Bella
El ascensor se abrió y rápidamente me empujo hacia dentro, sus sucias manos me sostuvieron al cristal de las paredes internas, con un brazo me sostenía el pecho y llevo su otra mano a mi centro apretándolo sobre mi ropa, yo luchaba con mis manos para separarlo de mi, pero era inútil.
Yo te deseo, te quiero hacer mía….yo se que tu también lo quieres, te he visto mirarme y provocarme _me dijo con su voz distorsionada por la lujuria y su aliento lleno de alcohol_
Quería gritar, mi voz salía débil.
Edward _dije casi como un suspiro_
Apretó el botón de la azotea, cuando la puerta estaba por cerrar, una mano la sostuvo, yo mire suplicante en espera de que alguien me ayudara, con mis ojos llenos de lágrimas, él ni siquiera se percato, que habían detenido el ascensor.
Suéltala…. Quita tus asquerosas manos de ella _grito Edward al ver mi mirada suplicante_
Lo tomo por el cuello de la camisa y lo halo, separándolo de mí bruscamente, Edward lo superaba en altura considerablemente.
No le vuelvas a poner las manos encima a mi mujer, miserable _le dijo a la vez que le propinaba un fuerte golpe en la cara, fracturándole la nariz y tumbándolo al piso fuera del ascensor, sangrando_
Edward se acerco a él levantándolo, lo agarro por la camisa, yo salí del ascensor y lo hale.
Edward no, él no lo merece esta borracho, piensa en tu carrera y los medios, ambos estamos comenzando una nueva vida y no es la mejor forma de iniciarla _le dije tratando de razonar con él_
Amor, es que este rufián, poco hombre como se atrevió a tocarte, se merece que lo acabe y lo entregue a las autoridades _me dijo mirándolo con odio_
Mi amor suéltalo por favor, déjalo ir _le dije asustada de su reacción_ no lo merece, piensa en nosotros.
Lo voy a hacer por ti amor _me dijo_
Pero tu _le dijo mirándolo fijamente_ te quiero lejos de mi mujer, porque no respondo la próxima vez, no me va importar nada, te lo juro, ni las suplicas de ella, ella está prohibida para ti, así que mejor no te cruces en su camino y mucho menos en el mío.
El solo asintió con su cabeza, no pronuncio ni una sola palabra en todo esto, solo trataba de controlar el sangrado de su nariz, Edward lo soltó y este se fue corriendo, desapareciendo de nuestra vista, Edward se giro a mí, me abrazo protectoramente y beso mi cabello.
Lo siento amor _me dijo_ no quería dejarte sola.
Edward, lo siento tanto, no quería que esto hubiera pasado _le aclare_
No hermosa, tú no tienes la culpa, ese tipo la tiene _me regreso, limpiando mis lágrimas y tomándome con sus manos por las mejillas_
Te amo _le dije_
Y yo a ti amor, no te haces ni la mínima idea de cuánto, cuando lo vi cerca de ti y tu rostro de angustia, lo quise matar, Bella te estaba haciendo daño y eso no se lo permitiré a nadie, cueste lo que me cueste, no me importa nada en este mundo, solo tú, que estés bien y que seas feliz _finalizo mirándome directamente a los ojos_
Edward, si no hubieras llegado, que hubiese sido de mí, me iba a llevar a la azotea _le dije, el bajo sus manos y las cerro en puños, en sus ojos brillaba la ira_
Quien era ese tipo _me pregunto_
El trabaja aquí en el hotel, se llama Mike, es el chofer de la sub que hace los recorridos del aeropuerto y los tours por la ciudad _le dije_
Y ¿ya antes había pasado algo así? _me cuestiono mirándome a los ojos_
No de esta manera, pero lo había visto espiarme, desde el jardín a altas horas de la madrugada, y el día que nos encontramos en el club, el se empecino en llevarme, pero me le escape en un taxi, no me gustaba su forma lasciva de mirarme, pero nunca imagine que llegaría tan lejos _le respondí_
Vamos, salgamos quiero despejarme, distráeme Bella por favor _ me dijo_
Vamos bajemos, yo también necesito salir de aquí _le dije_
Tomamos el Nova y fuimos directo a Santa Mónica al loft, Edward quería cambiarse de ropa, yo decidí esperarlo en el balcón de la sala de estar, que daba directo al mar, necesitaba aire fresco y salado para recobrar la calma, cerré mis ojos y aspire profundo, me sentía en mi mar, mi hermoso Caribe Colombiano, ese lugar que me llenaba de paz, donde mi vida se había tranquilizado hasta entrar casi en un letargo, tan vacio y solo, que solo era avivado por la fantasía de mis letras. De pronto el aire se mezclo con un aroma, su perfume Lacoste Essential, lo sabía porque lo había visto y olfateado en la encimera del baño, su loción after shave de la misma marca, el olor de su piel, el de su aliento entre cigarrillo y menta, este niño abría mis sentidos de una manera inexplicable, haciéndome descubrir los olores, cual invidente para poder reconocerlo sin verlo y para que mi mente los tatuara para recordarlo en caso de no tenerlo; entonces me di cuenta que ni la sensación de mi mar y su olor, ni cabalgar a mi luna y mi sol, me daban la calma que me daba él y todo lo suyo, su voz, su olor, su rostro, su sonrisa, sus caricias y su forma de poseerme, de hacerme el amor; definitivamente el era mi mejor antidepresivo, mi droga, mi relajante.
Hola amor, como te sientes _me pregunto abrazándome por la espalda_
Ya calmada y todo te lo debo a ti _le conteste_ ya llamaste a Leah _le pregunte_
Amor, para mí, protegerte es lo más importante _me contesto, sonriente_ y no, la voy a llamar ahora.
