillado con ella y con las fotografías que había tomado, realmente eran arte, bellísimas, pensé en enviárselas a un amigo que tenía una galería, así que las guarde en un archivo en mi BB, una vez que termine, vi la carpeta de imágenes y decidí abrir, la que decía los Ángeles, estaban todas las fotos que había tomado desde que llego a L.A, encontré la foto que pedí se tomara en el muelle, era una hermosa toma, la quería de fondo de pantalla de mi móvil y la pase por bluetooth, que también había quedado en la mesa de café, junto a los de ella, mire sus móviles encendiendo su pantalla, el Blackberry tenia de fondo de pantalla una fotografía de dos hermosos caballos, uno negro y uno blanco trotando libres a orillas del mar, esos debían ser sol y luna, y el iphone tenia la misma foto del muelle que yo le había pedido. Después de fijarme en las imágenes, vi que había 10 llamadas perdidas en el iphone y muchos mensajes de correo y msn BB en el otro. Por mi parte tenía 15 llamadas perdidas, entre mi manager, mi mama y un mensaje de voz; sentí una debilidad en mis piernas al escuchar su voz.

“hola Eddie, quería saludarte, saber cómo estabas y decirte que te extraño mucho, sé que no es el medio para decírtelo y que estoy rompiendo el trato, pero ya lo he pensado bien, no puedo soportar estar lejos de ti por más tiempo, te amo, no lo olvides, estaré en los Ángeles en un mes, llámame, quiero oír tu voz, te mando un beso; chao amor”

Ese mensaje me desestabilizo, que quería Jane, ¿por qué así?, ¿Por qué a hora?.

¿Edward? _me llamo Bella, asomándose fuera del dormitorio_

Buenos días preciosa _le dije_

Camino hacia mí, y se sentó en mi regazo, rodeando sus brazos en mi cuello, se veía tan sexy con esa pequeña pijama de encaje y seda.

Es el segundo mejor despertar que he tenido en años _me dijo al oído, besándolo_

Y cuál fue el primero _me pregunto_

Ayer, también a tu lado _me dijo, besando mi oreja_

Te pasa algo _me pregunto_

No, nada estaba pensando en Leah mi representante y mi mama, que estuvieron llamando ayer, hoy las llamo, para que traten de seguir controlando mi vida _le dije riendo_ y tu también tienes llamadas perdidas y mensajes _le dije queriendo borrarlos sin decirle nada_

¿De verdad? _pregunto_ no quiero saber, quizás más tarde, no quiero interrupciones, solo quiero estar contigo _finalizo, ante mi sorpresa_

Que hacías _me pregunto, levantándose de mi regazo, acercándose al teléfono y marcando el número del servicio de habitación, pidiendo el desayuno_

Bajando las fotos de ayer y reclamando la que me pertenece _le dije_

¿Cuál? _me pregunto _

La del muelle, de ahora en adelante será el fondo de pantalla de mi BB _le conteste_

En ese momento llamaron a la puerta, nos miramos extrañados de la rapidez del servicio de cuarto; Bella se levanto y venia a abrir la puerta, yo la detuve.

A donde crees que vas _le pregunte_

A abrir la puerta _me respondió_

Obvio _le dije_ pero es que no quiero que nadie te vea así, con esa pijama no dejas mucho a la imaginación y no quiero tener que partirle la cara a nadie por mirarte y desearte, eres solo mía.

Edward, está bien voy a buscar la levantadora, recibe el pedido _dijo y se encamino a la habitación, levantando la parte trasera de la pijama para mostrarme que no tenia bragas, giro su rostro hacia mí, rio descaradamente y me guiño un ojo_

Bella, no me provoques _le dije, riendo y abriendo la puerta_

Buenos días _dijo el hombre frente a mí, mirándome extrañado_

No era definitivamente, el servicio de habitación.

Buenos días _le respondí_

Esta no es la habitación de Isabella Swan _dijo mirando el numero en la puerta_

Si, es esta _le respondí, mientras el miraba mi torso desnudo y mis vaqueros a medio abotonar_

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Hola chicas, como lo prometi aki estan los dos capis de este fic, estare publicandolo asì hasta que termine. Con amor alejandra Rivas ;)

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