Segunda Oportunidad

Sumary:
Bella se ofreció como su amante por vengarse del que fuera su prometido, se quedo a su lado porque lo amaba, se casó con él porque era eso mejor que nada. Se marcho cuando la echo de su lado…

Edward la acepto como su amante porque soñaba con desnudarla, no porque le amara, él ni siquiera creía en eso, ya no. La hizo su esposa porque necesitaba una… supo que el amor estaba en él cuando la echo.

Cuándo el amor no es un requisito ¿Servirá de algo?

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Capitulo 13.- La huida…

Bella pov

-estoy embarazada…- dije, no me respondió… nada… silencio - pensé que te gustaría saberlo, el plazo se cumplió, el doctor dice que tengo aproximadamente 21 semanas, hum… ¿estás ahí?...- pregunte de nuevo –Bien solo quería que lo supieras, pensé que te importaría, llámame cuando quieras… Edward yo no…- la comunicación se corto, no, él me colgó en el teléfono.

Porque pensé que sería diferente, pase un mes sin atreverme a hacer esa llamada. Ahora recordaba porque. Me odiaría siempre por algo que no hice.

-Princesa, iré a comprar las cosas de la semana, ¿le traigo algo en especial?- pregunto Billy.

No me decía de dónde sacaba el dinero pero sospechaba que era de las cuentas, de mis cuentas, al parecer Edward no me había cortado el sustento. Que considerado.

-no Billy, gracias… bueno si, esta prescripción es para los prenatales, se me están acabando, ¿puedes traer más?-

-por supuesto Princesa y creo que algo de galletas saladas le harán bien para sus nauseas-

-si eso también- sonreí.

Entre los mareos, nauseas, vómitos, cansancio y demás, pasaba acostada la mayor parte del día. La tristeza no ayudaba en nada, llorar casi todo el tiempo tampoco. Mi vientre empezaba a notarse, bueno notarse era poco, en cuanto supe que estaba embarazada, la panza se hizo más que visible, tenía al menos un tamaño que no pasaba desapercibido. Apenas salió Billy me dormí.

-Princesa, es hora de almorzar, recuerde que no debe saltarse ninguna comida-

-gracias Billy, ¿Qué preparaste?-

-su favorito, Lasaña de cuatro quesos, nada de carne y mucha salsa- respondió sonriendo.

-entonces que sea doble ración, no triple….- sonreí.

Comí en la terraza, tampoco salía de mi recamará, no había motivo para hacerlo. Llego la tarde y con ella, la soledad, el dolor, la tristeza, todo aparecía de golpe.

-saldré a hacer algunas cosas, ¿me necesitará Princesa?-

-no Billy, bueno… podrías traerme algo de comer y unas galletas, agua, leche, ya sabes, un poco de todo, gracias- dije pensando que me daría hambre mas tarde y no quería bajar, no quería salir.

Sospechaba que las constantes interrupciones de Billy con preguntas como esa estaban destinadas a asegurarse de que estaba vivía. Comí hasta dejar limpio el plato, si seguía así, en breve dejaría de entrar en mi ropa. Bueno, la que aun me quedaba, tendría que comprar más, tendría que salir, hum….

Bien, si no había más remedio, saldría la próxima semana. Me dormí cerca de las dos de la mañana, como era costumbre.

Edward pvo

-Estoy embarazada…- dijo, me congele con el teléfono pegado, siguió hablando, cuando no pude más corte la comunicación.

Era cierto, estaba embarazada, pero ¿de quién era el hijo? Podría ser mío, saque cuentas en mi cabeza, 21 semanas, estábamos de viaje aun, pero bien podría estar mintiendo, nada le costaría agregar un par de semanas, Aro había dicho que cuando comenzaron mis viajes ella empezó a ir a verlo, pero, entre viajes regresábamos al palacio y a veces me quedaba trabajando hasta tarde fuera, bien pudo empezar en esa época.

Necesitaba verla, saber que no era mentira, que me dijera a la cara cuando había empezado con él, que me dijera si era mío, que se hiciera al bebe una prueba de paternidad, eso me dejaría más seguro. No la perdonaría, pero si era mío, me encargaría que regresara al palacio hasta que naciera, después podría largarse con él o con otro. No deseaba tenerla cerca. No quería verla, desearla, amarla, sí, amarla, porque ahora sabía que la amaba.

Pero si no era mío, ¿Qué hacer?...

Con la desicion tomada parti hacía ella.

Entre al departamento, subí por las escaleras, no parecía haber nadie, pero sabía que ahí estaba viviendo, los reportes de gastos lo indicaban. Llegue la habitación principal, entre. Vacía. Seguí por el pasillo hasta la recamara que solía ocupar.