Tomo su Blackberry y marco el número, después de explicarle que estaba en los Ángeles, y que se estaba tomando unas pequeñas vacaciones de ella, se pusieron de acuerdo en algunos asuntos y citas y salimos.
Bella, te gustaría almorzar con Leah _me pregunto bajando por el ascensor_ le hable de ti y esta súper intrigada y quiere conocerte.
Amor, yo voy donde tú me quieras llevar _le dije_ pero procura que sea algo informal, mira mi ropa _le mostré_
Me había vestido con un enterizo straples y short, color nude, con unas sandalias en plataforma café, con un cinturón trenzado a la cadera y su bolso a juego. Edward se veía como un modelo de Calvin Klein, traía unos vaqueros negros, una playera blanca de cuello v y mangas cortas que se pegaba a sus musculosos brazos, y unos Nike negros, su cabello como siempre indomable, esa era su marca, junto a su sonrisa torcida y sus hermosos ojos de esmeraldas definitivamente.
¿Por qué me miras así? _me pregunto_
Estas hermoso _le dije, y me regalo su hermosa sonrisa torcida, con ese gesto de ¿Que? _
Hermosa tú, no te lo había dicho, pero ese conjuntito te queda….. como para arrancártelo ¬_me regreso_
Tomo su teléfono y cito a Leah en un restaurante en west Hollywood, tomamos el Nova, y nos dirigimos hacia allá.
Edward, no quiero quedarme una noche más en el hotel nuevamente, quiero buscar otro o rentar un departamento, no sé, pero no quiero quedarme otro día allí, el servicio es excelente y es hermoso, pero con ese tipo ahí, no quiero ni pensarlo _le dije mientras el conducía_
Estamos de acuerdo en eso, almorcemos y regresamos al hotel, recogemos tus cosas y ya veremos ok _me respondió_
Leah era una hermosa trigueña, tipo modelo, de cabello negro con corte moderno hasta los hombros, ojos negros y profundos, muy trendy y agradable; Edward la definía como una bruja, manipuladora y esclavista, obviamente era en broma y súper exagerado, de todas maneras era su manager y era su deber hacer citas, compromisos y hacérselos cumplir; en realidad eran grandes amigos y se sentían muy a gusto juntos. Nos caímos muy bien, era muy buena conversadora y se ofreció para manejar mi carrera de actriz, cosa que amablemente rechace, pasamos una tarde especial y nos olvidamos de lo sucedido en el hotel, salimos después que Leah y yo intercambiáramos números móviles y pins y le entregara un par de libretos para leer Edward, a ver si le gustaban o no y él le enviara unos archivos por bluetooth al móvil de ella.
Leah, ya sabes necesito que los lleves a imprimir donde un profesional y los lleves a los sitios que te dije, donde Sam y Jared _le dijo_
Si Edward, no te preocupes, tu conoces lo exigente y estricta que soy con estas cosas _le regreso_
Si lo se, por eso confío en ti y te quiero _le dijo sonriéndole, pasándole el brazo por los hombros y besando su mejilla_
Adulador _le contesto Leah_ no te dejes convencer tan fácil _me dijo Leah_
Bella, de verdad ha sido todo un placer conocerte, espero podamos vernos mas seguido y ya sabes hacer cosas de chicas sin este pesado _me dijo_
Seguro Leah, llámame y podemos ir de compra, creo que haríamos un buen equipo en eso _le dije, ya que yo había elogiado sus zapatos y ella mi conjunto y mi bolso_
Seguro, planeemos para el jueves te parece _me dijo_
Si claro, me confirmas la hora y vamos a acabar con todas las tiendas _le respondí_
Perfecto, quedamos así _ nos despedimos_
Salimos de allí, al atardecer directo al hotel, nos acercamos a recepción y anuncie mi salida del hotel y pedimos ayuda de una camarera para empacar todo mi equipaje, al cabo de una hora ya habíamos terminado y estábamos subiendo las maletas al Nova. Edward conducía hacia la avenida.
Edward a que hotel me vas a llevar, que este cerca la verdad es que no quiero irme muy lejos de acá ¬_le dije¬_
No te preocupes vas al mejor hotel del mundo _me dijo_
La verdad espero que tengas razón, debo comenzar hoy mismo con la corrección del libro y necesito tranquilidad para ello _le comente_
Así será amor, confía en mi _finalizo_
En ese momento me distraje, leyendo los mensajes en mi BB, ya estaba cargada la batería y ahora si podía contestarlos, encontré el de Rose invitándome al bautizo, le respondí que iría acompañada que si no había problema, y me dijo que no que estaba ansiosa de conocer a quien llevaba, le respondí a Alice preguntándome si me había llegado el archivo y yo le conté lo sucedido con Mike y que no había podido leerlo porque me estaba cambiando de hotel. Encontré un mensaje de Jake, estaba a punto de contestarlo y en ese momento Edward freno el automóvil.
Llegamos _me dijo, sacándome de los mensajes_
Al alzar la mirada me encontré en el estacionamiento de su edificio.
Edward aquí es tu loft _le dije_
Si, cierto _me dijo_ es el mejor hotel que vas a conseguir _finalizo_
Pero Edward ….._trate de hablar_
Me beso interrumpiendo mi frase.
Te amo Bella, por favor quédate conmigo, quiero que vivas conmigo, si por favor -me dijo con una mirada tan ilusionada_
Yo no lo había pensado, ni imaginado, pero en realidad me encantaba la idea de esperar el crepúsculo en su balcón o haciendo el amor con mi adonis y dormir abrazada a mi ángel, todas las noches y recibir el alba con él a mi lado, lo amaba más de lo que yo misma creía, estaba jugando con fuego y me estaba calcinando.
