Segunda Oportunidad

Sumary:

Bella se ofreció como su amante por vengarse del que fuera su prometido, se quedo a su lado porque lo amaba, se casó con él porque era eso mejor que nada. Se marcho cuando la echo de su lado…

Edward la acepto como su amante porque soñaba con desnudarla, no porque le amara, él ni siquiera creía en eso, ya no. La hizo su esposa porque necesitaba una… supo que el amor estaba en él cuando la echo.

Cuándo el amor no es un requisito ¿Servirá de algo?
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Capitulo 2.- Cambio de planes

Bella pov

-sí yo le digo, le daré tu mensaje, adiós- otra llamada de la tipa, que fastidio.

-Buenos días Bella- me saludo Edward apenas llego.

-¿Cuándo dejaras de dar mi numero personal a tus amantes? tengo a Carmen, María y la pesada de Kate todo el bendito día, por favor si ya terminaste tu relación con ellas asegúrate que sepan, al menos la odiosa de Kate- pedí entrando detrás de él -¿y ya terminaste con Carmen?- pregunte.

-sí, la verdad es que me estaba empezando a aburrir, solo quiere colgarse el título de Princesa- respondió cínico como siempre

-pues sí que te aburrió, nunca contestas mis preguntas sobre tus chicas- dije sonriendo pero él me miro con el ceño fruncido –bueno, por Favor pídele que ya no me llame, es una locura, a todas horas lo hace- me queje.

-lamento que te moleste, me encargare de que sepa, te daré un aumento por este asunto ¿Cuándo es tu boda?- finalizo el asunto.

-en dos semanas, lo que significa que solo estaré hasta el sábado y el siguiente sábado será la ceremonia, ojala puedas ir pero si no, estará bien. Te mandare las fotos por correo – dije sonriendo -y después de mi viaje de bodas, estaré laborando solo un mes, en lo que preparo a la chica que se quedará en mi sitio, mi contrato se termina en ese plazo- dije.

-¿no te puedo convencer de seguir trabajando para mí?- me pregunto con esa sonrisa que me gustaba más de lo que debería.

-puedes intentarlo, pero no creo que lo consigas… de verdad, es que me quiero dedicar a mi hogar- respondí siendo sincera.

-bien pero si cambias de opinión estaré encantado de tenerte de nuevo por acá. Este año ha sido bueno solo porque así lo hiciste parecer, gracias por todo Bella- susurro con su voz profunda.

Se acerco hasta abrazarme. Nunca lo había hecho, algo se movió dentro de mí, su aroma, su calor, por un momento me perdí en su cuerpo, olvidando que no era el hombre con quien me casaría. Lo abrace deseando fundirme en él. Raro pero no nuevo.

-¡¡¡Bella!!- de inmediato regrese a mi realidad, mi prometido estaba en la puerta de la oficina. La cual estúpidamente olvide cerrar.

-Cariño hola- me gire hacía el- ¿me necesitas para algo mas Edward?- pregunte mirando a mi jefe quien de inmediato retrocedió.

-no gracias, hum, solo avísame diez minutos antes de la junta con los inversionistas- dijo sentándose frente al computador. Salí cerrando detrás de mí

-¿Por qué te dejas abrazar así por él?- me pregunto indignado James.

-se estaba despidiendo, solo trabajare hasta el sábado y después regresare a entrenar a la persona que se quede en mi lugar cuando nos hayamos casado, debes confiar en mí- lo bese.
-lo sé, es solo que a veces me encelo de él, es príncipe, su fama de mujeriego es conocida por todos, cambia de amante cada dos meses…-

-tres, cada tres- conteste.

Recordando todas las tipas que me llamaban preguntando por él. Pidiendo cita para verlo, llorando al teléfono por qué no las llamaba de vuelta, incluso los insultos de varias de ellas.

-bueno eso no ayuda-

-confía en mí ¿ok? en dos semanas seré tu esposa y no tendrás que preocuparte más por nada-

Edward pov

¿Dónde conseguiría una asistente tan eficiente como Bella? No sería lo mismo después de su matrimonio. No pude evitar pensar en mi esposa. ¿Cuándo dejaría de hacerme daño su recuerdo? ¿Alguna vez dejaría de martirizarme por su muerte?

Las tipas con la que salían solo querían ser tratadas como princesas, todas querían una sola cosa: Atraparme, cada vez quedaba menos del plazo que mi padre me diera, solo me quedaban seis meses. ¿Dónde conseguir otra esposa?

Llego el sábado. Y Bella se marcho, se despidió de mí. Limpio su escritorio, su espacio y se marcho. La extrañe. Y mucho. Raro. Quizá era la costumbre de verla siempre ahí. el único día que no la veía era el domingo pero eso se arreglaba llamándola para que recogiera mi ropa de la tintorería y así … el domingo la veía también. Un ratito diminuto.

-Luisa, ¿tienes el reporte del mes pasado?- pregunte por enésima vez el lunes en la mañana.

-sí señor, ahora se lo entrego- un momento después entraba con el reporte.

-Trabajare toda la semana en casa, por favor mándame todo por mail- dije saliendo.

La nueva era muy preparada pero no parecía tener lo que Bella, necesitaba a esa chica de vuelta. Encontraría la manera de que se quedará trabajando. Pase toda la semana encerrado en mi departamento, un muy lindo departamento en la mejor zona de Nueva York, donde por cierto tenía a Bella presente, ya que fue ella quien lo decoro. Y en casi cada habitación había algo muy propio de ella.

