Segunda Oportunidad

Sumary:
Bella se ofreció como su amante por vengarse del que fuera su prometido, se quedo a su lado porque lo amaba, se casó con él porque era eso mejor que nada. Se marcho cuando la echo de su lado…

Edward la acepto como su amante porque soñaba con desnudarla, no porque le amara, él ni siquiera creía en eso, ya no. La hizo su esposa porque necesitaba una… supo que el amor estaba en él cuando la echo.

Cuándo el amor no es un requisito ¿Servirá de algo?

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Capitulo 5.- La pregunta

Bella pvo

Apenas entre al vestidor active el seguro, unos instantes después escuche el golpe, estaba furioso ¿Cómo demonios se había torcido todo? No tenía miedo de él, tenía miedo de esa reacción, un golpe en la vida era más que suficiente y James ya me lo había dado. No creía a Edward capaz pero tampoco lo creí de mi ex.

Con poco tiempo escogí una falda recta hasta la rodilla en negro y una blusa de seda en rosa pálido, zapatillas no muy altas a juego con la falda, deje mi cabello suelto y puse algo de brillo labial, antes de poder salir las lagrimas se escaparon, me quede apoyada en la puerta llorando, odiaba estar así con Edward, odiaba tener que ser su amante solamente, me estaba enamorando y jamás podría soportar verlo con otra mujer siendo su secretaría. Tendría que buscar otro empleo.

Bueno si ya estaba en el infierno, quemarme completa sería lo mejor. No le negaría nada a partir de ese momento, me quedaban un mes a su lado, los disfrutaría al máximo y cuando la separación llegara lo tomaría con toda la calma del mundo. O eso intentaría.

-bienvenidos, pasen por favor, Edward no tarda nada en bajar – salude a el hombre rubio y su esposa una mujer hermosa, pequeña y embarazada, de sonrisa alegre.

-¡¡¡Bella, mi Bella!!!- decía Emmet abrazándome sin ceremonias, me levanto del suelo dándome vueltas como siempre que regresaba de algún viaje largo.

-suéltame oso, respirar, necesito respirar, Rose ayuda- pedí cuando el abrazo se hizo insoportable.

-Emmet deja a la chica del príncipe- sonrió mi amiga - Cariño ¿Cómo te dejaste engatusar por Edward?- me abrazo.

-bueno, que te digo…- no les diría nada de nuestro acuerdo por supuesto.

-así que tu eres Bella, Rose me ha hablado mucho de ti- dijo Alice – gracias por los regalos en la boda, se que fuiste tú quien lo adquirió, fueron perfectos- termino la chica.

-pues gracias…- no dije mas al ver entrar a Edward.

Saludo a sus parientes y antes que empezaran a hablar en serio, Alice comento que tenía hambre. Rosalie y yo nos pusimos de pie llevándola a la cocina, el desayuno seguía en la estufa.

-solo tengo algo italiano que Billy preparo ¿te apetece?- pregunte mientras se sentaban en el desayunador.

-si, lo que sea, muero de hambre, juro que este bebe me dejara como barril-

-no, en cuanto nacen, se te van los kilos, claro debes cuidar un poco mas lo que comes, pero no tardas tanto, a mi me tomo tres meses regresar a mi peso normal- explicaba Rosalie -por cierto ¿Qué paso con tu boda Bella?-

-la cancele, James resulto ser un cerdo infiel, lo encontré en la cama con otra el viernes en la mañana, así que no conteste sus llamadas, ni las de media docena de gente que me necesitaba para algo de último minuto, el sábado una hora antes de la ceremonia se presento en mi casa, cuando me negué a seguir con el asunto… se puso furioso, me golpeo y se fue- termine sin mirar a nadie a los ojos.

-Bella eso fue horrible y ¿Edward como entra en el asunto?- pregunto Rose de nuevo, ya que Alice estaba ocupada, muy ocupada. Pero prestando atención a todo.

-bueno, él estaba ahí y yo también y una cosa llevo a otra y aquí estoy-

-¿entonces eres su novia?- pregunto Alice comiendo el contenido del sartén. Sin usar nada más que un tenedor.

-no es esa la clasificación bajo la que estoy viviendo con él pero por lo pronto soy lo más cercano a eso- respondí.

-no tengas pena, en Vulterra sabemos de los altos vuelos del príncipe, su padre lo sabe todo, bueno todo que Edward le deja saber. El plazo se le acaba a tu casi novio- dijo Rosalie.