Como negarme si lo que deseo es estar contigo cada segundo mientras pueda _le respondí_
No se diga más_ me alzo en brazos y dio vueltas conmigo_ no sabes lo feliz que me haces _finalizo_
Yo te amo, creo que todo esto es una locura, pero no tengo ganas de racionalizarlo, solo sé que pensar en estar lejos de ti me inquieta, me angustia _le dije_
Entonces no lo hagas, Bella, quédate siempre conmigo _me dijo sonriendo y casi convenciéndome, pero aun así yo sabía que la realidad en algún momento me iba a golpear_
Subimos mi equipaje, ya eran pasadas las 8 pm, llevamos todo a la habitación, el me ayudo a desempacar y me dio un lugar en su closet.
Edward tienes otra habitación, déjame a mí en la de huéspedes, no quiero incomodarte, sobre todo en el closet _le dije_
Amor, te convencí para que te quedes a vivir conmigo y crees que te voy a dejar dormir lejos de mí, estás loca _me dijo_ es que acaso no entiendes que te necesito para vivir, eres mi aire Bella, a hora tu eres mi vida y si es que quieres la otra habitación, yo me mudo contigo, o es que no quieres dormir conmigo _me pregunto_
Mi niño hermoso, te amo, no quiero separarme de ti ni un segundo, así que no se qué vas a hacer cuando tengas que grabar, tendrás que llevarme en la maleta _le dije_
Terminamos de acomodar, mis cosas en el baño y el closet, yo fui a preparar algo de cenar, si era que había algo en la heladera, encontré 2 Coca-colas light, un sixs pack de coronas extras, leche, galletas y cereal, así que serví un plato con galletas oreo y dos vasos de leche y los llevaba a la habitación, al entrar Edward no estaba, su ropa estaba sobre la cama y escuche la ducha, mi ángel bañándose, algo digno de ver, lo pensé un segundo, deje la bandeja en la mesa de noche, y me quite la ropa, entre desnuda al baño que tenia la puerta medio abierta, el no alcanzaba a verme el vapor había empañado la división de cristal, me acerque a él lo mas silenciosa que pude, entre a la ducha y lo abrace por la espalda. Lo sentí estremecerse.
Hola _le dije_
Hola Hermosa, que estabas haciendo _me pregunto_ ya te extrañaba.
Estaba tratando de preparar una cena decente _le dije_ obviamente, no encontré nada, así que traje solo galletas oreo y leche; mañana ya tenemos planes, ir al gimnasio y de compras_ finalice y el rio a carcajadas_
Amor, al gimnasio vamos cuando quieras, todos los días si gustas, pero no quiero que estés cocinando, estás de vacaciones recuerdas _me regreso_
Edward, a mi me encanta cocinar y quiero atenderte, no quiero que estemos en restaurante todos los días, y así podemos estar más tiempo aquí, haciendo…._le dije sugestivamente_ Nuestras respectivas labores, yo escribiendo y tu leyendo los libretos que te dio Leah.
Se giro, para encararse conmigo, al verme se quedo paralizado mirándome de pies a cabeza, con sus hermosos ojos esmeralda brillando.
Solo eso amor, no podemos hacer otras cosas más divertidas _me dijo_
Solo si te portas como niño bueno y haces tus tareas y me dejas hacer las mías _le dije juguetona, pasando mi dedo por sus abdominales_
Bella, me gustas tanto, eres perfecta, tu piel suave y nívea, las pecas en tu rostro hermoso, tus ojos ámbar y chocolate, tus senos, tu vientre plano, tu aroma a coco y vainilla, tu cabello brillante, sedoso y su aroma a fresias, tus labios…. _me dijo y se acerco a mí, besándome con pasión_ prometo portarme muy bien _me dijo sugerentemente_
Edward volvió a besarme y nuestras lenguas saboreaban nuestro interior, se acariciaban mutuamente, elevando la temperatura y necesidad de nuestros cuerpos, Edward acariciaba mis pezones endurecidos, se arrodillo ante mí, empujándome a la pared de azulejos, beso mis senos, mi vientre enviando centellas de lujuria por mi cuerpo, siguió bajando sus besos, hasta llegar a mi entre pierna, beso mi pubis y con una de sus manos abría mis pliegues, llegando a mi húmeda y caliente entrada, su dedo acariciaba mi clítoris mientras me penetraba con otro, me hacia gemir de pasión sus movimientos cadenciosos en mi, se lamia los labios y su mirada de goloso, ante un postre irresistible, tomo una de mis piernas y me hizo subirla a su hombro, quedando mi centro totalmente expuesto a merced de su lengua y dedos, mi ángel me acariciaba con éxtasis, con amor, pasión, lujuria, desespero y hambre haciéndome temblar, vibrar cada vez que su lengua lamia o mordía mi clítoris, cada vez que su lengua se hundía en mi entrada anhelante, cada vez que sus dedos entraban y salían de mi.
Edward ya no puedo más….. Me estas torturando…. Te necesito dentro de mi _le dije jadeante_
Chupo y mordió dos veces más y se levanto, buscando mi boca en forma desesperada, lleve mi mano a su erección, estaba realmente duro y grande para mí, lo apreté en mis manos.
Edward por favor…. _le dije_
Dímelo Bella _me respondió_
Entra en mí, te necesito _le dije_
Edward tomo mis nalgas y me alzo, yo entrelace mis piernas detrás de él, acomodo su erección en mi entrada y poco a poco me fue dejando caer en ella, recostándome a la pared de azulejos.