Entre despacio, silenciosamente. La luz de la luna se colaba por el enorme ventanal, iluminándola, se veía tan tranquila, hermosa, en ese momento desee olvidarme de todo, tomarla entre mis brazos y empezar de cero. Decirle que era el amor de mi vida, que la necesitaba a mi lado.

Mire el reloj, las tres de la mañana. No era hora para visitas sociales, pero era mi esposa aún, estaba en mi derecho de entrar a su habitación a la hora que me diera la gana, además, esa casa era mía.

Me quede parado al pie de la cama, mirándola dormir, era relajante verla así, se despertó de pronto girándose hacía mí, se sobresalto al verme, encendió la lámpara de inmediato.

-¿Edward? ¿Qué haces aquí?- pregunto acomodando su cabello.

-¿es verdad?- pregunte sin poder ver nada diferente en ella, pero aun estaba acostada y debajo de las sabanas.

-sí, es verdad, lo supe hace poco-

-hum, ¿Cómo has estado?- pregunte al verla mejor, a la luz, se notaba más delgada y tenía algo de ojeras.

-bueno, no muy bien, los síntomas han empeorado un poco-

-¿síntomas?-

-sí, ya sabes, mareos, vómitos, nauseas, todo el paquete por fin apareció y no se quieren ir- respondió sentándose contra el respaldo de la cama.

Sus hombros y el contorno de sus senos se dibujaban en su pijama. Me sentí con ganas de abrazarla, me acerque un poco y después un poco más, hasta sentarme en la cama, muy cerca de ella.

-¿porque lo hiciste Bella? ¿Por qué me engañaste?- pregunte rompiendo mi promesa de no hacer preguntas sobre eso.

-no te engañe Edward, lo que te hayan dicho es mentira, yo te prometí ser fiel y lo cumplí, en cada día de nuestro matrimonio, jamás te he faltado, lo juro- respondió llorando.

-te vieron Bella, si lo hiciste dímelo, dime la verdad y trataremos de superarlo, de empezar de cero, nos iremos a otro sitio, dejare el trono, dejare todo, solo dime la verdad- suplique.

Me miro con una tristeza que jamás pensé ver en ella, una más profunda que el día de nuestra boda. Sus ojos se apagaron.

-no te engañe, esa es la verdad, esa es mi verdad, no puedo decirte otra cosa porque no hay nada más que decir, sigues desconfiando de mi palabra, de mi am… de mi- se levanto bajando de la cama por el otro lado y pude verla por completo, su vientre estaba hinchado, por un momento me olvide de ese asunto.

Su hijo.

-¿Cómo puedo saber que es mío? te perdonare si te deshaces de él, no lo tengas, abórtalo ahora y regresa conmigo a Vulterra- pedí seguro que no era mi sangre.

Me miro sin decir nada, blanca completamente. Por un momento pensé que se desmayaría, me acerque para sostenerla. Se alejo tan rápido como pudo.

-Vete Edward, no tenemos más nada que decirnos, vete- dijo con voz suave, casi sin fuerza.

-¿por qué dejas que “eso” nos separe?- apunte su vientre.

-no es “eso” es tu hijo y lo que nos separa es tu desconfianza, si no te vas en dos segundos me iré yo- dijo cubriéndose, protegiéndolo.

-te lo diré una última vez, te acepto a ti, no a…- apunte de nuevo sin querer nombrarlo.

Tomo sus llaves y salió sin decir más, trate de detenerla pero apenas llego a la puerta corrió escaleras abajo, salió por la puerta que comunica la cocina con el garaje y sin abrir la cortina del mismo, se aventó con todo y vehículo rompiéndola en pedazos. Me quede de pie en el desastre que había dejado. Me quede ahí preguntándome porque no me escogía a mí. Porque no me amaba a mí.

Bella pov

-Bella ¿Qué paso?- pregunto mi amiga Ángela.

-¿puedo quedarme contigo hasta que amanezca?- pedí llorando apenas abrió.

-claro que sí, amiga ¿Qué te paso? pensé que estabas en... Bueno en donde tu esposo-

-no, me separe de él, es largo de contar y no me siento muy bien, ¿podrías….?- oscuridad.

-Bella ¿Cómo te sientes?- pregunto un hombre con bata blanca apenas abrí los ojos.

-perdida, ¿Dónde estoy?-

-estamos en Brasil, Bella –me respondió Jacob.

-Jacob ¿Qué haces aquí?-

-cuidarte cariño, cuidarte- respondió Billy.

-bueno, si todo va como hasta ahora, es una semana podrá llevarse a su esposa señor Black- dijo el médico.

-genial estaremos en casa pronto mi amor- dijo Jacob.

Besándome….

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hola chicas, una disculpa por la tardanza, hoy fue uno de esos días donde apenas me dio tiempo de ducharme jajajajajajaja. Les dejo este cap y espero lo disfruten.

recomedacion (ya hasta lo alucinan)

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con Amor

Alejandra Rivas ; )