Como el cuadro formado por varias figuras geométricas en colores muy alegres, que insistió en colgar en mi sala. A pesar de que los muebles, mesas y mobiliario en general era en tonos negros, grises y azules oscuros. Me quede sentado mirando el cuadro. Era como ella, alegre y completamente fuera de lugar en mi vida.

El siguiente lunes cuando me aparecí en la oficina, Bella estaba trabajando como cualquier día, uniforme como cada lunes, el café en la mesa, la computadora encendida y ella preparando los informes semanales.

-¿Bella? ¿Qué haces aquí?- pregunte asombrado. Se tenso sin mirarme. Supe algo estaba mal.

-cancele la boda-

-¿me cuentas que pasó?- la tome de los hombros, se encogió ante el contacto, la solté de nuevo.

-el viernes pasado, se me ocurrió llevarle el desayuno, entre con la llave que me diera días antes, pero la sorpresa fue mía, estaba en la cama con otra mujer, me fui sin más, el sábado en la tarde me fue a buscar a mi departamento, faltaba una hora para la ceremonia y no había contestado sus llamadas- es ese momento se giro hasta quedar frente a mí. No me miro.

Levante su rostro suavemente. Su mejilla estaba marcada con un cardenal y sus labios lastimados del mismo lado.

-te golpeó- rugí sin poder controlarme - ¡¡¡lo mato!!!- grite, entonces fui consciente que estaba llorando –Bella no puedes llorar por él…-

-no es por él, es que nadie se había ofrecido a matar a alguien por mi- lloro más fuerte.

Solo pude abrazarla, me encargaría de ese animal después. Para algo me serviría ser príncipe.

-vamos, te llevo a tu casa, no es necesario que trabajes hoy, quédate a descansar y mañana vienes- seguramente necesitaba descansar de toda la carga emocional que traía.

-¿considerarías tomarme como tu amante?- soltó de pronto. Y la solté igual de rápido.

Me quede mirándola pensando que no sorprendería más si le salieran alas. O cuernos.

-sé que no tienes a nadie todavía y también se que será solo por tres meses, el tiempo que siempre duras con las mujeres, no soy tu tipo habitual pero creo que puedo hacerlo bien, soy lista, inteligente, hablo varios idiomas y definitivamente nos llevamos bien, además tengo buen sentido del humor, ya sabes que nunca me enojo – me decía como nombrado la lista del supermercado.

-¿y tú que ganarías con esto?- pregunte considerando su propuesta.

-bueno, venganza, James siempre ha estado celoso de ti, qué mejor golpe que verme a tu lado, como tu amante, con todo lo que implica y tal vez un mejor sueldo- dijo sonriendo apenas.

Lo último era broma, tras un año de estar trabajado todos los días, fines de semana incluidos, podría saber cuando jugaba.

-asumiendo que diga que sí ¿estás dispuesta a llevar esto hasta el final?-

-si-

-bien, entonces debo decidir sobre esto-

-estaré afuera, tu cita de las 10 no tarda en llegar- dijo saliendo.

¿Tomar a Bella como amante? No me costaría mucho físicamente pero… era una excelente asistente, una amante conseguía en cualquier fiesta, una asistente como ella no sería así de fácil. Y estaba la situación del plazo de mi padre. ¿Podría ser Bella una esposa adecuada? Con ella no tendría necesidad de amarla, consumar el acto no sería problema, embarazarla tampoco. Ella siempre había dicho que quería hijos.

Bien, la tomaría como mi amante por tres meses, ya después vería que hacer con el asunto de mi matrimonio...

-Edward, te espera el Presidente del Banco central- anuncio entrando.

-Bella, he decido aceptar tu propuesta, pero antes necesito saber algo- dije cerrando la puerta.

Me acerque hasta ella, la tome de la cintura, lentamente acerque mi boca a la suya. El contacto me hizo estremecer, sus labios eran suaves, cálidos, dulces, acerco su cuerpo hasta pegarse a mí, su aroma me envolvió por completo, su calor me excito de inmediato. Me separe trabajosamente, me miro con sus ojos líquidos.

-mañana saldremos en la noche, iremos a tu casa y preparemos la lista para los eventos que están en mi agenda, como mi amante iras conmigo, me asegurare que la ropa sea la adecuada y por supuesto todo eso correrá por mi cuenta, así como las joyas que te regale durante ese tiempo-

-no me quedare con nada salvo la experiencia, las joyas y ropa te las regresare cuando el tiempo se acabe, no hago esto por el dinero, sino por venganza-

-eso es cosa tuya, ahora haz pasar al presidente-

-una cosa más, cuando termine el tiempo, no podrás despedirme, me darás un contrato por más tiempo o me ayudaras a encontrar otro empleo, algo más que ser secretaría-

-así será, lo pensé mejor… empezaremos esta noche…- agregue impaciente por besarla de nuevo

-bien, ¿tu casa o la mía?- pregunto en la puerta.

-ya veremos….-

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Hola chicas, les dejo otro cap de este nuevo fic, recuerden comentar y votar

les dejo muhcos besoso

Con Amor

Alejandra Rivas ; )

P.D. Mañana como muestra de mi amor a todas ustedes y por ser el ultimo día del año

dejare dos o tres caps de cada Fic.

disfrutenolo y ya saben. Comenten.