Me sientes Bella _dijo entrecortado de deseo_
Si amor, te siento profundo, eres único, te quiero duro y fuerte _le dije entre un jadeo_
Edward comenzó a moverse fuerte, mientras yo me sostenía de la ducha y la división del baño, no estaba siendo nada amable, me golpeaba contra la pared fuertemente, movido por su desesperante y aturdidor deseo, no sentía dolor alguno, solo una cosquilleo creciente y electrizante en mis entrañas que luchaba por explotar.
Bella, di que eres mi mujer, di que me amas, que solo yo te cojo como te gusta _me dijo con voz ronca_
Soy tu mujer Edward, soy tuya _le dije entrecortado_
Mi cuerpo solo te pertenece a ti Edward, haz conmigo y con él lo que quieras _le confesé_
Solo tu, solo tú, amor; te amo _le dije, llegando casi al clímax_
Bella, amor voy a llegar _me dijo_
Muévete amor, cógeme como sabes que me gusta, derrámate en mi _le susurre_
Llegue al éxtasis, en la siguiente estocada, y gemí su nombre ayudándolo a llegar dentro de mí, con desespero y ansias, apretaba mis músculos vaginales adrede a su alrededor para prolongar su placer y el mío, quedamos jadeantes y cansados, aunque mi ángel debía estar agotado el había hecho todo el trabajo, salió de mi y lo abrace, terminamos de ducharnos y salimos al dormitorio envueltos en batas de baño.
Bella te amo tanto, es difícil entender cuanto, hasta para mi propio raciocinio, no sé qué haría, si alguien te hiciera daño o me faltaras _me confeso, abrazándome por la espalda, hablando a mi oído_
Yo sé de que hablas amor, no logro entender la intensidad de las sensaciones que despiertas en mi, ni los sentimientos tan fuertes que tengo hacia ti, es incomprensible que en tan poco tiempo y con lo poco que nos conocemos esto sea tan fuerte, simplemente no se le puede aplicar lógica a lo mucho que te amo Edward _le dije_
Lo sé postrecito de coco _me dijo besando mi oreja_ solo amémonos, con la misma intensidad que sentimos, seamos felices Bella.
Si amor seamos felices _le dije pensando en cuánto duraría esta felicidad_
Cenamos las galletas con leche, nos cepillamos los dientes, lleve la bandeja al lava vajillas y nos acostamos a dormir, en la madrugada me desperté sobresaltada, había soñado con Jacob que me reclamaba ¿Por qué Bella?, ¿por qué me haces esto? Si yo te amo, sentí una punzada en el estomago, de esa que sientes cuando tienes ganas de llorar, me levante y fui hasta la cocina a tomar un vaso de agua; ya iba de vuelta al dormitorio cuando sentí el tono de mensaje del Blackberry de Edward que estaba en la sala de estar, al encender la pantalla la imagen que tenia me sorprendió, era yo en el muelle, el día que me regalo el Iphone, me gusto ver que se había tomado el trabajo de buscarla y subirla de wallpaper, este niño tenía detalles que hacía que volara de amor por él, valoraba cosas pequeñísimas y no olvidaba nada de lo que le interesaba, la luz de mensaje en espera llamo nuevamente mi atención, lo tome y abrí sin pensarlo, la aplicación de msn BB.
Te extraño mucho, me muero por sentir nuevamente como me acaricias, me besas, me haces el amor…… Te amo. Jane.
El leer este mensaje incremento la punzada en mi estomago que ya había olvidado al ver mi imagen en el BB de Edward, sentí un dolor intenso en el pecho, que se hacía cada vez más grande, las lagrimas comenzaron a brotar de mis ojos mientras releía una y otra vez el mensaje, como iba a competir con la juventud y la belleza de ella, era ella, la mujer de la que él había formado un lazo de dependencia tal, que significaba la vida para él, por la que había decidido vivir, para ella, por ella y con ella hasta el final de sus días, si Jane no hubiese dudado ni un segundo de su relación con Edward, el no estuviera aquí para mi, estuvieran viviendo juntos yo era solo una intrusa atravesándome en el camino de ambos, en su felicidad y no tenía derecho, yo ya había vivido mi vida, ya había pasado mi tiempo, ahora le tocaba a ellos, estaban comenzando la vida y debían estar juntos, en esos momentos me di cuenta que había un mensaje anterior.
“hola Eddie, quería saludarte, saber cómo estabas y decirte que te extraño mucho, sé que no es el medio para decírtelo y que estoy rompiendo el trato, pero ya lo he pensado bien, no puedo soportar estar lejos de ti por más tiempo, te amo, no lo olvides, estaré en los Ángeles en un mes, llámame, quiero oír tu voz, te mando un beso; chao amor”
Esa fecha, un mes, era solo ese el tiempo que tenia para disfrutar de él, tendría que irme y dejarlo para ella; necesitaba irme ahora mismo ya no podía con esto, debía alejarme antes de que esto llegara más lejos, así dolería menos. Me senté en la alfombra frente a la mesa del café, abrí la laptop, necesitaba conseguir boletos de avión para Colombia, para mañana si era posible, ya buscaría que decirle a Edward por mi partida, cuando la laptop termino de cargar, dos cosas llamaron mi atención, la imagen en la pantalla, era una de las fotografías que Edward y yo nos habíamos tomado en Venice Beach, eso hizo que las lagrimas brotaran con más intensidad, la otra cosa que llamo mi atención fue el aviso de dos mensajes en mi recién adquirida cuenta de correo, eran de Alice y Jacob.