-¿Qué plazo?- pregunte.

-bueno necesita estar casado en poco para heredar el trono de Vulterra o Emmet será coronado y mi esposo no quiere- me respondió de nuevo mi amiga.

-Jasper tampoco, si Emmet renuncia al cargo o muestra un comportamiento poco digno de un Rey, Jasper ascendería de manera inmediata - dijo Alice.

-estoy pérdida, no entiendo…-

Si mira, hay una ley en Vulterra que dice que todos los aspirantes a la corona deben ser casados, menores de 28 y de preferencia con hijos nacidos, Emmet cumple todos los requisitos pero es sobrino del Rey, Edward por ser hijo tiene solo unos meses para cumplirlos o queda fuera ¿me explico? –

-sí… entonces Edward necesitaría casarse en estos cuatro meses y la mujer debe embarazarse tan rápido como se pueda, pero ¿Qué pasa si Edward llega a los 28 antes que su hijo nazca?-

-nada, la ley se cumple, porque el bebe estaría en matrimonio, Edward ascendería a Rey al morir el Rey Carlisle, lo cual probablemente sea en poco, el Rey ha estado enfermo- agrego Alice.

-Bella puedes encargarte de reservar en algún restaurante, los muchachos se quedan a comer y por favor prepara la habitación de invitados, Jasper y Alice se quedan- dijo Edward desde la puerta de la cocina.

-huy que mandón, este jefe que tienes es un tirano- bromeo Alice.

-sí… bueno que te digo, dormir con el jefe no siempre trae más ventajas que trabajo- seguí el juego - Ahora regreso-

-¿sigues molesta?- me pregunto caminando casi detrás, me detuve para que la plática fuera civilizada y no pareciera que me perseguía por la casa.

-no, tú sabes que yo nunca me enojo ¿algún lugar en especial donde quieras la reservación?-

-no, escógelo tu, hum, me gustaría llevarte de viaje, cancela todo lo de la semana que viene, nos tomaremos los 3 primeros días y después nos iremos a Vulterra a ver a mi padre-

-ok- respondí apenas dándome la vuelta.

Me tomo del brazo suavemente y me giro de regreso, me beso despacio. Y aumento la intensidad caminando hacia adelante, hasta dejarme con la espalda pegada a la pared.

Su mano se coló por debajo de la falda levantándola hasta llegar a mi ropa interior, apenas la encontró, entro por un lado, rápidamente me humedecí, sus dedos encontraron el camino y la entrada, hicieron su magia sobre mí, en poco gemía tan calladamente como era capaz, sus besos no ayudaban, su erección menos, podía sentirla en el costado de mi cadera.

Apenas me libere en su mano se separo de mí, me beso una vez más antes de llevarse los dedos a la boca y chuparlos. Eso fue más que excitante, casi me mojo otra vez.

-la reservación, ahora- dijo dándose la vuelta, se dirigió a las escaleras.

Cuando mi cerebro se reinicio me dirigí al despacho. Temblando y satisfecha… por ahora.

-les dije que esta chica consigue lo que sea en cuanto se lo pides- me elogiaba Emmet dos horas después mientras comíamos todos juntos en un discreto restaurante.

-igual tendrás que pagarme Emmet, así que ahorra los elogios- era mi respuesta automática.

-no cariño, ya no te pagare yo…- me respondió riendo. Hum cierto. Ya no era mi jefe.

-cierto, te extrañare Emmet, Rose por favor, mándame alguna foto reciente de ese niño hermoso que tienes- suplique mientras la rubia reía.

Nos despedimos de ellos en el restaurante, regresamos a casa con Alice y Jasper.

-¿entonces ya sabes qué es?- pregunte mientras ayudaba a la chica a instalarse en la habitación.

-no, queremos que sea sorpresa, pero si me entero antes te aviso- dijo riendo.

Salí cuando Jasper entro. Sonreí al cerrar la puerta, se estaban besando. Entre en mi habitación. Me acosté pensando en cómo serían los hijos de Edward. Me dormí con eso en mente. Antes que el sol saliera estábamos en la puerta despidiéndolos.

Por fin llego el lunes en la tarde, el yate estaba listo en el puerto, haríamos un viaje, ¿A dónde? solo Edward sabía.

-¿estás lista?-

-si-

Para el anochecer, solo veíamos mar hacia todas partes. El yate era perfecto, el camarote grande, similar a una recamara mediana.

-me iré a acostar, estoy algo mareada por el vino y la brisa- dije mientras lo besaba.