Abrí el mensaje de Alice, donde me decía cuan feliz estaba, por mi valentía y el haber encontrado el amor, me decía que el verdadero amor llega una sola vez en la vida, que había que vivirlo con plenitud y retenerlo para siempre, sin pensar en el pasado, sin cuadricularse en reglas sociales o prejuicios, que debía haber ante todo claridad en las decisiones, sinceridad y confianza de ambas partes. Estaba llena de dudas, confusión, tristeza y angustia, no sabía qué hacer Alice había dicho cosas muy ciertas, que debía a hacer; en esos momentos recordé a Jacob y su amor incondicional, pensé en él como mi salvavidas.
Capitulo 27
Convenciéndote
Edward
Me desperté, Bella no estaba, no sentí su cabeza en mi pecho, ni sus piernas entrelazadas con las mías, nunca antes había dormido así, con tal dependencia del contacto de nadie para poder descansar plácidamente, no sé qué horas eran, solo sé que la oscuridad reinaba en la habitación, salí a la sala de estar a buscarla, al acercarme la luz proveniente de la pantalla de la laptop me mostro donde estaba, sentada en la alfombra, leyendo mensajes, me acerque sigilosamente sin entender que hacia allí, a estas horas, escondiéndose de mí para poder leer o escribirse con alguien más a mis espaldas, el mundo se me venía abajo, pensando en que mi diosa me ocultaba algo, al acercarme más solo pude ver el nombre de Jacob en el remitente del mensaje y la palabra Amor, no podía, ni quería perderla, la amaba, quería que ella confiara en mí y me dijera la verdad e iba a buscar la forma más convincente de hacerlo, confiar en ella y contarle la mía.
¿Bella amor te sientes bien? _le pregunte y ella cerro la ventana del mensaje apresuradamente_
Se giro hacia mí, sus ojos estaban enrojecidos, había llorado sin duda, tenía un semblante de tristeza que partía mi alma, acaso se sentía triste por él, se sentiría presionada por mí, para estar a mi lado, Dios necesitaba saberlo, la angustia se apoderaba de mi alma.
Edward, que haces despierto _me pregunto sin responderme_
Amor, es que no puedo dormir si no estás a mi lado, tu olor está en mi y en la ropa de cama y almohadas, pero tu calor, tu abrazo no lo remplaza nada _le dije pensando en que quizás tendría que dejarla ir de mi lado, si no era feliz, y ese vacío acabaría con mi vida_
Me acerque y la ayude a levantar, vi su mirada triste y las lagrimas a punto de brotar.
¿Qué te pasa amor?_ le pregunte_ te sientes enferma, Bella por favor háblame.
Es que tuve un mal sueño y me levante a tomar agua _me contesto_ y después no podía dormir y decidí revisar mis correos.
Quieres acostarte conmigo _le pregunte_
Si vamos _me regreso_
La levante en brazos, la sentía tan débil y frágil, quería tanto protegerla, amarla, su dolor lo sentía tan mío, no quería que sufriera. Llegamos a la habitación, la recosté en la cama y me tire a su lado. Necesitaba saber quién era Jacob en su vida, así que me la jugaría hablándole de Jane y lo que hace dos días debía haberle dicho.
Hermosa, yo sé que no es el momento de hablar de esto, pero hace dos días sucedió algo y no te lo he contado por qué no he encontrado el momento perfecto, y me he dado cuenta que si sigo esperándolo quizás no llegue y no quiero que de alguna manera esto se convierta en un mal entendido o problema _le dije dándole mucho preámbulo_
Dime Edward, puedes contarme lo que sea _me dijo, con una expresión de desolación en la mirada_
El día que estaba pasando las fotografías a tu laptop recibí un mensaje de Jane, diciéndome que me ama y que regresa dentro de un mes….
Y tú deseas darte una oportunidad con ella _me interrumpió_
Bella déjame terminar por favor, y no, no deseo darme ninguna oportunidad con ella, Te A-M-O a ti, es tan difícil para ti de entender, es solo que no le he respondido ese mensaje, y no sé qué decirle, no lo he pensado aun, estoy muy feliz contigo y no quiero que nada empañe nuestra felicidad _le respondí un poco enojado, porque ella todavía dudaba de mi_
Edward yo también tengo cosas que contarte, te he mentido…. _me dijo_
Bella debemos tenernos confianza amor, en eso se basan las relaciones, debemos ser sinceros hermosa, solo así se fortalecerá nuestra relación _le afirme_ yo entenderé cualquier cosa que necesites decirme.
Es que si, tuve un mal sueño, pero lo que me puso como estoy… es la idea de perderte, o mejor dicho el dejarte _me dijo_
Como así, te vas a ir, a donde Bella _la interrumpí, angustiado por la idea_
Edward no me interrumpas, a hora es mi turno de hablar _me dijo y yo asentí como disculpa_ cuando fui a buscar el vaso de agua y regresaba para aquí, escuche un mensaje en tu Blackberry y me llamo la atención y lo abrí, perdóname por invadir tu privacidad _dijo apenada_ era un mensaje de Jane.
Bella se quedo callada, como pensando que decirme, como explicarme lo que había pasado.
Edward, pensé que debían tener una oportunidad de estar juntos, ella dice que te ama y te extraña, yo soy una aparecida, si yo no hubiese llegado a tu vida estarías esperándola todavía y entonces tome la decisión de regresarme a Colombia, iba a buscar boletos de avión para mañana mismo si era preciso, por eso encendí la laptop, pero unos mensajes en mi correo me distrajeron, uno era de Alice y otro de Jacob _me aclaro_
Alice me hizo entender lo que tu acabas de decir a cerca de la confianza, la sinceridad y la lucha por lo que se ama, Edward yo estoy dispuesta a todo por ello, por ti, pero….. no sé si tú quieras lo mismo _me dijo_
Bella te amo, por ti soy capaz de todo y mas, por favor entiende que no amo a Jane, conocerte me hizo dar cuenta que solo tenía dependencia de su compañía, de la afinidad que teníamos y porque ambos nos apoyamos por lo que habíamos pasado por surgir juntos en este medio; le doy gracias a Dios de haberte puesto en mi camino contigo conocí el amor de verdad, y si no hubieses llegado a mi vida el error de estar con Jane hubiese sido más grande dentro de algunos años, quizás con hijos, es decir dañaríamos a muchas más personas a demás de nosotros, yo realmente en estos momentos no creo en Jane, en esa repentina aparición, creo que se debe al cubrimiento de los medios acerca de nuestra salida, ella es muy egoísta y estoy segura que no quiere estar conmigo, pero tampoco desea que me interese en otra persona _ le dije con todo el corazón, pidiéndole a Dios que me entendiera y no se fuera de mi lado_
Su silencio me estaba enloqueciendo, estaba tan desesperado por ella, era mi postre, mi adicción, mi aire y mi calor.
Bella dime como hago para convencerte, TE AMO _le dije casi gritando_ no me importa lo que digan, lo que piensen, lo que crean, te amo chiquita; déjame amarte me está enloqueciendo tu silencio, hermosa por favo….
Edward entiéndeme, para mí es como un sueño, algo imposible, que tú me ames, necesito que me lo repitas, para escucharlo y asimilarlo, me cuesta trabajo entenderlo, así que por favor convénceme _me dijo_
Me acerque a ella y la bese con ternura y pasión, Bella mi mujer, tan mujer, tan desinhibida a la hora de hacer el amor y tan tierna e inocente a la vez.
Mi Bella, te amo y te lo diré mil veces al día si es necesario y te hare el amor dos mil veces si es necesario y te besare y abrazare cinco mil veces si es necesario, para convencerte que te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo –le dije con vehemencia y mirándola a sus hermosos ojos, cargados de felicidad ante mis palabras, esa nube de tristeza había desaparecido de ellos, pero la duda me embargaba y necesitaba saber _
¿Amor quien es Jacob? _le pregunte cargado de celos y miedo ante su respuesta_
Edward, Jacob es mi vecino y amigo en playa caracol, lo que te voy a decir quizás se oiga feo, o sea difícil de entender para ti, pero quiero ser tan sincera como tú lo has sido conmigo hoy aunque eso cambien la idea que tengas de mi _ me aclaro, llenándome de miedo_
Dime amor te escucho _le respondí_
Jake llego a mi vida en un momento de absoluta soledad, ya llevaba años huyendo sola de todo, nos hicimos amigos al instante de conocernos, el es una persona muy cálida y especial, en el poco tiempo que compartíamos juntos se metió en mi corazón, yo sabía que siempre podía contar con él, es un amigo entrañable y siempre dispuesto, cuando él estaba en playa caracol, el solo va 1 o 2 veces al mes, por tres o cuatro días, ya que su trabajo no se lo permite más a menudo, salíamos a bailar, a cine, a cenar, el siempre trataba de sacarme de la monotonía a la que yo misma me había orillado, un día me invito a conocer un yate que había comprado, estaba en la marina de Cartagena, tomamos vino, vimos el atardecer, bailamos y me beso, yo le correspondí, hacia mucho no me sentía necesitada, amada, o deseada por nadie, me deje llevar, estuvimos juntos esa noche, cuando él se durmió tome el bote auxiliar y me regrese a la marina y por ende a mi casa, al día siguiente casi al amanecer se presento asustado en mi casa pensando que algo me había ocurrido, al encontrarme bien me confesó que estaba enamorado de mí y me pidió me casara con él, entonces tuve que ser honesta con él y decirle que yo no sentía lo mismo y que él me gustaba, que me sentía bien a su lado, que lo que yo había sentido había sido puramente físico y nada más; esa vez se fue triste y abatido de mi casa, después la siguiente vez que regreso a playa caracol, me prometió que iba a hacer que lo amara y que yo iba a ser su esposa, y yo le aclare nuevamente mis intenciones y condiciones, si él quería estar conmigo seria así, sin compromisos y sin presiones; así que hemos tenido una relación de amigos con algunos derechos, simplemente eso, de mi lado solo prevalece la amistad y aunque se oiga feo, era solo sexo y nada mas _me dijo esto último con un miedo evidente de lo que yo estaba escuchando y lo que llegaría a pensar_
Así que está enamorado de ti _le dije con rabia_
¿Edward de todo lo que escuchaste solo eso te quedo? _me reclamo_
Perdóname amor, es que me lleva el demonio de la rabia, pensar que tu y el…. _dije sin terminar_
Edward si esto cambia la percepción que tienes de mí, yo lo entenderé _dijo con sus ojos cargados de tristeza nuevamente_
Su expresión me dolía, yo solo quería hacerla feliz y al contrario solo la estaba haciendo sufrir, yo iba a convencerla de que el pasado, había quedado atrás, y que su futuro era yo y que ella era el mío, para siempre.