-te acompaño. Espérame - se levanto para revisar que todo estuviera en orden, a lo lejos me pareció ver un par de luces de cada lado del yate. Me quede mirando fijamente para tratar de identificar que eran.

-son la guardia Vulturi, no los veras porque son negros, están diseñados para vigilar el yate real o mejor dicho a la familia real y ¿Quién crees que soy? – levanto una ceja con la sonrisa torcida aflorando.

-no los vi antes-

-no prestaste atención, salieron detrás de nosotros, pero no te preocupes, con las luces apagadas no verán lo que te hare- dijo llevándome en brazos hasta el camarote. A la cama.

Sus manos me recorrían por encima de la blusa, primero la espalda, luego el costado, hasta llegar al frente, le desabroche la blusa para que no me dejara de tocar, se detuvo justo ahí, mientras acariciaba mis senos aprendiéndose cada centímetro de ellos, mientras mis gemido se hacían cada vez más intensos, apretaba suavemente mis pezones mientras su boca besaba mi cuello, hombro, siempre bajando, no había nada entre sus besos y mi piel.

Su lengua trazaba círculos en mis pezones, lamia, chupaba y mordía uno y otro alternadamente, mientras sentía humedecerme entre las piernas, no podría aguantar mucho mas antes de rogarle que me hiciera el amor, que entra en mi, que me llenara de él. Se despojo de la ropa que aun tenia sin dejar de besarme.

Bajo por mi cuerpo hasta llegar a mi vientre siguiendo hasta la orilla de mis bragas, las bajo suavemente, deslizando sus manos por mis piernas mientras lo hacía, su boca seguía a sus manos, bajo hasta llegar al centro, me separo las piernas con suavidad y se acerco, sentí su lengua completa, hacia círculos dentro de mí, mi gemidos se hacían más fuertes, sentí mi orgasmo llegar, me estremecí mientras él seguía trabajando en esa parte de mi cuerpo. Sentí como me cerraba en un instante mientras gritaba su nombre.

Se coloco sobre mí, bajo hasta situar su punta en mi entrada. Deslizaba sus dedos sobre mi centro aun sensible, al apenas rozarlo por unos minutos llego el placer de nuevo, sentí como entraba muy despacio segundos antes de liberarme una vez más, atrapándolo en la primera embestida, se detuvo, lo hizo de nuevo, muy despacio, el ardor y dolor que sentí fue breve, en poco estaba de nuevo excitada, y queriendo mas. Se movía intensificando la rapidez y la profundidad, deje de pensar. Lo sentí tensarse y poco después mientras me cerraba otra vez, llego también. Me libero de su peso y sentí frio.

-gracias por esto Bella- susurro abrazándome.

-¿Por qué me agradeces exactamente? No hice nada-

-me regalaste tu primera vez, es algo que nunca olvidare-

El problema era que yo tampoco. No conté con eso cuando decidí ser su amante, no conté con enamorarme de esta manera. No conté con tantas cosas.

-tengo algo que preguntarte, mejor dicho, algo que decirte…proponerte- lo mire esperando alguna locura.

Me abrazo de nuevo.

-como sabes en poco tiempo debo casarme, mis obligaciones para con la corona así me lo exigen. Así que estuve pensando que nuestra “cosa” deberá…-

-terminar, lo sé, no pensé que fuera tan rápido pero lo entiendo y si deseas la regresar a tierra firme podemos dar por terminado nuestro arreglo, hum tomare mis cosas y me iré a casa de una amiga mientras me pones departamento, será lo único que te pida, del resto creo que podre manejarlo, mi contrato con la empresa durara otros dos años, pero si te incomoda tenerme ahí, me puedes mover de sede, siempre he querido conocer Vulterra, mándame con Emmet, la verdad extraño mucho a Rose…-

-para, no me refería a terminar, me refería a….-

-¿Qué?-

-necesito esposa e hijos pero creo que no estoy listo para separarme de ti, me gustas como amante, me gustas como mujer y creo que podemos seguir siendo….-

-no seré tu amante si pretendes casarte, es más de lo que puedo hacer, lo siento pero no, si tu quieres casarte, porque lo necesitas está bien, pero no esperes que me quede en tu cama si estas comprometido o peor, casado, no soporto la infidelidad y no seré parte de una- salte de la cama envuelta en la sabana…

-Bella ¿te casas conmigo?-

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bueno chicas otro fic... mi recomendación de siempre

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con Amor

Alejandra Rivas ; )