Amor, no he cambiado la percepción de ti, tu eres quien eres, la mujer que me tiene enamorado hasta la medula y hasta que mis huesos se conviertan en polvo, no eres más que mi mujer, con quien quiero pasar la eternidad si es posible, Te amo entiéndelo y lo que haya pasado antes de mí, no me importa, solo el presente y el futuro es lo que necesito para ser feliz, siempre y cuando tu estés ahí siempre a mi lado _le dije, se acerco a mí y tomo mi rostro en sus manos, regalándome un beso cargado de electricidad y pasión_
Soy tuya amor, ahora y siempre _me dijo al separarse de mi_
Solo me incomoda pensar en…. _dije tragándome el final_
En que amor _me pregunto_
En alguien más acariciándote, haciéndote el amor _le dije_
Solo contigo he hecho el amor Edward, nunca había amado a nadie, eso lo entendí y lo aprendí cuando te conocí, lo que tu despiertas en mi, nunca lo había experimentado, soy otra cuando estoy contigo, despiertas en mi una lujuria, una pasión y un amor que jamás había sentido y cuando te amo me entrego a ti y te hago mío como no lo he hecho con nadie _ me regreso_ no sé si llegas a comprenderlo, es difícil de explicar _finalizo_
Sus palabras me llegaron a todas las terminaciones nerviosas, erizaron mis vellos, hicieron latir con más fuerza el corazón, y el flujo de sangre se incremento por mi torrente sanguíneo, haciéndose evidente debajo del pantalón de sudadera que llevaba puesto. Me tire sobre ella, con necesidad de tenerla y amarla, y de paso marcarla, tatuar su cuerpo con mis caricias y mis besos, reclamarla como mía y de hacerle el amor como nunca, para que borrara cualquier recuerdo en su piel de alguien más, y de paso que grabara en su memoria que nadie la amaría como yo, que nadie la haría llegar al cielo como yo, que nadie la haría estremecer como yo, solo yo. Tome sus manos y las alce sobre su cabeza sosteniéndolas con mi mano, acerque la otra a su levantadora que estaba cerca de la cabecera de nuestra cama y tome el lazo, lo pase por detrás de la cabecera y ate sus manos con él, todo sin dejar de besarla, me separe cuando hube terminado de amarrarla y dejarla indefensa para mi, Bella quiso alcanzarme y noto el nudo en sus manos.
Que haces Edward, acaso me vas a secuestrar y torturar _me dijo insinuante_
Te voy a secuestrar, torturar hasta que me pidas a gritos, entre lagrimas y suplicas que te haga mía una vez más _le respondí sonriendo pícaramente_
Me levante y me desnude ante su mirada desesperada, hambrienta de mi, así me gustaba verla, necesitándome como yo a ella, comencé a pasar mi mano por mi pecho y abdominales suavemente deteniéndome en mi erección masajeándola dándome placer yo mismo, la veía angustiada, con ganas de venir a mí.
Edward por favor déjame a mí hacerlo, desátame _me dijo ronca de pasión_
Quieres acariciarme _le pregunte_
Si, si quiero, me encanta tu sabor _me regreso haciendo correr un corrientazo por toda mi columna_
Me subí a la cama y me acerque a ella, llegando a la altura de su rostro y acercando mi erección a su boca, ella levanto su nuca hacia mí, tomando mi dureza entre sus labios, dándome el más dulce de los placeres, cuando me sentí llegar me separe de ella, sentí su pérdida al mirar su cara confundida.
Edward no te vayas, déjame hacerte llegar _me dijo suplicante_
Amor hoy se trata de ti, que me dejes amarte como solo yo sé, y como nadie te va a amar jamás _le afirme_
Me incline hacia ella, besando sus labios con intensidad y separándome rápidamente, mi intención era desesperarla, que rogara por mi contacto, baje a su cuello y el lóbulo de su oreja succionándolos, haciéndola gemir y hacer pucheros de frustración.
Suéltame por favor, déjame tocarte _me decía una y otra vez, cuando sus gemidos se lo permitían_
Mis manos bajaron por su cuello, acariciando todo a su paso hasta la orilla de su pequeño camisón de seda, lo tome del orillo y lo alce hasta sus caderas, me quede petrificado al darme cuenta que no llevaba bragas, esta mujer me iba a matar, estaba a punto de sufrir una combustión espontanea.
Bella y tus bragas _le pregunte ardiendo de pasión_
Me estorban cuando estoy contigo, creo que estoy enloqueciendo de adicción a ti _me dijo seductoramente_
Termine de alzar su camisón con su ayuda hasta la altura donde sus manos estaban atadas y me regrese a donde había comenzado besando y lamiendo todo a mi paso, llegue a sus senos, pero no los roce siquiera, pase de largo por el valle entre ellos dejando besos húmedos.
Edward se te olvido algo en el camino _me dijo un poco irónica_
No, no creo _le dije_ pero amor si tú sientes que es así recuérdamelo, pídelo, quiero oírte pedir que quieres que te haga _le dije irónicamente para desesperarla mas_
Mis senos lámelos, bésalos, acarícialos _me dijo_ es suficientemente claro para ti _me dijo respirando entrecortadamente_
Me devolví lentamente por el mismo camino, sintiendo como se retorcía ante mi contacto y tratando de acercarse más a mí arqueando su espalda, de aferrarme sin sus manos.
Edward, por favor _dijo en un suspiro_ me estas torturando cruelmente.
Pide amor, suplica _le conteste_
Eres un tirano, villano _me respondió moviendo sus caderas y rozando sus piernas para tratar de acallar su temperatura interior_
Que quieres Bella, quieres que te acaricie _le pregunte entendiendo su movimiento_
Si por favor tócame, lleva tus dedos a mi interior y no dejes de besarme, te lo suplico _me dijo al fin después de tanto resistirse_
Introduje un dedo en su centro caliente y palpitante, al sentirla así, yo mismo me desespere, necesitaba estar dentro de ella, pero me controle quería satisfacerla lentamente, estaba tan estrecha, tan húmeda, esta mujer, mi mujer me llenaba de una lujuria, hacía que mi “yo” libidinoso se apoderara de mi, siempre la deseaba, cada vez mas y con más ganas, nunca me saciaba de ella, de su cuerpo, de su olor, de su sabor.
Edward bésame _dijo abriendo sus piernas, pidiéndome me acercara a su clítoris_
Bese su clítoris, lo mordí y lamí con devoción, disfrutando de su embriagante y adictivo sabor, mi diosa, la sentí temblar, contraerse, gemir, gritar mi nombre, me encantaba ser el dueño de su pasión, de sus jugos, de su excitación, de su cuerpo y su corazón.
Edward, amor por favor voy a llegar, ven te necesito dentro, ya no me tortures mas, desátame, necesito tocarte mi vida, abrazarte, besarte, amor por favor _me dijo con lagrimas en sus ojos_
El sentirla desesperada me estaba torturando a mí mismo, ya no podía mas, también ansiaba sus caricias, sus roces, sus abrazos, me estaba volviendo loco, así que me coloque entre sus piernas, obligándola a abrirlas más, roce su entrada con mi erección, se arqueo a mi tratando que la penetrara rápidamente, al sentir el calor proveniente de su vagina en mi miembro me enloqueció y la penetre con fuerza y ansiedad haciendo a Bella gemir de placer, me recosté sobre su pecho y empuje sus piernas hasta cerrarlas, sacando yo las mías y quedando a horcajadas de ellas para darle más placer, así en cada estocada entraría en ella y frotaría su punto sensible con mi dureza, estire uno de mis brazos para soltar el amarre de sus manos y con la otra me sostenía con el codo a la cama, comencé a moverme con fuerza, penetrándola bruscamente, ella jadeaba ante cada estocada y me pedía cada vez más, aferrándose con sus uñas a mi espalda; la sentí tensarse estaba a punto de llegar.
Edward más fuerte, más fuerte, cógeme duro amor, ya voy a llegar _me decía con lujuria_
¿Así amor? _le pregunte con voz ronca de excitación ante su petición_ ¿te gusta que te coja así?
Así me gusta, sentirte tan profundo y tan duro en mi _me dijo, convulsionando y estremeciéndose de placer al llegar a su orgasmo_
Edward te amo _grito_
Abrí sus piernas nuevamente y las subí a mis hombros, pude entrar completamente en ella, con la segunda estocada, me derrame en su interior, moviéndome para dejar en ella, hasta la última gota de lo que ella hacia brotar de mi_
Bajo sus piernas y me recosté en su regazo, aun dentro de ella, me abrazo tan suavemente, mientras yo besaba sus senos aun turgentes.
Esta me la pagas Edward Antony Cullen, te lo juro _me dijo_
De que hablas amor _le dije_
De esta tortura, yo sabré cobrármela _finalizo_
Te amo Bella, necesitaba sentirme tu dueño…. ¿me perdonas? _le pregunte_
Quizás te disculpe, pero no voy a olvidar _me dijo y se quedo callada un momento_ amor tu eres mi dueño, te dije que podías hacer conmigo y con mi cuerpo lo que quieras, mi alma, mi corazón y yo somos tuyos, te amo entiéndelo _finalizo_
Lo sé chiquita, pero…. _me quede callado_
Pero que Edward dime _me espeto un poco molesta_
No te molestes amor, solo quería amarte como nadie y borrar de tu mente y de tu cuerpo cualquier rastro de alguien más _le dije apenado_
Bella cambio su semblante y me miro con gran ternura y atrajo mi rostro al suyo, me miraba con sus ojos cargados de una intensidad y con un brillo increíble, que los hacía ver más ámbar de lo que ya eran.
Mi niño hermoso, desde que te conocí mi vida comenzó realmente, recuerdo el pasado, no lo puedo olvidar aunque quisiera, pero son como imágenes vistas en una pantalla de cine y de las cuales no estás interesado en lo más mínimo, solo imágenes que no traen a ti ni el más ínfimo sentimiento, solo están ahí sin despertar nada en mi, he vuelto a vivir y sentir desde que te metiste en mi vida, te has convertido en mi aire, mi sol, mi mar, eres el cometa que ilumino mis noches oscuras, eres la razón de que mi corazón palpite nuevamente lleno de ganas de vivir, antes solo limitaba a mantenerme viva _me dijo_ gracias por amarme y enseñarme a amar _finalizo_
La bese con tanta alegría y tanta tranquilidad ante sus palabras, Bella me estaba dejando claro que el pasado había quedado allá, que el futuro estaba en nuestras manos y que de ahora en adelante estaríamos solo los dos, el uno para el otro, como almas gemelas predestinadas que se amaban sin siquiera conocerse y esperándose en el tiempo para entregarse sin restricciones después de la primera mirada, sin dudas, sin preguntas, sin pasado, solo la eternidad para estar juntos amándonos.
Edward, me convenciste, sé que me amas con la misma intensidad que yo a ti, y mi niño, claro que te perdono, con agonía, pero lo disfrute más que tu, creo _ me dijo muy somnolienta haciéndome sonreír_
Te amo Isabella y no creo que lo hayas disfrutado más que yo _le regrese y ella se abrazo mas a mi_
El alba comenzaba a asomarse por nuestro balcón, ahí abrazados nos entregamos a los brazos de Morfeo.
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chicas el Fic de hoy chicas, disfruten, comenten y voten. Besitos.
Con amor Alejandra Rivas ; )
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